118 research outputs found

    The university of the 21st century: political and social trends of globalization – challenges for higher education

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    Globalization is intensifying economic differences and social and cultural divisions. Democratic principles, rather than the laws of the market, need to be used to guide human behaviour and economic policies. ‘It is foolish to confuse value with price’, wrote the great poet Antonio Machado. Those in power have been foolish and have irresponsibly abandoned the ideologies and ideals that the university community has striven so hard to preserve through the years. The world is in a deplorable state: the democracy embodied in the United Nations, designed by Roosevelt, has been replaced by a plutocracy (G7/G8) and a hegemonic power. Furthermore, states have been weakened by the transfer of much of their power to big multinational companies that do as they please, with total impunity, at a supranational level. They are involved in all kinds of trafficking (arms, capital, patents, drugs and even people) and make use of tax havens. They invest more than US$3 billion per day in arms (not counting the missile defence shield that the US government wants to implement in contravention of the 1988 treaties), while more than 60,000 people die of hunger. Universities can remain silent no longer. The functions of training, assessmentand production are now more important than ever. Daring to know, and k nowing how to dare. Universities – with European leadership – must be a beacon and watchtower in the 21st century. "I hold with what has been said: Justice must be done, despite law and customs, despite money and alms".(Pedro Casaldáliga, 2006)Peer Reviewe

    Barcelona '92

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    La universidaddel siglo XXI. Tendencias políticas y sociales de la globalización: desafíos para la educación superior

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    La globalización está intensificando las diferencias económicas y las divisiones sociales y culturales. Es necesario partir de los principios democráticos para que guíen la conducta humana y las políticas económicas, en lugar de las leyes de mercado. «Es de necio confundir valor y precio», escribió el gran poeta Antonio Machado. Han sido necios y han dedicado irresponsablemente de las ideologías e ideales que los universitarios tanto se han esforzado en preservar a través de los tiempos. La situación en el mundo es deplorable: la democracia que significaban las Naciones Unidas diseñadas por Roosevelt ha sido sustituida por una plutocracia (G-7/G-8) y un poder hegemónico. Por otra parte, los estados se han debilitado al transferir buena parte de su poder a grandes compañías multinacionales que campan a sus anchas, en completa impunidad, en el espacio supranacional: tráficos de toda índole (armas, capitales, patentes, drogas, ¡personas!) y paraísos fiscales... Se invierten en armas –sin contar con los escudos antimisiles que ahora pretende instalar el Gobierno estadounidense, en contra de los tratados de 1988– alrededor de tres mil millones de dólares estadounidenses al día mientras más de sesenta mil personas mueren de hambre. La universidad no puede permanecer en silencio. Las funciones formativas, asesoras y productivas son ahora más importantes que nunca. Atreverse a saber... y saber atreverse. Las universidades –con el liderazgo europeo– deben ser faro y torre de vigía en el siglo XXI.Peer Reviewe

    Editorial

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    EDUCACIÓN PARA LA PAZ

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    La educación para la paz ha experimentado un desarrollo importante en los últimos 20 años, y el 2000 ha sido declarado Año Internacional para la Cultura de Paz. Exige un esfuerzo de participación y una capacidad crítica para facilitar el paso de una cultura de guerra a una cultura de paz. Se trata de ayudar a todos los ciudadanos a observar y reflexionar sobre el conjunto de la tierra y de quienes la habitan. De escuchar a los jóvenes y ser escuchado. La educación para la paz ha de ser considerada como contenido transversal de la educación. La situación actual, los conflictos interétnicos e interculturales, la exclusión y la marginalidad, las sociedades pobres y las ricas son cuestiones que reclaman una educación por la paz. De la cultura de imposición hemos de pasar a la cultura del diálogo y participación, solidaridad, compromiso, tolerancia y respeto. Es necesario construir otro mundo en el que podamos asegurar a nuestros descendientes el futuro. La paz es un comportamiento, es traducir a la práctica los principios de convivencia, de solidaridad, de fraternidad. Sólo así "vendrá el amanecer (y) brillará mucha luz en nuestro camino". ABSTRACTThe education for peace has experienced an important development in the last 20 years, and 2000 has been declared International Year for the culture of peace. It is required an effort of participation and a critical aptitude to facilitate the step from a culture ofwar to a culture of peace. It is not only a question ofhelping all the citizens to observe and think about the set ofthe earth and ofwhom inhabit it, but also oflistening to the youth and being listened. The education for peace has to be considered as transverse contení of the education. The present situation, the interracial and intercultural conflicts, the exclusión and the marginality, the poor and rich societies are questions that demand an education for peace. From the culture of imposition we have to go on to the culture of the dialogue and participation, solidarity, commitment, tolerance and respect. It is necessary to construct another world where we could assure the future our descendants. Peace is a behaviour, is to transíate into practice the beginning of living together, of solidarity, of brotherhood. Only, in this way, «there will come the dawn (and) much light will shine in ourpath».Key words: peace, citizenship, peace education

