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Uso de los estiércoles en la fertilización agrícola, y su justificación en relación con la normativa aragonesa (estudio de un ejemplo concreto, utilizando purines porcinos, y en situación de Zonas Vulnerables)
16 Pag., 8 Tabl., 6 Fot.El control de la fertilización agrícola, a través de los Programas de Actuación en las Zonas
Vulnerables [sobre el nitrógeno (N) aplicado], o programas específicos de Producción Integrada [donde
se controlan los tres macronutrientes: N, fósforo (P) y potasio (K)], han aumentado el interés por los
conceptos relacionados con las técnicas de fertilización, así como el conocimiento y la interpretación
de las normativas, para tratar de ajustarse a su contenido, y a la cumplimentación de los documentos de
registro referentes a dicha fertilización.
La importancia de los estiércoles en nuestra Comunidad, como posibles proveedores de gran parte
de las necesidades de nutrientes de nuestros cultivos, ya se ha manifestado anteriormente (1), (2), y (3), y
volveremos a actualizar dichas cifras (con los censos animales de 2008-2009) en el ANEXO 1 que se
recoge al final de esta Información.
Sobre el uso de los estiércoles se siguen planteando dudas, y por tal motivo, trataremos de
responder en esta Información Técnica,--con los conocimientos actualmente disponibles y la normativa
de nuestra Comunidad-- a las habitualmente planteadas sobre dicho uso, las anotaciones en los Libros-
Registro, y las justificaciones que se plantean--, y en especial, de los purines porcinos.
Incidiremos, en primer lugar, en la forma de realizar un Plan de Abonado por parte de las
explotaciones agrícolas, sobre las consideraciones que se establecen en las zonas vulnerables (dado que
es la normativa más exigente, respecto del nitrógeno), y por tal motivo se considerarán exhaustivamente
los aportes indirectos de dicho nutriente.
En segundo lugar, --y respondería a la planificación de las explotaciones ganaderas--, partiendo
del nitrógeno que generan en forma de estiércol, deben estimar (si el destino del mismo va a ser, de
fertilizante orgánico) qué superficie agrícola debe disponer o concertar para reciclarlo adecuadamente
(igualmente, con un Plan de Abonado), pero teniendo en cuenta las situaciones normativas que afectan
a cada explotación receptora del estiércol. También, justificar que sus estercoleros o fosas de purines
en casos particulares como las de zonas vulnerables, no sólo cumplen con la capacidad mínima
establecida, sino también con relación a las salidas posibles de la granja, en función precisamente, de
los cultivos concertados para recibirlos.
En el ejemplo nos centraremos, específicamente sobre el uso del purín porcino, en una zona
vulnerable, y podrá comprobarse que frente a la primera apreciación de que podría generalizarse el
equivalente de 170 kg de N/ha en forma de estiércol en cualquier situación, la realidad de los “aportes
indirectos de N”, como es la importancia del cultivo de la alfalfa, hace que no sobrepase - en nuestro
ejemplo hipotético - de los 113 kg de N/ha.
