197 research outputs found

    Actividad física: algo más que gasto energético

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    Tradicionalmente, se ha considerado el balance energético como la diferencia entre consumo y gasto calórico, asociando resultados positivos a un incremento del índice de masa corporal, que puede conducir hacia sobrepeso u obesidad en casos extremos. En la actualidad, se conocen diversos factores genéticos, metabólicos y ambientales (regulación del apetito, intensidad del ejercicio, sedentarismo), que afectan al balance energético y están induciendo hacia una pandemia de enfermedades crónicas, como la obesidad. El avance del conocimiento científico viene indicando que el ejercicio físico planificado que cumpla con las recomendaciones de actividad física, hace aumentar el nivel de condición física, reduce el sedentarismo y provoca una disminución del índice de masa corporal con un descenso asociado del porcentaje de masa grasa, factores que inducen sobre el bienestar físico, psicológico y socio-emocional

    El ejercicio agudo aumenta las concentraciones de homocisteína en varones físicamente activos

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    Introducción: Niveles altos de Homocisteína (Hcy) se han identificado como un factor de riesgo cardiovascular. En relación con la práctica de ejercicio físico, los resultados son contradictorios. Objetivos: El objetivo del presente estudio fue determinar la influencia de ejercicios agudos máximo y submáximo sobre las concentraciones de homocisteína total (tHcy) y otros parámetros sanguíneos relacionados. Material y métodos: Diez varones (23,5 ± 1,8 años) físicamente activos realizaron una prueba incremental máxima y otra submáxima a una intensidad del 65% del consumo máximo de oxígeno (VO2max) en tapiz rodante. Se analizaron antes y después las concentraciones de tHcy, folato, vitamina B12 y creatinina séricas. Resultados: Las concentraciones de tHcy séricas aumentaron significativamente tras las pruebas de intensidad máxima (p < 0,05) y submáxima (p < 0,01). El folato y la vitamina B12 también aumentaron significativamente tras ambas pruebas (p < 0,05). Las concentraciones de creatinina aumentaron significativamente únicamente en la prueba máxima (p < 0,001). Se encontró una relación inversa entre los niveles de folato y de tHcy en todos los puntos (p < 0,05). Conclusión: Se observaron niveles altos de homocisteína después del ejercicio agudo tanto máximo como submáximo

    Metabolic risk score indexes validation in overweight healthy people

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    The constellation of adverse cardiovascular disease (CVD) and metabolic risk factors, including elevated abdominal obesity, blood pressure (BP), glucose, and triglycerides (TG) and lowered high-density lipoprotein-cholesterol (HDL-C), has been termed the metabolic syndrome (MetSyn) [1]. A number of different definitions have been developed by the World Health Organization (WHO) [2], the National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (ATP III) [3], the European Group for the Study of Insulin Resistance (EGIR) [4] and, most recently, the International Diabetes Federation (IDF) [5]. Since there is no universal definition of the Metabolic Syndrome, several authors have derived different risk scores to represent the clustering of its components [6-11]

    Physical activity assessment in the general population; validated self-report methods.

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    Los cuestionarios auto-administrados han sido comúnmente utilizados en los estudios con grandes cohortes con el fin de evaluar la actividad física de sus participantes. Como consecuencia de ello, existe una considerable cantidad de evidencias científicas sobre el efecto protector de la actividad física sobre la salud. Sin embargo, los estudios de validación que utilizan métodos objetivos para la cuantificación de la actividad física o el gasto energético (el agua doblemente marcada, los acelerómetros, los podómetros, etc.) indican que la precisión de los cuestionarios es limitada. Los cuestionarios de actividad física pueden fallar especialmente al estimar la actividad física no vigorosa, y suelen centrarse de forma desproporcionada en los tipos de ejercicios planificados (ir en bicicleta, correr, andar,…), mientras que no suelen recoger las actividades de la vida diaria y movimientos de intensidad más moderada no planificada. La estimación del gasto energético a partir de estos datos no es recomendable. Por otro lado, y a pesar de que los métodos objetivos deberían de ser la primera elección a la hora de evaluar la actividad física, los cuestionarios se mantienen como herramientas válidas y con muchas ventajas, una de ellas, el bajo coste. Este tipo de instrumentos están específicamente diseñados y validados para diferentes grupos de edad y proporcionan información valiosa e importante, sobre todo, del patrón de actividad física. Los futuros estudios requieren de más precisión a la hora de medir la actividad física respecto a la que proporcionan los cuestionarios. Podemos concluir que probablemente un método mixto que combine los métodos objetivos y subjetivos y que incluya nuevos sistemas y registros electrónicos sería lo recomendable

