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Nivel socioeconómico y obesidad infantil: hábitos dietéticos en niños europeos
La alarmante prevalencia de obesidad infantil a nivel global presenta una distribución desigual en los distintos niveles socioeconómicos de la sociedad. En los paÃses industrializados, los grupos socioeconómicamente más desfavorecidos suelen presentar mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil. La evidencia acumulada demuestra que los determinantes de este problema de salud, son complejos e incluyen diversos mecanismos, tales como las condiciones materiales, ocupacionales, psicosociales, conductuales, etc. Dentro de los estilos de vida, la calidad de la dieta también se asocia con el estatus socioeconómico, encontrando habitualmente patrones menos saludables en los grupos más desfavorecidos, predisponiendo a su vez al desarrollo de sobrepeso y obesidad durante el ciclo vital. A nivel general, los objetivos de la presente Tesis Doctoral son: 1) evaluar la asociación entre distintos indicadores socioeconómicos y la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil en niños europeos, 2) analizar la calidad global de la dieta de los niños según el nivel socioeconómico de las familias y 3) evaluar la asociación entre los patrones dietéticos y los cambios en composición corporal, de manera prospectiva. Para la consecución de los objetivos, se evaluaron los resultados obtenidos en los participantes en el estudio IDEFICS (Identification and prevention of Dietary- and lyfestyle induced health EFfects In Children and infantS), provenientes de ocho paÃses (Alemania, Bélgica, Chipre, España, Estonia, HungrÃa, Italia y Suecia). El tamaño de la muestra, en los distintos trabajos presentados, varió entre 8341 y 14426 sujetos, en base al total de participantes con información completa en cada caso. Los resultados del presente trabajo muestran la existencia de un gradiente socioeconómico inverso en la prevalencia de sobrepeso, en cinco de las ocho regiones investigadas (Alemania, Bélgica, España, Estonia y Chipre), mientras que no se encontró gradiente alguno en las otras tres (Chipre, HungrÃa e Italia). Las variables que mostraron una mayor fortaleza en la asociación entre el nivel socioeconómico y el sobrepeso, fueron el nivel de desarrollo humano de cada región y el nivel de ingresos medio. En segundo lugar, los participantes de familias de menor nivel socioeconómico mostraron hábitos alimentarios menos saludables que sus compañeros de mayor nivel socioeconómico. Esta asociación fue descrita analizando grupos de alimentos de manera individua,l asà como patrones dietéticos globales, tanto para el total de la muestra como de manera especÃfica para cada centro de estudio. Los participantes de menor nivel socioeconómico presentaron más frecuentemente perfiles caracterizados por un consumo frecuente de alimentos procesados, ricos en azúcares y grasas, snacks dulces y salados, y refrescos azucarados. Además, dichos perfiles también se caracterizaron por un consumo menos frecuente de frutas, verduras y productos integrales. Por el contrario, los sujetos de mayor nivel socioeconómico mostraron una mayor tendencia a presentar patrones más saludables, con menor frecuencia de consumo de productos de alta densidad energética y mayor frecuencia de consumo de frutas, verduras y productos integrales. Por último, se pudo constatar que los participantes que mostraron patrones dietéticos caracterizados por un consumo frecuente de alimentos procesados, a lo largo del estudio, fueron los que mostraron a su vez cambios antropométricos más desfavorables, con mayor incremento en la masa grasa total y abdominal. Entre las principales limitaciones de la presente Tesis Doctoral, se encuentran las propias del cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos utilizado en el estudio IDEFICS. Dicho cuestionario no fue diseñado para valorar la ingesta energética total, sino los grupos de alimentos asociados positiva o negativamente con el sobrepeso y obesidad infantil, de manera que no se pudo obtener información precisa acerca del consumo de energÃa total. Además, el tamaño de las porciones no fue estimado y la información fue aportada por los padres, disminuyendo la precisión, ya que no se consideró la ingesta de alimentos que no tuvo lugar bajo la supervisión de los padres. Por ello, la información obtenida tiene en cuenta solo aquellas comidas realizadas a lo largo del dÃa bajo supervisión de los padres, variando de un paÃs a otro. La deseabilidad social a la hora de facilitar información sobre los estilos de vida, también puede suponer un sesgo, ya que puede afectar de manera diferencial a los sujetos de distinto estatus socioeconómico o perfil antropométrico. Adicionalmente, el análisis transversal