    Desarme para el desarrollo humano: De una cultura de guerra a una cultura de Paz y no violencia

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    Federico Mayor Zaragoza affirms in the present text that it is morally unacceptable that every day thousands of people die of hunger when millions of dollars are spent on military and weapons expenditures. He warns that disarmament, including the nuclear, is the best solution and it is reaching points of no return on key issues of intergenerational legacy.He notes the urgency of a new concept of security, given that the great powers keep thinking that military force is the only expression and reference of “security.” The solutions exist. Immediate action is required to fulfill our intergenerational responsibilities. Now, through digital technology, people can freely express, raise their voice and claim not only territorial security but food, access to drinking water, health services, the quick action, coordinated and effective action in emergency situations.Federico Mayor Zaragoza afi rma en el presente texto, que es moralmente inaceptable que cada día mueran de hambre miles y miles de personas cuando se invierten en gastos militares y armamento millones de dólares. Advierte que la mejor solución es el desarme, incluyendo el nuclear y que actualmente, se está llegando a puntos de no retorno en cuestiones esenciales del legado intergeneracional.Señala lo urgente de un nuevo concepto de seguridad, dado a que los grandes poderes siguen pensando que la fuerza militar es la única expresión y referencia de “seguridad”. Las soluciones existen. La acción inmediata es necesaria para cumplir con nuestras responsabilidades intergeneracionales. Ahora, a través de la tecnología digital, la gente se puede expresar libremente, levantar su voz y reclamar no sólo seguridad territorial sino de alimentos, de acceso al agua potable, a los servicios de salud, a la acción rápida, coordinada y eficaz en situaciones de emergencia. Este, y no otro, es el tipo de seguridad que los seres humanos sueñan y merecen.Palabras clave: Desarme, desarrollo, gasto militar, paz, seguridad

    La ética del tiempo ante los retos globales: In memoriam de Margarita Salas, científica y compañera inolvidable

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    La humanidad debe hacer frente a desafíos globales que, si no se abordan a tiempo, pueden alcanzar puntos de no retorno. Es preciso actuar correctamente y a tiempo. Una de las facultades distintivas de la especie humana es la de poder anticiparse, de saber para prever, de prever para prevenir. La facultad prospectiva es ahora, en los albores del siglo XXI y del tercer milenio, especialmente relevante. Y, en estas circunstancias cruciales la ética del tiempo se convierte en uno de los principales referentes del comportamiento cotidiano. Es preciso estar alerta. Dejar de ser espectadores para ser actores comprometidos. Cada ser humano único, capaz de crear. Esta es la gran esperanza de la humanidad. Estamos ante una verdadera crisis sistémica que requiere soluciones valientes, imaginativas e integradoras. Estamos ante un punto de inflexión en el que es indispensable favorecer con rapidez y valentía la transición desde una economía de guerra a una economía de desarrollo global. En el antropoceno, garantizar la habitabilidad de la Tierra y una vida digna a todos los seres humanos, constituye una responsabilidad esencial. Hasta hace poco, “Nosotros, los pueblos”… no podíamos expresarnos. Ahora ya podemos hacerlo libremente. Es apremiante un nuevo concepto de seguridad, puesto en práctica por el multilateralismo democrático. Ha llegado el momento del cambio y de la autoestima. Ha llegado el momento de alzar la voz con tanta serenidad como firmeza. Ha llegado el momento de la emancipación ciudadana, de los pueblos libres. Las comunidades académica, científica, artística y literaria, vigías de la ética del tiempo, deben hallarse en la vanguardia de la movilización popular
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