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    Puntos de corte y validación de una ecuación antropométrica para estimar la masa muscular, en el estudio de la sarcopenia en población mexicana

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    Se estima que para el año 2050 los adultos mayores conformarán 28% de la población. Por primera vez, la Ensanut 2012 dedicó un módulo específico para caracterizar las condiciones y retos en salud de esta població

    Estreñimiento y síndrome de intestino irritable en mujres en el tercer trimestre de gestación: La relación con la ingesta dietética.

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    El embarazo se relaciona con el estreñimiento y el síndrome de intestino irritable. No existe publicación en el área de una población Mexicana. Objetivos: Estimar la presencia de estreñimiento y síndrome de intestino irritable en relación a la ingesta dietética materna. Métodos: El estudio se realizó en el Hospital Regional Materno Infantil de Nuevo León. El estreñimiento y síndrome de intestino irritable se determinaron según los Criterios Roma III en 336 mujeres en tercer trimestre de gestación. Información demográfica e ingesta dietética fueron registrados para una sub-muestra de 125 participantes: sin estreñimiento, con estreñimiento, y con síndrome de intestino irritable, según su condición gastrointestinal, para determinar diferencias entre grupos y la relación con ingesta dietética. Resultados: El estreñimiento fue auto-reportado por 25% (95% CI 21.0–30.6%) de las participantes. Según los Criterios Roma III, la presencia de estreñimiento y de síndrome de intestino irritable fueron del 5% (IC 95% 2.9–7.9%) y 13.6% (IC 95% 10.2–17.8%), respectivamente (n = 336). La ingesta dietética de kilocalorías, fibra, agua, y cafeína no fueron diferentes estadísticamente entre mujeres sin estreñimiento, con estreñimiento y con síndrome de intestino irritable (n=125). Ingesta de fibra y agua fueron menores a las recomendaciones para el embarazo en 85% y 60% de las participantes, respectivamente. Conclusiones: La ingesta dietética no estuvo relacionada con ambas condiciones gastrointestinales, sugiriendo el efecto de factores hormonales y mecánicos. El consumo de fibra y agua por debajo de su recomendación refleja la necesidad de consejo nutricional prenatal

    COMPARISON OF PERCEIVED WEIGHT AS IDEAL AGAINST IDEAL BODY WEIGHT FORMULAS AND BODY MASS INDEX OF 22 KG/M2 IN YOUNG ADULT WOMEN.

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    SUMMARYIntroduction: Formulas of ideal body weight (IBW) including the body mass index (BMI) of 22 kg/m2 are used under the assumption to provide a healthy weight. Objective: We compare the perceived ideal body weight (PIBW) with the calculated IBW by formulas and the BMI of 22. Methods: We recruited 705 women (20-25 y). Six common formulas and 2 published equations by our team were used. Results: Group regression analysis determined that including the frame size improves the agreement of formulas of Robinson et al, Hammond and Hamwi with the PIBW (p>0.05). Individually, the concordance analysis (higher % of differences <2 kg: PIBW - IBW by formula), determined that for a measured BMI <20, only the Faspyn 1 formula needs to be adjusted by frame size; while Robinson et al, Hammond, Tokunaga (BMI of 22), Faspyn 2 (BMI of 22) and Broca, are equivalent with the PIBW in different intervals of BMI. Conclusions: According to the BMI perceived as overweight (23.8 kg/m2) and perceived as ideal (21.1 kg/m2), caution is suggested when using the IBW formulas for BMI of 22 as a diagnosis. The IBW formulas and BMI of 22 does not necessarily represent a desirable or aesthetic weight. Comparación del peso percibido como ideal con fórmulas de peso ideal y el IMC de 22 kg/m2 en mujeres jóvenes.RESUMEN Introducción: El peso ideal calculado con fórmulas (PIF) y con el índice de masa corporal (IMC) de 22 kg/m2 se emplea bajo el supuesto de proporcionar un peso saludable o estético. Objetivo: Comparar el peso percibido como ideal (PPI) contra el PIF y del IMC de 22. Métodos: Se reclutaron 705 mujeres (20-25 años). Empleamos seis fórmulas comunes y 2 publicadas previamente. Resultados: El análisis de regresión grupal determinó que incluir la complexión corporal mejora la concordancia de las fórmulas de Robinson et al, Hammond y Hamwi con el PPI (p>0.05). Individualmente, el análisis de concordancia (porcentaje mayor de diferencias <2 kg: PPI-PIF), determinó que para un IMC <20 kg/m2 solo la fórmula de Faspyn 1 debe ajustarse por la complexión corporal, mientras que las fórmulas de Robinson et al, Hammond, Tokunaga (IMC de 22), Faspyn 2 (IMC de 22) y Broca, son equivalentes con el PPI en diferentes intervalos de IMC. Conclusiones: de acuerdo con el IMC percibido como sobrepeso (23.8 kg/m2) y percibido como ideal (21.1 kg/m2), las fórmulas de peso ideal y el IMC de 22 deben ser usados con precaución en el diagnóstico de peso ideal ya que no necesariamente representan un peso deseable o estético.