realizado en cuatro de los cinco artÃculos, supone otra de las limitaciones a tener en cuenta, puesto que no permite determinar relaciones causales. En resumen, los datos obtenidos ponen de manifiesto la mayor vulnerabilidad a la que se encuentran expuestos los niños europeos de bajo nivel socioeconómico, que los lleva a presentar con mayor frecuencia patrones de alimentación desfavorables, que a su vez facilitan el desarrollo de sobrepeso y obesidad. Por tanto, es necesario el desarrollo de estrategias de prevención y promoción de la salud que sean efectivas en dichos subgrupos poblacionales, facilitando el consumo de alimentos saludables, para intentar reducir las desigualdades socioeconómicas en el sobrepeso y obesidad infantil. The alarming global childhood obesity prevalence presents an uneven distribution across socioeconomic segments of the population. In industrialized countries, the most disadvantaged socioeconomic groups present higher rates of obesity. The up-to-date evidence shows a complex interaction between several determinants, such as material and occupational conditions, psychosocial and behavioural factors, etc. Among lifestyle variables, diet quality has been associated with socioeconomic status, with poorer dietary habits in lower socioeconomic groups. This in turn, predispose to overweight development throughout life course. The general aims of the present Doctoral Thesis are: 1) to evaluate the association between several socioeconomic indicators and overweight prevalence in European children, 2) to analyse the children’s diet quality by socioeconomic status and 3) to evaluate the association between dietary patterns and children’s body composition changes prospectively. To full fill these aims, the available data from the IDEFICS (Identification and prevention of Dietary- and lyfestyle induced health EFfects In Children and infantS) study from eight countries (Belgium, Cyprus, Estonia, Italy, Germany, Hungary, Sweden and Spain) were taken into account. The sample size varied throughout the different articles from 8341 to 14426 participants, based on the number of participants with complete information available in each case. The results of the present work show the existence of an inverse socioeconomic gradient on overweight prevalence in five of the eight investigated regions (in Belgium, Estonia, Germany, Spain and Sweden), while in the other three regions (in Cyprus, Hungary and Italy) no association was found. The socioeconomic status-overweight association was best explained by the country-specific human development index and the centre-specific mean income. Second, the participants from families with lower socioeconomic status did show unhealthier dietary habits compared to their better-off counterparts. This association was described for single food groups and for global dietary patterns as well, both in country-specific and global analyses. Lower socioeconomic status was associated with dietary profiles characterized by a more frequent consumption of high-fat high-sugar processed foods, sweet and savoury snacks and soft drinks. In addition, these profiles were also characterized by a less frequent consumption of fruits and vegetables and wholemeal products. On the contrary, higher socioeconomic status was associated with healthier profiles, with less frequent consumption of highenergy density products and with more frequent consumption of fruits, vegetables and wholemeal products. Finally, the results showed that participants characterized by persistently showing dietary patterns with frequent consumption of processed foods presented the most unfavourable changes in fat mass and abdominal fat. The main limitations of the present Doctoral Thesis are the ones related to the food frequency questionnaire applied in the IDEFICS study. This questionnaire was not designed to capture total energy intake or total food intake, but rather to investigate the consumption frequency of food groups positively or negatively associated with obesity. Therefore, no information about total energy intake was obtained. Moreover, portion sizes were not estimated. The information about children’s food intake was provided by the parents, and thus limiting the accuracy of the information about the total amount of foods consumed. The presented information takes into account the meal occasions under parental control, which varies from country to country. Social desirability bias cannot be ruled-out, and can affect the data obtained to a different extent depending on the socioeconomic or anthropometric status of participants. In addition, the cross-sectional design of the first four articles has to be taken into account, as it does not allow drawing causal associations. In conclusion, the obtained results highlight the vulnerability of European children from families with lower socioeconomic status, presenting more frequently unhealthier dietary patterns, which in turn facilitates the overweight and obesity development. Therefore, prevention and health promotion strategies shown to be effective in low socioeconomic groups need to be developed, in order to facilitate the consumption of healthier foods, and subsequently reducing socioeconomic inequalities in children’s overweight and obesity.<br /
