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    ¿Dónde están nuestros orígenes?: Barranco León y Fuente Nueva-3 (Orce), dos tafocenosis únicas para el estudio de los primeros pobladores de Europa

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    Las evidencias de presencia humana más antigua en Europa proceden de los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva-3 (Orce,Granada), datados alrededor de 1,4 Ma. Los análisis de las superficies óseas de los fósiles evidencian la presencia de modificaciones de origen antrópico (marcas de corte y de percusión), localizadas fundamentalmente en elementos del esqueleto apendicular de animales de talla grande. Las marcas de corte son la modificación más frecuente. Corresponden en su mayor parte a incisiones que se localizan preferentemente en la diáfisis de los huesos largos, aunque también se han identificado aserrados, raspados y tajos. Otro tipo de evidencia de actividad antrópica es la fracturación por percusión. La fractura intencional de estos los huesos por parte de los homininos se manifiesta por la presencia de marcas producidas por percusión, tales como puntos de impacto, lascas y conos de percusión, así como elementos con muescas o con negativos de extracciones corticales. Los datos procedentes de BL y FN3 permiten inferir una dieta basada en la explotación de cadáveres de mamíferos de talla grande y media-grande. La posición anatómica y la tipología de las marcas de corte, han permitido relacionarlas con diferentes procesos tales como despellejamiento, descarnación, desarticulación, evisceración y la eliminación del periostio. A este recurso habría que añadir el probable consumo de animales de pequeño tamaño, como lepóridos, roedores, anfibios, reptiles, aves (incluyendo sus huevos) y moluscos. Adicionalmente, la presencia de una abundante vegetación que podría suministrar frutas, frutos secos o raíces que complementarían su dieta.Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech

    Early Pleistocene hominins in europe: the sites of Barranco León and Fuente Nueva-3 (Orce, Spain)

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    The Early Pleistocene (Late Villafranchian) sites of Orce, placed in the northeastern sector of the Guadix-Baza Basin (Granada, southeastern Spain), are key to the study of the first human settlements in the European subcontinent. Evidence of human presence and anthropic activity has been found at two sites, Barranco Leon and Fuente Nueva-3. In this sedimentary basin, the hominins inhabited a mild environment rich in vegetation, which provided all resources necessary for their living, including the presence of a lake with a permanent water sheet fed by thermal springs and abundant ungulate carcasses. However, these animal resources were also focus of attention for scavenging carnivores. In Barranco León, with a chronology of 1.4 Ma, and slightly older than Fuente Nueva-3, 1.3 Ma, a deciduous tooth of Homo sp. has been unearthed in 2002 [1] and a huge assemblage of Oldowan (i. e. Mode 1) tools, made in flint and limestones, have been recovered in both localities. In addition, evidences of human modification are frequents on the bone surfaces, as cut-marks, resulting from disarticulation, defleshing and evisceration activities, and percussion marks that evidence bone fracturing for accessing marrow contents. Cut marks are mostly present on large ungulates limb bones, although a number of axial elements, as rib and vertebrae fragments, show cut marked surfaces. Percussion evidences are located almost exclusively in appendicular elements. Carnivores activities are present too, and are focused, as cut marks, on limb bones. These modifications were mostly originated by the giant, short-faced hyena of African origin Pachycrocuta brevirostris, althought the study of the fossil bones from the last four dig seasons evidence the presence of tooth marks from other carnivores of smaller body size. In any case, anthropic activity predominates in both, Barranco León and Fuente Nueva-3, which suggest a secondary access of carnivores to these areas. However, the upper archaeological level of Fuente Nueva-3, which has provided 150 coprolites and several tooth remains of P. brevirostris, is an exception to the pattern of competitive exclusion depicted above for hominins and scavenging carnivores. Taphonomic analysis of ungulate postcranial remains preserved in this level has shown increased carnivoran activity, thus evidencing a possible competition for ungulate carcasses between Homo and Pachycrocuta This work has been done in the framework of the contract Exp. B090678SV18BC funded and authorized by Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, and the project P11-HUM-7248 by Junta deAndalucía References:[1] Toro-Moyano, I, Martínez-Navarro, B., Agustí, J., Souday, C., Bermúdez De Castro, J.M., Martinón-Torres, M., Fajardo, B., Duval, M., Falguères, C., Oms, O., Parés, J.M., Anadón, P., Julià, R., García-Aguilar, J.M., Moigne, A.-M., Espigares, M.P., Ros-Montoya, S., Palmqvist, P., 2013. The oldest human fossil in Europe, from Orce (Spain). Journal of Human Evolution, 65, 1-9.[2] Espigares, M.P., Martínez-Navarro, B., Palmqvist, P., Ros-Montoya, S., Toro, I., Agustí, J. Sala, R., 2013. Homo vs. Pachycrocuta: Earliest evidence of competition for an elephant carcass between scavengers at Fuente Nueva-3 (Orce, Spain). Quaternary International. 295, 113 -125.Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech

