The Object-Gaze: Shame, Hejab, Cinema

The method for torturing prisoners at Abu Ghraib was chosen because it was assumed that the Islamic modesty system, or hejab, makes Muslims especially vulnerable to shame. Through an examination of the films of the Iranian filmmaker, Abbas Kiarostami, who directs films under the censorship rules imposed by hejab, and an examination of the philosoph­ical and psychoanalytic literature on shame, this paper calls into ques­tion both the assumption of the torturers and many of the restraints of the modesty system

MISUNDELSE OG SYMMETRISKE RELATIONERS UMULIGHED. Med hensyn til Jerusalem

Med anledning i den aktuelle og vedvarende konflikt omkring Jerusalem diskuteres forholdet mellem misundelse og retfærdighed. John Rawls forsøger i sit skelsættende værk at forsvare sit begreb om lighed og retfærdighed imod Freuds argument om, at sådanne begreber er baseret på misundelse. Denne artikel viser, hvorfor Rawls’ forsvar er utilstrækkeligt, og hvorledes Freuds radikale teori om lyst underminerer den liberale tro på, at retfærdighed kan fordeles ligeligt. Denne diskussion fortsættes med Elaine Scarry, hvis On Beauty and Being Just argumenterer for, at symmetri er det grundlæggende træk ved både skønhed og retfærdighed. Endelig foreslås det, at et »lighedsaksiom« erstatter Rawls’ og Scarrys »lighedsprogram«

Envy and justice: Rawls

Pero si el film noir vislumbraba la envidia como origen insondable y amargo de las rivalidades sociales, los teóricos sociales y políticos no han seguido esa pista: no se han tomado enserio ese vicio y sus lamentables aportes a las relaciones sociales, con la sola excepción de John Rawls, cuyo libro pionero – Teoría de la justicia – estudia el lugar de la envidia en la vida social. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)Dossier: La justicia del derecho y del revés.Texto extraído de Imaginemos que la mujer no existe. Ética y sublimación. Capítulo 6: “Justicia amarga y envidia liberal”. Joan Copjec. Fondo de cultura económica, Buenos Aires. (2006).Hospital Interzonal General de Agudos "Prof. Dr. R. Rossi

