35 research outputs found

    Revision y actualización de los cuadrángulos de Chulca y Cayarani (30-q) y (30-r) Informe: Trabajo de Campo II, Gabinete III

    Get PDF
    El presente informe corresponde a la Etapa de Campo 2 Gabinete 3 del Convenio UNAS-INGEMMET, para la revisión y actualización geológica de los cuadrángulos de Chulca y Cotahuasi, correspondiendo el presente al Cuadrángulo de Chulca. La Etapa de Campo 2 tuvo una duración de 18 dias netos en el campo, en la que se utilizaron algunas vias de acceso como trochas carrozables caminos y encaminamientos, se ha revisado la geología del cuadrángulo poniendo especial interés en zonas con problemas estratigráficos y de cartográfiado. La brigada estuvo conformada por los ingenieros Guido Salas Álvarez, Antenor Chavéz Valencia y el Bachiller Eddy Aguilar Vizcarra. Durante el trabajo de campo se ha levantado 4 columnas estratigráficas se ha recolectado un total de 23 muestras tanto de rocas sedimentarias, intrusivas, y volcánicas de las cuales se han preparado 12 secciones delgadas para el informe final. En el presente solo se describe de manera general cada unidad estratigráfica presente en el área de estudio en el informe Final se acompañaran los gráficos de las columnas estratigráficas levantadas. Como resultado de la revisión cartográfica del cuadrángulo, se ha realizado algunas modificaciones, entre las que destacan mayores afloramientos de la Formación Labra en la parte norte del cuadrángulo, así mismo en la esquina NE del cuadrángulo la asignación de la formación Alpabamba lo que anteriormente estaba cartografiado como Formación Barroso 1, se otro lado en el cuadrante Suroeste los afloramientos de los alrededores de los cerros Huayllasura y de la pampa Ajopampa anteriormente asignados a la Formación Barroso 1 han sido ahora asignados a las formación Huaycha. En la parte Central Este también se han reconocido afloramientos de la Formación Aniso los cuales desaparecen debajo de la formación Sencca. De igual manera se han realizado algunos afinamientos en la cartografía de las formaciones rocosas que afloran en el área de estudio

    Revisión y actualización de los cuadrángulos de Chulca (30-q), Cayarani (30-r), Cotahuasi (31q) y Orcopampa (31r)

    Get PDF
    La región estudiada, alcanza una extensión aproximada de 6000 km2, comprende los cuadrángulos de Orcopampa y Cotahuasi y se encuentra dentro de los índices geográficos siguientes: 72° 00'- 73° 00' de Longitud Oeste y 15° 00' – 15° 30' de Latitud Sur. Geomorfológicamente, se trata de una superficie modelada casi exclusivamente por procesos volcánicos y glaciários y se extiende mayormente al este del Arco Volcánico del Barroso, entre los 2300 y 5500 m.s.n.m. Su estructura geológica, está definida básicamente por una secuencia plegada de facies sedimentarias de edad mesozoica, y un grueso manto compacto de facies volcánicas emplazadas desde el Paleogeno medio al Cuaternario reciente. Las fácies sedimentarias afloran en menor extensión, la base consta de areniscas y cuarcitas correspondientes a las formaciones Labra y Hualbunni del Grupo Yura, sobreyacen en forma concordante las fácies molásicas rojizas de la Formación. Morco y las calizas gris azuladas de la Formación. Arcurquina. La secuencia volcánica alcanza mayor extensión, su base, está definida por grandes volúmenes de aglomerados, piroclastos y lavas andesíticas y dacíticas correspondientes al Grupo Tacaza, por lo general, estas fácies, se encuentran fuertemente hidroterrnalizadas e intruídas por cuerpos subvolcánicos cuya naturaleza varía desde brechas como las más antiguas hasta dacitas cristalinas y andesitas como las más jóvenes. Rellenando un paleo relieve relativamente accidentado y labrado mayormente a expensas del Grupo Tacaza, se encuentra una gruesa secuencia horizontal a subhorizontal de tobas, e ignimbritas y fácies sedimentarias de piroclástos retrabajados correspondientes a la Formación Alpabamba. Posterior a esta secuencia se inicia el volcanismo Barroso, sus fases iniciales. Están constituidas por lavas andesíticas de regular fluidez que forman generalmente mesetas lávicas principalmente en la región del altiplano, después de este proceso, el vulcanismo migra bacia la parte occidental sobre una plataforma piroclástica aparentemente equivalente a la Formación Sencca, la cual fue acompañada por el emplazamiento de domos lava de naturaleza riolítica, sobre esta plataforma piroclástica se construyen finalmente los aparatos volcánicos Coropuna, Solimana y Firura. El análisis geoquímico de las facies que conforman estos volcanes precisa que la naturaleza del proceso magmático de estos aparatos se desarrolla hasta el presente en un proceso de acidez creciente con el emplazamiento de lavas andesíticas de mayor fluidez en los procesos iniciales hasta lavas traquiandesíticas de mayor viscosidad en los procesos finales (volcanismo Andagua). Tectónicamente, las facies sedimentarias se encuentran fuertemente deformadas por la fase peruana de la tectogénesis andina, las dislocaciones están constituidas por pliegues y fallas que siguen la orientación andina, en cambio las fácies volcánicas, principalmente las del Grupo Tacaza, se encuentran levemente deformadas por la fase Quichuana y sus dislocaciones están constituidas por plegamientos de amplio radio y fallamientos normales que siguen una dirección antiandina. Pequeños fallamientos normales que desplazan las veras mineralizadas parecen indicar la presencia de una fase tectónica en el Plioceno. Desde el punto de vista económico, la región cuenta con cuatro yacimientos metálicos en explotación y varios prospectos explorados. la mineralización metálica es principalmente filoniana se encuentra como relleno de fracturas antiandinas preexistentes en las rocas del Grupo Tacaza y con la asociación de Au- Ag- Pb- Zo y Sb. Esta mineralización se ha efectuado en una secuencia que va desde los 18 M.A para la mina Orcopampa, 9 M:A paro la mina Shila, 5 M.A, para la mina Arcata. El fenómeno responsable de esta mineralización está relacionado principalmente con cuerpos subvolcánicos de composición dacítica, ocasionalmente parecen encontrase cuerpos de granodiorita y tonalita

