941 research outputs found

    Something bigger than Girard

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    René Girard’s works on religion and violence remain important, above all, for having called attention to the question of religious violence well before the significance of this problem seemed obvious. Despite Girard’s insistence on the scientific nature of his project, various religious aspects of his work can be identified, and his work is often treated religiously by his followers. Mimetic theory will have to accept its limitations if it is to win over its critics.2031-01-0

    A simple method for calculating the characteristics of the Dutch roll motion of an airplane

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    A simple method for calculating the characteristics of the Dutch roll motion of an airplane is obtained by arranging the lateral equations of motion in such form and order that an iterative process is quickly convergent

    Teorías dopaminérgicas de la esquizofrenia.

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    En este país la Neuropsiquiatría (como suma de la Neurología y la Psiquiatría) y con mayor precisión, los neuropsiquiatras de los Ambulatorios de la S. S. constituyen un vestigio del pasado, obsoleto y casi decimonónico. A partir del primer cuarto de este siglo la Neurología, sobre todo la anglosajona, se separó de la Psiquiatría y de los nosocomios, y se integró en los hospitales generales junto a la medicina interna. Desgraciadamente, creo, en España la Psiquiatría quedó en gran parte relegada al manicomio (en otros lugares como en Inglaterra ha continuado en los hospitales generales). Sería tarea extensa analizar si las causas de esta separación son científicas, socio-culturales o políticas. Pero es un hecho incontestable que esta separación se ha establecido en la casi totalidad de los países. Sin embargo, la conducta humana es indivisible, y la dicotomía "alteración orgánica" versus "alteración funcional" que subyace en esta separación tiene cada día una frontera menos delimitada. Sobre todo desde que en las dos últimas décadas existen fármacos claramente psicoactivos que manipulan la conducta. Paralelamente el concepto de neurotransmisión ha cambiado. La información en el SNC no se concibe ya como una resultante de un circuito eléctrico complejo sino más bien como un intercambio de moléculas (transmisores) que son analizados por otras moléculas (receptores) y que son ambos manipulables farmacológicamente. Si el pensamiento es un trasiego de moléculas, el pensamiento enfermo: ¿es un trasiego de moléculas alteradas?, ¿qué tipo de alteración es esa?, ¿funcional o estructural?, ¿es la esquizofrenia una enfermedad funcional o existen moléculas orgánicamente anómalas? Es posible que lo que no supo contestar el microscopio lo responda la bioquímica molecular o la farmacología. En suma, los nuevos conocimientos en el campo de las neurociencias han ensanchado la zona intermedia entre la Neurología y la Psiquiatría, entre los trastornos orgánicos y los funcionales, entre lo que es biología y lo que es ambiente (socio-cultural). El término Neuropsiquiatría renovado de contenido persiste 1, y se ha acuñado otro más novedoso, (neurología de la conducta» 2 para estudiar los trastornos de conducta de epilépticos, esquizofrénicos o pacientes que sufren movimientos anómalos; y un largo bagaje de funciones neuropsicológicas complejas: lenguaje, sueños y hasta el gesto 3. Lo cierto es que hoy la formación del psiquiatra tiene un mayor contingente de conocimientos biológicos, y la del neurólogo interesa de forma más importante a los problemas de la conducta. Esta Revista no puede ser ajena a esta situación y pretende incorporar de forma sistemática la revisión de las bases biológicas del comportamiento y los temas estrictamente neuropsiquiátricos. GOETZ y KLAWANS nos explican en este número la controvertida hipótesis dopaminérgica de la esquizofrenia

    Teorías dopaminérgicas de la esquizofrenia.