    Biomarkers of physical activity and exercise

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    Tradicionalmente, los biomarcadores han sido de interés en las ciencias del deporte para medir el rendimiento, el progreso en el entrenamiento y para identificar el sobreentrenamiento. Durante los últimos años, cada vez hay mayor interés en evaluar los efectos relacionados con la salud que se producen en el organismo debidos a una actividad física regular y al deporte. El valor o la concentración de un biomarcador depende de muchos factores, como el grado de entrenamiento, el grado de fatiga y del tipo, la intensidad y la duración del ejercicio, aparte de la edad y del sexo. La mayor parte de los biomarcadores se miden en sangre, orina y saliva. Una de las principales limitaciones que presentan los biomarcadores bioquímicos es la falta de valores de referencia adaptados específicamente para deportistas y personas físicamente activas. Las concentraciones pueden variar considerablemente de los valores de referencia normales. Por lo tanto, es importante adaptar los valores de referencia siempre y cuando sea posible y controlar a cada sujeto regularmente, con el fin de establecer su propia escala de referencia. Otros biomarcadores útiles son la composición corporal (específicamente masa muscular, masa grasa, peso), la condición física (capacidad cardiorrespiratoria, fuerza, agilidad, flexibilidad), frecuencia cardíaca y presión arterial. Dependiendo de la finalidad, será conveniente analizar uno o varios biomarcadores. Para esta revisión, profundizaremos en los biomarcadores que se emplean para evaluar condición física, fatiga crónica, sobreentrenamiento, riesgo cardiovascular, estrés oxidativo e inflamación

    Evaluation of nutritional status and energy expenditure in athletes

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    El ejercicio físico continuo conduce al atleta a mantener un equilibrio inestable entre la ingesta dietética, el gasto de energía y las exigencias adicionales de un alto grado de actividad física. Por lo tanto, una evaluación precisa del estado nutricional es esencial para optimizar el rendimiento, ya que afecta a la salud, la composición corporal, y la recuperación del atleta. Aspectos específicos como tipo de deporte, especialidad o posición de juego, programa de entrenamiento y calendario de competiciones, la categoría, objetivos específicos, que difieran de la población en general, deben ser tenidos en cuenta. La evaluación bioquímica nos puede dar una idea general del estado nutricional, del perfil lipídico, del funcionamiento de hígado o riñón, de si la dieta es demasiado alta en proteínas o grasas, así como las posibles deficiencias nutricionales y la necesidad de suplementación. La cineantropometría deportiva tiene gran utilidad ya que permite la evaluación de la masa corporal, altura, longitud, diámetro, perímetro y pliegues cutáneos, donde la información se procesa mediante la aplicación de diferentes ecuaciones, obteniendo información sobre el somatotipo, la composición corporal y la proporcionalidad de las distintas partes del cuerpo. Para poder dar una orientación nutricional adecuada, las necesidades de energía de los atletas deben ser conocidas. Si la medición objetiva no es posible, existen tablas que incluyen los requerimientos de energía teóricamente establecidos para diferentes deportes. La evaluación dietética debe incluir información sobre el consumo de alimentos y nutrientes para establecer la relación entre la dieta, el estado de salud y el rendimiento del atleta. Por otro lado, un estado adecuado de hidratación en los atletas es esencial para mantener un rendimiento óptimo. Se debe valorar específicamente la ingesta de líquidos por parte del deportista. La deshidratación puede causar efectos nocivos en la salud de los atletas. Como no existe un método “gold standard”, la gravidez y el color de la orina son los métodos más extendidos para analizar el estado de hidratación. Hay consenso en que la combinación de diferentes métodos asegura una captura efectiva de datos para la valoración nutricional del deportista que permitirá proceder a la intervención dietética y nutricional

    Combined exercise effects on metabolic syndrome

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    Few randomized trials have examined the optimal mode of exercise or combination of modalities for specific cardiometabolic health benefits [1-3] . Therefore, questions remain unaddressed whether strength training or endurance training alone improves cardiometabolic health in overweight adults; whether a combination of both provides additional improvements [4, 5]

    New Evidence on Regucalcin, Body Composition, and Walking Ability Adaptations to Multicomponent Exercise Training in Functionally Limited and Frail Older Adults

