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    Valoración de la biopsia con aguja gruesa como técnica primaria de elección en el diagnóstico histológico de la patología nodular tiroidea

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    124 p.La creciente prevalencia de nódulos tiroideos hace necesario disponer de técnicas diagnósticas precisas para la identificación de patología maligna o sospechosa de malignidad, en particular que mejoren las limitaciones actuales de la PAAF en cuanto a resultados insuficientes e indeterminados. La biopsia con aguja gruesa (BAG) ha demostrado su superioridad en determinados contextos, pero su empleo como primera técnica diagnóstica rutinaria no ha sido evaluado. Tras un estudio piloto, analizamos los resultados de 10 años de empleo de la BAG de corte frontal de 18 G en el estudio inicial de nódulos tiroideos en el área de nuestro centro hospitalario. Incluimos 3.973 BAG sobre 3.695 nódulos tiroideos en 3.384 pacientes. La tasa global de resultados insuficientes, benignos, indeterminados para malignidad y malignos fue del 3,5%; 84,6%; 6,2 % y 5,7%, respectivamente. Cuando se repitió la BAG en nódulos insuficientes en el primer estudio, se obtuvo un diagnóstico definitivo en el 93,9% de casos, y en los indeterminados, un diagnóstico de benignidad en 13 de 22 con una o dos nuevas punciones, manteniendo el diagnóstico indeterminado en el resto. Al final del periodo de evaluación, 927 nódulos se habían intervenido. Entre los 14 nódulos con BAG insuficiente operados hubo un carcinoma papilar (CPT); de los 523 con BAG benigna, un 4,4 % de neoplasias, 11 adenomas foliculares y 12 carcinomas (11 CPT) no advertidos en la BAG. La tasa de malignidad en los 183 nódulos operados con BAG indeterminadaascendió al 17,5%, variantes foliculares de CPT y carcinomas foliculares fundamentalmente, con un 16,9% de lesiones no neoplásicas únicamente. Hubo un 1,9% de falsos positivos para malignidad en la BAG, y analizamos sus causas, usualmente alteraciones nucleares insuficientes. La tasa de complicaciones fue baja, comparable a la publicada para las PAAF: un 2.2% de complicaciones menores, y un 0.08% (3) complicaciones mayores, en un caso con morbilidad permanente (parálisis recurrencial).Cuando comparamos estos resultados con series históricas de PAAF encontramos una menor tasa de muestras insuficientes e indeterminadas con la BAG. La tasa de diagnóstico definitivo benigno/maligno supera el 90% con una única BAG, muy superior al rendimiento de las series de PAAF. El estudio detallado del aspecto celular y el apoyo de la inmunohistoquímica, puede ayudar a precisar la posibilidad de malignidad en las muestras con BAG indeterminadas, con más probabilidades de neoplasia maligna en casos con inmunotinción positiva para HBME-1 y/o irregularidades nucleares y/o ausencia de macrofolículos en la muestra de la BAG. La sensibilidad de la BAG para la detección de malignidad es netamente superior a la de la BAG, con también mayor especifidad cuando lo comparamos con series históricas de PAAF.Las escasas series publicadas que emplean la BAG como técnica primaria para el estudio de nódulo tiroideo ofrecen resultados comparables a la presentada, aunque con mayor incidencia de biopsias malignas, posiblemente por un sesgo de selección.La estratificación de la BAG en 4 categorías, frente a las 6 del consenso de Bethesda para la citología, guarda una muy buena correlación con los resultados quirúrgicos, por lo que se propone este sistema de clasificación simplificado.La mayor limitación del estudio proviene de su naturaleza retrospectiva y de la no realización de un grupo control simultáneo con la PAAF como técnica, cuestionable tras el resultado del estudio piloto inicial. La disponibilidad de personal experimentado y motivado, radiólogos intervencionistas y patólogos, son claves para validar esta técnica en cada centro que se plantee implantarla.Concluimos que la biopsia tiroidea automatizada con aguja gruesa (BAG) de calibre 18G tiene una elevada precisión diagnóstica y una baja tasa de complicaciones como primera prueba en la evaluación diagnóstica de los nódulos tiroideos. La tasa de muestras insuficientes de la BAG es muy baja, netamente inferior a lo publicado para la PAAF, y su repetición tiene una elevada tasa de éxito, muy superior a la de la repetición de la PAAF. Ante un diagnóstico de benignidad en la BAG, la repetición de la prueba no incrementa la sensibilidad diagnóstica para malignidad, a diferencia de lo que se propone para la PAAF. La tasa de diagnósticos indeterminados de la BAG es inferior a la de la PAAF, y la repetición de la técnica reduce de forma ostensible esta tasa. El hallazgo de una BAG indeterminada se asocia a una lesión neoplásica con mucha mayor frecuencia que en la PAAF, y a una lesión hiperplásica con mucha menor frecuencia que en la PAAF. La concordancia del resultado de la BAG con el de la cirugía es muy elevada, superior al de las series publicadas con el empleo de la PAAF. La categorización de las muestras de la BAG en cuatro grupos diagnósticos (insuficientes, benignos, tumores foliculares o indeterminados y malignos) guarda una adecuada correlación con los resultados quirúrgicos, por lo que se propone este sistema de clasificación simplificado. Por último, la práctica de la BAG simultánea a la PAAF debe reservarse para los nódulos de predominio quístico, especialmente en nódulos de localización ístmica, donde ambas técnicas pueden ser complementarias