Envidia y justicia: Rawls

Pero si el film noir vislumbraba la envidia como origen insondable y amargo de las rivalidades sociales, los teóricos sociales y políticos no han seguido esa pista: no se han tomado enserio ese vicio y sus lamentables aportes a las relaciones sociales, con la sola excepción de John Rawls, cuyo libro pionero – Teoría de la justicia – estudia el lugar de la envidia en la vida social (1). Dado que el libro de Rawls ambiciona proponer, como su título lo indica, una teoría de la posibilidad de la justicia, la envidia – que interfiere en el camino de la justicia – es dejada de lado desde un principio. El neokantinao Rawls pretende localizar las condiciones de la posibilidad de la justicia en la razón humana, y en consecuencia pone entre paréntesis aquellos motivos de interés personal - como la envidia- que hacen que la razón se aparte de su destino, que es por definición desinteresado antes que egoísta. Pero Rawls no puede eludir durante mucho tiempo el tópico de la envidia, dado que no puede fingir ignorar un significativo reto a la legitimidad de su postulado, según el cual la envidia no es más que un obstáculo a la justicia. Según ese reto – articulado másenérgicamente por Freud – la envidia no es un impedimento, sino la condición misma de nuestra idea de justicia.Pero si el film noir vislumbraba la envidia como origen insondable y amargo de las rivalidades sociales, los teóricos sociales y políticos no han seguido esa pista: no se han tomado enserio ese vicio y sus lamentables aportes a las relaciones sociales, con la sola excepción de John Rawls, cuyo libro pionero – Teoría de la justicia – estudia el lugar de la envidia en la vida social (1). Dado que el libro de Rawls ambiciona proponer, como su título lo indica, una teoría de la posibilidad de la justicia, la envidia – que interfiere en el camino de la justicia – es dejada de lado desde un principio. El neokantinao Rawls pretende localizar las condiciones de la posibilidad de la justicia en la razón humana, y en consecuencia pone entre paréntesis aquellos motivos de interés personal - como la envidia- que hacen que la razón se aparte de su destino, que es por definición desinteresado antes que egoísta. Pero Rawls no puede eludir durante mucho tiempo el tópico de la envidia, dado que no puede fingir ignorar un significativo reto a la legitimidad de su postulado, según el cual la envidia no es más que un obstáculo a la justicia. Según ese reto – articulado másenérgicamente por Freud – la envidia no es un impedimento, sino la condición misma de nuestra idea de justicia.Pero si el film noir vislumbraba la envidia como origen insondable y amargo de las rivalidades sociales, los teóricos sociales y políticos no han seguido esa pista: no se han tomado enserio ese vicio y sus lamentables aportes a las relaciones sociales, con la sola excepción de John Rawls, cuyo libro pionero – Teoría de la justicia – estudia el lugar de la envidia en la vida social (1). Dado que el libro de Rawls ambiciona proponer, como su título lo indica, una teoría de la posibilidad de la justicia, la envidia – que interfiere en el camino de la justicia – es dejada de lado desde un principio. El neokantinao Rawls pretende localizar las condiciones de la posibilidad de la justicia en la razón humana, y en consecuencia pone entre paréntesis aquellos motivos de interés personal - como la envidia- que hacen que la razón se aparte de su destino, que es por definición desinteresado antes que egoísta. Pero Rawls no puede eludir durante mucho tiempo el tópico de la envidia, dado que no puede fingir ignorar un significativo reto a la legitimidad de su postulado, según el cual la envidia no es más que un obstáculo a la justicia. Según ese reto – articulado másenérgicamente por Freud – la envidia no es un impedimento, sino la condición misma de nuestra idea de justicia

Envy and justice: Rawls

Pero si el film noir vislumbraba la envidia como origen insondable y amargo de las rivalidades sociales, los teóricos sociales y políticos no han seguido esa pista: no se han tomado enserio ese vicio y sus lamentables aportes a las relaciones sociales, con la sola excepción de John Rawls, cuyo libro pionero – Teoría de la justicia – estudia el lugar de la envidia en la vida social. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)Texto extraído de Imaginemos que la mujer no existe. Ética y sublimación. Capítulo 6: “Justicia amarga y envidia liberal”. Joan Copjec. Fondo de cultura económica, Buenos Aires. (2006).Dossier: La justicia del derecho y del revés.Hospital Interzonal General de Agudos "Prof. Dr. R. Rossi

Envy and justice: Rawls

Pero si el film noir vislumbraba la envidia como origen insondable y amargo de las rivalidades sociales, los teóricos sociales y políticos no han seguido esa pista: no se han tomado enserio ese vicio y sus lamentables aportes a las relaciones sociales, con la sola excepción de John Rawls, cuyo libro pionero – Teoría de la justicia – estudia el lugar de la envidia en la vida social. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)Texto extraído de Imaginemos que la mujer no existe. Ética y sublimación. Capítulo 6: “Justicia amarga y envidia liberal”. Joan Copjec. Fondo de cultura económica, Buenos Aires. (2006).Dossier: La justicia del derecho y del revés.Hospital Interzonal General de Agudos "Prof. Dr. R. Rossi

