14 research outputs found
La dimensión lingüística comunicativa: eje para el desarrollo humano en las demás dimensiones
This paper presents a reflection on the dimensions of the human development, with special emphasis on the communicative dimension. This constitutes the central axis of other dimensions of development since it fundaments the interactions with the same individual and between individual and from there to the environment, thus promoting the integral development of the person.Se presenta una reflexión en torno a las dimensiones del desarrollo humano, con especial énfasis en la dimensión comunicativa. Ésta se constituye en el eje articulador de las demás dimensiones del desarrollo en la medida que fundamenta las interacciones con el mismo individuo y de éste con el entorno, favoreciendo así el desarrollo integral de la persona
Desarrollo de la argumentación escrita en dos grupos de estudiantes de fonoaudiología de universidades colombianas
En un estudio cualitativo, de corte hermenéutico evaluativo, las autoras estructuraron una propuesta para el desarrollo de la argumentación escrita en estudiantes universitarios
Las exportaciones de plátano como una estrategia de desarrollo rural en Colombia
This article seeks to identify opportunities in the international markets for fresh and processed Colombian plantain, from the analysis of the information obtained from secondary sources in which the consumption variables, production statistics, exports and imports, regulations, restrictions and technical requirements are analyzed for the period 2013-2017, to which the classification criteria of the Uppsala and Vernon models are applied. We identify products with higher demand and the countries with higher probability of access, as a proposal for their incorporation into the competitive strategy for plantain producers and companies in Colombia. The study concludes that the fresh and processed products such as frozen plantain, chips and plantain flour present a significant demand, which can be marketed with better results in the US and European markets.
Este artículo busca identificar oportunidades en mercados internacionales para el plátano fresco y transformado de origen colombiano, a partir del análisis de información obtenida de fuentes secundarias en el que son analizadas las variables de tendencias de consumo, estadísticas de producción, exportación e importación, normativa, restricciones y requisitos técnicos, para el periodo 2013-2017, a las cuales son aplicados los criterios de clasificación de los modelos Uppsala y Vernon. Se identifican los productos con mayor demanda y los países con superior probabilidad de acceso, como propuesta para su incorporación en la estrategia competitiva para los productores y transformadores de plátano en Colombia. El estudio concluye que el producto en fresco presenta una demanda significativa, al igual que productos transformados como plátano congelado, chips y harina de plátano, que pueden ser comercializados con mejores resultados en el mercado norteamericano y europeo. 
Análisis sobre las características del sistema procesal penal colombiano
Este documento es el resultado de la investigación, adelantada
en la Universidad Libre bajo la dirección del docente Alfonso Daza
González, en la línea de investigación “Garantías procesales” del grupo
de investigación denominado “Derecho Penal, Derecho Disciplinario
y Derechos Humanos”
.
En calidad de auxiliares de investigación, y como autores del
capítulo asignado, se relacionan a continuación las siguientes
estudiantes de la Maestría en Derecho Penal:
• Olga Lucía Becerra Dorado.
• Ana Catherine Quintero Cuéllar.
• Paula Andrea Ocampo Gómez.
En esta investigación abordaremos el estudio del Sistema Procesal
Penal colombiano adoptado con el Acto Legislativo 03 de 20022
:
acusatorio
, a fin de demostrar que el sistema reglamentado por
la Ley 906 de 20044 no cumple en su integridad con las características de
este modelo procesal, o dista de serlo, porque conserva instituciones propias
del sistema inquisitivo
: i) proliferación de recursos tanto en las audiencias
preliminares como en las del juicio oral
, ii) indicación del sentido del fallo por parte del juez de conocimiento
y iii) procedencia del recurso de apelación
contra las sentencias absolutorias
.