    Metaheuristic Optimization Methods for Optimal Power Flow Analysis in DC Distribution Networks

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    In this paper is addressed the optimal power flow problem in direct current grids, by using solution methods based on metaheuristics techniques and numerical methods. For which was proposed a mixed integer nonlinear programming problem, that describes the optimal power flow problem in direct current grids. As solution methodology was proposed a master–slave strategy, which used in master stage three continuous solution methods for solving the optimal power flow problem: a particle swarm optimization algorithm, a continuous version of the genetic algorithm and the black hole optimization method. In the slave stages was used a methods based on successive approximations for solving the power flow problem, entrusted for calculates the objective function associated to each solution proposed by the master stage. As objective function was used the reduction of power loss on the electrical grid, associated to the energy transport. To validate the solution methodologies proposed were used the test systems of 21 and 69 buses, by implementing three levels of maximum distributed power penetration: 20%, 40% and 60% of the power supplied by the slack bus, without considering distributed generators installed on the electrical grid. The simulations were carried out in the software Matlab, by demonstrating that the methods with the best performance was the BH/SA, due to that show the best trade-off between the reduction of the power loss and processing time, for solving the optimal power flow problem in direct current networks

    Diagnosis, treatment and follow-up of patients with acromegaly in a clinical practice setting in Spain: the ACROPRAXIS program Delphi survey

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    The ACROPRAXIS program aims to describe the management of acromegaly in Spain and provide guidance. Methods: Ninety-three endocrinologists were organized into 13 panels to discuss the practical issues in managing acromegaly. Based on the key learnings, an online Delphi survey with 62 statements was performed, so those statements achieving consensus could be used as guidance. Statements were rated on a 9-point scale (9, full agreement; consensus > 66.6% of response in the same tertile). Results: Ninety-two endocrinologists (98.8%) answered two rounds of the survey (mean age 47.6 years; 59.8% women; median 18.5 years of experience). Consensus was achieved for 49 (79%) statements. Diagnosis: The levels of insulin-like growth factor I (IGFI) is the preferred screening test. If IGFI levels 1–1.3 ULN, the test is repeated and growth hormone (GH) after oral glucose tolerance test (OGTT) is assessed. A pituitary magnetic resonance is performed after biochemical diagnosis. Treatment: Surgery is the first treatment choice for patients with microadenoma or macroadenoma with/without optical pathway compression. Pre-surgical somatostatin analogues (SSA) are indicated when surgery is delayed and/or to reduce anaesthesia-associated risks. After unsuccessful surgery, reintervention is performed if the residual tumor is resectable, while if non-resectable, SSA are administered. Follow-up First biochemical and clinical controls are performed 1–3 months after surgery. Disease remission is considered if random GH levels are < 1 µg/L or OGTT is < 1 or ≤ 0.4 µg/L, depending on the assay’s sensitivity. Conclusion: Current clinical management for acromegaly is homogeneous across Spain and generally follows clinical guideline