    Primer registro de Palaeoloxodon cf. antiquus (Proboscidea, Pleistoceno Medio) del sector oriental de la Cuenca del Guadalquivir (SE España): tafonomía y relación con otros yacimientos

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    The first record of a proboscidean from the Eastern Guadalquivir Basin is located in the alluvial fans developed during an intense erosive phase of the reliefs of the outermost mountain front of the Betic Cordillera. The remain is a fragment of a fossil tusk (74 cm length) transported by water streams during the Middle Pleistocene and deposited with high energy detritic sediments (coarse sands to boulders). The fossil is coated by a laminated crust (< 2 cm) composed by carbonate. Detailed analysis of this crust evidences it was a cover of mosses around the bone that was cemented early and preserved as a thin phytoherm. The presence of this coating favoured the preservation of the bone in a high energy environment, and its fast burial also favoured preservation. Analysis of the Schreger lines in the internal structure of the tusk allow us to assign this remain to the straight-tusked elephant Palaeoloxodon cf. antiquus. The studied specimen from the Eastern Guadalquivir Basin is found between populations of P. antiquus from the Western Guadalquivir Basin and from the Guadix-Baza Basin. Seasonal migrations of P. antiquus between low lands of the Western Guadalquivir Basin (< 200 m above sea level) and high lands of the Guadix-Baza Basin (> 900 m above sea level) are not discarded.El primer registro de un proboscídeo en el sector oriental de la Cuenca del Guadalquivir se ha localizado en los abanicos aluviales desarrollados durante una etapa intensa de erosión de los nuevos relieves del frente montañoso más externo de la Cordillera Bética. El fósil estudiado es un fragmento de defensa de 74 cm de longitud que fue transportado por las corrientes que alimentaban el abanico deltaico durante el Pleistoceno medio. Este resto se encuentra dentro de unos depósitos detríticos de alta energía que varían entre tamaño arena gruesa y bloques. El fragmento de defensa se encuentra revestido por una costra carbonatada laminada de un espesor inferior a 2 cm. El análisis detallado de esta costra ha permitido identificar estructuras asignables a briofitas fósiles. Por lo tanto, se interpreta que la defensa fue recubierta casi completamente por musgo que experimentó una cementación temprana. Posiblemente la formación de esta costra favoreció que el fragmento de defensa se preservara. Un posterior enterramiento rápido también debió favorecer la preservación. El análisis de las líneas de Schreger en superficies de fractura de la defensa ha permitido asignar el resto a la especie de elefante Palaeoloxodon cf. antiquus. El ejemplar estudiado en el sector oriental de la Cuenca del Guadalquivir se encuentra entre las poblaciones del sector occidental de la Cuenca del Guadalquivir y las de la Cuenca de Guadix-Baza. No se descarta la posibilidad de que existieran migraciones estacionales de P. antiquus entre las tierras bajas de la Cuenca del Guadalquivir a menos de 200 m de altura sobre el nivel del mar, y el altiplano de la Cuenca de Guadix-Baza, por encima de 900 m de altura

    Presencia de osteopatologías en el yacimiento de Venta Micena (Orce, Granada, España)