Desventajas socioeconómicas, obesidad y factores relacionados
La obesidad infantil sigue siendo un problema de salud importante. A pesar de la estabilización en la prevalencia de obesidad infantil de algunos paÃses desarrollados descrita anteriormente, esta tendencia se ha limitado comúnmente a los niños con mayores recursos sociales y económicos. La obesidad es una enfermedad multifactorial y compleja, resultado de un desequilibrio energético entre la energÃa consumida y la energÃa gastada. La alimentación, la actividad fÃsica y los comportamientos sedentarios son factores directamente relacionados con el balance energético. Por su parte, los factores psicosociales influyen en los comportamientos alimentarios y en los niveles de actividad fÃsica y sedentarismo. A su vez, todos estos factores están social y económicamente determinados tanto directa como indirectamente. En general, en los paÃses desarrollados, los niños de familias con un nivel socioeconómico bajo consumen alimentos de menor calidad, son menos activos fÃsicamente, son más sedentarios y presentan problemas psicosociales con más frecuencia que los niños de familias de alto nivel socioeconómico. Por lo tanto, los niños de familias de bajo nivel socioeconómico tienen mayor riesgo de desarrollar sobrepeso, obesidad y enfermedades cardiovasculares a lo largo del ciclo vital que los niños de familias de nivel socioeconómico más alto. Además de los indicadores socioeconómicos clásicos, existen otras condiciones de vulnerabilidad socioeconómica menos exploradas en la literatura, relacionadas con la estructura familiar, las redes de apoyo, la situación de desempleo o el origen inmigrante y que podrÃan afectar negativamente a los menores a través de su impacto en los estilos de vida y la salud mental, independientemente de la educación, la ocupación y los ingresos. En la presente Tesis Doctoral se analizaron cuatro grupos vulnerables: 1) los niños cuyos padres carecÃan de una red social de apoyo, 2) los niños con un origen inmigrante, 3) los niños con una estructura familiar no tradicional y 4) los niños con padres desempleados.La presente Tesis Doctoral tiene como objetivo explorar las asociaciones entre grupos vulnerables y diferentes resultados de salud, particularmente:1) la asociación entre las vulnerabilidades sociales en los niños y factores relacionados con el balance energético (alimentación, actividad fÃsica y conductas sedentarias)2) la asociación entre las vulnerabilidades sociales en la infancia y los problemas psicosociales3) la relación entre las diferentes vulnerabilidades con la obesidad y el sÃndrome metabólico.Todas estas asociaciones se estudiaron de forma transversal y longitudinalmente por lo que esta tesis también tuvo como objetivo:4) evaluar el impacto de las vulnerabilidades sociales a lo largo del tiempo, asà como el efecto de la acumulación de estas desventajas socioeconómicas en la obesidad y en sus factores relacionados, independientemente de la educación y de los ingresos familiares.Para lograr estos objetivos, se consideraron los datos de dos estudios: 1) Identification and Prevention of Dietary- and Lifestyle-induced Health Effects in Children and Infants (IDEFICS), un estudio prospectivo multicéntrico de cohortes, que incluÃa una intervención para la prevención de la obesidad en ocho paÃses europeos (Bélgica, Chipre, Estonia, Alemania, HungrÃa, Italia, España y Suecia) y 2) el Crecimiento y la Alimentación durante la Lactancia y la Primera Infancia en Niños Aragoneses / Crecimiento y Alimentación durante la infancia y la primera infancia en niños de Aragón, el estudio CALINA, basado en una cohorte de niños aragoneses seguidos desde el nacimiento hasta los 6 años de edad.El tamaño muestral total al comienzo del estudio IDEFICS fue de 16.229 niños y en el estudio CALINA de 1.540 niños. El tamaño de la muestra utilizado en los diferentes artÃculos varió de 1.031 a 13.891 niños, según el número de participantes con información completa disponible en cada caso.Los resultados de este trabajo mostraron que los niños cuyos padres carecÃan de red social tenÃan un mayor riesgo de presentar problemas psicosociales, patrones alimentarios poco saludables (caracterizados por una mayor frecuencia de consumo de aperitivos y comida rápida), más tiempo dedicado a comportamientos