El razonamiento sería similar - aplicando cada norma específica - en cualquier situación en la que
se desee racionalizar la fertilización nitrogenada utilizando subproductos orgánicos. Por tal motivo hemos
recogido una pincelada de las normativas que contemplan el uso de los estiércoles.Los ensayos presentados en esta Información Técnica han sido financiados con fondos de la Unión Europea
(FEADER) y del Gobierno de Aragón (Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2007-2013; Información y
formación profesional, medida 111, submedida 1.7)
Los trabajos experimentales se han realizado en el marco de la RED DE FORMACIÓN Y EXPERIMENTACIÓN
AGRARIA DE ARAGÓNPeer reviewe
Fertilización con purín: Resultados agronómicos en doble cultivo anual de cebada-maíz y efecto residual en cebada (2006-2012)
16 Pags., 8 Fots., 9 Tabls.El estudio realizado a medio-largo plazo de aportes de purín de forma continuada como
fertilizante, permite conocer estrategias sostenibles. En esta información técnica se presentan los resultados de un ensayo agronómico que se inició en noviembre del 2006 hasta junio del 2012, de fertilización con purín porcino en 5 años consecutivos en doble cultivo de cereal (cebada-maíz) y la evaluación del efecto residual en la siguiente campaña de cebada. El sistema de laboreo ha sido en condiciones de mínimo laboreo en cebada y siembra directa en maíz (foto 1), cada vez más utilizados
por los agricultores. Existen pocas referencias en la bibliografía que presenten ensayos de campo con
más de 3 años de fertilización orgánica, valorando los efectos en rendimiento y sobre el suelo, por lo que
este estudio confiere especial relevancia. Los resultados agronómicos de los 3 primeros años fueron
publicados previamente en la Información Técnica nº 223 (Iguacél et al., 2010).Objetivos:
1. Evaluar agronómicamente el purín como sustitutivo a la fertilización mineral en doble
cultivo anual de cebada y maíz, durante 5 campañas consecutivas. En condiciones de
mínimo laboreo para cebada, y en siembra directa para maíz.
2. Evaluar el efecto residual del purín tras 5 campañas con doble cultivo en el rendimiento de
cebada.
3. Estudio de la evolución de nutrientes del suelo y metales pesados tras 5 campañas de
fertilización mineral y purín porcino.Peer reviewe
Fertilización con subproductos orgánicos (Hacia una gestión sostenible de los nutrientes en la agricultura)
72 Pags., Figs., Tabls.Esta Información técnica tiene dos partes bien diferenciadas:
En la primera de ellas, "Las bases de la fertilización agrícola", se hace un amplio recordatorio
sobre el conocimiento básico del suelo y de la fertilidad, que con toda seguridad, ayudará a comprender
mejor todo el proceso de evolución que deben sufrir los materiales orgánicos aportados al suelo
hasta que sus nutrientes son disponibles para las plantas.
La alimentación humana ha dependido siempre del suelo y de sus nutrientes, y ahora más que nunca.
Ocurre que la "globalización" de las producciones, y la continua disponibilidad de todo tipo de alimentos
ha provocado que, en los países desarrollados, la población no sea consciente de esa dependencia.
Durante milenios el hombre ha adquirido un conocimiento del suelo y de las prácticas agrícolas
aplicables en cada región, y en particular de la "fertilización". Ese conocimiento se ha visto
revolucionado por la ciencia y la técnica, (hoy es muy sencillo por ejemplo, disponer de análisis), pero
a su vez esa misma técnica cambia continua y rápidamente las prácticas agrícolas y ganaderas, y las
posibilidades de actuar sobre el suelo. Podemos decir que hoy existen mejores medios que nunca
para gestionar adecuadamente los suelos y los nutrientes y sin embargo, la gestión de los
nutrientes es a menudo poco afortunada.
Esta gestión de los nutrientes es hoy crucial, a nivel global para conseguir alimentar a una población
creciente, y a nivel local, para conseguir mayor rentabilidad y el menor impacto ambiental posible de
la producción agraria. En un entorno de escasez, no hay más tierras de cultivo y los nutrientes son
agotables, el exquisito aprovechamiento de todos los recursos implicados en la fertilización debería ser
una prioridad absoluta.
Intentamos en esta primera parte aproximarnos a ese conocimiento del suelo que hoy podemos tener,
y que nos permite explicar el comportamiento de los nutrientes. Explicarnos, en definitiva, la
fertilización. Sea ésta orgánica o mineral. Aunque ciertamente hemos hecho más hincapié en el
comportamiento de la materia orgánica del suelo, para dar paso a algunas explicaciones de la segunda parte.
