El discernimiento ético de la pareja humana. Un don, una tarea

"El discernimiento ético de la pareja humana, un don, una tarea” es una reflexión dirigida a las parejas en vista a a ayudarles a tomar conciencia de su capacidad de discernimiento y de responsabilidad de frente a los conflictos que las ‘antinomias’ de la existencia humana (ley-libertad, doctrina-vida, norma-situación concreta) les plantean a diario. La enseñanza del post-Concilio Vaticano II reconoce a las parejas de esposos la capacidad de discernir y decidir siguiendo el dictamen de la conciencia conyugal. A iluminarles en el ejercio de esta capacidad-responsabilidad están la ‘equidad’ y la ‘epiqueya, categorías viejas que vuelven a tener plena vigencia.“The Ethical Discernment of the Human Couple, a Gift, a Task” is a reflection intended for couples with a view to assisting them to become aware of their capacity for discernment and their responsibility to face up to the conflicts that the “opposing pairs” of human existence (law–freedom, doctrine–life, theory–practice) present on a daily basis. Post-Vatican II teaching recognizes that married couples have the ability for discerning and taking decisions guided by their joint conscience. To assist them in the practice of this capacity–responsibility there are the notions of “fairness” and “prudent interpretation of the law”, which are coming back into full force

Competencia de los laicos en ética conyugal. Una brecha que se abre

The article entitled «The competence of the laity in conjugal ethics. A breach that opens up...» attempts to be a reflection on the responsibility of married lay men and women in marriage matters. The primitive Church recognized the capacity of the laity for an active participation in the ecclesial community; this possibility of active participation disappeared for diverse reasons... Vatican II opened again the doors to this participation, setting up this competence on three pillars: the 'sensus fidelium', the experience and the right to intervene in the things that concern the laity. So that the married lay person can exercise his or her competence in marriage matters it is necessary for him or her to be duly trained in very specific aspects, such as: the awareness of being a couple, the interiorization of the moral rule and in the use of the epiqueya.El artículo tiulado “La competencia de los laicos en ética conyugal. Una brecha que se abre” intenta ser una reflexión sobre la responsabilidad de los lacios casados en materia matrimonial. La iglesia primitiva reconoció la capacidad de los laicos para una participación activa dentro de la comunidad eclesial; esta posibilidad de participación activa desapareció por razones diversas... El Concilio Vaticano II abrió de nuevo las puertas a esta participación fundando esta competencia en tres pilares como son el ‘sensus fidelium’, la experiencia y el derecho a intervenir en las cosas que competen a los laicos. Para que el laico casado pueda ejercer su competencia en materia matrimonial es necesario que sea formado debidamente en aspectos muy concretos como son la conciencia de ser pareja, la interiorización de la norma moral y en el uso de la epiqueya

Jesús de Nazareth: ¿célibe?, ¿casto?, ¿virgen? Un intento de respuesta

El presente artículo intenta hacer la distinción entre lo que es el celibato, la castidad y la virginidad a partir de la persona de Jesús de Nazareth. Se trata de una distinción que se ha ido perfilando a lo largo de la historia del cristianismo; en un principio se emplearon tres términos indiferenciadamente (celibato, castidad, virginidad); solo posteriormente se ha hecho la diferencia de cada uno de ellos. ‘Celibato’ es fundamentalmente una norma canónica de la iglesia para los candidatos al ministerio presbiteral; ‘castidad’ corresponde mejor a una visión filosófica en contra de la incontinencia sexual; finalmente, ‘virginidad’ aparece como un valor teológico-religioso que propuso Jesús de Nazareth a algunos de sus seguidores a través de su vida y su enseñanza. La virginidad es la disposición de total consagración, como Cristo, al servicio del Reino de Dios.This article tries to make the distinction between what is celibacy, chastity and virginity from the person of Jesus of the Nazareth. All is about distinction which has been refined over the history of Christianity; initially, three terms undifferentiated were used (celibacy, chastity, virginity); only afterwards they gave out the difference of each one of them. ‘Celibacy’ is one of the most basic and essential church canon law for candidates to the priesthood; ‘chastity’ corresponds better to a philosophical view against sexual incontinence; finally, ‘virginity’ appears as a theological-religious value that Jesus of Nazareth proposed to some of his followers through his life and teaching. Vir ginity is the provision of total consecration, like Christ himself, to serve the Kingdom of God.peerReviewe

Hacia una teología ecuménica de la pareja humana a partir del "matrimonio mixto"

La presente reflexión en búsqueda de una teología ecuménica del matrimonio a partir del matrimonio mixto es un intento de subrayar de modo explícito el esfuerzo implícito que están haciendo las iglesias cristianas dentro del Movimiento Ecuménico en favor de la pareja humana. Existen "unos signos de los tiempos" que revelan este horizonte; hay unos elementos de base que predisponen positivamente a la elaboración de una reflexión teológica en clima ecuménico, y hay también campos nuevos a explorar en vista al avance de dicha reflexión. Una teología ecuménica del matrimonio cristiano es posible, es una necesidad sentida y será también un servicio doctrinal y pastoral a las parejas unidas en "matrimonio mixto"

¿Castidad conyugal o humanización de la sexualidad?: una nueva perspectiva

Por muchos siglos prevaleció dentro de la moral católica una tradición procreacionista que llegó incluso a reflejarse en la legislación canónica. Causa de este énfasis, entre otras, el pesimismo y una visión reductiva de la sexualidad. Como consecuencia se derivó una consigna que tuvo vigencia hasta ahora, la llamada «castidad conyugal» entendida como «abstención de...». Una tal mentalidad desató en buena parte el conflicto que conocemos hoy: o aceptar los hijos que vengan, o poner en serio riesgo la fidelidad conyugal. Entre las diversas razones que urgen una reformulación de la categoría tradicional de «castidad conyugal» aparece como la primera la «recepción del amor humano» dentro de la teología moral. P. de Locht es quien nos sugiere esta nueva fórmula: "Humanización de la libre y verdadera expresión carnal"