    Diagnostic Accuracy of Adrenal Iodine-131 6-Beta-Iodomethyl-19-Norcholesterol Scintigraphy for the Subtyping of Primary Aldosteronism

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    Adrenalectomia; Aldosteronisme primariAdrenalectomy; Primary aldosteronismAdrenalectomia; Aldosteronismo primarioPurpose: To evaluate the diagnostic accuracy of the 131I-6β-iodomethyl-19-norcholesterol (NP-59) adrenal scintigraphy for the subtyping diagnosis of primary aldosteronism (PA), considering as gold standard for the diagnosis of unilateral PA (UPA), either the results of the adrenal venous sampling (AVS) or the outcome after adrenalectomy. Methods: A retrospective multicenter study was performed on PA patients from 14 Spanish tertiary hospitals who underwent NP-59 scintigraphy with an available subtyping diagnosis. Patients were classified as UPA if biochemical cure was achieved after adrenalectomy or/and if an AVS lateralization index > 4 with ACTH stimulation or >2 without ACTH stimulation was observed. Patients were classified as having bilateral PA (BPA) if the AVS lateralization index was ≤4 with ACTH or ≤2 without ACTH stimulation or if there was evidence of bilateral adrenal nodules >1 cm in each adrenal gland detected by CT/MRI. Results: A total of 86 patients with PA were included (70.9% (n = 61) with UPA and 29.1% (n = 25) with BPA). Based on the NP-59 scintigraphy results, 16 patients showed normal suppressed adrenal gland uptake, and in the other 70 cases, PA was considered unilateral in 49 patients (70%) and bilateral in 21 (30%). Based on 59-scintigraphy results, 10.4% of the patients with unilateral uptake had BPA, and 27.3% of the cases with bilateral uptake had UPA. The AUC of the ROC curve of the NP-59 scintigraphy for PA subtyping was 0.812 [0.707–0.916]. Based on the results of the CT/MRI and NP-59 scintigraphy, only 6.7% of the patients with unilateral uptake had BPA, and 24% of the cases with bilateral uptake had UPA. The AUC of the ROC curve of the model combining CT/MRI and 59-scintigraphy results for subtyping PA was 0.869 [0.782–0.957]. Conclusion: The results of NP-59 scintigraphy in association with the information provided by the CT/MRI may be useful for PA subtyping. However, their diagnostic accuracy is only moderate. Therefore, it should be considered a second-line diagnostic tool when AVS is not an option

    Uso de lanreotida en combinación con cabergolina o pegvisomant en la práctica clínica en pacientes con acromegalia: el estudio ACROCOMB