sedentarios y mayor frecuencia de obesidad. Los niños con un origen inmigrante y o pertenecientes a minorÃas étnicas también tenÃan un mayor riesgo de tener sobrepeso u obesidad, seguir un patrón alimentario poco saludable y dedicar más tiempo a comportamientos sedentarios. En el estudio en España, los niños romanÃes (gitanos) y aquellos de origen latinoamericano tenÃan respectivamente cuatro y tres veces más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que los niños españoles no gitanos. Los niños de familias no tradicionales también corrieron un mayor riesgo de informar problemas psicosociales. Finalmente, los niños con padres desempleados también presentaban niveles más altos de tiempo de pantalla.Si bien las vulnerabilidades sociales parecen afectar negativamente a la alimentación de los niños y a los comportamientos sedentarios, nuestros resultados no mostraron ninguna asociación estadÃsticamente significativa entre las vulnerabilidades sociales y la actividad fÃsica evaluada objetivamente mediante acelerómetros. No obstante, los resultados apuntaron en la dirección esperada y todos los grupos vulnerables tuvieron menos probabilidades de ser miembros de un club deportivo.Teniendo en cuenta el efecto de las desventajas socioeconómicas en el sÃndrome metabólico, los niños de familias con bajo nivel educativo, los niños de familias no tradicionales, los niños cuyos padres estaban desempleados y los niños que acumulaban más de tres desventajas mostraron una puntuación en el riesgo de sÃndrome metabólico significativamente mayor en comparación con los grupos no desfavorecidos.Finalmente, al evaluar el impacto de las vulnerabilidades sociales a lo largo del tiempo y la acumulación de éstas sobre la obesidad infantil y factores relacionados, se observó en general un mayor riesgo en aquellos niños que fueron vulnerables en ambos momentos, aquellos que cambiaron su estado de no vulnerabilidad a uno vulnerable y aquellos que acumularon más vulnerabilidades.Estos resultados fueron observados incluso tras ajustarse por indicadores socioeconómicos clásicos (educación e ingresos), lo que sugiere un efecto independiente de estas vulnerabilidades sociales.Las principales limitaciones de los resultados incluidos en la presente tesis doctoral fueron:1) Un posible sesgo de selección derivado de los participantes que decidieron aceptar llevar a cabo el estudio asà como del hecho que grupos más desfavorecidos, con mayores tasas de obesidad o mayor riesgo de sÃndrome metabólico, más problemas psicosociales o con estilo de vida menos saludables no completaron toda la información requerida o no continuaron en el estudio de seguimiento. 2) Las situaciones vulnerables pueden ser diferentes dentro del mismo grupo vulnerable. Por ejemplo, los niños con ambos padres desempleados pueden tener más dificultades en comparación con los niños con un solo miembro desempleado. Además, los niños inmigrantes incluyen a niños con origen, recursos y situaciones diferentes que pueden implicar dificultades de adaptación más favorables. Sin embargo, debido a razones estadÃsticas derivadas de un tamaño de muestra pequeño, estas situaciones en el grupo vulnerable se incluyeron en la misma categorÃa.3) Otra limitación es la confianza en las medidas autoinformadas, como el peso y la estatura de los padres, los informes de estos sobre la alimentación de los niños y los patrones de actividad y otros aspectos del balance energético, que no se midieron objetivamente.Las principales fortalezas de este estudio incluyen el diseño prospectivo, la gran muestra de niños europeos de diferentes edades, los exámenes fÃsicos repetidos y las mediciones de laboratorio en niños pequeños siguiendo un procedimiento estandarizado.En conclusión, las vulnerabilidades sociales en la primera infancia (principalmente la falta de una red social de apoyo) se asociaron con estilos de vida menos saludables (caracterizados por un patrón de consumo de alimentos procesados y conductas sedentarias) y con más problemas psicosociales, independientemente de la educación, ocupación e ingresos familiares, lo que puede estar asociado con tasas más altas de obesidad y sÃndrome metabólico en aquellos grupos vulnerables. En consecuencia, los responsables de la formulación de polÃticas deberÃan centrarse en estos grupos socialmente más desfavorecidos para mejorar sus estilos de vida y la situación psicosocial de los niños a fin de reducir las desigualdades en materia de salud.<br /
Prevención del sobrepeso y obesidad infantil : actividades sedentarias
Comportamiento sedentario en los niños en edad preescolar y su prevención desde la escuela
Dietary energy density in young children across Europe
OBJECTIVES: To describe energy density (ED; kcal g(-1)) of dietary intake of European children.
