7 research outputs found

    Step-wise extinctions at the Cretaceous-Tertiary boundary and their climatic implications

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    A comparative study of planktonic foraminifera and radiolarian assemblages from the Cretaceous-Tertiary (K-T) boundary section of the Beloc Formation in the southern Peninsula of Haiti, and the lowermost Danian sequence of the Micara Formation in southern Cuba reveals a remarkable pattern of step-wise extinctions. This pattern is consistent in both places despite the widely different lithologies of the two formations. Because of a step-wise extinction and the delayed disappearance of taxa known to be more representative of cooler water realms, it is inferred that a cooling trend which characterized the close of the Maastrichtian and the onset of the Tertiary had the major adverse effect on the existing biota. Although repetitive lithologic and faunal fluctuations throughout the Maastrichtian sediments found at Deep Sea Drilling Project (DSDP) site 146/149 in the Caribbean Sea indicate variations reminiscent of known climatically induced cycles in the Cenozoic, rapid biotic succession appears to have taken place during a crisis period of a duration greater than 2 mission years. Widespread and abundant volcanic activities recorded in the Caribbean area during the crisis period gives further credence to earlier contention that intense volcanism may have played a major role in exhacerbating pre-existing climatic conditions during that time

    Productividad cianobacteriana, variaciones del carbono orgánico y facies de la Formación Indidura (Cenomaniano-Turoniano), noreste de México

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    Las rocas de edad Cenomaniano-Turoniano normalmente asignadas a la Formación de Indidura en México nororiental (Estado de Coahuila) contienen facies distintivas que son indicativas de una variabilidad espacial importante a través de la plataforma de carbonatos. Se han seleccionado tres secciones estratigráficas para probar si estas diferencias existen. La sección de Las Delicias (estratotipo) esta caracterizada por capas naranja claro de biocalciruditas (10-30 centímetros de espesor). Las estructuras internas primarias están ausentes. Los aloquímicos consisten esencialmente en asociaciones ricas en fósiles de equinodermos, pelecípodos, así como amonitas y foraminíferos planctónicos. El contenido de carbonato total (CaCO3) varía entre 48% y 94%, y el contenido de carbono total orgánico (TOC) entre 0,7% y 1,5%.La sección del Cañón La Casita, está al sureste de Las Delicias. Esta consiste en capas café claro amarillento de biocalcilutitas y lutitas laminadas verde oliva a grises con espesores de 3 a 30 cm. No se observa ninguna estructura interna deposicional; en las secciones delgadas se observa claramente abundante bioturbación. Los aloquímicos esencialmente son fragmentos esparcidos de foraminíferos planctónicos y radiolarios concentrados en madrigueras. El carbonato total (CaCo3) varía entre el 0,8% y 59,3%, mientras que el TOC varia entre el 0,17% y 5,8%. En contraste con estas sucesiones pobremente laminadas, en la Sierra de Parras, al sur de La Delicias y al oeste de la Casita, la sucesión se presenta como intercalaciones rítmicas de lutitas laminadas grisverdosas y negroparduzcas con espesores de 8 a 200 cm y biocalcilutitas margosas de 5 a 100 cm de espesor. Ambas facies exhiben estructuras internas similares organizadas en forma de laminillas duales paralelas “varvas” de < 3 mm de espesor, que contienen escasos foraminíferos planctónicos esparcidos en las laminillas oscuras. No se hay restos de epifauna, salvo esporádicos pelecípodos (Inocerámidos). El contenido de carbonato total (CaCO3) varía entre 43% y 78,3%, mientras que el contenido de TOC es relativamente alto con valores entre 7,3% y 24,3%, consistentemente superiores a 20%. La observación, de las laminillas presentes en las facies del área de Parras, muestra que sus diferencias composicionales están asociadas a la variabilidad en la abundancia de esferas microscópicas o “micro-oolitos.” Estas estructuras son interpretadas como de un posible origen cianobacteriano y se entienden como ciclos que representan eventos de florecimientos de cianobacterias, las cuales permanecieron dominantes a lo largo de la sucesión. Aún más, las lutitas laminadas y biocalcilutitas negras y ricas en TOC de la región de Parras documentan unas condiciones paleoceanográficas únicas, las cuales estaban caracterizadas por aguas oceánicas relativamente pobres en oxígeno.La distribución de la epifauna y las variaciones de carbón/carbonato en la región de Parras, sugieren que en los fondos de acumulación hubo fuertes eventos rítmicos de disoxia/anoxia. Esto contrasta claramente con los sedimentos de las áreas de Las Delicias y de La Casita, en las que se documentan condiciones del fondo diferentes, donde la epifauna bentónica y la fauna planctónica y nectónica pudieron proliferar. Asumiendo que estas facies son coetáneas, los análisis de microfacies y de TOC de estas rocas demuestran aún más las diferencias entre estas áreas