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    En este país la Neuropsiquiatría (como suma de la Neurología y la Psiquiatría) y con mayor precisión, los neuropsiquiatras de los Ambulatorios de la S. S. constituyen un vestigio del pasado, obsoleto y casi decimonónico. A partir del primer cuarto de este siglo la Neurología, sobre todo la anglosajona, se separó de la Psiquiatría y de los nosocomios, y se integró en los hospitales generales junto a la medicina interna. Desgraciadamente, creo, en España la Psiquiatría quedó en gran parte relegada al manicomio (en otros lugares como en Inglaterra ha continuado en los hospitales generales). Sería tarea extensa analizar si las causas de esta separación son científicas, socio-culturales o políticas. Pero es un hecho incontestable que esta separación se ha establecido en la casi totalidad de los países. Sin embargo, la conducta humana es indivisible, y la dicotomía "alteración orgánica" versus "alteración funcional" que subyace en esta separación tiene cada día una frontera menos delimitada. Sobre todo desde que en las dos últimas décadas existen fármacos claramente psicoactivos que manipulan la conducta. Paralelamente el concepto de neurotransmisión ha cambiado. La información en el SNC no se concibe ya como una resultante de un circuito eléctrico complejo sino más bien como un intercambio de moléculas (transmisores) que son analizados por otras moléculas (receptores) y que son ambos manipulables farmacológicamente. Si el pensamiento es un trasiego de moléculas, el pensamiento enfermo: ¿es un trasiego de moléculas alteradas?, ¿qué tipo de alteración es esa?, ¿funcional o estructural?, ¿es la esquizofrenia una enfermedad funcional o existen moléculas orgánicamente anómalas? Es posible que lo que no supo contestar el microscopio lo responda la bioquímica molecular o la farmacología. En suma, los nuevos conocimientos en el campo de las neurociencias han ensanchado la zona intermedia entre la Neurología y la Psiquiatría, entre los trastornos orgánicos y los funcionales, entre lo que es biología y lo que es ambiente (socio-cultural). El término Neuropsiquiatría renovado de contenido persiste 1, y se ha acuñado otro más novedoso, (neurología de la conducta» 2 para estudiar los trastornos de conducta de epilépticos, esquizofrénicos o pacientes que sufren movimientos anómalos; y un largo bagaje de funciones neuropsicológicas complejas: lenguaje, sueños y hasta el gesto 3. Lo cierto es que hoy la formación del psiquiatra tiene un mayor contingente de conocimientos biológicos, y la del neurólogo interesa de forma más importante a los problemas de la conducta. Esta Revista no puede ser ajena a esta situación y pretende incorporar de forma sistemática la revisión de las bases biológicas del comportamiento y los temas estrictamente neuropsiquiátricos. GOETZ y KLAWANS nos explican en este número la controvertida hipótesis dopaminérgica de la esquizofrenia

    Carbamazepine-Induced Tics

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    A variety of movement disorders are known to occur in association with carbamazepine (CBZ) therapy in adults and children, but development of tics has been described infrequently and only in patients with underlying Tourette's syndrome or other movement disorders. We report 3 children with epilepsy who developed facial motor tics after initiation of CBZ for complex partial seizures. All 3 had documented CBZ blood levels in the therapeutic range at the time, and none had other symptoms or signs of clinical intoxication. Neurologic examinations were normal in 2 and showed developmental de lay of expressive language in the third. Brain imaging was normal in all. After development of the tics in 2, CBZ was continued at the same or higher dose, and the tics abated and then ceased spontaneously ≤6 months. In the third child, the tics ceased after CBZ discontinuation. These cases demonstrate that CBZ can induce simple motor tics in children. These idiosyncratic reactions may be transient and do not always necessitate drug discontinuation.Peer Reviewedhttp://deepblue.lib.umich.edu/bitstream/2027.42/66313/1/j.1528-1157.1993.tb02119.x.pd

    The Animalistic Gullet and the Godlike Soul: Reframing Sacrifice in Midrash Leviticus Rabbah

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    This article proposes an analysis of two homiletic units in the Palestinian Midrash Leviticus Rabbah, which revolve around biblical chapters pertaining to sacrifices. A theme that pervades these units is that of eating as an animalistic activity that often entails moral depravity. In contrast, the act of sacrificing is constructed in these units as one in which one is willing to give up one's own nourishment, and in a sense one's own “soul,” in order to offer it to God. Many of the motifs used to vilify eating in the Midrash can be traced in moralistic Greek, Roman, and early Christian diatribes preaching for moderation in eating or for asceticism; the homilists in Leviticus Rabbah, however, utilize these popular motifs in order to present sacrifice as the spiritual contrary of eating, and thus to give the obsolete practice of sacrifice cultural cachet and compelling meanings
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