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    [Abstract] PURPOSE: To describe real-world use of lanreotide combination therapy for acromegaly. PATIENTS AND METHODS: ACROCOMB is a retrospective observational Spanish study of patients with active acromegaly treated with lanreotide combination therapy between 2006 and 2011. 108 patients treated at 44 Spanish Endocrinology Departments were analyzed separately: 61 patients received lanreotide/cabergoline (cabergoline cohort) and 47 lanreotide/pegvisomant (pegvisomant cohort). RESULTS: Patient median age was 50.8 years in the cabergoline cohort and 42.7 years in the pegvisomant cohort. Prior medical treatments were somatostatin analogue (SSA) monotherapy (40 [66%] patients) or dopamine agonists (7 [11%] patients) in the cabergoline cohort and SSA (29 [62%] patients) or pegvisomant monotherapy (16 [34%] patients) in the pegvisomant cohort. Across both cohorts 12 patients were previously untreated, and prior therapy was unknown/missing in 4 patients. Median duration of combined treatment was 1.6 years (0.1-6) and 2.1 years (0.4-6.3) in the cabergoline and pegvisomant cohorts, respectively. At baseline, median insulin growth factor (IGF)-I values were 149% upper limit of normal (ULN) (15-505%) in the cabergoline cohort and 156% ULN (15-534%) in the pegvisomant cohort, and decreased to 104% ULN (13-557%) p<0.001 and 86% ULN (23-345%) p<0.0001, respectively, at end of study (EOS). Normal age-adjusted values of IGF-I were obtained in 48% of lanreotide/cabergoline-treated patients and 70% of lanreotide/pegvisomant-treated patients at EOS. There were no significant changes in hepatic, cardiac or glycaemic parameters in either cohort. CONCLUSION: In clinical practice lanreotide treatment combinations are useful options for patients with acromegaly when monotherapy is insufficient; particularly, the combination of lanreotide and pegvisomant in patients not controlled with either SSA or pegvisomant alone has high efficacy and is well-tolerated.[Resumen] Propósito: Describir el uso de lanreotida en combinación terapéutica en acromegalia en la práctica clínica. Pacientes y métodos: ACROCOMB es un estudio observacional, retrospectivo, de pacientes con acromegalia activa tratados en centros hospitalarios españoles con lanreotida en combinación con cabergolina o pegvisomant entre 2006 y 2011. Se revisaron los datos clínicos de 108 pacientes tratados en 44 departamentos de endocrinología: 61 pacientes recibieron lanreótido/cabergolina (cohorte cabergolina) y 47 lanreotida/pegvisomant (cohorte pegvisomant). Resultados: La edad mediana de los pacientes fue de 50,8 años en la cohorte de cabergolina y 42,7 años en la de pegvisomant. Los tratamientos médicos previos a la combinación con lanreótido fueron análogos de somatostatina (SSA) en monoterapia (40 [66%] pacientes) o agonistas de la dopamina (7 [11%] pacientes) en la cohorte de cabergolina y SSA (29 [62%] pacientes) y pegvisomant en monoterapia (16 [34%] pacientes) en la de pegvisomant. Doce pacientes no habían recibido tratamiento previo y en 4 pacientes se desconocía la terapia previa. La mediana de duración del tratamiento fue de 1,6 años (0,1-6) y 2,1 años (rango 0,4 a 6,3) en las cohortes de cabergolina y pegvisomant, respectivamente. Al inicio del estudio el valor mediano del factor de crecimiento de insulina-I era 149% el límite superior normal (LSN) (15-505%) en la cohorte de cabergolina y 156% LSN (15-534%) en la de pegvisomant. Al final del estudio se redujeron a 104% LSN (13-557%) p < 0,001 y 86% LSN (23-345%) p < 0,0001, respectivamente. Al final del estudio, se reportaron valores normales de factor de crecimiento de insulina-I ajustados por edad en el 48% de los pacientes tratados con lanreotida/cabergolina y 70% de los tratados con lanreotida/pegvisomant. No hubo cambios significativos en los parámetros hepáticos, cardíacos o glucémicos. Conclusión: En la práctica clínica las combinaciones con lanreotida son una opción útil en el tratamiento de pacientes con acromegalia que no está bien controlada en monoterapia, ya sea con SSA carbegolina o pegvisomant; particularmente, la combinación de lanreotida y pegvisomant tiene una alta eficacia y se tolera bien

    Clinical and genetic characteristics in patients under 30 years with sporadic pituitary adenomas