A esta situación debemos agregarle la disyuntiva que se nos presenta hoy
con la existencia de la acción privada, en la Ley 1826 de 2017, “Por medio de
la cual se establece un procedimiento penal especial abreviado y se regula la
figura del acusador privado”
, la cual se opone al concepto público que debe
tener la acción penal
Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República - Marzo de 2023
Introducción
En 2023 el Banco de la República celebra 100 años de su fundación. Este es un aniversario de gran significado, el cual ofrece la oportunidad de resaltar el aporte que el Banco ha hecho al desarrollo del país. Su trayectoria como garante de la estabilidad monetaria lo ha consolidado como la institución estatal independiente que genera mayor confianza entre los colombianos por su transparencia, capacidad de gestión y el cumplimiento efectivo de las funciones de banca central y culturales encomendadas en la Constitución y la Ley. En una fecha tan importante como esta, la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) hace un reconocimiento a las generaciones de directivos y funcionarios que con su compromiso y dedicación contribuyeron a engrandecer esta institución1.
El mandato del Banco de la República se consolidó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, para cuya integración los ciudadanos tuvieron la oportunidad de elegir a las setenta personas que tendrían como tarea redactar una nueva constitución. Los dirigentes de los tres movimientos políticos más votados fueron elegidos presidentes de la Asamblea, y esta presidencia tripartita reflejó la pluralidad y la necesidad de consenso entre las diferentes fuerzas políticas para sacar adelante la reforma.
Entre los asuntos considerados, la Asamblea Nacional Constituyente le otorgó especial importancia a la estabilidad monetaria. Por esta razón decidió incluir el tema de banca central y dotar al Banco de la República de la autonomía necesaria para utilizar los instrumentos a su cargo sin injerencia de otras autoridades. El constituyente entendió que velar por la estabilidad de precios es un deber del Estado y que la entidad responsable de este cometido debe estar consagrada en la Constitución y contar con la capacidad técnica y autonomía institucional necesaria para adoptar las decisiones que considere pertinentes para alcanzar este objetivo fundamental, en coordinación con la política económica general. En particular, el artículo 373 estableció que “el Estado, por intermedio del Banco de la República, velará por el mantenimiento de la capacidad adquisitiva de la moneda”, disposición que coincidía con el esquema de banca central adoptado por países exitosos en el control de la inflación. En 1999, mediante sentencia 481, la Corte Constitucional indicó que “el deber de mantener la capacidad adquisitiva de la moneda no solo se predica de la autoridad monetaria, crediticia y cambiaria, esto es de la Junta del Banco de la República, sino también de quienes tienen responsabilidades en la formulación y ejecución de la política económica general del país” y que “la finalidad constitucional básica del Banco de la República es la protección de la moneda sana, pero esa autoridad debe tomar en consideración en sus decisiones los otros objetivos económicos de la intervención del Estado, como el pleno empleo, pues sus funciones deben coordinarse con la política económica general.”
La reforma al Banco de la República concertada en la Constituyente de 1991 y en la Ley 31 de 1992 se puede resumir en los siguientes aspectos: i) asignó al Banco un mandato específico: mantener la capacidad adquisitiva de la moneda, en coordinación con la política económica general; ii) designó a la JDBR como autoridad monetaria, cambiaria y crediticia; iii) otorgó al Banco y a su Junta Directiva un importante grado de independencia frente al Gobierno; iv) prohibió al Banco otorgar crédito al sector privado distinto del financiero; v) estableció que para otorgar crédito al Gobierno se requería del voto unánime de su Junta Directiva, a menos que se trate de operaciones de mercado abierto; vi) determinó que el legislador, en ningún caso, podrá ordenar cupos de crédito a favor del Estado o de los particulares; vii) designó al Congreso, en representación de la sociedad, como principal destinatario del ejercicio de rendición de informes del Banco; y viii) delegó en el presidente de la República la función de inspección, vigilancia y control sobre el Banco de la República.