METHODS: From 16 228 children who participated in the IDEFICS (Identification and prevention of Dietary- and lifestyle-induced health EFfects In Children and infantS) baseline examination, 8551 children with 24-h dietary recalls (24-HDR), with plausible reported energy intakes and complete covariate information were included in the present analysis. ED was calculated using two methods: (1) ED including solid foods (EDF) and (2) ED including solid foods and energy-containing beverages (EDF&B). Beverage energy was calculated in kcal per day. Dietary characteristics and body mass index (BMI) z-score of children aged 2 to 75th percentile. Standardised regression coefficients were estimated to assess the association between dietary characteristics, BMI z-score and ED of the diet.
RESULTS: Children with low EDF and EDF&B diets consumed less energy but higher quantity of food and beverages than children with high EDF and EDF&B diets. Consumption of caloric beverages decreased with increasing EDF&B of the diet owing to the relatively low ED of the beverages, in relation to solid foods. Generally, children with low EDF and EDF&B diets showed healthier food choices than peers with higher EDF and EDF&B diets. In this sample, EDF and EDF&B were not associated with BMI z-score.
CONCLUSION: Health promotion strategies should proclaim lower ED diets by means of foods with high water and low fat content and mainly fruit and vegetable components. Excluding caloric beverages from EDF calculation is a useful method to avoid misinterpretation of true exposure to a high energy dense diet. We recommend excluding caloric beverages from EDF calculation when investigating the effect of ED on a certain (health) outcome
Predicting Subclinical Atherosclerosis in Low-Risk Individuals: Ideal Cardiovascular Health Score and Fuster-BEWAT Score.
BACKGROUND: The ideal cardiovascular health score (ICHS) is recommended for use in primary prevention. Simpler tools not requiring laboratory tests, such as the Fuster-BEWAT (blood pressure [B], exercise [E], weight [W], alimentation [A], and tobacco [T]) score (FBS), are also available. OBJECTIVES: The purpose of this study was to compare the effectiveness of ICHS and FBS in predicting the presence and extent of subclinical atherosclerosis. METHODS: A total of 3,983 participants 40 to 54 years of age were enrolled in the PESA (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis) cohort. Subclinical atherosclerosis was measured in right and left carotids, abdominal aorta, right and left iliofemoral arteries, and coronary arteries. Subjects were classified as having poor, intermediate, or ideal cardiovascular health based on the number of favorable ICHS or FBS. RESULTS: With poor ICHS and FBS as references, individuals with ideal ICHS and FBS showed lower adjusted odds of having atherosclerotic plaques (ICHS odds ratio [OR]: 0.41; 95% confidence interval [CI]: 0.31 to 0.55 vs. FBS OR: 0.49; 95% CI: 0.36 to 0.66), coronary artery calcium (CACS) ≥1 (CACS OR: 0.41; 95% CI: 0.28 to 0.60 vs. CACS OR: 0.53; 95% CI: 0.38 to 0.74), higher number of affected territories (OR: 0.32; 95% CI: 0.26 to 0.41 vs. OR: 0.39; 95% CI: 0.31 to 0.50), and higher CACS level (OR: 0.40; 95% CI: 0.28 to 0.58 vs. OR: 0.52; 95% CI: 0.38 to 0.72). Similar levels of significantly discriminating accuracy were found for ICHS and FBS with respect to the presence of plaques (C-statistic: 0.694; 95% CI: 0.678 to 0.711 vs. 0.692; 95% CI: 0.676 to 0.709, respectively) and for CACS ≥1 (C-statistic: 0.782; 95% CI: 0.765 to 0.800 vs. 0.780; 95% CI: 0.762 to 0.798, respectively). CONCLUSIONS: Both scores predict the presence and extent of subclinical atherosclerosis with similar accuracy, highlighting the value of the FBS as a simpler and more affordable score for evaluating the risk of subclinical disease
Bidirectional associations between psychosocial well-being and body mass index in European children : longitudinal findings from the IDEFICS study
Background: The negative impact of childhood overweight on psychosocial well-being has been demonstrated in a number of studies. There is also evidence that psychosocial well-being may influence future overweight. We examined the bidirectional association between childhood overweight and psychosocial well-being in children from a large European cohort. The dual aim was to investigate the chronology of associations between overweight and psychosocial health indicators and the extent to which these associations may be explained by parental education.
