122 research outputs found

    Adrenergic regulation during acute hepatic infection with Entamoeba histolytica

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    Oxidative stress and transcriptional pathways of nuclear factor erythroid 2-related factor 2 (Nrf2) and nuclear factor kappa-B (NF-κB) are critically involved in the etiopathology of amebic liver abscess (ALA). In this work, we studied the relationship between the adrenergic nervous system and ALA in the hamster. ALA was visible at 12 h of infection. While 6-hydroxidopamine (6-OHDA) decreased infection, propranolol (β-adrenergic blocker) treatment was associated with less extensive liver damage, and phentolamine treatment (α-adrenergic blocker) significantly reduced ALA compared to 6-OHDA and propranolol. Serum enzymatic activities of alanine aminotransferase (ALT) and γ-glutamyl transpeptidase (γ-GTP) were increased at 12 h post-infection. Chemical denervation and α and β-adrenergic blockers decreased ALT to normal levels, while 6-OHDA and propranolol showed a trend to decrease γ-GTP but phentolamine significantly reduced γ-GTP. Amebic infection increased oxidized glutathione (GSSG) and decreased both reduced glutathione (GSH) and the GSH/GSSG ratio. Propranolol and 6-OHDA showed a tendency to decrease GSSG. However, GSH, GSSG and GSH/GSSG returned to normal levels with phentolamine. Furthermore, amebic infection increased pNF-κB and interleukin-1β (IL-1β), and showed a tendency to decrease hemoxigenase-1 (HO-1), but not Nrf2. Chemical denervation showed a trend to decrease pNF-κB and IL-1β, and neither Nrf2 nor HO-1 increased significantly. In addition, NF-κB and IL-1β were attenuated by propranolol and phentolamine treatments, although phentolamine showed significant overexpression of Nrf2 and HO-1. This suggests that the adrenergic system may be involved in oxidative stress and in modulation of the Nrf2 and NF-κB pathways during ALA development

    Theology and Praxis

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    El sujeto

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    Hay un sentido en que puede decirse que cada uno de nosotros vive en su propio mundo. Ese mundo, de ordinario, es un mundo limitado y sus límites los determina la amplitud de nuestros intereses y de nuestros conocimientos. Hay cosas que existen, y que conocen otros hombres, pero de las que no sé nada en absoluto. Hay objetos que despiertan el interés de otros, pero que a mí no me podrían importar menos. En ese sentido, la extensión de nuestros conocimientos y el alcance de nuestros intereses nos fijan un horizonte. Dentro de ese horizonte estamos encerrados. Tal confinamiento bien puede ser el resultado de la tradición histórica en la que nacimos, de las limitaciones del medio social en que crecimos, de nuestras aptitudes psicológicas individuales, de nuestros esfuerzos y desgracias. Pero, además de los determinantes específicamente históricos, sociales y psicológicos de los sujetos y de sus horizontes, intervienen también factores filosóficos, que la ocasión presente nos invita a considerar

    La filosofía y el método religioso

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    El presente artículo se divide en dos partes. En la primera se pretende estalecer una filosofía de la religión al concebir la filosofía como metodología fundamental, [y] la filosofía de la religión como la metodología fundamental de los estudios religiosos. Esta parte se divide en tres secciones: en la primera se efectúa una transición de la prioridad de la metafísica a la prioridad de la teoría cognitiva; en la segunda, se pasa de la psicología de facultades al análisis intencional; en la tercera se añaden los aspectos del análisis intencional que son específicamente relevantes para los estudios religiosos. La segunda parte del escrito se ocupa de las estructuras heurísticas de los estudios religiosos. Una primera preocupación abordada en esta parte es el manejo metódico de los problemas valorativos; la segunda, el ordenamiento de las diferencias debido a los desarrollos. Estos son los aspectos en los que Lonergan se diferencia del tomismo trascendental

    The Response of the Jesuit, as Priest and Apostle, in the Modern World

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    Cognitional structure

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    The dynamic structure of human knowing intends being. That intention ... is the originating drive of human knowing. Consciously, intelligently, rationally it goes beyond: beyond data to intelligibility; beyond intelligibility to truth and through truth to being; and beyond known truth and being to the truth and being still to be known. But though it goes beyond, it does not leave behind. It goes beyond to add and, when it has added, it unites
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