    Hábitos alimenticios en mujeres perimenopáusicas (40 a 65 años)

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    [spa] La menopausia es una etapa gineco-obstetra compleja que afecta la vida de las mujeres y es considerada como un periodo en la que ocurren cambios significativos a nivel hormonal, de alimentación, de composición corporal, físicos y funcionales. Desde 1981, la OMS creó un equipo de investigación científica que estableció una clasificación llamada criterios STRAW, vigentes y son el “gold standard” para dicho efecto. Dicha clasificación se basa en los cambios de los ciclos menstruales y clasifica la edad gineco-obstetra de la mujer en reproductiva o premenopausia, transición a la menopausia, y postmenopausia, además estableciendo que es a partir de los 40 años cuando la mayoría de las mujeres presenta cambios en sus ciclos menstruales. Existe evidencia que establece a la etapa de postmenopausia como la más significativa y donde se presenta la pérdida de la masa ósea, el aumento en la grasa corporal a nivel abdominal, el cáncer de seno, el síndrome metabólico, y la hipertensión y se considera al desbalance hormonal como el principal mecanismo de cambio. Sin embargo, síntomas de esta modificación hormonal femenina, también se presentan previo a la presentación menopáusica. Existen además, publicaciones científicas limitadas que reporten el estado de nutrición de mujeres Mexicanas en etapas precedentes y posteriores a la menopausia. Es por tanto que el objetivo general fue realizar una evaluación nutricia extensiva, a lo largo de 2 evaluaciones Año 1 y Año 2, en mujeres entre 40 y 65 años de Nuevo León, México, para conocer el estado de nutrición y salud en las etapas de premenopausia, transición a la menopausia y postmenopausia y la asociación entre los indicadores más relevantes. La edad de menopausia natural se presentó entre los 47.7 y 48.5 años, ocurriendo a una edad más temprana en mujeres fumadoras (45.4 vs 48.2 años). Al inicio del estudio, las mujeres presentaban sobrepeso y obesidad abdominal en las tres etapas gineco-obstetras, el IMC era mayor en mujeres en transición a la menopausia y en postmenopausia. Se registró hipertensión, osteopenia y osteoporosis en todas las etapas consideradas, cuyo porcentaje aumentó progresivamente desde la premenopausia hasta la postmenopausia. Se desarrolló y validó un cuestionario de frecuencia de consumo (FFQ) semi-cuantitativo para el análisis dietético, que mostró consumos adecuados para minerales como calcio, magnesio, potasio y selenio y para vitaminas del complejo B y C y vitamina A; un exceso de sodio acostumbrado en la dieta, así como limitados consumos de vitaminas D y E. El consumo de agua fue inferior a las recomendaciones. Los niveles plasmáticos de proteína y albúmina eran menores en las etapas de transición y postmenopausia, mientras que la glucosa sérica se incrementaba, especialmente al incrementarse el sobrepeso y la obesidad, en 8.9 y 11.2%, respectivamente. El valor de ORACFL en plasma no presentó diferencia entre etapas gineco-obstetras y fue mayor en la postmenopausia. El gasto energético total disminuyó al segundo año de evaluaciones, siendo principalmente las mujeres con obesidad aquéllas con niveles diarios de actividad física ligera. Así las pruebas físicas de fuerza máxima de agarre demostraron una disminución muscular conforme la edad de la mujer progresaba. La investigación desarrollada a lo largo de 2 años evidencia la necesidad de establecer y aplicar medidas preventivas y de intervención en nutrición en mujeres desde la etapa de premenopausia con el fin de prevenir cambios perjudiciales con posible riesgo metabólico, físico y funcional en etapas posteriores.[eng] Menopause is a complex stage of reproductive aging affecting women´s life and is considered as the time when significant changes occur such as hormonal, dietetic, body composition, physical and functional. Since 1981, the WHO created a research team on the topic and established the STRAW Criteria, currently used and determined as the “gold standard”. It is a standardized staging system based on menstrual cycles and classifies in several stages among reproductive age or premenopause, menopausal transition and postmenopause; setting, in addition, as the age of 40 years when most women start to experience changes in menstrual cycles. Evidence sets the postmenopausal stage as the most significant and in which there is a loss of bone mass, an increase of abdominal body fat, breast cancer risk, and presence of metabolic syndrome and hypertension, being the hormonal unbalance as the main mechanism. However, symptoms of hormonal changes in women are also seen before the menopause. In addition, there is limited evidence reporting the nutritional status of Mexican women in stages before and after the menopause. Thus, the general objective of the research was to complete a two-year nutritional assessment in women aged 40 to 65 years from Nuevo Leon state, Mexico, in order to determine their nutritional and health status while classifying women in three stages premenopause, menopausal transition and postmenopause, and analyze association among