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    Prevalencia de trastornos psicopatológicos en la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2: influencia sobre el control metabólico, complicaciones de la diabetes tipo 2 y respuesta al tratamiento de la obesidad

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    La diabetes tipo 2 (DM2) y la obesidad son dos entidades altamente prevalentes en los países desarrollados que influyen negativamente en la esfera psicológica. Se ha sugerido una relación bidireccional entre la DM2 y el trastorno depresivo (TD), compartiendo mecanismos etiopatogénicos. Del mismo modo, el TD ejerce un efecto negativo sobre el autocuidado de la DM2, condicionando un peor control metabólico. También determinados fármacos antidepresivos ejercen un efecto deletéreo sobre el control glucémico. En este sentido, aún existe controversia sobre la prevalencia real del TD entre sujetos con una DM2 de un área Mediterránea, así como el grado de impacto sobre la DM2. Asimismo, en caso de coexistir un TD y una DM2, los resultados son aún controvertidos sobre cuál debería ser el antidepresivo más adecuado, y si ello supondría un beneficio, no solo a nivel de sintomatología depresiva, sino también en el control metabólico y la calidad de vida (QoL). Por otro lado, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), y sobretodo el trastorno por atracón (TA) son altamente prevalentes entre los pacientes con una DM2. Sin embargo, parece que la presencia de un TA entre los sujetos diabéticos no empeora el control glucémico. Sin embargo, los datos en cuanto a la influencia del TA sobre otros factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y las complicaciones agudas o crónicas se desconocen. La obesidad conlleva al desarrollo de otras comorbilidades, tanto físicas como psicológicas. A día de hoy, la cirugía bariátrica (CB) es la opción terapéutica más efectiva. Sin embargo, datos de seguimiento a largo plazo tras la CB indican que un elevado porcentaje de sujetos tienden a recuperar el peso perdido, sugiriéndose que los factores psicológicos podrían desempeñar un papel importante. Además, el impacto que puedan tener trastornos psicológicos “no tradicionales” como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o el grazing es aún poco conocido. Se estudió la prevalencia de síntomas depresivos significativos entre 320 pacientes con una DM2, así como su relación con el control metabólico, los FRCV y las complicaciones asociadas. Asimismo, se prescribió tratamiento con citalopram en 38 sujetos diabéticos con un TD y se comparó su evolución a los 6 meses a nivel de control de síntomas depresivos, control metabólico y QoL con un grupo control. Por otro lado, se quiso estudiar la relación que existía entre el TDAH, el TD y el grazing, sobre los resultados de la CB en 60 sujetos intervenidos que ya, por tiempo de evolución, habían alcanzado la fase de meseta en cuanto a pérdida de peso. Se observó que la prevalencia de síntomas depresivos significativos era más del doble en la población con una DM2 en comparación con la población general, y el control metabólico era peor que en los sujetos diabéticos sin TD. El tratamiento con citalopram durante 6 meses en pacientes con una DM2 se asoció a una mejoría en los síntomas depresivos y la QoL, pero sin resultados positivos sobre el control metabólico. La frecuencia de TA entre los pacientes con una DM2 fue del 12,2%, superior a la población general. Sin embargo, no existieron diferencias en cuanto al control metabólico, únicamente la frecuencia de consultas ambulatorias o ingresos fue superior entre los sujetos diabéticos con un TA. El TDAH y el grazing fueron frecuentes entre los sujetos sometidos a CB e influían negativamente en el seguimiento y/o resultados de la CB. Los sujetos obesos sometidos a CB con síntomas depresivos clínicamente significativos presentaron unos niveles superiores en plasma de diversos marcadores inflamatorios en comparación con aquellos sujetos sin TD. En conclusión, es importante tener en cuenta los factores psicológicos en la DM2 y la obesidad, puesto que ejercen un impacto negativo en el control de la enfermedad así como en la QoL.Type 2 diabetes (T2DM) and obesity are highly prevalent in developed countries and they exert negative influences on the psychological domain. A bidirectional relationship has been suggested between T2DM and depressive disorder (DD), sharing etiopathogenic mechanisms. Similarly, DD exerts a negative effect on treatment adherence and, therefore, a worse metabolic control. Also, some antidepressant drugs have a negative influence on glycemic control. In this setting, data are still controversial regarding the real prevalence of DD among patients with T2DM in a Mediterranean area as well as its influence on metabolic control. Moreover, when T2DM and DD coexist, data concerning the most suitable antidepressant for ameliorating depressive symptoms, metabolic control and quality of life (QoL) are still controversial. On the other