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    El marco tectónico de la región caribeana y el recambio K/T de la fauna de mamíferos continentales de América del Sur

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    De acuerdo con el registro fósil, durante el Cretácico Tardío-Paleoceno Temprano ocurrió un intercambio de vertebrados continentales(e.g., serpientes bóidas, dinosaurios, mamíferos) entre las Américas. El arribo de los inmigrantes norteamericanos (particularmente mar-supiales y placentarios) durante el Cretácico más tardío y el Paleoceno más temprano tuvo una influencia crucial en la composición delas comunidades de mamíferos de América del Sur. Durante el Cretácico tardío estas comunidades estuvieron dominadas por grupos nati-vos de abolengo pangeico, los cuales representaban más del 95% de los géneros conocidos. Sin embargo, durante el Paleoceno Tempranoel 70% de los mamíferos derivaba de aquellos inmigrantes norteamericanos arribados durante el Cretácico Tardío-Paleoceno más tem-prano, y durante el Paleoceno Tardío, todos los mamíferos sudamericanos (con la posible excepción de los xenartros) derivaban de aque-llos inmigrantes. A pesar de que ninguna evidencia geológica soporta la existencia de una comunicación continua entre las Américasdurante el intervalo Cretácico Tardío-Paleoceno Temprano, el registro fósil elocuentemente sostiene la existencia de una conexión terres-tre transitoria entre ambas Américas hacia finales del Cretácico. Esta interpretación es soportada por las recientes reconstrucciones geo-gráficas de la región caribeña.According to the fossil record, a biotic interchange of land vertebrates (e.g. booid snakes, dinosaurs and mammals) occurred between the Americas during the Late Cretaceous-Early Palaeocene. The arrival of North American immigrants (particularly marsupials and placentals) during the latest Cretaceous-earliest Palaeocene had a profound influence on the composition of the South American mammal communities. During the Late Cretaceous these communities were dominated by native groups of Pangeic lineages, which represented more than 95% of the known genera, but during the Early Palaeocene 70% of South American mammals were derived from North American immigrants that had arrived during the Late Cretaceous-earliest Palaeocene, and by the Late Palaeocene all the South American mammals (with the possible exception of the xenarthrans) were descendants of these North American immigrants. In spite of the fact that no geological evidence is currently available to support the existence of a continuous land connection between the Americas during the Late Cretaceous-early Palaeocene, the fossil record is substantial enough to point to a temporary inter-American connection that permitted the beginning of a land-mammal exchange by the end of the Cretaceous. This interpretation is supported by recent geographic reconstructions of the Caribbean region.Fil: Ortiz Jaureguizar, Edgardo. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Laboratorio de Sistemática y Biología Evolutiva; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Centro Científico Tecnológico Conicet - La Plata; ArgentinaFil: Pascual, Rosendo. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. División Paleontología Vertebrados; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Centro Científico Tecnológico Conicet - La Plata; Argentin

    Non-tribosphenic Gondwanan mammals and the alternative development of molars with a reversed triangle cusp pattern

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    Several lineages of non-holotherian Gondwanan mammals developed complex, tribosphenic-like molars, but not tribosphenic occlusion. The reversed triangle occlusal pattern, characteristic of holotherian lineages leading to tribosphenic occlusion, could have been acquired without a cusp rotation process. A review of the molar structure in primitive monotreme prototherians and gondwanathere allotherians suggests that a tricuspid pattern could have been accomplished by expansion of cingula, elevation of their cusps, and connection by ridges of two of the latter to one of the original ones, leading to a triangular pattern in some, or all, their molars. This cusp and ridge arrangement is already outlined in the lower cheekteeth of Steropodon galmani Archer et al., the oldest (Early Cretaceous) and most primitive Platypoda so far known. Similarly, one isolated lower molariform of the primitive gondwanathere Ferugliotherium windhauseni Bonaparte (Late Cretaceous) shows its anterolabial cusp connected by two ridges to two lingual cusps, forming a V-shaped, trigonid-like structureFacultad de Ciencias Naturales y Muse

    Algunas consideraciones sobre el origen geográfico y filético de los mamíferos extinguidos y vivientes de América del Sur