Los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente entendieron claramente que los beneficios de una inflación baja y estable se extienden a toda la sociedad y contribuyen al buen funcionamiento del sistema económico. Entre los más importantes cabe mencionar que una inflación baja promueve el uso eficiente de los recursos productivos, al permitir que los precios relativos guíen de mejor forma la asignación de recursos, lo cual promueve el crecimiento económico y aumenta el bienestar de la población. Igualmente, una inflación baja reduce la incertidumbre sobre la rentabilidad esperada de la inversión y sobre el precio futuro de los activos, lo que aumenta la confianza de los agentes económicos, facilita la financiación de largo plazo y estimula la inversión. Una inflación baja evita redistribuciones arbitrarias del ingreso y la riqueza, debido a que los estratos de ingresos bajos de la población no pueden protegerse de la inflación mediante la diversificación de sus activos, y concentran una elevada proporción de su ingreso en la compra de alimentos y otros bienes básicos, ítems que generalmente son los más afectados por los choques inflacionarios2. Por otra parte, una baja inflación facilita las negociaciones salariales, lo cual crea un buen clima laboral y reduce la volatilidad del nivel de empleo. Finalmente, una inflación baja contribuye a que el sistema de impuestos sea más transparente y equitativo, al evitar las distorsiones que la inflación introduce sobre el valor de los activos y de los ingresos que componen la base tributaria. Desde el punto de vista de la autoridad monetaria, uno de los beneficios más relevantes de una inflación baja es la credibilidad que los agentes económicos adquieren en la meta de inflación, lo que la convierte en un ancla nominal efectiva sobre el nivel de precios.
Al recibir su mandato, y en uso de su autonomía, el Banco de la República empezó a anunciar metas puntuales de inflación anual a partir de 1992. Si bien en esta primera etapa las metas de inflación propuestas no se lograron cumplir de forma precisa, sí se consiguió imprimirle a la inflación una tendencia descendente, que la llevó desde un nivel del 32,4% en 1990 al 16,7% en 1998. Para aquella época la tasa de cambio se mantenía dentro de una banda, lo cual limitaba la efectividad de la política monetaria, que buscaba cumplir simultáneamente una meta de inflación y un objetivo de tasa de cambio. La crisis asiática se contagió a las economías emergentes y afectó de manera importante a la economía colombiana. La tasa de cambio presentó una fuerte presión a la depreciación al cerrarse el acceso al financiamiento externo en condiciones de un elevado desequilibrio externo. Lo anterior, junto con la falta de flexibilidad cambiaria, impidió hacer una política monetaria contracíclica, lo que condujo a una contracción del PIB del 4,2% en dicho año. En este contexto de desaceleración económica, la inflación anual se redujo al 9,2% a finales de 1999, situándose por debajo de la meta del 15% que se había fijado para ese año. Este episodio reveló plenamente lo costoso que podría ser, en términos de actividad económica, el tener simultáneamente metas para la inflación y para la tasa de cambio.
Hacia finales de 1999 el Banco de la República anunció la adopción de un nuevo régimen de política monetaria que denominó Esquema de Inflación Objetivo. Este régimen, conocido internacionalmente como ‘Inflation Targeting,’ venía ganando creciente aceptación en países desarrollados, al haber sido adoptado a partir de 1991 por Nueva Zelanda, Canadá e Inglaterra, entre otros, logrando importantes avances en el manejo de la inflación, sin incurrir en costos en términos de actividad económica. En América Latina, Brasil y Chile también lo acogieron en 1999. En el caso colombiano, el último requisito pendiente por cumplir para adoptar dicho esquema de política era la flexibilidad de la tasa de cambio, la cual se materializó hacia septiembre de 1999, cuando la JDBR decidió abandonar las bandas cambiarias para permitir que la tasa de cambio se determinara libremente en el mercado.
De forma coherente con el mandato constitucional, el objetivo fundamental de este nuevo esquema de política consistía en “el cumplimiento de una meta de inflación que contribuya a mantener un crecimiento del producto alrededor de su capacidad potencial”3. Dicha capacidad potencial se entendía como aquel crecimiento del PIB que la economía puede obtener si utiliza plenamente sus recursos productivos. Para cumplir este objetivo la política monetaria debe cumplir necesariamente un papel contracíclico en la economía. Ello porque cuando la actividad económica está por debajo de su potencial y existen recursos ociosos, la autoridad monetaria puede reducir la tasa de interés ante la ausencia de presiones inflacionarias para estimular por esa vía la economía y, de manera inversa, cuando el producto supera su capacidad potencial. Este principio de política, que está inmerso en los modelos para guiar la postura de política monetaria, hace que, en el mediano plazo, sean totalmente compatibles los objetivos del cumplimiento de la meta de inflación y de un nivel de actividad económica compatible con su capacidad productiva.