Film Theory after Copjec

The importation of Lacanian psychoanalysis into film theory in the 1970s and 1980s ushered in a new era of cinema scholarship and criticism. Figures including Raymond Bellour, Laura Mulvey, and Christian Metz are often considered the pioneers of applying Lacanian psychoanalysis in the context of film theory, most notably through their writings in Screen Journal. However, where French and British scholarship on Lacan and film reached its limits, American Lacanianism flourished. When Joan Copjec’s now classic essay “The Orthopsychic Subject: Film Theory and the Reception of Lacan” was published in 1989, the trajectory of Lacanian film theory would become radically altered; as Todd McGowan recently put it, the “butchered operation” on Lacan committed by Mulvey and (quoting Copjec) the “Foucaultianization” of Lacan under the auspices of Screen Journal were finally indicted in one gesture through Copjec’s critique. Copjec and McGowan’s unique American view of Lacan marks a pivotal point in the convergence of psychoanalytic theory and cinema studies; by seeking to wrest Lacan from historist/deconstructionist theories of the subject, and by revisiting Lacan beyond the mirror stage, Copjec and McGowan can be said to have instantiated a resuscitation or even a renaissance of Lacanian theory in film studies in particular and in American scholarship more generally. In this essay, this renaissance of Lacanian theory is examined, focusing on the innovations these two American thinkers brought to psychoanalytic film theory and the multiple paths carved out into other disciplines that followed. First, a detailed summation of the contentions between screen theory and Copjec’s position is introduced, as well as McGowan’s assessment thereof. Then, the trajectory of psychoanalytic film theory after Copjec’s arrival is the focus, including the major innovations in her thought from cinematic subjectivity to sexual difference (most notably from Read My Desire) and the way her position spread to philosophy and ontology. Finally, the article identifies the limitations of Copjec’s and McGowan’s thought and seeks new possibilities through which we may continue to apply psychoanalysis to the cinema in the wake of these two important thinkers. L’importation de la psychanalyse lacanienne dans la théorie du film au cours des années 1970 et 1980 a apporté une nouvelle ère de recherche et de critique cinématographiques. Des figures comme Raymond Bellour, Laura Mulvey et Christian Metz sont souvent considérées comme étant les pionniers dans l’application de la psychanalyse lacanienne au contexte de la théorie du film, surtout dans leurs écrits pour le Screen Journal. Par contre, là où les recherches françaises et britanniques sur Lacan et la cinématographie ont atteint leurs limites, le lacanisme américain a prospéré. La publication en 1989 de « The Orthopsychic Subject: Film Theory and the Reception of Lacan », l’essai classique de Joan Copjec, a complètement changé la trajectoire de la théorie lacanienne du film; comme Todd McGowan l’a récemment exprimé, « l’opération massacrée » commise sur Lacan par Mulvey et (citant Copjec) la « Foucaultisation » de Lacan sous les auspices de Screen Journal avaient finalement été accusées d’un seul coup par la critique de Copjec. Le point de vue uniquement américain de Copjec et de McGowan sur Lacan marque un tournant dans la convergence de la théorie psychanalytique et des études cinématographiques. En cherchant à arracher Lacan des théories historicistes/déconstructivistes du sujet, et en revisitant Lacan au-delà du stade du miroir, Copjec et McGowan ont instancié une ressuscitation, voire une renaissance, de la théorie lacanienne dans les études cinématographiques en particulier et dans les études américaines en général. Dans cet article, cette renaissance de la théorie lacanienne est examinée, mettant l’accent sur les innovations que ces deux penseurs américains ont apportées à la théorie psychanalytique du film et les multiples chemins tracés dans d’autres disciplines subséquentes. Premièrement, un résumé détaillé des différends entre la théorie du film et la position de Copjec est présenté, ainsi que l’évaluation de McGowan à ce sujet. Puis, la trajectoire de la théorie psychanalytique du film après l’arrivée de Copjec est mise de l’avant, notamment les innovations importantes de sa pensée de la subjectivité à la différence sexuelle (particulièrement dans Read My Desire) et la manière dont sa position s’est propagée dans la philosophie et l’ontologie. Finalement, l’article identifie les limites de la pensée de Copjec et de McGowan et cherche de nouvelles possibilités à travers lesquelles nous pourrions continuer d’appliquer la psychanalyse au cinéma après ces deux grands penseurs