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Exéresis de las lesiones hiperplásicas de la cavidad bucal: estudio retrospectivo de 128 casos
Objetivos: Este trabajo pretende, en base a nuestra experiencia,
valorar y discutir las indicaciones, ventajas e inconvenientes
de la exéresis de los épulis de la cavidad bucal con el láser de
dióxido de carbono (CO2) respecto al láser de Erbio:YAG (Er:
YAG), el láser de diodo y el bisturà frÃo.
Material y método: Se ha realizado un estudio retrospectivo de
un grupo de 120 pacientes en los que se extirparon 128 épulis
con el láser de CO2, láser de Er:YAG, láser de diodo y bisturÃ
frÃo. Se realizaron controles postoperatorios a los 7, 15 y 30 dÃas
para comprobar la cicatrización y la evolución de la herida y
a los 3, 6 y 12 meses verificando si se habÃa producido o no la
recidiva de la lesión.
Resultados: Según las caracterÃsticas clÃnicas y etiopatogénicas
de las lesiones extirpadas, se han formado dos grupos: las lesiones
hiperplásicas gingivales (77 casos) y los épulis fisurados (51
casos). La localización más frecuente de las hiperplasias gingivales
fue la mandÃbula (51.9%). Se encontró que la hiperplasia
fibrosa fue el diagnóstico histopatológico más frecuente con
49 casos (63.6%). El porcentaje de recidiva tras su extirpación
fue del 9,1%, de los cuales 5 casos eran hiperplasias fibrosas.
Sólo hubo un caso de lesión maligna que fue diagnosticada de
carcinoma de células escamosas infiltrante.
Por otro lado, de los 51 épulis fisurados tratados, el 58.8% se
encontraban en el maxilar superior. Éstos fueron diagnosticados
histológicamente como hiperplasias fibrosas, recidivando en el
19.6% de los casos.
Conclusiones: Aunque las diferentes técnicas quirúrgicas utilizadas en la extirpación del épulis de la cavidad bucal son correctas,
en nuestra opinión, el láser de CO2 es el tratamiento de elección,
ya que ofrece ventajas tanto intra como postoperatorias. Por otro
lado, es indispensable analizar histopatológicamente toda lesión
de la cavidad bucal para establecer un diagnóstico de certeza.Aims: Based on our accumulated experience, the present study
evaluates and discusses the indications, advantages and inconveniences
of oral cavity epulis resection using the carbon dioxide
laser (CO2) versus the Erbium:YAG laser (Er:YAG), diode laser
and surgical scalpel.
Material and methods: A retrospective study has been made of
120 patients involving the removal of 128 epulis lesions with
the CO2 laser, Er:YAG laser, diode laser and surgical scalpel.
Postoperative controls were carried out after 7, 15 and 30 days
to evaluate healing and wound evolution, and after 3, 6 and 12
months to assess possible relapse.
Results: Two groups were defined, based on the clinical and
etiopathogenic characteristics of the excised lesions: gingival
hyperplastic lesions (77 cases) and fibromatous hyperplasia (51
cases). The lower jaw was the most frequent location of gingival
hyperplasia (51.9%). Fibrous hyperplasia was the most common
histological diagnosis (49 cases; 63.6%). Percentage relapse
following removal was 9.1%, of which 5 cases corresponded
to fibrous hyperplasia. Only one malignancy was identified,
corresponding to infiltrating squamous cell carcinoma.
On the other hand, of the 51 treated cases of fibromatous hyperplasia,
58.8% were located in the upper jaw. These were
histologically confirmed to be fibrous hyperplasia, with relapse
in 19.6% of the cases.
Conclusions: Although the different surgical techniques used
for removal of epulis of the oral cavity are appropriate, we
consider the CO2 laser to be the treatment of choice, since it offers a number of both intra- and postoperative advantages.