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    A la luz de los más modernos conocimientos la clase Mammalia ha llegado a adquirir una nueva dimensión, seguramente inesperada para aquellos que no están familiarizados con el estudio de la evolución de los vertebrados extinguidos. Los mamíferos no constituyen una agrupación natural tan claramente distinguible de los demás taxones de vertebrados por una serie de caracteres tan definidos, como se ha pretendido y enseñado en zoología. Si consideramos los reptiles y mamíferos últimamente extinguidos, y sus representantes vivientes, indudablemente podremos comprobar que cada uno presenta una serie de caracteres estructurales y fisiológicos limitantes, que permiten reconocer erí ellos a dos taxones naturales, nada arbitrarios.Universidad Nacional de La Plat

    La historia de los mamíferos terrestres sudamericanos: la seminal transición cretácico-paleoceno

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    The last records of Late Cretaceous and early Paleocene (Danian-Selandian) mammals from Patagonia together with those from the early Paleocene of Bolivia, are hard evidence that the whole history of the terrestrial South american mammals followed peculiar evolutionary patterns, very different from those of other regions of the world. We recognize two large episodes, which we call the Gondwanic Stage and the South American Stage. Each results from evolutionary processes which involve genetic isolation, and appear to have been related to the two stages of geographic isolation which happened in the South American continent: as part of the Gondwana supercontinent during most of the Mesozoic, and finally as a discrete and isolated continental unit near the end of the Pliocene. The first one was characterized by communities exclusively composed of no-tribosphenic and pre-tribosphenic mammals. The second one included only tribosphenic mammals (except for one monotremata and one non-tribosphenic from the early Palaeocene, and only from Patagonia). The fisrt stage was a severe isolation from the northern continents which integrated into Lau- rasia. The second, on the other hand, was characterized by sporadic direct or indirect conexions with the Laurasian continents, or with Africa. For this reason, all mammals belonging to this second stage are regional products which, in isolation, derived from extracontinental immigrants. The drastic compositional changes between these stages should have happened between the Campanian and Danian, but we lack records which would allow the recognition of their modus operandi.Los últimos registros de mamíferos del Cretácico Tardío y del Paleoceno temprano (Daniano-Selan- diano) de Patagonia, sumados a aquéllos del Paleoceno Temprano (Daniano tardío?) de Bolivia, son evidencia concreta de que la historia toda de los mamíferos terrestres sudamericanos siguió patrones evolutivos singulares, y muy distintos a aquéllos de otras partes del mundo. Reconocemos dos grandes etapas, que distinguimos como la Etapa Gondwánica y la Etapa Sudamericana. Cada una de ellas resulta de procesos evolutivos sucedidos en aislación genética, y aparecen como causalmente relacionadas, respectivamente, a las dos grandes etapas de aislamiento geográfico por las que pasó lo que devendría el continente sudamericano: como parte del Supercontinente Gondwana durante la mayor parte del Mesozoico, y finalmente como una unidad continental discreta y aislada hasta fines del Plioceno. La primera estuvo caracterizada por comunidades compuestas exclusivamente por mamíferos no-tribosfénicos y pre-tribosfénicos. La segunda, por comunidades compuestas exclusivamente por mamíferos tribosfénicos (salvo un monotremata y otro no-tribosfénico del Paleoceno temprano, y sólo de Patagonia). La primera etapa fue de un más severo aislamiento de los continentes del norte, componentes de Laurasia. La segunda, en cambio, estuvo signada por esporádicas conexiones, directas o indirectas, con los continentes laurásicos, y con África. Así, todos los mamíferos de esta segunda etapa son productos regionales que, en aislación, derivaron de inmigrantes extracontinentales. Los drásticos cambios composicionales entre una y otra etapa debieron ocurrir entre el Campaniano y el Daniano, aunque carecemos de registros que permitan reconocer su modus operandi.Facultad de Ciencias Naturales y Muse

    La historia de los mamíferos terrestres sudamericanos: la seminal transición cretácico-paleoceno