    Variaciones espaciales y temporales del registro del límite K/T en Haiti: implicaciones acerca del evento o eventos

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    El registro en la capa del límite K/T (KTB), en diferentes localidades de la Península Meridional de Haití, muestra claras evidencias de disrupciones físicas causadas por el impacto postulado de un bólico al final del Maastrichtiense. Tanto el registro bioestratigráfico como el litológico de la capa KTB, en diferentes localidades, muestra también diversos grados de mezcla, con componentes faunísticos de edades congruentes con los bioeventos característicos de la transición del límite, equivalentes a la parte terminal de la Zona de Abathomphalus mayaroensis y partes de las Zonas de Guembelitria cretacea y de Parvularugoglobigerina eugubina. La nanoflora calcárea también muestra taxones de la transición, concurrentes con los datos de foraminíferos, e indicativos de las Subzonas de Micula murus y Micula prinsii, así como de la Subzona de Cruciplacolithus primus (CP1a), del Paleoceno basal. La capa del límite tiene variaciones en su potencia, con un máximo de 75cm en el estratotipo de la Formación Beloc, y a techo de la capa principal tectítica hay un máximo de iridio. Los análisis geoquímicos y la datación radiométrica han demostrado también que las esférulas son tectitas (Premo e Izett, 1991) que pueden estar relacionadas cronológicamente con el evento de impacto registrado en Chicxulub, Yucatán, México, hace 65 Ma. Aún más, las delicadas estructuras sedimentarias primarias en la capa del límite son constantes en todos los afloramientos, aunque hay diferencias espaciales incluso a corta distancia. Además, en las áreas adyacentes al estratotipo (Platon Piton y Madame Toussaint) se encuentra una capa volcanogénica, bajo el nivel tectítico principal relacionado con el evento de Chicxulub, que muestra una laminación cruzada, tanto conspicua como críptica, indicativa de procesos de flujo complejos, multifásicos y subacuáticos que afectaron a la sedimentación de forma parecida a la del lecho KTB. Se conocen tales estructuras como características de la acción de ondas oscilantes sobre la cohesión de los sedimentos. El movimiento de las aguas asociado con un seiche es el único análogo actual conocido de un flujo subacuático que proporcione un mecanismo plausible para explicar el que varios niveles de la columna de agua, en una gran cuenca, pueden oscilar para desarrollar las estructuras observadas. Dada la magnitud del impacto del bólido, debieron desarrollarse ‘megaseiches’ en los océanos a escala mundial y, subsecuéntemente, se producirían otros ‘megaseiches’ más localizados durante los reajustes principales de la corteza. Esos fenómenos pueden así explicar la heterogeneidad de pautas y discrepancias faunísticas observadas en varias localidades del KTB, de distinta profundidad de depósito, en el mundo. Las estructuras representan un registro de los movimientos del agua y de la resuspensión de los sedimentos en momentos diferentes. Tal como se ha observado en seiches modernos a pequeña escala, la duración y atenuación de los movimientos del agua y la magnitud de la tracción y resuspensión estuvieron controlados por diversos modos oscilatorios que dieron lugar a complejas estructuras sedimentarias y al retrabajamiento de los microfósiles
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