Para alcanzar este propósito, en el esquema de inflación objetivo se utiliza la tasa de interés del mercado monetario (a la cual el banco central suministra liquidez primaria a los bancos comerciales), como el instrumento primordial de política. Con ello se sustituyó la cantidad de dinero como meta intermedia de política monetaria, que el Banco de la República, al igual que varios otros bancos centrales, utilizaron por mucho tiempo.
En el caso colombiano, el objetivo del nuevo esquema de política monetaria implicaba, en términos prácticos, que la recuperación de la economía, luego de la contracción ocurrida en 1999, debía lograrse al tiempo que se cumplían las metas decrecientes de inflación establecidas por la JDBR. De manera notable este propósito se cumplió. En la primera mitad de la década del 2000 la actividad económica logró una recuperación importante, hasta alcanzar un crecimiento del 6,8% en 2006. Entretanto, la inflación fue descendiendo gradualmente, en línea con las metas de inflación. Fue así como la tasa de inflación se redujo desde el 9,2% en 1999 al 4,5% en 2006, cumpliendo con la meta de inflación establecida para ese año, mientras que el PIB alcanzó su nivel potencial. Después de lograrse este equilibrio en 2006, la inflación repuntó al 5,7% en 2007, por encima de la meta del 4% fijada para ese año, debido a que el crecimiento del PIB del 7,5% superó su capacidad potencial4.
Luego de comprobarse la eficacia del esquema de inflación objetivo en sus primeros años de operación, este régimen de política continuó consolidándose a medida que la JDBR y el equipo técnico ganaron experiencia en su manejo y se incorporaron modelos económicos de última tecnología para diagnosticar el estado presente y futuro de la economía, y evaluar la persistencia de los desvíos de la inflación y sus expectativas con respecto a la meta de inflación. A partir de 2010 la JDBR estableció la meta de inflación anual de largo plazo del 3%, que continúa vigente en la actualidad.
La menor inflación ha contribuido a crear un entorno macroeconómico más estable, que ha favorecido el crecimiento económico sostenido, la estabilidad financiera, el desarrollo del mercado de capitales y el funcionamiento de los sistemas de pagos. Gracias a ello se lograron reducciones en la prima por riesgo inflacionario y menores tasas de interés de los TES y de crédito. A su vez, la duración de la deuda interna pública aumentó de forma importante pasando de 2,27 años en diciembre de 2002 a 5,86 años en diciembre de 2022 y la profundización financiera, medida como el nivel de la cartera como porcentaje del PIB, pasó de cerca del 20% a mediados de la década de los noventa a valores superiores al 45% en años recientes, en un contexto saludable de los establecimientos de crédito.
Los logros tangibles alcanzados por el Banco de la República en el manejo de la inflación al haber contado con la autonomía que le otorgó la Constitución para cumplir con el mandato de preservar el poder adquisitivo de la moneda, junto con los importantes beneficios que se derivaron del proceso de llevar la inflación a su meta de largo plazo, hacen que el reto que actualmente enfrenta la JDBR de retornar la inflación a la meta del 3% sea aún más exigente y apremiante. Como es bien conocido, a partir de 2021, y especialmente en 2022, la inflación en Colombia volvió a convertirse en un serio problema económico, con elevados costos de bienestar. El fenómeno inflacionario no ha sido exclusivo de Colombia y es así como muchos otros países desarrollados y emergentes han visto alejarse sus tasas de inflación de las metas propuestas por sus bancos centrales5. Las razones de este fenómeno se han analizado en los recientes Informes al Congreso, y en esta nueva entrega se profundiza al respecto con información actualizada.
