79 research outputs found

    Evaluación del control glucémico en la diabetes gestacional y su relación con recién nacidos grandes para la edad gestacional

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    Los recién nacidos grandes para la edad gestacional son bebes que necen con un peso superior al percentil 90 para la edad gestacional en el momento del parto. Los estudios han demostrado que cuando existe un control glucémico subóptimo de la mujer gestante con diabetes gestacional, aumenta el riesgo de tener un recién nacido grande para la edad gestacional. Hasta la actualidad estos estudios han demostrado que son las glucemias postprandiales de 1 hora, las glucemias que más influyen sobre el control glucémico y sobre el riesgo de presentar complicaciones perinatales , como es tener un recién nacido grande para la edad gestacional

    Association of the KDIGO Risk Classification with the Prevalence of Heart Failure in Patients with Type 2 Diabetes

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    [Abstract] The objectives of this study were to determine the main characteristics associated with the presence of heart failure (HF) in patients with type 2 diabetes (T2DM), and specifically to assess the association of the risk classification proposed by the Kidney Disease Improving Global Outcomes (KDIGO) guidelines with HF. The DIABET-IC study is a multicentre, observational, prospective and analytical study in T2DM patients recruited in Spanish hospitals. This work, which features a cross-sectional design, has been conducted with the data obtained at the inclusion visit. The main dependent variable analysed was the presence of HF. The predictive variables evaluated were the demography, clinic, laboratory testing (including natriuretic peptides) and echocardiography. Patients were classified according to the number of vascular territories with atherosclerotic involvement and the KDIGO risk category. Multivariate logistic regression models were performed to determine the risk posed by the various baseline variables to present HF at the time of study inclusion. The study included 1517 patients from 58 hospitals, with a mean age of 67.3 (standard deviation (SD): 10) years, out of which 33% were women. The mean DM duration was 14 (SD: 11) years. The prevalence of HF was 37%. In a multivariate analysis, the independent predictors of HF were increased age (odds ratio (OR) per 1 year = 1.02; p = 0.006), decreased systolic blood pressure (OR per 1 mmHg = 0.98; p 1 territory = 2.39; p = 0.02 and p < 0.001 respectively) and the KDIGO risk classification (high-risk OR = 2.46 and very high-risk OR = 3.39; p < 0.001 for both). The KDIGO risk classification is useful to screen for the presence of HF in T2DM patients. Therefore, we believe that it is necessary to carry out a systematic screening for HF in the high- and very high-risk KDIGO categories.This research was funded by the Spanish Society of Diabetes (SED) and the Spanish Society of Cardiology (SEC

    Importancia de la variabilidad del control glucémico intrahospitalario como marcador de riesgo de mortalidad a largo plazo