    Memoria descriptiva de la revisión y actualización de los cuadrángulos de Chulca (30-q), Cayarani (30-r), Cotahuasi (31-q) y Orcopampa (31-r). Escala 1:100 000

    Get PDF
    La región estudiada, alcanza una extensión aproximada de 6 000 km2, comprende los cuadrángulos de Orcopampa y Cotahuasi y se encuentra dentro de los parámetros geográficos siguientes: 72º 00’- 73º 00’ de longitud oeste y 15º 00’- 15º 30’ de latitud sur. Geomorfológicamente, se trata de una superficie modelada casi exclusivamente por procesos volcánicos y glaciarios y se extiende mayormente al este del Arco Volcánico del Barroso, entre los 2300 y 5500 msnm. Su estructura geológica, está definida básicamente por una secuencia plegada de facies sedimentarias de edad mesozoica, y un grueso manto compacto de facies volcánicas emplazadas desde el Paleógeno medio al Cuaternario reciente. Las facies sedimentarias afloran en menor extensión, la base consta de areniscas y cuarcitas correspondientes a las formaciones Labra y Hualhuani del Grupo Yura, sobreyacen en forma concordante las facies molásicas rojizas de la Formación Murco y las calizas gris azuladas de la Formación Arcurquina. La secuencia volcánica alcanza mayor extensión, su base está definida por grandes volúmenes de aglomerados, piroclastos y lavas andesíticas y dacíticas correspondientes al Grupo Tacaza, por lo general, estas facies, se encuentran fuertemente hidrotermalizadas e intruidas por cuerpos subvolcánicos cuya naturaleza varía desde brechas como las más antiguas hasta dacitas cristalinas y andesitas como las más jóvenes. Rellenando un paleorelieve relativamente accidentado y labrado mayormente a expensas del Grupo Tacaza, se encuentra una gruesa secuencia horizontal a subhorizontal de tobas, ignimbritas y facies sedimentarias de piroclastos retrabajados correspondientes a la Formación Alpabamba. Posterior a esta secuencia se inicia el volcanismo Barroso, sus fases iniciales están constituidas por lavas andesíticas de regular fluidez que forman generalmente mesetas lávicas principalmente en la región del Altiplano. Después de este proceso el volcanismo migra hacia la parte occidental sobre una plataforma piroclástica aparentemente equivalente a la Formación Sencca, la cual fue acompañada por el emplazamiento de domos lava de naturaleza riolítica, sobre esta plataforma piroclástica se construyen finalmente los aparatos volcánicos Coropuna, Solimana y Firura. El análisis geoquímico de las facies que conforman estos volcanes precisa que la naturaleza del proceso magmático de estos aparatos se desarrolla hasta el presente en un proceso de acidez creciente con el emplazamiento de lavas andesíticas de mayor fluidez en los procesos iniciales hasta lavas traquiandesíticas de mayor viscosidad en los procesos finales (volcanismo Andagua). Tectónicamente, las facies sedimentarias se encuentran fuertemente deformadas por la fase peruana de la tectogénesis andina, las dislocaciones están constituidas por pliegues y fallas que siguen la orientación andina, en cambio las facies volcánicas, principalmente las del Grupo Tacaza, se encuentran levemente deformadas por la fase Quechua y sus dislocaciones están constituidas por plegamientos de amplio radio y fallamientos normales que siguen una dirección antiandina. Pequeños fallamientos normales que desplazan las vetas mineralizadas parecen indicar la presencia de una fase tectónica en el Plioceno. Desde el punto de vista económico, la región cuenta con cuatro yacimientos metálicos en explotación y varios prospectos explorados. La mineralización metálica es principalmente filoniana, se encuentra como relleno de fracturas antiandinas preexistentes en las rocas del Grupo Tacaza y con la asociación de Au- Ag- Pb- Zn y Sb. Esta mineralización se ha efectuado en una secuencia que va desde los 18 Ma para la mina Orcopampa, 9 Ma para la mina Shila, 5 Ma, para la mina Arcata. El fenómeno responsable de esta mineralización está relacionado principalmente con cuerpos subvolcánicos de composición dacítica, ocasionalmente parecen encontrarse cuerpos de granodiorita y tonalita