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    [Objective] Pituitary adenomas (PA) are rare in young patients, and additional studies are needed to fully understand their pathogenesis in this population. We describe the clinical and genetic characteristics of apparently sporadic PA in a cohort of young patients.[Design] Clinical and molecular analysis of 235 patients (age ≤ 30 years) with PA. Clinicians from several Spanish and Chilean hospitals provided data.[Methods] Genetic screening was performed via next-generation sequencing and comparative genomic hybridization array. Clinical variables were compared among paediatric, adolescent (<19 years) and young adults’ (≥19–30 years) cohorts and types of adenomas. Phenotype–genotype associations were examined.[Results] Among the total cohort, mean age was 17.3 years. Local mass effect symptoms were present in 22.0%, and prolactinomas were the most frequent (44.7%). Disease-causing germline variants were identified in 22 individuals (9.3%), more exactly in 13.1 and 4.7% of the populations aged between 0–19 and 19–30 years, respectively; genetically positive patients were younger at diagnosis and had larger tumour size. Healthy family carriers were also identified.[Conclusions] Variants in genes associated with syndromic forms of PAs were detected in a large cohort of apparently sporadic pituitary tumours. We have identified novel variants in well-known genes and set the possibility of incomplete disease penetrance in carriers of MEN1 alterations or a limited clinical expression of the syndrome. Despite the low penetrance observed, screening of AIP and MEN1 variants in young patients and relatives is of clinical value.Peer reviewe

    Craniopharyngioma in the elderly: a multicenter and nationwide study in Spain

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    [Abstract] Background: Craniopharyngioma (CP) is a rare tumor in the elderly whose clinical features and prognosis are not well known in this population. Aim: To evaluate the clinicopathological features and therapeutic outcomes of CP diagnosed in the elderly. Patients and Methods: This was a retrospective, multicenter, national study of CP patients diagnosed over the age of 65 years and surgically treated. Results: From a total of 384 adult CP patients, we selected 53 (13.8%) patients (27 women [50.9%], mean age 72.3 ± 5.1 years [range 65–83 years]) diagnosed after the age of 65 years. The most common clinical symptoms were visual field defects (71.2%) followed by headache (45.3%). The maximum tumor diameter was 2.9 ± 1.1 cm. In most patients, the tumor was suprasellar (96.2%) and mixed (solid-cystic) (58.5%). The surgical approach most commonly used was transcranial surgery (52.8%), and more than half of the patients (54.7%) underwent subtotal resection (STR). Adamantinomatous CP and papillary CP were present in 51 and 45.1%, respectively, with mixed forms in the remaining. Surgery was accompanied by an improvement in visual field defects and in headaches; however, pituitary hormonal hypofunction increased, mainly at the expense of an increase in the prevalence of diabetes insipidus (DI) (from 3.9 to 69.2%). Near-total resection (NTR) was associated with a higher prevalence of DI compared with subtotal resection (87.5 vs. 53.6%, p = 0.008). Patients were followed for 46.7 ± 40.8 months. The mortality rate was 39.6% with a median survival time of 88 (95% CI: 57–118) months. DI at last visit was associated with a lower survival. Conclusion: CP diagnosed in the elderly shows a similar distribution by sex and histologic forms than that diagnosed at younger ages. At presentation, visual field alterations and headaches are the main clinical symptoms which improve substantially with surgery. However, surgery, mainly NTR, is accompanied by worsening of pituitary function, especially DI, which seems to be a predictor of mortality in this population

    Factors associated with therapeutic response in acromegaly diagnosed in the elderly in Spain

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    ContextSome reports suggest that acromegaly in elderly patients has a more benign clinical behavior and could have a better response to first-generation long-acting somatostatin receptor ligands (SRL). However, there is no specific therapeutic protocol for this special subgroup of patients. ObjectiveThis study aimed at identifying predictors of response to SRL in elderly patients. DesignMulticentric retrospective nationwide study of patients diagnosed with acromegaly at or over the age of 65 years. ResultsOne-hundred and eighteen patients (34 men, 84 women, mean age at diagnosis 71.7 +/- 5.4 years old) were included. Basal insulin-like growth factor type 1 (IGF-1) above the upper limit of normal (ULN) and growth hormone (GH) levels (mean +/- SD) were 2.7 +/- 1.4 and 11.0 +/- 11.9 ng/ml, respectively. The mean maximal tumor diameter was 12.3 +/- 6.4 mm, and up to 68.6% were macroadenoma. Seventy-two out of 118 patients (61.0%) underwent surgery as primary treatment. One-third of patients required first-line medical treatment due to a rejection of surgical treatment or non-suitability because of high surgical risk. After first-line surgery, 45/72 (63.9%) were in disease remission, and 16/34 (46.7%) of those treated with SRL had controlled disease. Patients with basal GH at diagnosis <= 6 ng/ml had lower IGF-1 levels and had smaller tumors, and more patients in this group reached control with SRL (72.7% vs. 33.3%; p < 0.04) [OR: 21.3, IC: 95% (2.4-91.1)], while male patients had a worse response [OR: 0.09, IC 95% (0.01-0.75)]. The predictive model curve obtained for SRL response showed an AUC of 0.82 CI (0.71-0.94). ConclusionsThe most frequent phenotype in newly diagnosed acromegaly in the elderly includes small adenomas and moderately high IGF-1 levels. GH at diagnosis <= 6 ng/ml and female gender, but not age per se, were associated with a greater chance of response to SRL