relevant nutrition variables. Natural menopause age was 47.7 and 48.5 years, while women with smoking habits shown a younger age (45.4 vs 48.2 years). At the beginning of the research, women shown abdominal overweight and obesity in all three stages, BMI was higher in those in menopausal transition and postmenopause. Hypertension, osteopenia and osteoporosis was found in all stages, and their presence increased progressively from premenopause to postmenopause. A semi-quantitative food frequency questionnaire (FFQ) was developed and validated to determine dietary intakes, which showed adequate consumption for minerals such as calcium, magnesium, potassium and selenium, and for vitamins of the B-complex, C, and A; an excess of sodium from the diet was reported and limited consumption of vitamins D and E. Water consumption was less than recommendation. Plasmatic levels of protein and albumin were lower in women in menopausal transition and in postmenopause, while glucose levels were increased especially if overweight and obesity were increased, in 8.9 and 11.2%, respectively. The ORACFL value in plasma shown no difference among stages of reproductive aging and was higher in postmenopause. Total energy expenditure decreased by the second year of assessment, being women with obesity those with light-intensity levels of physical activity. Tests of maximum hand grip strength demonstrated a diminish force while increasing women´s age.Along 2 years of nutrition assessment, this research provides necessary evidence on the need to determine and establish strategies in nutrition prevention and intervention for women, since the stage of premenopause, in order to avoid detrimental changes with possible metabolic, physical and functional risk in latter stages.[cat] La menopausa és una etapa gineco-obstetra complexa que afecta la vida de les dones i és considerada com un període on hi ocorren canvis significatius a nivell hormonal, d’alimentació, de composició corporal, físics i funcionals. Des de 1981, l’OMS creà un equip de recerca científica que establí una classificació anomenada criteris STRAW, vigents que són el “gold standard”. Aquesta classificació es basa en els canvis dels cicles menstruals i classifica l’edat gineco-obstetra de la dona en reproductiva o premenopausa, transició a la menopausa i postmenopausa, a més estableix que, a partir dels 40 anys la majoria de les dones presenta canvis en llurs cicles menstruals. Hi ha evidència que estableix l’etapa de postmenopausa com la més significativa i on es presenta la pèrdua de la massa òssia, l’augment en el greix corporal a nivell abdominal, el càncer de mama, la síndrome metabòlica i la hipertensió y es considera el desajustament hormonal com el principal mecanisme de camió. Malgrat això, símptomes d’aquesta modificació hormonal femenina també es presenten abans de la presentació menopàusica. Hi ha, a més, publicacions científiques limitades que reporten l’estat de nutrició de dones Mexicanes en etapes precedents i posteriors a la menopausa. Per això, l’objectiu general fou realitzar una avaluació nutricional extensiva al llarg de 2 avaluacions Any 1 i Any 2, en dones entre 40 i 65 anys de Nuevo León, México, per a conèixer l’estat nutricional i de salut en las etapes de premenopausa, transició a la menopausa i postmenopausa i l’associació entre els indicadors més rellevants. L’edat de menopausa natural es presentà entre els 47.7 i 48.5 anys, mostrant-se a una edat més primerenca a dones fumadores (45.4 vs 48.2 anys). En iniciar-se l’estudi, les dones presentaven sobrepès i obesitat abdominal en les tres etapes gineco-obstetras, l’IMC era major en dones en transició a la menopausa i en postmenopausa. Es registrà hipertensió, osteopènia i osteoporosi a totes les etapes considerades, aquests percentatges augmentaren progressivament des de la premenopausa fins la postmenopausa. Es creà i validà un qüestionari de freqüència de consum (FFQ) semi-quantitatiu d’anàlisi nutricional, que mostrà consums adequats per a minerals com calci, magnesi, potassi i seleni i per a vitamines del complex B i C i vitamina A; un excés de sodi acostumat en la dieta, així com limitats consums de vitamines D i E. El consum d’aigua fou inferior a les recomanacions. Els nivells plasmàtics de proteïna i d’albúmina foren menors en les etapes de transició i postmenopausa, mentre que la glucosa sèrica s’incrementà, especialment en fer-ho el sobrepès i l’obesitat, en 8.9 i 11.2%, respectivament. El valor d’ORACFL en plasma no presentà diferència entre etapes gineco-obstetres i fou major en la postmenopausa. La despesa energètica total disminuí al segon any d’avaluacions, i foren principalment les dones amb obesitat qui mostraren nivells diaris d’activitat física lleugera. Així, les proves físiques de força màxima mostraren una disminució muscular conforme l’edat de la dona avançava. La recerca desenvolupada al llarg de 2 anys ha evidenciat la necessitat d’establir i d’aplicar mesures preventives i d’intervenció en nutrició en dones des de l’etapa de premenopàusica per tal de prevenir canvis perjudicials amb possible risc metabòlic, físic i funcional en etapes posteriors

