24 research outputs found

    Role of age and comorbidities in mortality of patients with infective endocarditis

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    [Purpose]: The aim of this study was to analyse the characteristics of patients with IE in three groups of age and to assess the ability of age and the Charlson Comorbidity Index (CCI) to predict mortality. [Methods]: Prospective cohort study of all patients with IE included in the GAMES Spanish database between 2008 and 2015.Patients were stratified into three age groups:<65 years,65 to 80 years,and ≥ 80 years.The area under the receiver-operating characteristic (AUROC) curve was calculated to quantify the diagnostic accuracy of the CCI to predict mortality risk. [Results]: A total of 3120 patients with IE (1327 < 65 years;1291 65-80 years;502 ≥ 80 years) were enrolled.Fever and heart failure were the most common presentations of IE, with no differences among age groups.Patients ≥80 years who underwent surgery were significantly lower compared with other age groups (14.3%,65 years; 20.5%,65-79 years; 31.3%,≥80 years). In-hospital mortality was lower in the <65-year group (20.3%,<65 years;30.1%,65-79 years;34.7%,≥80 years;p < 0.001) as well as 1-year mortality (3.2%, <65 years; 5.5%, 65-80 years;7.6%,≥80 years; p = 0.003).Independent predictors of mortality were age ≥ 80 years (hazard ratio [HR]:2.78;95% confidence interval [CI]:2.32–3.34), CCI ≥ 3 (HR:1.62; 95% CI:1.39–1.88),and non-performed surgery (HR:1.64;95% CI:11.16–1.58).When the three age groups were compared,the AUROC curve for CCI was significantly larger for patients aged <65 years(p < 0.001) for both in-hospital and 1-year mortality. [Conclusion]: There were no differences in the clinical presentation of IE between the groups. Age ≥ 80 years, high comorbidity (measured by CCI),and non-performance of surgery were independent predictors of mortality in patients with IE.CCI could help to identify those patients with IE and surgical indication who present a lower risk of in-hospital and 1-year mortality after surgery, especially in the <65-year group

    Gestión de la comunicación aplicada

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    La gestión de proyectos aplicados se refiere al enfoque práctico y sistemático utilizado para planificar, organizar y controlar el trabajo necesario para completar un proyecto de manera eficiente y efectiva. Esto implica identificar los objetivos, definir las tareas y actividades necesarias para completar la propuesta, asignar recursos y establecer un cronograma para el trabajo. Además, monitorear y controlar el progreso del proyecto para asegurarse de que se está avanzando de acuerdo con el plan y tomar medidas para solucionar posibles problemas o desafíos que puedan surgir

    Reducing the environmental impact of surgery on a global scale: systematic review and co-prioritization with healthcare workers in 132 countries

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    Abstract Background Healthcare cannot achieve net-zero carbon without addressing operating theatres. The aim of this study was to prioritize feasible interventions to reduce the environmental impact of operating theatres. Methods This study adopted a four-phase Delphi consensus co-prioritization methodology. In phase 1, a systematic review of published interventions and global consultation of perioperative healthcare professionals were used to longlist interventions. In phase 2, iterative thematic analysis consolidated comparable interventions into a shortlist. In phase 3, the shortlist was co-prioritized based on patient and clinician views on acceptability, feasibility, and safety. In phase 4, ranked lists of interventions were presented by their relevance to high-income countries and low–middle-income countries. Results In phase 1, 43 interventions were identified, which had low uptake in practice according to 3042 professionals globally. In phase 2, a shortlist of 15 intervention domains was generated. In phase 3, interventions were deemed acceptable for more than 90 per cent of patients except for reducing general anaesthesia (84 per cent) and re-sterilization of ‘single-use’ consumables (86 per cent). In phase 4, the top three shortlisted interventions for high-income countries were: introducing recycling; reducing use of anaesthetic gases; and appropriate clinical waste processing. In phase 4, the top three shortlisted interventions for low–middle-income countries were: introducing reusable surgical devices; reducing use of consumables; and reducing the use of general anaesthesia. Conclusion This is a step toward environmentally sustainable operating environments with actionable interventions applicable to both high– and low–middle–income countries

    Cierre percutáneo del conducto arterioso persistente con dispositivo Amplatzer en niños: resultados inmediatos y a un año

