19 research outputs found

    Telephone Consultation as a Substitute for Routine Out-patient Face-to-face Consultation for Children With Inflammatory Bowel Disease: Randomised Controlled Trial and Economic Evaluation

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    Evidence for the use of telephone consultation in childhood inflammatory bowel disease (IBD) is lacking. We aimed to assess the effectiveness and cost consequences of telephone consultation compared with the usual out-patient face-to-face consultation for young people with IBD. We conducted a randomised-controlled trial in Manchester, UK, between July 12, 2010 and June 30, 2013. Young people (aged 8–16 years) with IBD were randomized to receive telephone consultation or face-to-face consultation for 24 months. The primary outcome measure was the paediatric IBD-specific IMPACT quality of life (QOL) score at 12 months. Secondary outcome measures included patient satisfaction with consultations, disease course, anthropometric measures, proportion of consultations attended, duration of consultations, and costs to the UK National Health Service (NHS). Analysis was by intention to treat. This trial is registered with ClinicalTrials.gov, number NCT02319798. Eighty six patients were randomised to receive either telephone consultation (n = 44) or face-to-face consultation (n = 42). Baseline characteristics of the two groups were well balanced. At 12 months, there was no evidence of difference in QOL scores (estimated treatment effect in favour of the telephone consultation group was 5.7 points, 95% CI − 2.9 to 14.3; p = 0.19). Mean consultation times were 9.8 min (IQR 8 to 12.3) for telephone consultation, and 14.3 min (11.6 to 17.0) for face-to-face consultation with an estimated reduction (95% CI) of 4.3 (2.8 to 5.7) min in consultation times (p < 0.001). Telephone consultation had a mean cost of UK£35.41 per patient consultation compared with £51.12 for face-face consultation, difference £15.71 (95% CI 11.8–19.6; P < 0.001). We found no suggestion of inferiority of telephone consultation compared with face-to-face consultation with regard to improvements in QOL scores, and telephone consultation reduced consultation time and NHS costs. Telephone consultation is a cost-effective alternative to face-to-face consultation for the routine outpatient follow-up of children and adolescents with IBD.National Institute for Health Researc

    Anti-tumour necrosis factor discontinuation in inflammatory bowel disease patients in remission: study protocol of a prospective, multicentre, randomized clinical trial

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    Background: Patients with inflammatory bowel disease who achieve remission with anti-tumour necrosis factor (anti-TNF) drugs may have treatment withdrawn due to safety concerns and cost considerations, but there is a lack of prospective, controlled data investigating this strategy. The primary study aim is to compare the rates of clinical remission at 1?year in patients who discontinue anti-TNF treatment versus those who continue treatment. Methods: This is an ongoing, prospective, double-blind, multicentre, randomized, placebo-controlled study in patients with Crohn?s disease or ulcerative colitis who have achieved clinical remission for ?6?months with an anti-TNF treatment and an immunosuppressant. Patients are being randomized 1:1 to discontinue anti-TNF therapy or continue therapy. Randomization stratifies patients by the type of inflammatory bowel disease and drug (infliximab versus adalimumab) at study inclusion. The primary endpoint of the study is sustained clinical remission at 1?year. Other endpoints include endoscopic and radiological activity, patient-reported outcomes (quality of life, work productivity), safety and predictive factors for relapse. The required sample size is 194 patients. In addition to the main analysis (discontinuation versus continuation), subanalyses will include stratification by type of inflammatory bowel disease, phenotype and previous treatment. Biological samples will be obtained to identify factors predictive of relapse after treatment withdrawal. Results: Enrolment began in 2016, and the study is expected to end in 2020. Conclusions: This study will contribute prospective, controlled data on outcomes and predictors of relapse in patients with inflammatory bowel disease after withdrawal of anti-TNF agents following achievement of clinical remission. Clinical trial reference number: EudraCT 2015-001410-1

    Prevalencia de síndrome de intestino irritable en familiares de primer grado de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. Evaluación del impacto sobre la calidad de vida.

