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Las Cortes Constituyentes de 1931
El 14 de abril de 1931, después de siete años de régimen de dictadura, fracasada la solución Primo de Rivera y la pretendida vuelta a la normalidad constitucional preconizada por los gobiernos del general Berenguer y del almirante Aznar, la Monarquía de Alfonso XIII dejó de existir. Unas semanas después, en pleno proceso de instauración del nuevo régimen democrático, se convocaban las primeras elecciones de Diputados a Cortes de la Segunda República, celebradas en su primera vuelta el 28 de junio de 1931.
Convocadas con el carácter de constituyentes, el primer parlamento republicano se configuró a partir de un conjunto de fuerzas políticas y sociales que iban a constituir, a partir de 1931, lo que podríamos llamar el sistema de partidos de la Segunda República. Si bien y como todo sistema de partidos democrático, las características y el funcionamiento del republicano no obedeció a un modelo cerrado, sino que fue más bien un sistema abierto, plural y dinámico, en el que las escisiones, los reagrupamientos o las extinciones fueron bastante frecuentes y normales.
Fue ese parlamento quien, sostenido por las fuerzas que habían dado vida a la conjunción republicano-socialista, triunfadora en las elecciones (PSOE, radical-socialistas, nacionalistas catalanes y radicales de Lerroux, más otros grupos del centro-derecha republicano) abordó la tarea de elaborar una nueva constitución, aprobada finalmente en diciembre de 1931. Contra lo que pudiera pensarse y frente a esa afirmación tan extendida de que la Segunda República fue “una República sin republicanos...”, lo cierto es que fueron este conjunto de partidos quienes sumaron más apoyos en todas las elecciones disputadas en España entre 1931 y 1936. En las Constituyentes los republicanos obtuvieron casi trescientos Diputados, de un parlamento compuesto por 470 escaños. Pero su excesiva atomización y su alineamiento en posiciones políticas e ideológicas muy enfrentadas iban a impedirles llevar a cabo una acción concertada y en común, tal y como quedó de manifiesto en el desarrollo de los propios debates constitucionales, cuyo análisis es el objeto principal de esta intervención.Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech
La Exposición Iberoamericana de Sevilla. En la liquidación del certamen: las conferencias del Ateneo (1930-1931)
Tomo I ; págs. 95-11
Élites políticas en Sevilla durante la crisis de la Restauración (1898-1931): bases sociales y control institucional
Hasta una fecha relativamente reciente la ausencia de estudios referidos a la Sevilla contemporánea constituía uno de los vacíos más sobresalientes de su historiografía local. Esta situación contrastaba con el claro protagonismo histórico —no siempre reconocido— que la capital de la España del Sur había desempeñado durante el período que desembocó en la tragedia de 1936. En efecto, la Sevilla del primer tercio del siglo XX cumplía con creces los objetivos que, según el profesor Tedde de Lorca, la historia local o regional debe perseguir: su carácter de marco de referencia apropiado para examinar, con rigor y profundidad, algunos de los principales problemas de nuestra historia; cubrir vacíos de información, gracias a la observación de cuestiones locales mal o nunca exploradas, y someter las interpretaciones generalmente aceptadas al contraste empírico de nuevos halleizgos. Por todo ello, el estudio de —por ejemplo— los mecanismos de funcionamiento de la vida política local, en una ciudad donde convivieron y desarrollaron su actividad personalidades de la talla de Diego Martínez Barrio, Manuel Giménez Fenández, Pepe Díaz o Manuel Pal Conde, constituía un reto historiográfico de indudable interés
Un diario entre la Restauración y la Segunda República: El Noticiero Sevillano (1893-1933)
Fundado en 1893 por el periodista valenciano Francisco Peris Mencheta, El Noticiero Sevillano fue probablemente el primer gran diario de información general editado en la capital de Andalucía conforme a los criterios del nuevo periodismo, en expansión desde finales del siglo XIX. Su publicación se extendió por espacio de cuatro décadas, llegando a convertirse en el decano de la Prensa hispalense y en uno de los diarios de mayor tirada de la región andaluza. De carácter independiente, aunque de claras simpatías conservadoras, durante la Segunda República El Noticiero pasó a convertirse durante algunos meses en el único diario republicano de Sevilla, órgano del Partido Radical liderado por Diego Martínez Barrio, desapareciendo a comienzos de 1933 ante la dura competencia del resto de los diarios locales (ABC, El Liberal, El Correo de Andalucía, La Unión) y por problemas de carácter financiero.Founded in 1893 by the Valencian reporter Francisco Peris Mencheta, El Noticiero Sevillano was probably the first major general newspaper edited in the capital of Andalusia representing a new trend in journalism, growing since the end of the 19th Century. Its publication spanned a period of four decades, becoming the most senior newpapers of the hispalense Press and was one of the most highly circulated newspapers of the Andalusian region. El Noticiero was an independent newspaper with conservative tendencies, which became, during the Second Republic for some months, the only Republican newspaper in Seville. El Noticiero was an instrument of the radical party led by Diego Martínez Barrio, which eventually disappeared in early1933 due to the fierce competition of other local publications (ABC, El Liberal, El Correo de Andalucía, La Unión) and due to financial problems
"El Liberal", de Sevilla (1901-1936): un diario independiente en la Andalucía anterior de la Guerra Civil
Fundado en 1901 por el célebre trust de prensa dirigido por Miguel Moya, El Liberal de Sevilla se convirtió en el principal diario independiente editado en Andalucía con anterioridad a la Guerra Civil. Dirigido desde 1909 por José Laguillo y perteneciente desde los años veinte al grupo editorial de los hermanos Busquets, El Liberal llegó a alcanzar una tirada de aproximadamente 50.000 ejemplares diarios. En este artículo se analiza su trayectoria durante la Dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, la composición de su redacción y las vicisitudes de este gran diario, parte de cuyo archivo se conserva actualmente en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca