research

Variaciones espaciales y temporales del registro del límite K/T en Haiti: implicaciones acerca del evento o eventos

Abstract

El registro en la capa del límite K/T (KTB), en diferentes localidades de la Península Meridional de Haití, muestra claras evidencias de disrupciones físicas causadas por el impacto postulado de un bólico al final del Maastrichtiense. Tanto el registro bioestratigráfico como el litológico de la capa KTB, en diferentes localidades, muestra también diversos grados de mezcla, con componentes faunísticos de edades congruentes con los bioeventos característicos de la transición del límite, equivalentes a la parte terminal de la Zona de Abathomphalus mayaroensis y partes de las Zonas de Guembelitria cretacea y de Parvularugoglobigerina eugubina. La nanoflora calcárea también muestra taxones de la transición, concurrentes con los datos de foraminíferos, e indicativos de las Subzonas de Micula murus y Micula prinsii, así como de la Subzona de Cruciplacolithus primus (CP1a), del Paleoceno basal. La capa del límite tiene variaciones en su potencia, con un máximo de 75cm en el estratotipo de la Formación Beloc, y a techo de la capa principal tectítica hay un máximo de iridio. Los análisis geoquímicos y la datación radiométrica han demostrado también que las esférulas son tectitas (Premo e Izett, 1991) que pueden estar relacionadas cronológicamente con el evento de impacto registrado en Chicxulub, Yucatán, México, hace 65 Ma. Aún más, las delicadas estructuras sedimentarias primarias en la capa del límite son constantes en todos los afloramientos, aunque hay diferencias espaciales incluso a corta distancia. Además, en las áreas adyacentes al estratotipo (Platon Piton y Madame Toussaint) se encuentra una capa volcanogénica, bajo el nivel tectítico principal relacionado con el evento de Chicxulub, que muestra una laminación cruzada, tanto conspicua como críptica, indicativa de procesos de flujo complejos, multifásicos y subacuáticos que afectaron a la sedimentación de forma parecida a la del lecho KTB. Se conocen tales estructuras como características de la acción de ondas oscilantes sobre la cohesión de los sedimentos. El movimiento de las aguas asociado con un seiche es el único análogo actual conocido de un flujo subacuático que proporcione un mecanismo plausible para explicar el que varios niveles de la columna de agua, en una gran cuenca, pueden oscilar para desarrollar las estructuras observadas. Dada la magnitud del impacto del bólido, debieron desarrollarse ‘megaseiches’ en los océanos a escala mundial y, subsecuéntemente, se producirían otros ‘megaseiches’ más localizados durante los reajustes principales de la corteza. Esos fenómenos pueden así explicar la heterogeneidad de pautas y discrepancias faunísticas observadas en varias localidades del KTB, de distinta profundidad de depósito, en el mundo. Las estructuras representan un registro de los movimientos del agua y de la resuspensión de los sedimentos en momentos diferentes. Tal como se ha observado en seiches modernos a pequeña escala, la duración y atenuación de los movimientos del agua y la magnitud de la tracción y resuspensión estuvieron controlados por diversos modos oscilatorios que dieron lugar a complejas estructuras sedimentarias y al retrabajamiento de los microfósiles

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