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    En el yacimiento del Pleistoceno inferior de Venta Micena (Orce, prov. Granada), datado en 1,5-1,6 millones de años, se han identificado abundantes elementos fósiles de grandes mamíferos que presentan patologíasóseas, las cuales corresponden en su mayor parte a elementos del esqueleto postcraneal, aunque también se han registradoelementos dentales y craneales con malformaciones. El análisis de estas patologías ha puesto demanifiestosu mayor concentración en los elementos anatómicos de las extremidades posteriores, lo que posiblemente se relaciona con los problemas locomotrices experimentados por estos animales durante las fases iniciales de la marcha, suponiendo por ello una limitación importante para escapar del ataque de los carnívoros, que los seleccionarían(activa o pasivamente) durante la depredación. Entre las anomalías dentales se ha identificado la presencia de hipoplasia, ocasionada por procesos de malnutrición o estrés fisiológico, así como malformaciones genéticas relacionadas con procesos de endogamia en la población fósil de licaones.The Early Pleistocene site of VentaMicena(Orce, prov. Granada), dated to 1.5- 1.6 million-years-old,preserves a rich fossil assemblage of large mamals, with many bones evidencing the presence of osteological pathologies as well as a huge record of dental and cranial diseases. Thebone malformationsare concentrated in the hindlimb and thesetype ofskeletal abnormalities presumably reduced the ability of individuals to escape from their predators. Therefore, their high abundance in the assemblage may evidence the selection (active or passive) of prey individuals with diminished locomotive performance by the local carnivores.Pathologies were also found among craniodental remains, including cases of dental enamel hypoplasia in ungulates and bilateral cranial asymmetry associated with tooth agenesia in painted dogs. Hypoplasia is often produced by nutritional or physiological stress early in the life of an individual, while skull anomalies are in this case the result of inbreeding and genetic homozygosis

    FIRST REVIEW OF THE LYNCODONTINI MATERIAL (MUSTELIDAE, CARNIVORA, MAMMALIA) FROM THE LOWER PLEISTOCENE ARCHAEO-PALAEONTOLOGICAL SITES OF ORCE (SOUTHEASTERN SPAIN)

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    Two archaeo-palaeontological Lower Pleistocene sites of Orce (Baza Basin, SE Spain), Fuente Nueva 3 (1.3 Ma) and Barranco León (1.4 Ma), preserve some of the earliest evidences of human presence in the European continent. During the 2013 field season, a small Lyncodontini mustelid mandible was found at Fuente Nueva-3. This finding was accompanied by a lower canine (c1), also from the same site, and a lower fourth premolar (p4) from Barranco León. Here, we report on the morphological and biometrical study of these materials, in comparison to other Eurasian Pliocene-Pleistocene species of the tribe Lyncodontini. The analyses revealed an affinity between the taxon from Fuente Nueva-3 and Barranco León with the small-sized European species Martellictis ardea (Gervais, 1848-1852), allowing us to ascribe the described material to the latter species. The presence of M. ardea in the sites of Orce is the southernmost occurrence of the species in the Iberian Peninsula and an important finding in the scarce fossil record of Lyncodontini in Europe

