El oasis cuestionado: el diputado Sánchez Silva y la cruzada antiforal de 1864

Tras el profundo desgaste de carlistas y liberales en la Primera Guerra Carlista y el punto muerto al que había llegado el conflicto, cada vez más carlistas se alejaron de la causa del pretendiente Carlos María de Isidro y abrazaron la consigna muñagorrista de “paz y fueros”. Tras el Abrazo de Vergara y el encaje constitucional que se dio a los fueros con la ley del 25 de octubre se abrió un nuevo periodo de distensión en las provincias vascas. Este periodo se caracterizó por la aplaudida gestión realizada por las diputaciones y por el acuerdo tácito al que llegó la élite fuerista que gobernaba las instituciones vascas con la élite moderada que gobernaba en Madrid. Mientras que la élite moderada madrileña se encargaba de preservar los fueros, la élite fuerista hacía que las provincias vascas se mantuviesen como el bastión del conservadurismo y del catolicismo en España. No obstante, a lo largo de estas décadas centrales del siglo XIX y bajo esta apariencia de orden institucional podemos ver la existencia de abundantes conflictos de tipo local e incluso ocasionales explosiones de violencia carlistas producidas por el choque entre dos maneras irreconciliables de entender la vida y el orden establecido: la visión conservadora, reaccionaria y católica frente a la que caracterizaba a la élite reformista y progresista. Desde 1850 va a llegar desde Europa una fuerte oleada reformista y nacionalizadora. Este nuevo impulso implicaba desarrollar las estructuras del Estado y homogeneizar jurídica y culturalmente al país lo que era incompatible con la pervivencia de los privilegios vascos heredados del Antiguo Régimen. Esto supuso una ruptura en la aceptación generalizada que habían tenido los fueros como garantes de la paz y surgieron nuevas voces como la del navarro Navascués o la del utrerano Manuel Sánchez Silva. De entre todas las campañas críticas con los fueros la más destacable fue la de este segundo por su prolongación en el tiempo, por su vehemencia en momentos puntuales como 1864 y 1867 y porque finalmente estuvo presente en la comisión abolitoria de los fueros en 1876. 1864 fue un año clave para los fueros. Una crisis económica nacional, la primera de tipo moderno en España, aumentó los recelos existentes ya de antemano en algunas provincias hacia los privilegios vascos. Durante unos cuantos meses llegaron cartas de protesta a las Cortes enviadas desde algunas localidades españolas. En junio se iban a debatir los presupuestos generales para el ejercicio 1864/1865 lo que era un tema realmente sensible y nodular en el que todas las provincias tenían los ojos puestos. ¿Qué mejor momento que éste para lanzar una crítica de carga profunda contra los fueros? No obstante, la ofensiva preparada a lo largo de más de dos décadas no tuvo ningún efecto práctico porque el Gobierno no se quiso arriesgar a tener nuevos conflictos en una ya de por sí compleja situación económica. Lo que sí produjo el debate en la Cámara Alta entre Silva y los representantes fueristas fue un temblor en las Provincias Vascas que lo que consiguió fue unir más a los vascongados en torno a la causa foral, reforzar su patriotismo y desarrollar un movimiento de reacción ante lo que percibían como una amenaza real. Este estado de agitación se intensificó con la Revolución gloriosa en 1868, la Constitución de 1869 y el posterior reinado de Amadeo de Saboya. Todos estos hechos volvieron a contagiar a los territorios vascos de una fiebre carlista que estallaría con toda su fuerza en 1872

Yanguas y Miranda y su crítica a las cortes de Navarra

En 1838 Yanguas publicó un folleto titulado "Análisis histórico crítico de los fueros de Navarra". Consideraba que las Cortes eran una pieza fundamental de la "constitución" del reino y trataba de convencer al lector de que eran un obstáculo insoslayable para la reforma política que Navarra necesitaba urgentemente. Resume la composición, funcionamiento y atribuciones de las Cortes y del Consej

The publication as evocation: exhibition histories’ printed matter

This article looks at three case studies to probe into the fruitful relation between art exhibitions and the publications that follow from them. Phaidon’s Exhibitions That Made Art History are examples of the weightiness of exhibitions’ reception, and useful to analyse the ploys with which exhibition histories impact the construction of art histories. A couple of Mousse magazine issues help to expand the possibilities of documentation, criticise the reliance on images and ponder if rhizomatic histories can be woven from a plurality of voices. The exhibition catalogue of When Attitudes Become Form (2013) serves to unpack exhibitions’ “aura” and the possibility of thinking beyond their (un)repeatability. Following the idea that publications cannot be regarded as neutral evocations of exhibitions, the article traces the ways in which these two platforms of display intertwine to create exhibition histories.Este artigo aborda três estudos de caso, a fim de investigar a produtiva relação existente entre exposições de arte e as publicações que delas resultam. Os volumes Exhibitions That Made Art History da Phaidon exemplificam o impacto da receção de exposições, e são aqui usados para analisar os mecanismos através dos quais a história das exposições influencia a construção de histórias da arte. Os dois números da revista Mousse, que são também abordados neste artigo, permitirão expandir as possibilidades da documentação de exposições, criticar a nossa confiança nas imagens, e ponderar de que forma histórias rizomáticas dos eventos expositivos se podem ou não tecer a partir de uma pluralidade de vozes. O catálogo da exposição When Attitudes Become Form (2013) servirá como base para desmontar a “aura” da exposição e para podermos pensar além de sua (ir)repetibilidade. Perseguindo a ideia de que as publicações não podem ser consideradas evocações neutras de exposições, o artigo examina de que forma estas duas plataformas diferentes de exibição se articulam na criação de histórias de exposições.info:eu-repo/semantics/publishedVersio

Arriano, aticismo y koiné.I. Fonética y morfología

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The Poincaré conjecture: a problem solved after a century of new ideas and continued work

The Poincaré conjecture is a topological problem established in 1904 by the French mathematician Henri Poincaré. It characterises three-dimensional spheres in a very simple way. It uses only the first invariant of algebraic topology – the fundamental group – which was also defined and studied by Poincaré. The conjecture implies that if a space does not have essential holes, then it is a sphere. This problem was directly solved between 2002 and 2003 by Grigori Perelman, and as a consequence of his demonstration of the Thurston geometrisation conjecture, which culminated in the path proposed by Richard Hamilton

Los contactos de Demetrio Blogas con el emperador Carlos V en los fondos documentales de la colección Gravel

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De Apographo Quodarn Matritenst * Moa~íówoq FIcpi Fuvctuccíwv flaOéSv

The arranging of the personal archives of Infante Gabriel de Borbón has provided us with a new manuscript of Mosquion’s Gynaecology. Mosquion is known since the Renaissance as a Greek physician of the late period, until V. Rosé ir’ 1881 drew our attention to the true nature of bis work as a translation of a latin original. The author of this essay takes as starting po¡nt a photocopy of the aforementioned work -—the original being unluekily lost nowadays--—, describes the manuscript. examines its relationship with the most important codices of the Latin original and studies its most remarkable linguistic léatures, which clearly confirm V. Rose´s conclusions

Arriano, aticismo y koiné.II. Sintaxis

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