    Ingesta energética y de macronutrientes en mujeres embarazadas en el noreste de México

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    Estudio descriptivo y transversal primero en reportar la ingesta dietética de energía y de macronutrientes en mujeres en gestación en la zona noreste de México. Muestra por conveniencia de 125 mujeres embarazadas (15-45 años) en el tercer trimestre, que acudieron a consulta prenatal del Hospital Regional Materno Infantil, Nuevo León, México. Se reportaron último nivel de estudios, estatus marital y profesional, peso, talla, e índice de masa corporal (IMC). Se evaluó la dieta mediante la técnica de recordatorio de ingesta del día anterior, en 3 días no consecutivos. Se valoró la ingesta de energía y la contribución calórica porcentual de macronutrientes según las recomendaciones de ingesta de mujeres embarazadas. La ingesta energética fue de 1683,8 Cal/día. La contribución calórica de grasa saturada fue mayor a la recomendación en 53,6 % de las mujeres. 76,8 % de las participantes consumieron más de 55 % de la energía de hidratos de carbono, mientras que 86,4 % consumió azúcares por arriba de lo sugerido. La mediana de consumo de proteína fue de 12,0 % de la energía total. 75% de las participantes consumieron menos de 22,5 g de fibra dietética total. La importancia de conocer la ingesta de energía y de macronutrientes en mujeres embarazadas se debe a la posible influencia que la dieta tiene sobre la programación del apetito del niño y las complicaciones de la madre. Los resultados sugieren brindar recomendaciones nutricias adecuadas para cada mujer desde el primer trimestre de gestación, según su estado nutricional y entorno social..Descriptive and transversal study, first to report the dietary intake of energy and macronutrients in pregnant women in the northeast of Mexico. Convenience sample of 125 pregnant women (15-45 years of age) in the third trimester, who were prenatal patients in the Hospital Regional Materno Infantil, Nuevo León, Mexico. It was reported the level of studies, marital and professional status, weight, height and body mass index (BMI). Diet was evaluated by 24-hour food recalls, in 3 non-consecutive days. There were analyzed the intake of energy and the percentage contribution of calories from macronutrients according to the recommendations of intake of pregnant women. Intake of energy was 1683,8 Cal/day. The caloric contribution of saturated fat was higher than the recommendation in 53,6 % of women. 76,8 % of participants ate more than 55 % of energy from carbohydrates, while 86,4 % ate more sugars than the amount suggested. The median intake of protein was 12,0 % of total energy intake. 75% of participants consumed less than 22,5 g of total dietary fiber. The relevance of knowing the intakes of energy and macronutrients in pregnant women may be due to the possible influence of diet over the child’s appetite and maternal complications. Results of this study suggest the need to provide women with adequate nutritional recommendations since the first trimester of gestation, according to their nutritional status and social environment.