    Venta Micena 40 años después: nuevos datos y escenarios

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    Descubierto en 1976 por un equipo liderado por Josep Gibert, Venta Micena se ha manifestado como uno de los mejores yacimientos paleontológios del Pleistoceno inferior europeo, tanto por la cantidad de restos óseos que contiene en su nivel fértil, cuya extensión aflora durante más de 2,5 km en superficie, como por el estado de conservación de los mismos. Casi desde el comienzo de las investigaciones, que durante gran parte de la historia de esta localidad estuvieron focalizadas en el denominado Corte III, los análisis sistemáticos indican la presencia de una excepcional paleomastocenosis con presencia de fauna de origen europeo, asiático y africano, siendo especialmente importante la presencia del félido con dientes de sable Megantereon whitei (Martínez-Navarro 1991; Martínez Navarro y Palmqvist 1995). Por otra parte, aunque se ha publicado reiteradamente la presencia de restos de homininos en Venta Micena, hasta el momento no existen evidencias claras de presencia o actividad antrópica en este yacimiento (Martínez Navarro 2002; Espigares 2010). Los estudios tafonómicos, paleoecológicos y paleobiológicos realizados en las primeras décadas de investigación de este yacimiento pusieron en evidencia el importante papel jugado por los hiénidos en la acumulación de la tafocenosis (Palmqvist et al. 1996; Palmqvist y Arribas 2001). Sin embargo, en los últimos años se han realizado nuevos estudios que han puesto de manifiesto la presencia de especies que no se habían identificado previamente (vg. Hemibos cf. gracilis) (Martínez-Navarro et al. 2011) y, asimismo, han permitido redibujar los sesgos tafonómicos que afectan al registro de esta localidad, estableciendo un modelo detallado de la actuación de Pachycrocuta brevirostris, cuyos hábitos estrictamente carroñeros (Palmqvist et al. 2011) implican una intensa modificación de los cadáveres de los animales de los que se alimentaban, reflejada en un consumo diferencial en función del potencial nutricional y del grado de mineralización, así como en la presencia de distintos tipos de marcas de dentición (surcos, depresiones, bordes crenulados o vaciado) y en la abundancia y ubicación anatómica de las mismas (Espigares, 2010). En los años 2005, 2013 y 2014 se han iniciado los trabajos en una nueva área de excavación, el Corte IV, situado en el sector oriental del yacimiento, que está aportando importantes novedades. En primer lugar, los elementos óseos se conservan más enteros, con una mayor representación del esqueleto axial, numerosos restos de vértebras, costillas y pelvis, así como abundantes elementos en conexión anatómica (muy inusual en los otros cortes de Venta Micena), documentados tanto en el esqueleto axial como en el apendicular. Además, es también relativamente frecuente la aparición de restos correspondientes a un mismo individuo, que aunque no estén en conexión anatómica, aparecen asociados espacialmente. Parece claro, tras el primer análisis de las superficies óseas, la abundancia de elementos que evidencian marcas producidas por dentición, por lo que, al igual que en el Corte III, los carnívoros tuvieron un papel importante en la acumulación del Corte IV. Sin embargo, las diferencias enumeradas anteriormente, junto a otros datos (como un registro de cánidos excepcionalmente elevado) parecen indicar que el escenario en el que se formó el Corte IV fue algo diferente al del Corte III.Departamento de Geología de la Universidad de Jaén, Sociedad Española de Paleontología, Centro de EStudios Avanzados de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Jaén, Centro de Estudios de Postgrado de la Universidad de Jaén, Universidad Internacional de Andalucía Sede Antonio Machado en Baeza, Diputación de Jaén, Comité Español del PICG (IUGS-UNESCO). Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tec

    Sobre la paleobiología de Hippopotamus antiquus Desmarest,1822: ¿Un megaherbívoro acuático sin análogos vivientes?