On the other hand, all oral lesions require histological study to
establish a firm diagnosis
Comparative study of two needle models in terms of deflection during inferior alveolar nerve block
Objectives: The purpose of this study is to determine the possible differences in deflection between two needles of same length and external gauge but with different internal gauges during truncal block of the inferior alveolar nerve. The initial working hypothesis was that greater deflection may be expected with larger internal gauge needles.Study design: Four clinicians subjected 346 patients to inferior alveolar nerve block and infiltrating anesthesia of the buccal nerve trajectory for the surgical or conventional extraction of the lower third molar. A nonautoaspirating syringe system with 2 types of needle was used: a standard 27-gauge x 35-mm needle with an internal gauge of 0.215 mm or an XL Monoprotect® 27-gauge x 35-mm needle with an internal gauge of 0.265 mm. The following information was systematically recorded for each patient: needle type, gender, anesthetic technique (direct or indirect truncal block) and the number of bone contacts during the procedure, the patient-extraction side, the practitioner performing the technique, and blood aspiration (either positive or negative).Results: 346 needles were used in total. 190 were standard needles (27-gauge x 35-mm needle with an internal gauge of 0.215 mm) and 156 were XL Monoprotect®. Incidence of deflection was observed in 49.1% of cases (170 needles) where 94 were standard needles and 76 XL Monoprotect®. Needle torsion ranged from 0º and 6º.Conclusions: No significant differences were recorded in terms of deflection and internal gauge, operator, patientextraction side, the anesthetic technique involved and the number of bone contacts during the procedure
Comparison of two needle models in terms of bevel deformation during truncal block of the inferior alveolar nerve
Objetivos: Evaluar las posibles diferencias existentes en cuanto a la deformación del bisel de dos tipos de aguja de igual longitud y calibre externo, pero de distinto diámetro interno, durante el bloqueo troncal del nervio dentario inferior. Diseño del estudio: Cuatro operadores de similar formación quirúrgica realizaron el bloqueo troncal del nervio dentario inferior y la anestesia infiltrativa del nervio bucal para proceder a la extracción quirúrgica o convencional del tercer molar inferior en 266 pacientes. Para efectuar el bloqueo troncal se utilizó en todos los casos un sistema de jeringa no auto-aspirante (Uniject K®; Hoechst AG, Frankfurt, Alemania) y dos tipos de aguja: una aguja Monoprotect® de 27G x 35 mm con un calibre interno de 0.215 mm (Sofic SA, Mazamet, Francia) o una aguja XL Monoprotect® de 27G x 35 mm con un calibre interno de 0.265 mm (Sofic SA, Mazamet, Francia). Para hacer la anestesia infiltrativa del nervio bucal se utilizó el mismo tipo de jeringa y otros dos tipos de aguja: la Monoprotect®o la XL Monoprotect®, ambas con un calibre de 30G y 25 mm de longitud, diferenciándose en su calibre interno (0.215 y 0.265 mm, respectivamente) (Sofic SA, Mazamet, Francia). En cada paciente fue recopilada de forma sistemática la siguiente información: el tipo de aguja, la técnica anestésica utilizada (troncular directa o indirecta) y el número de veces que se habÃa contactado con el hueso durante ésta, el lado de trabajo del operador, el lado del diente a extraer, el operador que hizo la intervención quirúrgica, asà como la presencia o ausencia de deformación del bisel tras la técnica anestésica. Resultados: Para la técnica troncular, sólo se observó una asociación estadÃsticamente significativa entre la deformación de los biseles de las agujas y el operador que efectuó la técnica anestésica, mientras que para la técnica infiltrativa, se encontró una asociación estadÃsticamente significativa (p<0,05) entre la deformación de los biseles de las agujas y el operador que efectuó la técnica anestésica, el calibre interno de la aguja y el número de contactos óseos. Conclusiones: No existen diferencias entre las agujas Monoprotect® y las agujas XL Monoprotect® en cuanto a la deformación de su bisel, sino que la existencia de esta deformación obedece a aspectos fÃsico-mecánicos como la fuerza con la que el operador introduce la aguja en los tejidos, que a su vez condicionará la intensidad del impacto de la aguja sobre el hueso