    Ingesta energética y de macronutrientes en mujeres embarazadas en el noreste de México

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    Estudio descriptivo y transversal primero en reportar la ingesta dietética de energía y de macronutrientes en mujeres en gestación en la zona noreste de México. Muestra por conveniencia de 125 mujeres embarazadas (15-45 años) en el tercer trimestre, que acudieron a consulta prenatal del Hospital Regional Materno Infantil, Nuevo León, México. Se reportaron último nivel de estudios, estatus marital y profesional, peso, talla, e índice de masa corporal (IMC). Se evaluó la dieta mediante la técnica de recordatorio de ingesta del día anterior, en 3 días no consecutivos. Se valoró la ingesta de energía y la contribución calórica porcentual de macronutrientes según las recomendaciones de ingesta de mujeres embarazadas. La ingesta energética fue de 1683,8 Cal/día. La contribución calórica de grasa saturada fue mayor a la recomendación en 53,6 % de las mujeres. 76,8 % de las participantes consumieron más de 55 % de la energía de hidratos de carbono, mientras que 86,4 % consumió azúcares por arriba de lo sugerido. La mediana de consumo de proteína fue de 12,0 % de la energía total. 75% de las participantes consumieron menos de 22,5 g de fibra dietética total. La importancia de conocer la ingesta de energía y de macronutrientes en mujeres embarazadas se debe a la posible influencia que la dieta tiene sobre la programación del apetito del niño y las complicaciones de la madre. Los resultados sugieren brindar recomendaciones nutricias adecuadas para cada mujer desde el primer trimestre de gestación, según su estado nutricional y entorno social..Descriptive and transversal study, first to report the dietary intake of energy and macronutrients in pregnant women in the northeast of Mexico. Convenience sample of 125 pregnant women (15-45 years of age) in the third trimester, who were prenatal patients in the Hospital Regional Materno Infantil, Nuevo León, Mexico. It was reported the level of studies, marital and professional status, weight, height and body mass index (BMI). Diet was evaluated by 24-hour food recalls, in 3 non-consecutive days. There were analyzed the intake of energy and the percentage contribution of calories from macronutrients according to the recommendations of intake of pregnant women. Intake of energy was 1683,8 Cal/day. The caloric contribution of saturated fat was higher than the recommendation in 53,6 % of women. 76,8 % of participants ate more than 55 % of energy from carbohydrates, while 86,4 % ate more sugars than the amount suggested. The median intake of protein was 12,0 % of total energy intake. 75% of participants consumed less than 22,5 g of total dietary fiber. The relevance of knowing the intakes of energy and macronutrients in pregnant women may be due to the possible influence of diet over the child’s appetite and maternal complications. Results of this study suggest the need to provide women with adequate nutritional recommendations since the first trimester of gestation, according to their nutritional status and social environment.
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