    A novel inhibitor of fatty acid synthase shows activity against HER2+ breast cancer xenografts and is active in anti-HER2 drug-resistant cell lines

    Get PDF
    Introduction: Inhibiting the enzyme Fatty Acid Synthase (FASN) leads to apoptosis of breast carcinoma cells, and this is linked to human epidermal growth factor receptor 2 (HER2) signaling pathways in models of simultaneous expression of FASN and HER2. Methods: In a xenograft model of breast carcinoma cells that are FASN+ and HER2+, we have characterised the anticancer activity and the toxicity profile of G28UCM, the lead compound of a novel family of synthetic FASN inhibitors. In vitro, we analysed the cellular and molecular interactions of combining G28UCM with anti-HER drugs. Finally, we tested the cytotoxic ability of G28UCM on breast cancer cells resistant to trastuzumab or lapatinib, that we developed in our laboratory. Results: In vivo, G28UCM reduced the size of 5 out of 14 established xenografts. In the responding tumours, we observed inhibition of FASN activity, cleavage of poly-ADPribose polymerase (PARP) and a decrease of p-HER2, p- protein kinase B (AKT) and p-ERK1/2, which were not observed in the nonresponding tumours. In the G28UCM-treated animals, no significant toxicities occurred, and weight loss was not observed. In vitro, G28UCM showed marked synergistic interactions with trastuzumab, lapatinib, erlotinib or gefitinib (but not with cetuximab), which correlated with increases in apoptosis and with decreases in the activation of HER2, extracellular signal-regulated kinase (ERK)1/2 and AKT. In trastuzumab-resistant and in lapatinib-resistant breast cancer cells, in which trastuzumab and lapatinib were not effective, G28UCM retained the anticancer activity observed in the parental cells. Conclusions: G28UCM inhibits fatty acid synthase (FASN) activity and the growth of breast carcinoma xenografts in vivo, and is active in cells with acquired resistance to anti-HER2 drugs, which make it a candidate for further pre-clinical development

    Gene duplication and fragmentation in the zebra finch major histocompatibility complex

    Get PDF
    BACKGROUND: Due to its high polymorphism and importance for disease resistance, the major histocompatibility complex (MHC) has been an important focus of many vertebrate genome projects. Avian MHC organization is of particular interest because the chicken Gallus gallus, the avian species with the best characterized MHC, possesses a highly streamlined minimal essential MHC, which is linked to resistance against specific pathogens. It remains unclear the extent to which this organization describes the situation in other birds and whether it represents a derived or ancestral condition. The sequencing of the zebra finch Taeniopygia guttata genome, in combination with targeted bacterial artificial chromosome (BAC) sequencing, has allowed us to characterize an MHC from a highly divergent and diverse avian lineage, the passerines. RESULTS: The zebra finch MHC exhibits a complex structure and history involving gene duplication and fragmentation. The zebra finch MHC includes multiple Class I and Class II genes, some of which appear to be pseudogenes, and spans a much more extensive genomic region than the chicken MHC, as evidenced by the presence of MHC genes on each of seven BACs spanning 739 kb. Cytogenetic (FISH) evidence and the genome assembly itself place core MHC genes on as many as four chromosomes with TAP and Class I genes mapping to different chromosomes. MHC Class II regions are further characterized by high endogenous retroviral content. Lastly, we find strong evidence of selection acting on sites within passerine MHC Class I and Class II genes. CONCLUSION: The zebra finch MHC differs markedly from that of the chicken, the only other bird species with a complete genome sequence. The apparent lack of synteny between TAP and the expressed MHC Class I locus is in fact reminiscent of a pattern seen in some mammalian lineages and may represent convergent evolution. Our analyses of the zebra finch MHC suggest a complex history involving chromosomal fission, gene duplication and translocation in the history of the MHC in birds, and highlight striking differences in MHC structure and organization among avian lineages