hand, eating disorders (ED), especially binge eating disorder (BED), are highly prevalent among subjects with T2DM. However, BED exerts little effect on glycaemic control. But data regarding the effect of BED on cardiovascular risk factors (CVRF) or acute or chronic complications related to T2DM are unknown. Besides, obesity is a risk factor for the development of many other diseases, both physical and psychological. To date, bariatric surgery (BS) is the most effective treatment for obesity. However, long term follow-up data show that a significant percentage of subjects regain weight, being psychiatric disorders identified as potential risk factors for failed weight loss after BS. Furthermore, besides the reoccurrence of psychiatric conditions after BS, little is known whether “non traditional” psychological conditions, such as attention deficit hyperactivity disorder (ADHD) or grazing exert negatives outcomes. 320 subjects with T2DM were recruited consecutively in order to assess the frequency of significant depressive symptoms as well as their relationship with metabolic control, CVRF and complications related to T2DM. On the other hand, 38 patients with T2DM with criteria for DD were prescribed citalopram; after 6 months of treatment, we assessed the effects on metabolic control, depressive symptomatology and QoL. On the other hand, we studied the influence of ADHD, grazing and DD among 60 obese subjects on the outcomes of BS when weight loss had reached a plateau. We observed that the prevalence of DD was doubled among subjects with T2DM compared with the general population. Metabolic control was significantly worse among these diabetic subjects with criteria for DD. The treatment with citalopram was associated with improvements in depressive symptoms and QoL, but with no effects on metabolic control. The prevalence of BED among patients with T2DM was 12.2%, significantly greater than the general population. However, there were no differences regarding metabolic control, but admissions related to T2DM or any other condition in the previous year was higher among diabetic subjects with a BED. On the other hand, ADHD and grazing were prevalent after BS, and both conditions exerted a negative effect on different outcomes of BS. Obese subjects with criteria for DD who underwent a BS, and despite a significant weight loss, had greater plasmatic levels of different inflammatory markers compared with subjects without DD. In conclusion, psychological factors should be ruled out in patients with a metabolic disease, such T2DM or obesity, as they have a negative impact on the metabolic control and QoL

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    La diabetes tipo 2 (DM2) y la obesidad son dos entidades altamente prevalentes en los países desarrollados que influyen negativamente en la esfera psicológica. Se ha sugerido una relación bidireccional entre la DM2 y el trastorno depresivo (TD), compartiendo mecanismos etiopatogénicos. Del mismo modo, el TD ejerce un efecto negativo sobre el autocuidado de la DM2, condicionando un peor control metabólico. También determinados fármacos antidepresivos ejercen un efecto deletéreo sobre el control glucémico. En este sentido, aún existe controversia sobre la prevalencia real del TD entre sujetos con una DM2 de un área Mediterránea, así como el grado de impacto sobre la DM2. Asimismo, en caso de coexistir un TD y una DM2, los resultados son aún controvertidos sobre cuál debería ser el antidepresivo más adecuado, y si ello supondría un beneficio, no solo a nivel de sintomatología depresiva, sino también en el control metabólico y la calidad de vida (QoL). Por otro lado, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), y sobretodo el trastorno por atracón (TA) son altamente prevalentes entre los pacientes con una DM2. Sin embargo, parece que la presencia de un TA entre los sujetos diabéticos no empeora el control glucémico. Sin embargo, los datos en cuanto a la influencia del TA sobre otros factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y las complicaciones agudas o crónicas se desconocen. La obesidad conlleva al desarrollo de otras comorbilidades, tanto físicas como psicológicas. A día de hoy, la cirugía bariátrica (CB) es la opción terapéutica más efectiva. Sin embargo, datos de seguimiento a largo plazo tras la CB indican que un elevado porcentaje de sujetos tienden a recuperar el peso perdido, sugiriéndose que los factores psicológicos podrían desempeñar un papel importante. Además, el impacto que puedan tener trastornos psicológicos "no tradicionales" como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o el grazing es aún poco conocido. Se estudió la prevalencia de síntomas depresivos significativos entre 320 pacientes con una DM2, así como su relación con el control metabólico, los FRCV y las complicaciones asociadas. Asimismo, se prescribió tratamiento con citalopram en 38 sujetos diabéticos con un TD y se comparó su evolución a los 6 meses a nivel de control de síntomas depresivos, control