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    Los hipopótamos se encuentran representados hoy día por dos especies africanas, Hippopotamus amphibius, el hipopótamo común, de vida semiacuática, y Choeropsis liberiensis, el hipopótamo pigmeo, de hábitos más terrestres (Boisserie, 2005). Los hipopótamos comunes se desenvuelven en zonas de aguas tranquilas y someras, que abandonan durante la noche para pacer vegetación terrestre (Nowak 1999). Por ello, sus poblaciones experimentan una mortalidad acusada durante las sequías prolongadas, debido a la escasez de pastos en las inmediaciones de las pozas de barro a las que se ven confinados (Eltringham, 1999). Los hipopótamos no nadan, se desplazan caminando por el fondo de los ríos y lagos; por ello, sus huesos, cortos y robustos, presentan la cavidad medular rellena de tejido esponjoso, para regular su flotabilidad. Por sus condiciones ecológicas de alta dependencia del medio acuático y al no soportar temperaturas frías extremas, los hipopótamos resultan excelentes indicadores climáticos y ecológicos, mostrando una estrecha relación con los homininos donde ambos coexisten. Hippopotamus antiquus es una especie extinta con un amplio registro en los yacimientos del Villafranquiense superior y el Galeriense de Europa y Asia occidental. En el Pleistoceno inferior de África y en el Corredor Levantino (yacimiento de ‘Ubeidiya, Israel) se ha documentado la presencia de H. gorgops, especie hermana (si no la misma) de la forma registrada en Eurasia. La cronología de la llegada a Europa de H. antiquus, procedente del continente austral, es una cuestión muy debatida. Algunas referencias sitúan la especie en Italia en torno a unos 2,0 Ma, como en Coste San Giacomo (Bellucci et al. 2012), pero su presencia en las paleomastocenosis europeas no se normaliza hasta una cronología próxima a 1,6-1,5 Ma, con un buen registro en el yacimiento de Venta Micena en Orce y en la mayor parte de las tafocenosis europeas posteriores hasta la base del Pleistoceno medio (vg., Barranco León, Fuente Nueva 3, Cal Guardiola e Incarcal en España; Colle Curti, Figline e Isernia La Pineta en Italia; Ravin de Voulgarakis en Grecia; o Untermassfeld en Alemania). Aunque el género de vida de H. antiquus se presume en la literatura como similar al del hipopótamo moderno, el estudio de su anatomía y los análisis biogeoquímicos de los restos óseos de Venta Micena revelan características que lo diferencian de esta especie en cuanto a su mayor dependencia del medio acuático y su alimentación. Así, concretamente, el estudio isotópico de los mamíferos del parque nacional del Amboseli (Kenia) y de Venta Micena muestra valores de 15N singularmente altos para el colágeno de H. antiquus en comparación a los de los restantes ungulados de la tafocenosis, mientras que para H. amphibius son similares a los de otros herbívoros de Amboseli. Esta diferencia es interpretable como evidencia de la alimentación de la especie extinta sobre macrófitos acuáticos en un lago relativamente salino, en vez de pacer de noche vegetación terrestre en las riberas de lagos y ríos, como ocurre en la especie actual. De hecho, un análisis reciente de la vegetación actual de un par de lagunas saladas de la provincia de Málaga (García-Aguilar et al. 2015) ha mostrado diferencias importantes en los valores de 15N entre su vegetación acuática (8,85 a 13,48‰) y las plantas herbáceas de la llanura circundante (-0,42 a 1,78‰). La anatomía esquelética de H. antiquus es congruente con esta inferencia paleobiológica. Por ejemplo, sus órbitas oculares y sus narinas se encuentran particularmente elevadas en comparación a las de H. amphibius y el paladar es proporcionalmente más estrecho y alargado, todo lo cual sugiere unos hábitos más acuáticos, aunque podría deberse también en parte a efectos alométricos. Por otra parte, los segmentos distales de las extremidades se encuentran acortados en la especie extinta respecto a la moderna. Así, el cociente entre las longitudes de los huesos largos en H. antiquus y H. amphibius es mayor en el estilópodo (húmero: 126%, fémur: 125%) que en el zeugópodo (radio: 119%, tibia: 114%) y, a su vez, vuelve a descender en el autópodo (mc3: 109%, mt3: 106%). Finalmente, la masa corporal media estimada para H. antiquus usando ecuaciones de regresión lineal ajustadas en ungulados a partir de la anchura de los cuatro huesos largos principales (húmero, fémur, radioulna y tibia), 3163 kg, es 2,14 veces mayor que la calculada para H. amphibius con dichas ecuaciones, 1476 kg, valor similar a la masa real de la especie (1.475 kg en los machos y 1.360 kg en las hembras; Nowak 1999).Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech

    Villafranchian large mammals from the Iberian Peninsula : paleobiogeography, paleoecology and dispersal events