La sólida base institucional y técnica que soporta el esquema de inflación objetivo bajo el cual opera la estrategia de política monetaria le da a la JDBR los elementos necesarios para enfrentar con confianza este difícil reto. Al respecto, en su comunicado del 25 de noviembre la JDBR reiteró su compromiso con la meta de inflación del 3,0%, la cual prevé alcanzar hacia finales de 20246. La política monetaria continuará enfocada en cumplir este objetivo, al tiempo que velará por la sostenibilidad de la actividad económica, tal y como lo ordena la Constitución. Las encuestas a analistas llevadas a cabo en marzo mostraron un incremento importante (del 32,3% en enero al 48,5% en marzo) en el porcentaje de respuestas que sitúan las expectativas de inflación a dos años o más en un rango entre el 3% y 4%. Este es un indicativo claro de recuperación de credibilidad en la meta de inflación a mediano plazo, lo cual guarda coherencia con el anuncio de la JDBR de noviembre pasado. La moderación de la tendencia alcista de la inflación que se observó en enero, y especialmente en febrero, contribuirá a reforzar esta revisión de expectativas de inflación, y ayudará a cumplir los objetivos propuestos.
Luego de registrarse una inflación del 5,6% a finales de 2021, la inflación mantuvo una tendencia alcista a lo largo de 2022 debido a las presiones inflacionarias tanto de origen externo, asociadas con las secuelas de la pandemia y las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania, como de origen interno, resultantes de: el fortalecimiento de la demanda local; los procesos de indexación de precios estimulados por el aumento de las expectativas de inflación; las afectaciones a la producción de alimentos provocadas por el paro de mediados de 2021, y el traspaso de la depreciación a los precios. Los aumentos del salario mínimo del 10% en 2021 y del 16% en 2022, que en ambos casos superaron la inflación observada y el incremento de la productividad, acentuaron los procesos de indexación al haber establecido un elevado referente de ajuste nominal. De esta forma, la inflación total aumentó al 13,1% a finales 2022. La variación anual de alimentos, que subió del 17,2% al 27,8% entre esos dos años, fue el factor que más influyó en la aceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Otro rubro que contribuyó de manera importante a las alzas de precios fue el de regulados, cuya variación anual aumentó del 7,1% en diciembre de 2021 al 11,8% a finales de 2022. Por su parte, la medida de inflación básica sin alimentos ni regulados subió del 2,5% al 9,5% entre finales de 2021 y finales de 2022. El aumento sustancial de la inflación básica muestra que la presión inflacionaria se extendió a la mayoría de los rubros de la canasta familiar, lo cual es característico de procesos inflacionarios con una indexación de precios generalizada, como ocurre en Colombia.
La política monetaria empezó a reaccionar tempranamente a estas presiones inflacionarias. Fue así como a partir de su sesión de septiembre de 2021 la JDBR inició un cambio progresivo de la postura de la política monetaria a partir del mínimo histórico del 1,75% de la tasa de interés de política al cual se había llegado para estimular la recuperación de la economía. Este proceso de ajuste prosiguió sin interrupción a lo largo de 2022 y hasta inicios de 2023, cuando la tasa de política monetaria alcanzó el 12,75% en enero pasado, con lo cual acumuló un incremento de 11 puntos porcentuales (pp). El público y los mercados se han mostrado sorprendidos de que la inflación continuara aumentando, a pesar de los significativos incrementos de la tasa de interés. Pero como lo ha explicado la JDBR en sus diversas comunicaciones, la política monetaria actúa con rezago. Así como en 2022 la actividad económica se recuperó hasta alcanzar un nivel superior al de prepandemia, impulsada, entre otros factores, por el estímulo monetario otorgado durante el período de pandemia y de los meses subsiguientes, así también los efectos de la actual política monetaria restrictiva se irán dando paulatinamente, lo que permite esperar que hacia finales de 2024 la tasa de inflación converja hacia el 3%, como es el propósito de la JDBR.