    Autonomous cortisol secretion in patients with primary aldosteronism: prevalence and implications on cardiometabolic profile and on surgical outcomes

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    Purpose: The aim of this study was to evaluate the prevalence of autonomous cortisol secretion (ACS) in patients with primary aldosteronism (PA) and its implications on cardiometabolic and surgical outcomes. Methods: This is a retrospective multicenter study of PA patients who underwent 1 mg dexamethasone-suppression test (DST) during diagnostic workup in 21 Spanish tertiary hospitals. ACS was defined as a cortisol post-DST >1.8 μg/dL (confirmed ACS if >5 μg/dL and possible ACS if 1.8–5 μg/dL) in the absence of spe cific clinical features of hypercortisolism. The cardiometabolic profile was compared with a control group with ACS without PA (ACS group) matched for age and DST levels. Results: The prevalence of ACS in the global cohort of patients with PA (n = 176) was 29% (ACS–PA; n = 51). Ten patients had confirmed ACS and 41 possible ACS. The cardiometabolic profile of ACS–PA and PA-only patients was simil ar, except for older age and larger tumor size of the adrenal lesion in the ACS–PA group. When comparing the ACS–PA group (n = 51) and the ACS group (n = 78), the prevalence of hypertension (OR 7.7 (2.64–22.32)) and cardiovascular events (OR 5.0 (2.29–11.07)) was higher in ACS–PA patients than in ACS patients. The coexistence of ACS in patien ts with PA did not affect the surgical outcomes, the proportion of biochemical cure and clinical cure being similar between ACS–PA and PA-only groups. Conclusion: Co-secretion of cortisol and aldosterone affects almost one-thi rd of patients with PA. Its occurrence is more frequent in patients with larger tumors and advanced age. However, the cardiometabolic and surgical outcomes of patients with ACS–PA and PA-only are similar

    Valoración de la biopsia con aguja gruesa como técnica primaria de elección en el diagnóstico histológico de la patología nodular tiroidea