Methods: Participants from the IDEFICS study were recruited from eight countries between September 2007 and June 2008 when the children were aged 2 to 9.9 years old. Children and families provided data on lifestyle, psychosocial well-being, and measured anthropometry at baseline and at follow-up 2 years later. This study includes children with weight, height, and psychosocial well-being measurements at both time points (n = 7,831). Psychosocial well-being was measured by the KINDL (R) and Strengths and Difficulties Questionnaire respectively. The first instrument measures health-related quality of life including emotional well-being, self-esteem, parent relations and social relations while the second measures well-being based on emotional symptoms, conduct problems and peer-related problems. Logistic regression was used for modeling longitudinal associations.
Results: Children who were overweight at baseline had increased risk of poor health-related quality of life (odds ratio (OR) = 1.23; 95 % confidence interval (CI): 1.03-1.48) measured 2 years later; this association was unidirectional. In contrast to health-related quality of life, poor well-being at baseline was associated with increased risk of overweight (OR = 1.39; 95 % CI: 1.03-1.86) at 2 year follow-up; this association was also only observed in one direction. Adjustment for parental education did not change our findings.
Conclusion: Our findings indicate that the association between overweight and psychosocial well-being may be bidirectional but varies by assessment measures. Future research should further investigate which aspects of psychosocial well-being are most likely to precede overweight and which are more likely to be consequences of overweight
Rationale and design of the SI! Program for health promotion in elementary students aged 6 to 11 years: A cluster randomized trial
Unhealthy habits in children are increasing at an alarming rate. The school provides a promising setting for effective preventive
strategies to improve children's lifestyle behaviors. The SI! Program is a multilevel multicomponent school-based educational
intervention aimed at all stages of compulsory education in Spain.
Here, we present the design of the SI! Program for Elementary School cluster-randomized controlled trial, targeting children
aged 6 to 11 years. This trial aims to study the impact of different timings and intensities of exposure to SI! Program activities on
elementary school children and their immediate environment (parents/caregivers, teachers, and school).
The trial includes 1770 children from 48 public elementary schools in Madrid (Spain), together with their parents and teachers.
Schools and their children were randomly assigned to the intervention group (the SI! curriculum-based educational program
over 3 or 6 academic years) or to the control group (standard curriculum). The primary outcomes are the change from baseline
at 3-year and 6-year follow-up in children's scores for knowledge, attitudes, and habits (KAH) and health factors (blood
pressure, height, weight, waist circumference, and skinfold thickness). Secondary outcomes include 3-year and 6-year changes
from baseline in lifestyle questionnaire scores for parents/caregivers and teachers, and in the school environment
questionnaire.
The overarching goal of the SI! Program is to provide an effective and sustainable health promotion program for the adoption
of healthy behaviors in children. The present trial will address the impact and the optimal timing and duration of this
educational intervention in the elementary school setting. (Am Heart J 2019;210:9-17.)This study is partly funded by the Daniel & Nina Carasso
Foundation and the la Caixa Foundation (LCF/PR/CE16/
10700001). This study forms part of a project that has
received funding from the European Union Horizon 2020
research and innovation programme under Marie Skłodowska-
Curie grant agreement No. 707642 and from the
American Heart Association under grant No.
14SFRN2049031
Metabolic syndrome, adiposity, diet, and emotional eating are associated with oxidative stress in adolescents
Background: Metabolic syndrome (MS), a condition related to adiposity and oxidative stress, can develop in adolescence, a critical stage in life that impacts health in adulthood. However, there is scarce scientific research about the relationship between lifestyle factors, emotion management, and oxidative stress in this phase of life.Aim: To analyze whether nutritional parameters, lifestyle factors, emotion management, and MS in adolescents are associated with oxidative stress measured by the biomarker 8-isoprostane.Methods: A cross-sectional study was carried out in 132 adolescents (48.5% girls, aged 12 ± 0.48 years) and data were collected on nutritional parameters (anthropometric measurements, biochemical analyzes, and blood pressure), lifestyle factors (physical activity, sleep, and diet), and emotion management (self-esteem, emotional eating, and mood). 8-isoprostane was analyzed in spot urine samples. The study population was categorized in three groups (healthy, at-risk, and with MS) using the International Diabetes Federation definition of MS in adolescents. To capture more complex interactions, a multiple linear regression was used to analyze the association between 8-isoprostane and the aforementioned variables.Results: Urinary 8-isoprostane levels were significantly higher in the MS group compared to the healthy group (1,280 ± 543 pg./mg vs. 950 ± 416 pg./mg respectively). In addition, univariable analysis revealed positive significant associations between 8-isoprostane and body mass index, waist circumference, waist-to-height ratio, body fat percentage, blood lipid profile and glucose, emotional eating, and refined cereal intake. Conversely, a negative significant association was found between 8-isoprostane and sleep duration and fish intake. The multiple linear regression analysis revealed associations between 8-isoprostane and LDL-c (β = 0.173 value of p = 0.049), emotional eating (low β = 0.443, value of p = 0.036; high β = 0.152, value of p = 0.470), refined cereal intake (β =0.191, value of p = 0.024), and fish intake (β = -0.187, value of p = 0.050).Conclusion: The MS group, LDL-c, emotional eating, and high refined cereals and low fish intakes were associated with higher levels of oxidative stress in an adolescent population.</p
Association of Sleep Duration and Quality With Subclinical Atherosclerosis.
