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Insuficiencia cardíaca : definiciones, prevención y detección precoz de la disfunción ventricular
La Insuficiencia Cardiaca (IC) es el síndrome final de algunas patologías muy prevalentes y puede traducir en cierto modo el fracaso del control y tratamiento de éstas, bien por lo imparable de su evolución con las medidas disponibles, o bien por un manejo inadecuado o subóptimo de dichas situaciones. Sin embargo, la prevención primaria y secundaria son puntos a menudo olvidados en el campo de la IC, cuando la detección y actuación sobre los individuos de riesgo y las fases precoces de la patología permitirían reducir la incidencia y modificar la historia natural de la enfermedad.El pronóstico de la IC sintomática sigue siendo sombrío, similar en términos de supervivencia al de algunas neoplasias y no menor en términos de impacto sobre la calidad de vida. Se hace necesario un planteamiento que intervenga en fases más precoces del síndrome, probablemente antes de que se desarrollen síntomas evidentes, ya que una vez que comienzan las manifestaciones clínicas, el impacto sobre la supervivencia a través del tratamiento, es limitado. La Cardiopatía Isquémica (CI) y la hipertensión arterial (HTA) (de forma aislada o asociadas) son responsables del mayor porcentaje de casos de IC en el mundo desarrollado , mientras que la valvulopatía reumática ha cedido el paso a las valvulopatías degenerativas, en especial a la estenosis aórtica. En el estudio de Framingham (4) se observó que la hipertensión era causante de forma aislada o asociada a otras patologías del 70% de los casos de IC. De todas formas, la importancia de la hipertensión y la enfermedad valvular como causas de IC, han disminuido progresivamente desde los años 50 (a lo largo de la cohorte de Framingham), con un incremento paralelo de la importancia de la enfermedad coronaria y la diabetes mellitus
European Guidelines on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Practice: CEIPC 2008 Spanish adaptation
Basado en el Documento del Cuarto Grupo de Trabajo Conjunto de la Sociedad Europea de Cardiología y otras sociedades científicas: Graham I, Atar D, Borch-Johnsen K, Boysen G, Burell G, Cifkova R, et al et al. European guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice: fourth joint Task Force of the European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Prevention in Clinical Practice (constituted by representatives of nine societies and by invited experts). Eur J Cardiovasc Prev Rehabil 2007; 28: 2375 2414.We present the Spanish adaptation from the CEIPC of the European Guidelines on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Practice 2008. This guide recommends the SCORE model for risk evaluation. The aim is to prevent premature mortality and morbidity due to CVD by means of dealing with its related risk factors in clinical practice. The guide focuses on primary prevention and emphasizes the role of the nurses and primary care medical doctors in promoting a healthy life style, based on increasing physical activity, change dietary habits, and non smoking. The therapeutic goal is to achieve a Blood Pressure <140/90 mmHg, but among patients with diabetes, chronic kidney disease, or definite CVD, the objective is <130/80 mmHg. Serum cholesterol should be <200 mg/dl and cLDL <130 mg/dl, although among patients with CVD or diabetes, the objective is <100 mg/dl (80 mg/dl if feasible in very high-risk patients). Patients with type 2 diabetes and those with metabolic syndrome must lose weight and increase their physical activity, and drugs must be administered whenever applicable, with the objective guided by BMI -body mass index- and waist circumference. In diabetic type 2 patients, the objective is glycated haemoglobin <7%. Allowing people to know the guides and developing implementation programs, identifying barriers and seeking solutions for them, are priorities for the CEIPC in order to put the recommendations into practice.S
Insuficiencia cardíaca : definiciones, prevención y detección precoz de la disfunción ventricular
La Insuficiencia Cardiaca (IC) es el síndrome final de algunas patologías muy prevalentes y puede traducir en cierto modo el fracaso del control y tratamiento de éstas, bien por lo imparable de su evolución con las medidas disponibles, o bien por un manejo inadecuado o subóptimo de dichas situaciones. Sin embargo, la prevención primaria y secundaria son puntos a menudo olvidados en el campo de la IC, cuando la detección y actuación sobre los individuos de riesgo y las fases precoces de la patología permitirían reducir la incidencia y modificar la historia natural de la enfermedad.El pronóstico de la IC sintomática sigue siendo sombrío, similar en términos de supervivencia al de algunas neoplasias y no menor en términos de impacto sobre la calidad de vida. Se hace necesario un planteamiento que intervenga en fases más precoces del síndrome, probablemente antes de que se desarrollen síntomas evidentes, ya que una vez que comienzan las manifestaciones clínicas, el impacto sobre la supervivencia a través del tratamiento, es limitado. La Cardiopatía Isquémica (CI) y la hipertensión arterial (HTA) (de forma aislada o asociadas) son responsables del mayor porcentaje de casos de IC en el mundo desarrollado , mientras que la valvulopatía reumática ha cedido el paso a las valvulopatías degenerativas, en especial a la estenosis aórtica. En el estudio de Framingham (4) se observó que la hipertensión era causante de forma aislada o asociada a otras patologías del 70% de los casos de IC. De todas formas, la importancia de la hipertensión y la enfermedad valvular como causas de IC, han disminuido progresivamente desde los años 50 (a lo largo de la cohorte de Framingham), con un incremento paralelo de la importancia de la enfermedad coronaria y la diabetes mellitus
Guía Europea de Prevención Cardiovascular en la Práctica Clínica: Adaptación Española del CEIPC 2008
Presentamos la adaptación española realizada por el CEIPC de la Guía Europea de Prevención de las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) 2008. Esta guía recomienda el modelo SCORE de bajo riesgo para la valoración del riesgo cardiovascular. El objetivo es prevenir la mortalidad y morbilidad debidas a las
ECV mediante el manejo de sus factores de riesgo en la práctica clínica. La guía hace énfasis en la prevención primaria y en el papel del médico y la enfermería de atención primaria en la promoción de un estilo de vida saludable, basado el incremento de los niveles de actividad física, la adopción de una alimentación saludable y, en los fumadores, el abandono del tabaco. La meta terapéutica para la presión arterial es en general <140/90 mmHg; pero en pacientes con diabetes, enfermedad renal crónica o ECV el objetivo es 130/80 mmHg. El colesterol debe mantenerse por debajo de 200 mg/dl (cLDL < 130 mg/dl); en los pacientes con ECV o diabetes el objetivo es cLDL < 100 mg/dl (80 mg/dl si factible en sujetos de muy alto riesgo). En diabetes tipo 2 y en pacientes con síndrome metabólico se debe reducir el peso y aumentar la actividad física y en su caso utilizar los fármacos indicados, para alcanzar los objetivos de IMC y de perímetro de cintura. El objetivo en diabéticos tipo 2 debe ser alcanzar una HbA1C < 7%. La amplia
difusión de las guías y el desarrollo de los programas destinados a favorecer su implantación, identificando barreras y buscando soluciones, son objetivos prioritarios del CEIPC, como uno de los medios fundamentales para trasladar las recomendaciones establecidas a la práctica clínica diaria.S