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    Background: Regucalcin, or senescence marker protein-30 (SMP30), is a Ca2+-binding protein with multiple functions reported in the literature. Physical exercise has been shown to improve aging markers; nevertheless, SMP30 in humans has not been extensively researched. Older adults experience a decline in functional capacity and body composition. The purpose of this study was to examine the effects of a multicomponent training (MCT) program on SMP30 and its regulation of walking ability and body composition in functionally limited, frail, and pre-frail older adults. Methods: A total of 34 older adults (aged 80.3 +/- 6.1 years) were divided into an intervention group (IG = 20) and control group (CG = 14). The IG performed a supervised MCT (strength, endurance, balance, coordination, and flexibility) program for 6 months, 3 days per week, whereas the CG continued their normal lives without any specific physical training. SMP30 was analyzed in plasma after 3 and 6 months of MCT, while some physical fitness variables (Timed Up and Go (TUG) and 6-min walk test (6MWT)) and body composition (fat mass and lean mass) were measured at baseline, as well as after 3 months and 6 months of MCT. Results: No significant changes were observed in SPM30 between the IG (877.5 a.u. to 940.5 a.u., respectively) and CG (790.4 a.u. to 763.8 a.u., respectively). Moreover, no SMP30 differences were found between groups after 3 and 6 months of MCT. The IG improved significantly in the 6MWT after 3 months (472.2 +/- 84.2 m) compared to baseline (411.2 +/- 75.2 m). The IG also significantly enhanced their TUG performance after 3 months (7.6 +/- 1.6 s) and 6 months (7.3 +/- 1.8 s) of training compared to baseline (9.3 +/- 3.2 s) (all, p < 0.001). There were no significant differences in body composition between the IG and CG through the 6 months of MCT. Conclusions: The present study suggests that MCT did not change SMP30 levels from 3 to 6 months, where there were changes in neither walking ability nor body composition; however, MCT was effective in improving 6MWT and TUG performance from baseline to 3 months

    Health-Related Factors in Rural and Urban Mexican Adolescents from the State of Jalisco: The HELENA-MEX Study

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    Mexico shows a high prevalence of obesity in children and adolescents. Geographical location and cultural environment could play a role in the promotion of healthy lifestyles in terms of physical activity (PA), sedentary behavior (SB) and nutrition. The purpose of this study was to assess rural and urban differences in body composition (BC), physical fitness (PF), PA and nutritional status of adolescents from the state of Jalisco (Mexico). The study involved 469 students aged 13–17 years (55.0% girls) from eight high schools. BC was analyzed by bioimpedance and PF by standardized field tests. Objective measurements of PA and SB were taken in a subsample (n = 240). Energy intake (EI) was calculated from two 24h recalls. Rural residents presented a higher prevalence of overweight, waist circumference, trunk fat mass, regional fat free mass and muscle handgrip strength (all p < 0.05, η2p < 0.06). Cardiorespiratory fitness was similar among participants, whereas urban adolescents showed higher muscle power, speed-agility and flexibility scores (all p < 0.05, η2p < 0.07). Overall lifestyle behavior in urban adolescents was more sedentary (p < 0.05, η2p = 0.11). EI was similar in both locations. In conclusion, rural Mexican adolescents presented a generally lower sedentary behavior and a lower fitness and fatness profile than their urban peers

    The body mass index increases the genetic risk scores' ability to predict risk of hepatic damage in European adolescents: The HELENA study

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    Background Hepatic disorders are often complex and multifactorial, modulated by genetic and environmental determinants. During the last years, the hepatic disease has been progressively established from early stages in life. The use of genetic risk scores (GRS) to predict the genetic susceptibility to a particular phenotype among youth has gained interest in recent years. Moreover, the alanine aminotransferase (ALT) blood biomarker is often considered as hepatic screening tool, in combination with imaging techniques. The aim of the present study was to develop an ALT-specific GRS to help in the evaluation of hepatic damage risk in European adolescents. Methods A total of 972 adolescents (51.3% females), aged 12.5–17.5 years, from the Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence study were included in the analyses. The sample incorporated adolescents in all body mass index (BMI) categories and was divided considering healthy/unhealthy ALT levels, using sex-specific cut-off points. From 1212 a priori ALT-related single nucleotide polymorphisms (SNPs) extracted from candidate gene selection, a first screening of 234 SNPs univariately associated was established, selecting seven significant SNPs (p < .05) in the multivariate model. An unweighted GRS (uGRS) was developed by summing the number of reference alleles, and a weighted GRS (wGRS), by multiplying each allele to its estimated coefficient. Results The uGRS and wGRS were significantly associated with ALT (p < .001). The area under curve was obtained integrating BMI as clinical factor, improving the predictive ability for uGRS (.7039) and wGRS (.7035), using 10-fold internal cross-validation. Conclusions Considering BMI status, both GRSs could contribute as complementary tools to help in the early diagnosis of hepatic damage risk in European adolescents
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