BACKGROUND Sleep duration and quality have been associated with increased cardiovascular risk. However, large studies linking objectively measured sleep and subclinical atherosclerosis assessed in multiple vascular sites are lacking.
OBJECTIVES The purpose of this study was to evaluate the association of actigraphy-measured sleep parameters with subclinical atherosclerosis in an asymptomatic middle-aged population, and investigate interactions among sleep, conventional risk factors, psychosocial factors, dietary habits, and inflammation.
METHODS Seven-day actigraphic recording was performed in 3,974 participants (age 45.8 4.3 years; 62.6% men) from the PESA (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis) study. Four groups were defined: very short sleep duration 8 h. Sleep fragmentation index was defined as the sum of the movement index and fragmentation index. Carotid and femoral 3-dimensional vascular ultrasound and cardiac computed tomography were performed to quantify noncoronary atherosclerosis and coronary calcification.
RESULTS When adjusted for conventional risk factors, very short sleep duration was independently associated with a higher atherosclerotic burden with 3-dimensional vascular ultrasound compared to the reference group (odds ratio: 1.27; 95% confidence interval: 1.06 to 1.52; p ¼ 0.008). Participants within the highest quintile of sleep fragmentation presented a higher prevalence of multiple affected noncoronary territories (odds ratio: 1.34; 95% confidence interval: 1.09 to 1.64; p ¼ 0.006). No differences were observed regarding coronary artery calcification score in the different sleep groups.
CONCLUSIONS Lower sleeping times and fragmented sleep are independently associated with an increased risk of subclinical multiterritory atherosclerosis. These results highlight the importance of healthy sleep habits for the prevention of cardiovascular disease. (J Am Coll Cardiol 2019;73:134–44) © 2019 Published by Elsevier on behalf of the American College of Cardiology Foundation.post-print454 K
Prospective associations between dietary patterns and body composition changes in European children : the IDEFICS study
Objective: To describe dietary patterns by applying cluster analysis and to describe the cluster memberships of European children over time and their association with body composition changes.
Design: The analyses included k-means clustering based on the similarities between the relative frequencies of consumption of forty-three food items and regression models were fitted to assess the association between dietary patterns and body composition changes.
Setting: Primary schools and pre-schools of selected regions in Italy, Estonia, Cyprus, Belgium, Sweden, Hungary, Germany and Spain.
Subjects: Participants (n 8341) in the baseline (2-9 years old) and follow-up (4-11 years old) surveys of the IDEFICS (Identification and prevention of Dietary- and lifestyle-induced health EFfects In Children and infantS) study.
Results: Three persistent clusters were obtained at baseline and follow-up. Children consistently allocated to the 'processed' cluster presented increased BMI (beta=0.050; 95 % CI 0.006, 0.093), increased waist circumference (beta=0.071; 95 % CI 0.001, 0.141) and increased fat mass gain (beta=0.052; 95 % CI 0.014, 0.090) over time v. children allocated to the 'healthy' cluster. Being in the 'processed'-'sweet' cluster combination was also linked to increased BMI (beta=0.079; 95 % CI 0.015, 0.143), increased waist circumference (beta=0.172; 95 % CI 0.069, 0.275) and increased fat mass gain (beta=0.076; 95 % CI 0.019, 0.133) over time v. the 'healthy' cluster.
Conclusions: Children consistently showing a processed dietary pattern or changing from a processed pattern to a sweet pattern presented the most unfavourable changes in fat mass and abdominal fat. These findings support the need to promote overall healthy dietary habits in obesity prevention and health promotion programmes targeting children
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