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    The Pleistocene of the Iberian Peninsula is currently a focus of intense paleontological, archaeological and geological research. To a large extent, these inquiries are intended to decipher the ecological factors that might have conditioned early Homo dispersalsinto the European continent during the late Early Pleistocene. In this respect, the research carried out during the last twenty years in several areas of the Iberian Peninsula (the Guadix-Baza Basin, the Sierra de Atapuerca, the Vallparadís Section and the Banyoles-Besalú Basin) have yielded a large amount of new significant data. Here we review such data and provide for the first time a comprehensive synthesis from a faunal, geologi-cal and paleoecological perspectives, by focusing on the relationship between paleoenvironmental conditions and early human dispersals during the late Early Pleistocene in the Iberian Peninsula. In particular, the Iberian fossil record of Early to Late Villafranchian large mam-mals is synthesized, on the basis of recent publications and unpublished data collected by the authors during the last five years, in order to provide the adequate faunal and paleocological framework for understanding the factors that limited or conditioned human dispersal events.El Pleistoceno de la Península Ibérica es actualmente foco de intensa investigación paleontológica, arqueológica y geológica. En gran medida, estos trabajos están encaminados a descifrar los factores ecológicos que podrían haber condicionado las dispersiones de los Homo iniciales hacia Europa durante el Pleistoceno inferior. En este sentido, la investigación realizada durante los últimos veinte años en diversas zonas de la Península Ibérica (la Cuenca de Guadix-Baza, la Sierra de Atapuerca, la Sección de Vallparadís y la Cuenca de Banyoles-Besalú) ha proporcionado una gran cantidad de nuevos datos significativos. Aquí revisamos estos datos y se proporciona por primera vez una síntesis exhaustiva desde una perspectiva paleontológica, paleoecológica y geológica, centrándonos en las relaciones entre las condi-ciones paleoambientales y las dispersiones de los primeros humanos en el Pleistoceno inferior de la Península Ibérica. Concretamente, se sintetiza el registro fósil ibérico de grandes mamíferos villafranquienses en base a publicaciones recientes y datos inéditos recopilados por los autores en los últimos cinco años, para así proporcionar el marco faunístico y paleoecológico adecuado para comprender los factores que limitaron o condicionaron los eventos de dispersión humana

    Presence of Mammuthus sp. from Caravaca (Murcia)

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    In Rambla del Pizcalejo (Caravaca, Murcia, Spain) new Proboscidea fossil remains were found. In this paper are described all postcranial bones belonging to a 2-4 years old Mammuthus. Stratigraphycal and mollusc data confirm the lacustrine paleoenvironment. The remains shouldn’t have suffered a hard transport; neither should their time of exposure have been long. The date of the remains is not precise due to the lack of chronostratigraphic and biostratigraphic data. It is only the assignment of the remains to the genus Mammuthus that allows to surmise a period about Plio-Pleistocen

    A comparison of the taphonomic attributes of quarries VM3 and VM4 of the Early Pleistocene site of Venta Micena (Baza Basin, SE Spain)

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    The site of Venta Micena (Guadix-Baza Depression, SE Spain), a rich Fossil-Lagerstätten of late Early Pleistocene age (1.6-1.5 Ma), preserves a diverse assemblage of large mammals. Up to date, >24,000 skeletal remains have been unearthed from the surface excavated (~400 m2) in the two main quarries of the site, VM3 and VM4, which represents a density of fossils of >60/m2. Although this density is not homogeneously recorded across the 80-120 cm thick VM stratum, which outcrops over ~2.5 km, it suggests that tens of millions of fossils were preserved in the micritic limestones of this lithological unit. VM3 has been interpreted as a den of the giant hyena Pachycrocuta brevirostris in the plain that surrounded the Baza paleolake. Taphonomic analyses showed that the hyenas: (i) scavenged the prey hunted by the hypercarnivores, sabertoothed felids and wild dogs; (ii) transported the remains to their communal den as whole carcasses or selected anatomical parts; and (iii) fractured the skeletal parts according to their marrow contents and mineral density, which resulted in well-defined consumption sequences. In the case of VM4, an excavation quarry ~350 m distant from VM3, preliminary taphonomic analyses of the assemblage showed several differences, including: (i) a higher frequency of elements in anatomical connection than in VM3; (ii) a lower proportion of bones tooth-marked by carnivores (5.5%) compared with their frequency in VM3 (29.4%); (iii) a lower proportion of remains with salivary and gastric alterations (0.06% in both cases) than in VM3 (0.34% and 0.15%, respectively); and (iv) a less advanced degree of weathering (90.8% of bones show weathering stage 0 in VM4 compared to 75.9% in VM3).ICAZ Taphonomy Working Group, CSIC, MNCN Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tec
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