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    The last records of Late Cretaceous and early Paleocene (Danian-Selandian) mammals from Patagonia together with those from the early Paleocene of Bolivia, are hard evidence that the whole history of the terrestrial South american mammals followed peculiar evolutionary patterns, very different from those of other regions of the world. We recognize two large episodes, which we call the Gondwanic Stage and the South American Stage. Each results from evolutionary processes which involve genetic isolation, and appear to have been related to the two stages of geographic isolation which happened in the South American continent: as part of the Gondwana supercontinent during most of the Mesozoic, and finally as a discrete and isolated continental unit near the end of the Pliocene. The first one was characterized by communities exclusively composed of no-tribosphenic and pre-tribosphenic mammals. The second one included only tribosphenic mammals (except for one monotremata and one non-tribosphenic from the early Palaeocene, and only from Patagonia). The fisrt stage was a severe isolation from the northern continents which integrated into Lau- rasia. The second, on the other hand, was characterized by sporadic direct or indirect conexions with the Laurasian continents, or with Africa. For this reason, all mammals belonging to this second stage are regional products which, in isolation, derived from extracontinental immigrants. The drastic compositional changes between these stages should have happened between the Campanian and Danian, but we lack records which would allow the recognition of their modus operandi.Los últimos registros de mamíferos del Cretácico Tardío y del Paleoceno temprano (Daniano-Selan- diano) de Patagonia, sumados a aquéllos del Paleoceno Temprano (Daniano tardío?) de Bolivia, son evidencia concreta de que la historia toda de los mamíferos terrestres sudamericanos siguió patrones evolutivos singulares, y muy distintos a aquéllos de otras partes del mundo. Reconocemos dos grandes etapas, que distinguimos como la Etapa Gondwánica y la Etapa Sudamericana. Cada una de ellas resulta de procesos evolutivos sucedidos en aislación genética, y aparecen como causalmente relacionadas, respectivamente, a las dos grandes etapas de aislamiento geográfico por las que pasó lo que devendría el continente sudamericano: como parte del Supercontinente Gondwana durante la mayor parte del Mesozoico, y finalmente como una unidad continental discreta y aislada hasta fines del Plioceno. La primera estuvo caracterizada por comunidades compuestas exclusivamente por mamíferos no-tribosfénicos y pre-tribosfénicos. La segunda, por comunidades compuestas exclusivamente por mamíferos tribosfénicos (salvo un monotremata y otro no-tribosfénico del Paleoceno temprano, y sólo de Patagonia). La primera etapa fue de un más severo aislamiento de los continentes del norte, componentes de Laurasia. La segunda, en cambio, estuvo signada por esporádicas conexiones, directas o indirectas, con los continentes laurásicos, y con África. Así, todos los mamíferos de esta segunda etapa son productos regionales que, en aislación, derivaron de inmigrantes extracontinentales. Los drásticos cambios composicionales entre una y otra etapa debieron ocurrir entre el Campaniano y el Daniano, aunque carecemos de registros que permitan reconocer su modus operandi.Facultad de Ciencias Naturales y Muse

    Algunas consideraciones sobre el origen geográfico y filético de los mamíferos extinguidos y vivientes de América del Sur

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    A la luz de los más modernos conocimientos la clase Mammalia ha llegado a adquirir una nueva dimensión, seguramente inesperada para aquellos que no están familiarizados con el estudio de la evolución de los vertebrados extinguidos. Los mamíferos no constituyen una agrupación natural tan claramente distinguible de los demás taxones de vertebrados por una serie de caracteres tan definidos, como se ha pretendido y enseñado en zoología. Si consideramos los reptiles y mamíferos últimamente extinguidos, y sus representantes vivientes, indudablemente podremos comprobar que cada uno presenta una serie de caracteres estructurales y fisiológicos limitantes, que permiten reconocer erí ellos a dos taxones naturales, nada arbitrarios.Universidad Nacional de La Plat

    ¿Nada nuevo bajo el sol?

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    No hay nada nuevo bajo el sol. La historia se repite. Refranes que expresan la convicción popular de que todo se repite. Y si no todo sí las vivencias del hombre. La idea es que relativamente nuevos escenarios se suceden en el tiempo pero la obra que se representa en su esencia es siempre la misma, transmitiendo el "mismo" y "eterno" mensaje. Es el tiempo cíclico o circular de Pitágoras, es el "eterno retorno", la repetición "infinita" de ciclos que, para Borges (1961), si no son idénticos al menos sí similares. Claro, es el tiempo cíclico de la experiencia humana. En esa concepción del tiempo, implícitamente el hombre se autocalifica como una inconmovible unidad biológica, ajena a los efectos de los agentes que le son "externos". La razón de ser del cada vez más complejo "mundo del hombre" no tiene por qué ser explicada por la acción de fuerzas distintas de las que están actuando desde el momento en que el hombre reconoció su propia existencia, "desde que el hombre es hombre".Fundación Museo La Plat

    ¿Nada nuevo bajo el sol?