Precisamente porque la fertilización con subproductos orgánicos necesita "tecnificarse" para poder
ajustar los aportes y predecir su respuesta, tras el conocimiento de una serie de parámetros: contenidos
en nutrientes, forma química de los mismos, relación C/N, velocidad de mineralización (en los 1-3 años
que siguen a su aplicación), niveles deseables de materia orgánica en cada tipo de suelos, etc.En la segunda parte, "La fertilización con orgánicos. Una propuesta generalizada de fertilización
con criterios de sostenibilidad", se intenta llamar la atención en nuestra Comunidad aragonesa
sobre los siguientes puntos:
- Recordar una vez más, la gran importancia de los subproductos orgánicos, especialmente los
relacionados con la producción ganadera -los estiércoles- como fuente o yacimiento de nutrientes
N-P-K (nitrógeno, fósforo y potasio) para utilizar en fertilización
- Si bien el purín porcino supone el primer subproducto ganadero como fuente de N y de P (P2O5) en
Aragón (46.000 y 51.000 t, respectivamente), tampoco son desdeñables el resto de los estiércoles que
sumarían 42.000 t de N, 34.000 t de P2O5, y 54.000 t de K2O, y las leguminosas -principalmente la
alfalfa-, que proporcionan en nuestra Comunidad entre 27.000 y 29.000 t de N (MARM, 2008 y 2009).
- Solamente los tres cereales más importantes de Aragón (cebada, maíz y trigo) -cultivados en unas
750.000 has y con una producción de 2,69 millones de toneladas, en el año 2007- requieren
reponer al suelo, a través de la fertilización, un mínimo de 70.345 t de N, 28.765 t de P2O5, y
46.431 t de K2O. Las necesidades globales de N de todos nuestros cultivos podrían ser estimadas
en 110.000 t, ó solamente 78.000 t, si se excluyen las leguminosas
- Aunque en este momento podríamos decir que conocemos aceptablemente el uso y las aplicaciones
del purín porcino como fertilizante en los cultivos extensivos, no podemos decir lo mismo de los
fiemos o estiércoles sólidos, ni del resto de posibles subproductos orgánicos.
- Una mala práctica en la fertilización puede conducir a la contaminación de las aguas (nitratos), del
suelo (excesos de P y otros nutrientes) y de la atmósfera (emisiones de gases: amoniaco, óxidos de N, etc).
Consideraciones de pura economía (aprovechamiento y reutilización de subproductos del modo más
económico posible, el aprovechamiento de los aportes nitrogenados de las leguminosas, el
mantenimiento y/ó la mejora de las condiciones del suelo, otras consideraciones agronómicas...), y
de lucha contra el cambio climático (reducción de emisiones de gases de efecto invernadero/GEIs,
ahorro energético...) nos llevan a la reflexión sobre la necesidad de intentar definir e iniciar ya,
unas prácticas de fertilización más sostenibles.- Aún cuando no se dispone de suficientes referencias experimentales, pensamos que el ajuste en los
aportes de los 3 macronutrientes principales -no sólo del N, sino también del P y del K-, la
reutilización de los subproductos disponibles, y la integración de cualquiera de las acciones
tales como: rotaciones de cultivos (con leguminosas, entre otras), las técnicas de laboreo de
conservación, el mantenimiento de unos niveles aceptables de materia orgánica en los suelos, etc,
etc, constituyen en conjunto un esquema básico de sostenibilidad que debería asumirse ya como
mínimo, a niveles experimentales. En realidad, este esquema básico que planteamos, siempre había
sido preconizado por la técnica de la fertilización, aunque casi nunca se llevaba totalmente a la
práctica. Las circunstancias actuales entendemos que obligan a recuperarlo, por pura necesidad.
- Al final de la publicación se proponen unos supuestos teóricos de cómo razonar la fertilización con
estiércoles, con los conocimientos actuales. En el caso de los estiércoles sólidos, se hace utilizando
referencias francesas que sólo recogen la mineralización del N que se produce en los 12 primeros meses.
- Las dificultades y falta de precisión que como veremos presentan estos cálculos, refuerzan la necesidad
de mantener e intensificar los trabajos de investigación y experimentación en nuestras propias
condiciones agroclimáticas, introduciendo ahora esa visión más amplia y nueva de la sostenibilidad.Peer reviewe