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    El SII es el trastorno funcional digestivo más prevalente. Se define como la combinación de malestar o dolor abdominal y alteraciones en el hábito defecatorio en ausencia de causa orgánica conocida. Se trata de un trastorno crónico y recurrente, lo que condiciona una gran demanda de consultas tanto en Asistencia Primaria como en el ámbito de la Asistencia Especializada, así como un impacto negativo sobre la CVRS. Se considera que el SII es un trastorno multifactorial para el que se han propuesto alteraciones de la motilidad intestinal, de la hipersensibilidad visceral o factores psicológicos, como posibles mecanismos etiopatogénicos. Recientemente, se han relacionado otros, como son los factores inflamatorios o genéticos. Cada vez son más los indicios que apoyan la probable participación de mecanismos inflamatorios en la etiopatogenia del SII, lo que ha sugerido que exista una relación estrecha entre el SII y la EII. También se especula con la posible existencia de una agregación familiar (predisposición genética), puesto que se dispone de información consistente sobre la mayor prevalencia de SII y de EII, respectivamente, en familiares de primer grado de pacientes con esas enfermedades. Además, se ha constatado que un importante número de pacientes con EII son diagnosticados inicialmente de un trastorno funcional intestinal, siendo en la mayoría de los casos un SII. Actualmente, apenas hay datos en la literatura en lo relativo a la similitud entre la EII y el SII. Se carece de información precisa sobre la prevalencia de SII en los familiares de pacientes con EII. El objetivo principal de este proyecto de tesis doctoral fue determinar la prevalencia de SII en los familiares de primer grado consanguíneos (padres, hermanos e hijos) y afines (cónyuges) de pacientes con EII y compararla con la de la población general española de referencia (7). Para ello se realizó un estudio Resumen 198 epidemiológico observacional y transversal en el que se incluyeron 404 familiares de primer grado, de los cuales 360 resultaron, finalmente, válidos para el análisis. Los pacientes con EII fueron intermediarios para invitar a participar voluntariamente en el estudio a sus familiares. En el protocolo se estudio se incluyó un cuestionario para registrar las variables demográficas, clínicas y relacionadas con el consumo de recursos sanitarios, un cuestionario genérico de salud, el SF-36 y la escala hospitalaria de ansiedad y depresión. Se utilizaron los criterios de Roma I y II para el diagnóstico de SII. La prevalencia de SII estimada según los criterios diagnósticos de Roma I y Roma II fue de 49,4% (178 familiares) y 10% (36 familiares), respectivamente, valores muy superiores a los referidos en la población general española, 12,1% según criterios de Roma I y 3,3%, por criterios de Roma II. Estos datos sustentan la conclusión de que la prevalencia de SII en familiares de primer grado de pacientes con SII es elevada. Se encontró asociación con la relación familiar, ya que la prevalencia de SII en los familiares de primer grado por consanguinidad fue significativamente mayor (53,1% y 29,1%, según Roma I y II, respectivamente) que la de los cónyuges (10,8% y 5,4%, respectivamente), mientras que la convivencia con el caso índice no se relacionó con la prevalencia de SII en los familiares. Estos últimos resultados apoyarían la teoría de la predisposición genética del SII, minimizando la implicación de factores ambientales. No obstante, se encontró mayor prevalencia de SII (según criterios de Roma II) en los familiares encuestados cuando el caso índice se encontraba con enfermedad activa. Un objetivo secundario fue evaluar el consumo de recursos sanitarios de los familiares de pacientes con EII. Las variables analizadas fueron: consultas médicas por síntomas intestinales y en su defecto, consumo de fármacos sin prescripción médica en el último año. Los resultados confirmaron la hipótesis de que el uso de recursos sanitarios en los familiares de primer grado de pacientes con EII es Resumen 199 elevado, siendo significativamente mayor en los familiares que cumplían criterios de SII (Roma I y Roma II). A su vez, los familiares que cumplían criterios de Roma II tuvieron una mayor demanda de consulta (69,4%) y autoprescripción de fármacos (54,5%) que los familiares que cumplían criterios de Roma I (40,4% y 22,6%, respectivamente). El tipo de EII del caso índice se asoció con el consumo de recursos sanitarios, concretamente con la demanda de consulta por síntomas intestinales, siendo significativamente mayor en los familiares con SII (según los criterios de Roma I) de pacientes con EC (47,9%), que en los familiares con SII de pacientes con CU (32,1%). Finalmente, el tercer objetivo de este proyecto de tesis doctoral fue evaluar la CVRS y la prevalencia de síntomas de ansiedad y depresión en los familiares, y establecer comparaciones con los pacientes afectos de EII. Se encontró que la CVRS de los familiares de primer grado de pacientes con EII, medida con el cuestionario genérico SF-36, era, como grupo, muy similar a la de la población general española de referencia (284), para la mayoría de los dominios, excepto para el dolor corporal, la vitalidad y la función social que fue significativamente peor en los familiares. El sexo femenino, la edad avanzada, la enfermedad activa de los casos índices y el consumo de recursos sanitarios se asoció con una peor calidad de vida tanto en los pacientes con EII como en sus familiares de primer grado. Los pacientes afectos de EII presentaron similar perfil de salud que los familiares con SII según los criterios de Roma II, pero peor que el de los familiares que cumplían criterios de Roma I, lo que se explicaría por la mayor intensidad y gravedad de los síntomas de los que cumplen criterios de Roma II. La prevalencia de síntomas de ansiedad y depresión, en los pacientes con EII (59% y el 85,3%, respectivamente) y en sus familiares de primer grado (60% y 83,2, respectivamente) fue muy elevada. Los pacientes y sus familiares de primer grado con rasgos de ansiedad y/o depresión presentaron mayor impacto negativo Resumen 200 sobre la CVRS, en comparación con los pacientes y familiares sin síntomas de ansiedad y/o depresión. El cumplimiento de los criterios diagnósticos de SII en los familiares no fue una condición que influyera en la presencia de sintomatología ansioso-depresiva. Con todo ello podemos concluir que existe mayor prevalencia de SII en familiares de primer grado de pacientes con EII que en la población general y que ello parece estar influido por factores genéticos más que ambientales. Cumplir criterios diagnósticos de SII se asocia con un mayor consumo de recursos sanitarios y peor CVRS. El diagnóstico de SII según criterios de Roma II determina mayor consumo de recursos sanitarios, peor CVRS en relación a la población general y a los familiares diagnosticados según criterios de Roma I, pero similar impacto negativo sobre la CVRS que los pacientes con EII
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