metabólico y QoL con un grupo control. Por otro lado, se quiso estudiar la relación que existía entre el TDAH, el TD y el grazing, sobre los resultados de la CB en 60 sujetos intervenidos que ya, por tiempo de evolución, habían alcanzado la fase de meseta en cuanto a pérdida de peso. Se observó que la prevalencia de síntomas depresivos significativos era más del doble en la población con una DM2 en comparación con la población general, y el control metabólico era peor que en los sujetos diabéticos sin TD. El tratamiento con citalopram durante 6 meses en pacientes con una DM2 se asoció a una mejoría en los síntomas depresivos y la QoL, pero sin resultados positivos sobre el control metabólico. La frecuencia de TA entre los pacientes con una DM2 fue del 12,2%, superior a la población general. Sin embargo, no existieron diferencias en cuanto al control metabólico, únicamente la frecuencia de consultas ambulatorias o ingresos fue superior entre los sujetos diabéticos con un TA. El TDAH y el grazing fueron frecuentes entre los sujetos sometidos a CB e influían negativamente en el seguimiento y/o resultados de la CB. Los sujetos obesos sometidos a CB con síntomas depresivos clínicamente significativos presentaron unos niveles superiores en plasma de diversos marcadores inflamatorios en comparación con aquellos sujetos sin TD. En conclusión, es importante tener en cuenta los factores psicológicos en la DM2 y la obesidad, puesto que ejercen un impacto negativo en el control de la enfermedad así como en la QoL.Type 2 diabetes (T2DM) and obesity are highly prevalent in developed countries and they exert negative influences on the psychological domain. A bidirectional relationship has been suggested between T2DM and depressive disorder (DD), sharing etiopathogenic mechanisms. Similarly, DD exerts a negative effect on treatment adherence and, therefore, a worse metabolic control. Also, some antidepressant drugs have a negative influence on glycemic control. In this setting, data are still controversial regarding the real prevalence of DD among patients with T2DM in a Mediterranean area as well as its influence on metabolic control. Moreover, when T2DM and DD coexist, data concerning the most suitable antidepressant for ameliorating depressive symptoms, metabolic control and quality of life (QoL) are still controversial. On the other hand, eating disorders (ED), especially binge eating disorder (BED), are highly prevalent among subjects with T2DM. However, BED exerts little effect on glycaemic control. But data regarding the effect of BED on cardiovascular risk factors (CVRF) or acute or chronic complications related to T2DM are unknown. Besides, obesity is a risk factor for the development of many other diseases, both physical and psychological. To date, bariatric surgery (BS) is the most effective treatment for obesity. However, long term follow-up data show that a significant percentage of subjects regain weight, being psychiatric disorders identified as potential risk factors for failed weight loss after BS. Furthermore, besides the reoccurrence of psychiatric conditions after BS, little is known whether "non traditional" psychological conditions, such as attention deficit hyperactivity disorder (ADHD) or grazing exert negatives outcomes. 320 subjects with T2DM were recruited consecutively in order to assess the frequency of significant depressive symptoms as well as their relationship with metabolic control, CVRF and complications related to T2DM. On the other hand, 38 patients with T2DM with criteria for DD were prescribed citalopram; after 6 months of treatment, we assessed the effects on metabolic control, depressive symptomatology and QoL. On the other hand, we studied the influence of ADHD, grazing and DD among 60 obese subjects on the outcomes of BS when weight loss had reached a plateau. We observed that the prevalence of DD was doubled among subjects with T2DM compared with the general population. Metabolic control was significantly worse among these diabetic subjects with criteria for DD. The treatment with citalopram was associated with improvements in depressive symptoms and QoL, but with no effects on metabolic control. The prevalence of BED among patients with T2DM was 12.2%, significantly greater than the general population. However, there were no differences regarding metabolic control, but admissions related to T2DM or any other condition in the previous year was higher among diabetic subjects with a BED. On the other hand, ADHD and grazing were prevalent after BS, and both conditions exerted a negative effect on different outcomes of BS. Obese subjects with criteria for DD who underwent a BS, and despite a significant weight loss, had greater plasmatic levels of different inflammatory markers compared with subjects without DD. In conclusion, psychological factors should be ruled out in patients with a metabolic disease, such T2DM or obesity, as they have a negative impact on the metabolic control and QoL
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