    Hyperoxemia and excess oxygen use in early acute respiratory distress syndrome : Insights from the LUNG SAFE study

    Get PDF
    Publisher Copyright: © 2020 The Author(s). Copyright: Copyright 2020 Elsevier B.V., All rights reserved.Background: Concerns exist regarding the prevalence and impact of unnecessary oxygen use in patients with acute respiratory distress syndrome (ARDS). We examined this issue in patients with ARDS enrolled in the Large observational study to UNderstand the Global impact of Severe Acute respiratory FailurE (LUNG SAFE) study. Methods: In this secondary analysis of the LUNG SAFE study, we wished to determine the prevalence and the outcomes associated with hyperoxemia on day 1, sustained hyperoxemia, and excessive oxygen use in patients with early ARDS. Patients who fulfilled criteria of ARDS on day 1 and day 2 of acute hypoxemic respiratory failure were categorized based on the presence of hyperoxemia (PaO2 > 100 mmHg) on day 1, sustained (i.e., present on day 1 and day 2) hyperoxemia, or excessive oxygen use (FIO2 ≥ 0.60 during hyperoxemia). Results: Of 2005 patients that met the inclusion criteria, 131 (6.5%) were hypoxemic (PaO2 < 55 mmHg), 607 (30%) had hyperoxemia on day 1, and 250 (12%) had sustained hyperoxemia. Excess FIO2 use occurred in 400 (66%) out of 607 patients with hyperoxemia. Excess FIO2 use decreased from day 1 to day 2 of ARDS, with most hyperoxemic patients on day 2 receiving relatively low FIO2. Multivariate analyses found no independent relationship between day 1 hyperoxemia, sustained hyperoxemia, or excess FIO2 use and adverse clinical outcomes. Mortality was 42% in patients with excess FIO2 use, compared to 39% in a propensity-matched sample of normoxemic (PaO2 55-100 mmHg) patients (P = 0.47). Conclusions: Hyperoxemia and excess oxygen use are both prevalent in early ARDS but are most often non-sustained. No relationship was found between hyperoxemia or excessive oxygen use and patient outcome in this cohort. Trial registration: LUNG-SAFE is registered with ClinicalTrials.gov, NCT02010073publishersversionPeer reviewe

    Phylogenetic classification of the world's tropical forests

    Get PDF
    Knowledge about the biogeographic affinities of the world’s tropical forests helps to better understand regional differences in forest structure, diversity, composition, and dynamics. Such understanding will enable anticipation of region-specific responses to global environmental change. Modern phylogenies, in combination with broad coverage of species inventory data, now allow for global biogeographic analyses that take species evolutionary distance into account. Here we present a classification of the world’s tropical forests based on their phylogenetic similarity. We identify five principal floristic regions and their floristic relationships: (i) Indo-Pacific, (ii) Subtropical, (iii) African, (iv) American, and (v) Dry forests. Our results do not support the traditional neo- versus paleotropical forest division but instead separate the combined American and African forests from their Indo-Pacific counterparts. We also find indications for the existence of a global dry forest region, with representatives in America, Africa, Madagascar, and India. Additionally, a northern-hemisphere Subtropical forest region was identified with representatives in Asia and America, providing support for a link between Asian and American northern-hemisphere forests.</p

    Reducing the environmental impact of surgery on a global scale: systematic review and co-prioritization with healthcare workers in 132 countries

    Get PDF
    Abstract Background Healthcare cannot achieve net-zero carbon without addressing operating theatres. The aim of this study was to prioritize feasible interventions to reduce the environmental impact of operating theatres. Methods This study adopted a four-phase Delphi consensus co-prioritization methodology. In phase 1, a systematic review of published interventions and global consultation of perioperative healthcare professionals were used to longlist interventions. In phase 2, iterative thematic analysis consolidated comparable interventions into a shortlist. In phase 3, the shortlist was co-prioritized based on patient and clinician views on acceptability, feasibility, and safety. In phase 4, ranked lists of interventions were presented by their relevance to high-income countries and low–middle-income countries. Results In phase 1, 43 interventions were identified, which had low uptake in practice according to 3042 professionals globally. In phase 2, a shortlist of 15 intervention domains was generated. In phase 3, interventions were deemed acceptable for more than 90 per cent of patients except for reducing general anaesthesia (84 per cent) and re-sterilization of ‘single-use’ consumables (86 per cent). In phase 4, the top three shortlisted interventions for high-income countries were: introducing recycling; reducing use of anaesthetic gases; and appropriate clinical waste processing. In phase 4, the top three shortlisted interventions for low–middle-income countries were: introducing reusable surgical devices; reducing use of consumables; and reducing the use of general anaesthesia. Conclusion This is a step toward environmentally sustainable operating environments with actionable interventions applicable to both high– and low–middle–income countries
    corecore