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    124 p.La creciente prevalencia de nódulos tiroideos hace necesario disponer de técnicas diagnósticas precisas para la identificación de patología maligna o sospechosa de malignidad, en particular que mejoren las limitaciones actuales de la PAAF en cuanto a resultados insuficientes e indeterminados. La biopsia con aguja gruesa (BAG) ha demostrado su superioridad en determinados contextos, pero su empleo como primera técnica diagnóstica rutinaria no ha sido evaluado. Tras un estudio piloto, analizamos los resultados de 10 años de empleo de la BAG de corte frontal de 18 G en el estudio inicial de nódulos tiroideos en el área de nuestro centro hospitalario. Incluimos 3.973 BAG sobre 3.695 nódulos tiroideos en 3.384 pacientes. La tasa global de resultados insuficientes, benignos, indeterminados para malignidad y malignos fue del 3,5%; 84,6%; 6,2 % y 5,7%, respectivamente. Cuando se repitió la BAG en nódulos insuficientes en el primer estudio, se obtuvo un diagnóstico definitivo en el 93,9% de casos, y en los indeterminados, un diagnóstico de benignidad en 13 de 22 con una o dos nuevas punciones, manteniendo el diagnóstico indeterminado en el resto. Al final del periodo de evaluación, 927 nódulos se habían intervenido. Entre los 14 nódulos con BAG insuficiente operados hubo un carcinoma papilar (CPT); de los 523 con BAG benigna, un 4,4 % de neoplasias, 11 adenomas foliculares y 12 carcinomas (11 CPT) no advertidos en la BAG. La tasa de malignidad en los 183 nódulos operados con BAG indeterminadaascendió al 17,5%, variantes foliculares de CPT y carcinomas foliculares fundamentalmente, con un 16,9% de lesiones no neoplásicas únicamente. Hubo un 1,9% de falsos positivos para malignidad en la BAG, y analizamos sus causas, usualmente alteraciones nucleares insuficientes. La tasa de complicaciones fue baja, comparable a la publicada para las PAAF: un 2.2% de complicaciones menores, y un 0.08% (3) complicaciones mayores, en un caso con morbilidad permanente (parálisis recurrencial).Cuando comparamos estos resultados con series históricas de PAAF encontramos una menor tasa de muestras insuficientes e indeterminadas con la BAG. La tasa de diagnóstico definitivo benigno/maligno supera el 90% con una única BAG, muy superior al rendimiento de las series de PAAF. El estudio detallado del aspecto celular y el apoyo de la inmunohistoquímica, puede ayudar a precisar la posibilidad de malignidad en las muestras con BAG indeterminadas, con más probabilidades de neoplasia maligna en casos con inmunotinción positiva para HBME-1 y/o irregularidades nucleares y/o ausencia de macrofolículos en la muestra de la BAG. La sensibilidad de la BAG para la detección de malignidad es netamente superior a la de la BAG, con también mayor especifidad cuando lo comparamos con series históricas de PAAF.Las escasas series publicadas que emplean la BAG como técnica primaria para el estudio de nódulo tiroideo ofrecen resultados comparables a la presentada, aunque con mayor incidencia de biopsias malignas, posiblemente por un sesgo de selección.La estratificación de la BAG en 4 categorías, frente a las 6 del consenso de Bethesda para la citología, guarda una muy buena correlación con los resultados quirúrgicos, por lo que se propone este sistema de clasificación simplificado.La mayor limitación del estudio proviene de su naturaleza retrospectiva y de la no realización de un grupo control simultáneo con la PAAF como técnica, cuestionable tras el resultado del estudio piloto inicial. La disponibilidad de personal experimentado y motivado, radiólogos intervencionistas y patólogos, son claves para validar esta técnica en cada centro que se plantee implantarla.Concluimos que la biopsia tiroidea automatizada con aguja gruesa (BAG) de calibre 18G tiene una elevada precisión diagnóstica y una baja tasa de complicaciones como primera prueba en la evaluación diagnóstica de los nódulos tiroideos. La tasa de muestras insuficientes de la BAG es muy baja, netamente inferior a lo publicado para la PAAF, y su repetición tiene una elevada tasa de éxito, muy superior a la de la repetición de la PAAF. Ante un diagnóstico de benignidad en la BAG, la repetición de la prueba no incrementa la sensibilidad diagnóstica para malignidad, a diferencia de lo que se propone para la PAAF. La tasa de diagnósticos indeterminados de la BAG es inferior a la de la PAAF, y la repetición de la técnica reduce de forma ostensible esta tasa. El hallazgo de una BAG indeterminada se asocia a una lesión neoplásica con mucha mayor frecuencia que en la PAAF, y a una lesión hiperplásica con mucha menor frecuencia que en la PAAF. La concordancia del resultado de la BAG con el de la cirugía es muy elevada, superior al de las series publicadas con el empleo de la PAAF. La categorización de las muestras de la BAG en cuatro grupos diagnósticos (insuficientes, benignos, tumores foliculares o indeterminados y malignos) guarda una adecuada correlación con los resultados quirúrgicos, por lo que se propone este sistema de clasificación simplificado. Por último, la práctica de la BAG simultánea a la PAAF debe reservarse para los nódulos de predominio quístico, especialmente en nódulos de localización ístmica, donde ambas técnicas pueden ser complementarias
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