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    No hay nada nuevo bajo el sol. La historia se repite. Refranes que expresan la convicción popular de que todo se repite. Y si no todo sí las vivencias del hombre. La idea es que relativamente nuevos escenarios se suceden en el tiempo pero la obra que se representa en su esencia es siempre la misma, transmitiendo el "mismo" y "eterno" mensaje. Es el tiempo cíclico o circular de Pitágoras, es el "eterno retorno", la repetición "infinita" de ciclos que, para Borges (1961), si no son idénticos al menos sí similares. Claro, es el tiempo cíclico de la experiencia humana. En esa concepción del tiempo, implícitamente el hombre se autocalifica como una inconmovible unidad biológica, ajena a los efectos de los agentes que le son "externos". La razón de ser del cada vez más complejo "mundo del hombre" no tiene por qué ser explicada por la acción de fuerzas distintas de las que están actuando desde el momento en que el hombre reconoció su propia existencia, "desde que el hombre es hombre".Fundación Museo La Plat

    ¿Nada nuevo bajo el sol?

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    No hay nada nuevo bajo el sol. La historia se repite. Refranes que expresan la convicción popular de que todo se repite. Y si no todo sí las vivencias del hombre. La idea es que relativamente nuevos escenarios se suceden en el tiempo pero la obra que se representa en su esencia es siempre la misma, transmitiendo el "mismo" y "eterno" mensaje. Es el tiempo cíclico o circular de Pitágoras, es el "eterno retorno", la repetición "infinita" de ciclos que, para Borges (1961), si no son idénticos al menos sí similares. Claro, es el tiempo cíclico de la experiencia humana. En esa concepción del tiempo, implícitamente el hombre se autocalifica como una inconmovible unidad biológica, ajena a los efectos de los agentes que le son "externos". La razón de ser del cada vez más complejo "mundo del hombre" no tiene por qué ser explicada por la acción de fuerzas distintas de las que están actuando desde el momento en que el hombre reconoció su propia existencia, "desde que el hombre es hombre".Fundación Museo La Plat

    The K-T and Tertiary-Pleistocene South American mammalian turnovers: similar phenomena?

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    The history of South American mammals has been episodic, apparently "stratified", and the "strata" relatively few in number and, as a rule, sharply and clearly separable. This is a consequence of the physical history of the continent. The fossil record shows that there were two great episodes characterized by drastic turnovers of mammal communities; both appear related to two of the most drastic physical changes withstood by the continent. The oldest episode is related to the separation of Africa from the other Gondwanan continents (shaping the primordial outlines of the eastern cost of the incipient Southern Atlantic Ocean), and to a sporadic connection of the South American plate with the North American plate. This led to the first great turnover: with the exception of two Gondwanan taxa (Monotremes and Gondwanatheres), and probably another one (Dryolestida), all the Gondwanan mammals (all non-tri- bosphenic taxa) became extinct, and were "replaced" by Laurasian tribosphenic marsupial and placental immigrants. Because of the early extinction (early Paleocene) of the Gondwanan non-tribosphenic survivors, and the subsequent isolation of the continent (including, at least, the Antarctic Peninsula) unique communities solely composed of quite endemic (native) marsupials and placentals were built up. As a consequence of the inter-American connection via the newborn Central America, an increasing biotic interchange began. The second great turnover, involving dispersal, extinction and survival, built up quite peculiar mammalian communities. These are the new basic mammal communities that, after the "Megafaunal Extinction" and the addition of a few and selected immigrants, distinguish the present Neotropical Region. Apparently this second great turnover was accomplished by replacement, not by displacement, as long thought. The failure to find mammals in rocks representing the K-T transition, has no record to analyze the modus operandi of the transcendental first turnover.Facultad de Ciencias Naturales y Muse
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