Los resultados de la inflación en enero y febrero de este año mostraron incrementos marginales decrecientes (13 pb y 3 pb respectivamente), en comparación con la variación observada en diciembre (59 pb). Esto sugiere que se aproxima un punto de inflexión en la tendencia de la inflación. En otros países de América Latina, como Chile, Brasil, Perú y México, la inflación llegó a su techo y ha empezado a descender lentamente, aunque con algunos altibajos. Es previsible que en Colombia ocurra un proceso similar durante los próximos meses. El descenso previsto de la inflación en 2023 obedecerá, entre otros factores, a las menores presiones de costos externos por cuenta de la progresiva normalización de las cadenas de suministro, a la superación de los choques de oferta por razones de clima y por los bloqueos viales de años anteriores, lo que se reflejará en menores ajustes en los precios de los alimentos, como ya se observó en los primeros dos meses del año y, por supuesto, al efecto rezagado de la política monetaria. El proceso de convergencia de la inflación a la meta será gradual y se extenderá más allá de 2023. Dicho proceso se facilitará si se revierten las presiones a la devaluación, para lo cual resulta esencial que se continúe consolidando la sostenibilidad fiscal y se eviten mensajes en diferentes frentes de la política pública que generan incertidumbre y desconfianza.
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1 Este Informe al Congreso contiene el recuadro 1 que resume la trayectoria del Banco de la República en estos 100 años. Adicionalmente, con auspicio del Banco, varios libros que profundizan diversos aspectos de la historia de esta institución fueron publicados en años recientes. Véase, por ejemplo: Historia del Banco de la República 1923-2015; Tres banqueros centrales; Junta Directiva del Banco de la República: grandes episodios en 30 años de historia; Banco de la República : 90 años de la banca central en Colombia.
2 Es por ello que una menor inflación se ha reflejado en la reducción de la desigualdad del ingreso medida a través del coeficiente de Gini al pasar de 58,7 en 1998 a 51,3 en el año previo a la pandemia.
3 Véase Gómez Javier, Uribe José Darío, Vargas Hernando (2002). “The Implementation of Inflation Targeting in Colombia”. Borrador de Economía, núm. 202, marzo, disponible en: https://repositorio.banrep.gov.co/handle/20.500.12134/5220
4 Véase López-Enciso Enrique A.; Vargas-Herrera Hernando y Rodríguez-Niño Norberto (2016). “La estrategia de inflación objetivo en Colombia. Una visión histórica”, Borrador de Economía, núm. 952. https://repositorio.banrep.gov.co/handle/20.500.12134/6263
5 Según el FMI, la variación porcentual de los precios al consumidor entre 2021 y 2022 pasó del 3,1 % al 7,3 % para las economías avanzadas, y del 5,9 % al 9,9 % para las economías de mercados emergentes y en vías de desarrollo.
6 https://www.banrep.gov.co/es/noticias/junta-directiva-banco-republica-reitera-meta-inflacion-
El movimiento sindical de los maestros en Colombia: De la acción colectiva estratégica a la acción colectiva identitaria
Artículo individualObjetivo: Presentar una revisión teórica sobre la categoría de la acción colectiva, en el marco del proceso de construcción del estado del arte del proyecto de investigación “Movilizaciones de acción política de jóvenes en Colombia desde la paz y la noviolencia”, desarrollado por el Consorcio “Niños, niñas y jóvenes constructores de paz: Democracia, Reconciliación y Paz”. Dicha revisión busca fundamentar teóricamente la acción colectiva como posibilidad de transformación social. Metodología: para la construcción de esta revisión teórica se partió de los fundamentos conceptuales de la acción colectiva, desde los cuales se interpretó un proceso específico de acción colectiva en Colombia: el movimiento sindical del magisterio oficial. Resultado: De acuerdo con la revisión hecha sobre la experiencia del movimiento sindical de los maestros en Colombia, a partir del marco interpretativo de la acción colectiva, se encontró que dicha experiencia no ostenta todos los elementos que caracterizan a los nuevos movimientos sociales, puesto que se orienta a la búsqueda de intereses individuales, de orden material, más que al empoderamiento de los actores como parte de la sociedad civil, y ha mantenido esquemas de liderazgo burocrático, que invisibilizan la heterogeneidad del colectivo. Conclusiones: Se plantea la necesidad de superar la racionalidad estratégica-instrumental y trascender hacia una acción colectiva identitaria, desde lógicas organizativas de participación directa, en las que la acción comunicativa se configure desde la multiplicidad de voces de los actores, con miras a impactar, más allá de unos intereses gremiales, las expectativas y demandas de la sociedad