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    Introducción y objetivos: El cierre percutáneo del conducto arterioso persistente (CAP) es una técnica bien establecida. Nuestro objetivo fue evaluar la seguridad y eficacia del oclusor de Amplatzer en el tratamiento del conducto arterioso persistente en la edad pediátrica. Material y métodos: De noviembre de 2005 a junio de 2007 analizamos el expediente clínico de 39 pacientes (23 niñas y 16 niños), con una edad de 19.8 ± 13.7 meses y peso de 9.2 ± 3.2 kg, sometidos a oclusión percutánea del CAP con dispositivo Amplatzer. El 41% (16/39) de los pacientes eran lactantes con edad < a un año y 71.8% (28/39) con peso < a 10 kg. La edad de los niños con peso &lt; 10 kg fue de 13.1 ±6.1 meses. Mediante aortografía en proyección lateral se determinó la morfología del CAP de acuerdo con la clasificación de Krichenko. En todos se hizo seguimiento (mediana de 10 meses), mediante control radiológico y ecocardiográfico a las 24 horas, y a 1, 3, 6 y 12 meses después del implante. Resultados: En los 39 pacientes el diámetro mínimo del conducto varió de 2 a 12 mm (3.6 ± 2.0 mm). Los tipos de CAP, de acuerdo con Krichenko, fueron: A = 25 (64.1%), B = 1 (2.6%), C = 5 (12.8%), D = 2 (5.1%) y E = 3 (7.7%). Tres pacientes (7.7%) tenían conducto residual posterior a ligadura quirúrgica. La relación Qp/Qs fue de 2.4 ± 1.5 y la relación PSP/PSS fue de 0.49 ± 0.18 En 16 pacientes (41%) existía hipertensión pulmonar. El dispositivo fue implantado con éxito en 36 de 39 pacientes (92.3%). El procedimiento falló en tres casos debido a: dificultad para colocar el dispositivo; a una valoración incorrecta del tamaño del conducto; y por dificultad en hacer avanzar el dispositivo por angulación del sistema de liberación y migración del dispositivo a la aorta descendente. La media de tiempo de fluoroscopia y del tiempo del procedimiento fue de 13.2 ± 6.3 minutos y 65.3 ± 21.9 minutos, respectivamente. No hubo fallecimientos con el procedimiento. En ocho pacientes, todos excepto uno, con peso menor a 10 kg, ocurrieron complicaciones menores y mayores. De los 36 pacientes, un aortograma mostró oclusión completa del conducto en 26 (66.7%); fuga intraoclusor en seis (15.4%), fuga leve en cuatro (10.3%) y fuga moderada en dos (5.1%). En el ecocardiograma control de 24 horas la tasa de oclusión fue de 82.1% (32/36). La oclusión del conducto fue completa en 35 pacientes (97.2%) al tercer mes de seguimiento. En cuatro pacientes no se logró el cierre percutáneo y tres de ellos tuvieron que ser operados. En el seguimiento tres pacientes desarrollaron estenosis leve en la rama pulmonar izquierda, y dos gradientes de presión leve en la aorta descendente. Conclusiones: El cierre percutáneo del conducto arterioso persistente con el dispositivo de Amplatzer es un método eficaz y seguro, especialmente útil en el tratamiento de conductos de tamaño moderado a grande. En conductos arteriosos persistentes mayores de 2 mm de diámetro el oclusor de Amplatzer se considera como una alternativa al tratamiento quirúrgico. La frecuencia de complicaciones es mayor en pacientes con pesos menores de 10 kg

    Angioplastía con balón de la coartación aórtica nativa en niños menores de 12 meses: resultado inicial y a mediano plazo

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    Introducción y objetivos: El papel de la angioplastía con balón (AB) en el tratamiento de pacientes con coartación aórtica nativa en la edad pediátrica, especialmente en el subgrupo de pacientes menores de 12 meses, es una técnica controvertida. El objetivo de este estudio es aportar nuestra experiencia con esta técnica y analizar nuestros resultados inmediatos y a mediano plazo en pacientes menores de un año de edad con coartación aórtica nativa, e identificar los factores relacionados con los resultados. Material y método: Analizamos retrospectivamente los expedientes clínicos de 35 pacientes menores de 12 meses de edad, con diagnóstico de coartación nativa de aorta, y quienes fueron tratados con AB como tratamiento de primera elección, en un período de 8 años (1998-2005). La edad de los pacientes tratados con esta técnica fue dividida en dos grupos: Grupo A (&lt; 3 meses) n: 19 (54.3%) y Grupo B (4-12 meses) n: 16 (45.7%). Realizamos seguimiento en todos. Resultados. Para el grupo total de pacientes, la media de edad y peso fue de 4.3 ± 3.2 meses (rango 0.7-12) y 5.5 ± 1.7 kg (rango de 2.6-10) respectivamente. El resultado inicial fue exitoso en 30/35 pacientes del grupo total (85.8%), con un gradiente de presión pico-pico residual a través del sitio de la coartación &lt; 20 mm Hg. El éxito inicial se logró en 15/19 (78.9%) pacientes del grupo A y en 15/16 (93.8%) pacientes del grupo B. La media del gradiente de presión sistólico pico mejoró de 46.9 ± 20.3 mm Hg, a 11.6 ± 8.1 mm Hg (p < 0.001) y el incremento medio en el diámetro mínimo del sitio de la coartación fue de 3.0 ± 1.6 mm a 6.0 ± 1.8 mm (p < 0.001), inmediatamente posterior a la AB para el grupo total. No hubo muertes relacionadas con el procedimiento. En el seguimiento, la recoartación se observó en 17/35 pacientes (48.6%), con 13/19 pacientes (68.4%) del grupo A y 4/16 pacientes (25%) del grupo B. De los pacientes recoartados, 10 fueron derivados directamente a cirugía (9 del grupo A) y en 7 pacientes se realizó una segunda AB (4 del grupo A). Al final del seguimiento, se consiguió una AB efectiva en 23/35 pacientes del grupo total (65.7%), con una efectividad en el 47.3% (9/19) del grupo A, frente al 87.5% (14/ 16) del grupo B. La incidencia de complicaciones inmediatas fue menor en el grupo B (12.5%), que en el grupo A (21%). La incidencia de aneurismas fue de 15.8% para el grupo A y de 18.8% para el grupo B (3 pacientes para cada grupo). Conclusiones. La angioplastía con balón es una alternativa segura y eficaz en el tratamiento de la coartación nativa de aorta y puede ser una alternativa válida a la cirugía, pasado el período neonatal. Debido a la alta incidencia de aneurismas en los niños menores de un año, la mejor selección de los casos, la utilización de balones de bajo perfil y la optimización de los cuidados generales, pueden mejorar los resultados y disminuir la incidencia de complicaciones. La realización de una segunda AB puede mejorar los resultados

    Cierre transcatéter del conducto arterioso permeable con coils de liberación controlada: Resultados inmediatos y seguimiento a mediano plazo

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    Objetivo: Determinar la frecuencia de éxito y seguridad del cierre percutáneo del conducto arterioso permeable (CAP) con coils de liberación controlada. Método: Cuarenta y un pacientes pediátricos con conducto arterioso permeable (CAP), de un tamaño pequeño a moderado (diámetro mínimo &lt; 4 mm), fueron sometidos a cierre percutáneo con coils de liberación controlada. Los resultados se establecieron mediante estudios angiográficos y ecocardiográficos. La media de edad fue de 2.0 ±1.3 años (rango, 0.6-5.6 años); la media de peso fue de 10.0 ± 3.4 kg (rango, 4.5-18.0 kg). La media del diámetro mínimo del CAP fue de 1.69 ± 0.6 mm (rango, 0.5-4 mm). Resultados: En 39/41 pacientes se logró la implantación del dispositivo (95%). La relación media del coil/CAP fue de 3.41 ±1.1. Inmediatamente posterior a la oclusión con el coil, 18 conductos arteriosos no mostraron flujo residual por angiografía; 18 tenían un cortocircuito residual trivial, 3 leve y 2 leve. No se presentaron complicaciones significativas con el procedimiento. En las primeras 24 horas posteriores a la implantación del coil, el control ecocardiográfico mostró oclusión completa en 35 pacientes. En los 4 pacientes con flujo residual, el seguimiento ecocardiográfico demostró ausencia del cortocircuito 3 meses después en 2 pacientes y 6 meses después en un paciente. En uno, no se ha logrado la oclusión completa a un año. En dos pacientes (5%) se abandonó el procedimiento: en un paciente, por mostrar flujo residual moderado y movimiento del extremo pulmonar del coil, que debió de ser retirado con un catéter lazo y en otro, por migración del coil. Ambos pacientes fueron enviados a cirugía. En un seguimiento medio de 29.5 ± 16.5 meses (rango, 0 a 60 meses) de los 39 pacientes, no se observó flujo residual por ecocardiografía Doppler color, excepto en uno. Conclusión: Nuestros resultados, en concordancia con otros autores, sugieren que la oclusión del conducto arterioso permeable con coils de liberación controlada, es un método seguro, efectivo y de bajo costo. La oclusión con coil deberá ser el procedimiento de elección en pacientes mayores de 6 meses de edad con conductos arteriosos permeables de un tamaño pequeño a moderado (&lt; 4 mm). En la extensión de este procedimiento a recién nacidos y a pacientes con conductos arteriosos más grandes, deberá considerarse otro tipo de dispositivo oclusor
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