Apuntes para la caracterización de la situación actual de los y las jóvenes en Colombia
Artículo colectivoEl presente artículo de reflexión, se construye en el marco del proyecto de investigación en ejecución “Movilizaciones de acción política de jóvenes en Colombia desde la paz y la no violencia” desarrollado por un equipo de investigadores e investigadoras del Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano de Manizales, el cual tiene como propósito comprender las formas de movilización de las y los jóvenes de Colombia, participantes de procesos de acción política fundados en la paz y la no violencia, cuyos objetivos están orientados a la transformación de sus realidades. En este contexto, conviene señalar que el interés por caracterizar las condiciones objetivas de los/las jóvenes, no debe asumirse como un ejercicio de convalidación de los diagnósticos estatales, en los que se refleja una concepción adultocéntrica sobre los y las jóvenes, como sujetos vulnerables, expuestos/expuestas a un sinnúmero de riesgos y con pocas experiencias y saberes para enfrentarlos, razón por la cual deben ser protegidos/protegidas. En este orden de ideas, el panorama general que se muestra a continuación, sólo tiene la intención de ser un pre-texto para reflexionar los entornos propios del contexto en el cual la juventud colombiana se está desarrollando y la incidencia que estos pueden tener en las oportunidades para construir proyectos de vida que potencien su desarrollo humano. Para aproximarnos a estos entornos, se parte de análisis propios realizados sobre información estatal, especialmente derivada de los resultados obtenidos en diferentes encuestas realizadas por el DANE, complementada con información derivada de otras fuentes relevantes como el Documento Política Nacional de Juventud: Bases para el Plan Decenal de Juventud 2005-2015, el Estudio Nacional de Consumo de Drogas en Colombia 2009, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) 2010, la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN) 2010, el II Estudio de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Secundaria en Colombia 2011 y el Documento Planeación del Acceso y la Permanencia Escolar, de la Dirección de Cobertura y Equidad (Ministerio de Educación Nacional) 2012
La dimensión lingüística comunicativa: eje para el desarrollo humano
This paper presents a reflection on the dimensions of the human development, with special emphasis
on the communicative dimension. This constitutes the central axis of other dimensions of development
since it fundaments the interactions with the same individual and between individual and from there
to the environment, thus promoting the integral development of the person.Se presenta una reflexión en torno a las dimensiones del desarrollo humano, con especial énfasis en
la dimensión comunicativa. Ésta se constituye en el eje articulador de las demás dimensiones del
desarrollo en la medida que fundamenta las interacciones con el mismo individuo y de éste con el
entorno, favoreciendo así el desarrollo integral de la persona
La dimensión lingüística comunicativa: eje para el desarrollo humano en las demás dimensiones
This paper presents a reflection on the dimensions of the human development, with special emphasis on the communicative dimension. This constitutes the central axis of other dimensions of development since it fundaments the interactions with the same individual and between individual and from there to the environment, thus promoting the integral development of the person.Se presenta una reflexión en torno a las dimensiones del desarrollo humano, con especial énfasis en la dimensión comunicativa. Ésta se constituye en el eje articulador de las demás dimensiones del desarrollo en la medida que fundamenta las interacciones con el mismo individuo y de éste con el entorno, favoreciendo así el desarrollo integral de la persona
La dimensión lingüística comunicativa: eje para el desarrollo humano en las demás dimensiones
Se presenta una reflexión en torno a las dimensiones del desarrollo humano, con especial énfasis en la dimensión comunicativa. Ésta se constituye en el eje articulador de las demás dimensiones del desarrollo en la medida que fundamenta las interacciones con el mismo individuo y de éste con el entorno, favoreciendo así el desarrollo integral de la persona.Universidad Libre de Pereir