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    Introducción: La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad crónica del metabolismo de los hidratos de carbono que afecta a millones de personas en el mundo, y cuya prevalencia va en aumento. La Federación Internacional de Diabetes (FID) ha identificado a la diabetes como una de las mayores emergencias de salud mundiales del siglo XXI1. Cada año, más y más personas en todo el mundo son diagnosticadas con esta enfermedad crónica grave con complicaciones potencialmente devastadora que afecta a todos los grupos de edad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a nivel mundial, la glucemia alta es el tercer factor de mayor riesgo de mortalidad prematura, después de la hipertensión arterial y el consumo de tabaco2. La DM afecta al 13% de la población general, aunque sólo la mitad de ellos conocen que son diabéticos. Entre los pacientes hospitalizados, los pacientes con DM pueden representar hasta el 25-30% de total de pacientes ingresados3,4,5. Tanto la hiperglucemia como la hipoglucemia son alteraciones muy prevalentes a las que nos enfrentamos frecuentemente durante el manejo de los pacientes hospitalizados. Más recientemente, ha habido interés en saber si las fluctuaciones en la glucosa son importantes más allá de los niveles absolutos bajos y altos, con evidencia creciente que sugiere que una alta variabilidad glucémica (VG) se asocia con resultados negativos4. A pesar del creciente interés en la VG en los últimos años y la creciente evidencia de su impacto negativo, hay pocos estudios a gran escala que examinen el efecto de la alta VG en el resultado a largo plazo y la mortalidad4. La evidencia observacional sugiere que la VG puede ser un predictor independiente de los resultados6.Hipótesis: Las medidas de calidad del control glucémico durante el ingreso hospitalario pueden influir en la mortalidad a largo plazo. Entre estas medidas podrían tener especial relevancia la glucemia media (GM), la VG y la presencia de hipoglucemias.Objetivo: Evaluar la influencia de diversos parámetros de control glucémico durante el ingreso hospitalario sobre la mortalidad a largo plazo y determinar la mejora en la capacidad predictiva del riesgo de mortalidad que se puede obtener con la inclusión de las medidas de control glucémico durante la hospitalización. Material y métodos: Estudio de cohortes retrospectivo longitudinal analítico. Se incluyeron pacientes dados de alta del Servicio de Medicina Interna con algún diagnóstico relacionado con la diabetes. El pronóstico evaluado fue la mortalidad. Se recogieron durante el ingreso variables clínicas, analíticas y relacionadas con el control glucémico hospitalario (GM, VG e hipoglucemias). La VG se midió con el coeficiente de variación (CV). Se calcularon las tasas de mortalidad por cada 1000 pacientes-año y se compararon con curvas de Kaplan-Meier. La determinación de los factores predictivos de mortalidad se realizó mediante regresión de Cox. Se realizó también un análisis de sensibilidad para predecir mortalidad por causa cardiovascular.Resultados: Se incluyeron 276 pacientes con edad media 77,6 (DE 10,2) años. La duración mediana del seguimiento extrahospitalario fue de 2,7 años. En análisis multivariante para mortalidad global, una GM > 140 (HR=1,72; IC 95% 1,14-2,61; p=0,01) y un CV > 0,29 (HR = 1,52; IC 95% 1,12-2,06; p = 0,006), no así́ la presencia de hipoglucemias, se asociaron a incremento del riesgo de mortalidad de forma aditiva e independiente. Tener una GM > 140 simultáneamente con un CV > 0,29 incrementó las tasas de mortalidad (123 vs. 317 por 1.000 pacientes-año; p 140 mg/dl y CV > 0,29 multiplicaba por 3 el riesgo de mortalidad (HR=3,296; IC 95% 1,693-6,419; pDiscusión: En nuestro estudio hemos comprobado que los parámetros de control glucémico durante la hospitalización (GM y VG) aportan información pronóstica aditiva e independiente sobre el riesgo de mortalidad a largo plazo tras el alta. La presencia simultánea de GM > 140 mg/dl y CV > 0,29 casi triplica el riesgo de mortalidad. La importancia pronóstica del control glucémico durante la hospitalización está ampliamente demostrada. El estudio de Kosiborod et al7, con 16871 pacientes hospitalizados por IAM, demostró que la capacidad predictiva sobre el riesgo de mortalidad intrahospitalaria de la GM era superior al de la glucemia inicial, aunque no analizaron la VG. El objetivo de glucemia en pacientes ingresados es 140-180 mg/dl8,9. En nuestro trabajo constatamos que presentar una GM>140 mg/dl aumentaba el riesgo de mortalidad más de un 70%.La necesidad de prevenir hipoglucemias se justifica por su asociación con mayor mortalidad intrahospitalaria y tras el alta demostrada en estudios epidemiológicos10 y de intervención. En el NICE-SUGAR11 el riesgo de hipoglucemia grave fue superior en el grupo de tratamiento intensivo frente al convencional (6,8 vs 0,5%; pSi tanto hiper como hipoglucemia son deletéreas, podría ser útil evaluar la contribución de la VG (reflejo matemático de las excursiones glucémicas del paciente)16 sobre la mortalidad. En nuestro trabajo los pacientes con mayor CV presentaban peores medidas respecto a hiper (glucemia al ingreso, HbA1c, GM) e hipoglucemia (mayor prevalencia de hipoglucemias leves y graves). Aunque controvertido, hay datos que apoyan la contribución etiológica de los picos glucémicos sobre el riesgo de complicaciones15. En los últimos años se ha evaluado la contribución de la VG intrahospitalaria a la mortalidad. Mendez et al17 en su estudio retrospectivo de pacientes con control glucémico similar a los nuestros (GM 182 mg/dl; CV 0,32) demostraron la VG como predictor independiente de mortalidad a 90 días. En el estudio de Su et al18, en pacientes con IAM, la VG durante la hospitalización, incrementó significativamente el riesgo de eventos vasculares durante un seguimiento de 12 meses. En un seguimiento con una duración similar al nuestro, de Akirov et al19, la VG asociaba mayor frecuencia de hipoglucemias y duplicaba el riesgo de mortalidad, aunque en su análisis multivariante la VG no se ajustó, como se hizo en nuestro estudio, para los valores de GM o la presencia de hipoglucemias.En un análisis previo de nuestros datos comunicamos que la mortalidad intrahospitalaria se relacionaba con una elevada VG20. En el trabajo actual comprobamos que, tras excluir las muertes acaecidas en el hospital, el efecto deletéreo de GM y VG sobre la mortalidad se prolongaba a largo plazo de modo aditivo e independiente. Hallamos un grupo especialmente vulnerable, pacientes con DM que durante la hospitalización tuvieron simultáneamente GM>140 mg/dl y CV>0,29. Recientemente se ha reconocido la necesidad de identificar al alta pacientes con mayor fragilidad, para reducir sus reingresos y mejorar su pronóstico21.Las ventajas de nuestro estudio son el seguimiento prolongado de una cohorte de pacientes previamente hospitalizados y haber evaluado la importancia pronóstica, sobre la mortalidad, de una amplia variedad de medidas de control glucémico durante su hospitalización. Como limitaciones destacar un número de pacientes incluidos que no permitió un análisis específico por causa de mortalidad, la naturaleza retrospectiva del estudio que dificulta inferir causalidad por la posibilidad de confusión residual, la ausencia de información sobre parámetros nutricionales y de capacidad funcional, y la falta de información sobre medidas de control glucémico relevantes (posprandial durante la hospitalización y en cualquier momento durante el seguimiento ambulatorio) y tiempo de evolución de la DM. Conclusiones: Las medidas de control glucémico durante la hospitalización aportan información pronóstica relevante sobre el riesgo de mortalidad a largo plazo de los pacientes con DM, en concreto, en nuestro estudio, determinamos que la presencia simultánea de GM > 140 mg/dl, y de un CV > 0,29, constituye un potente marcador de riesgo de mortalidad tras el alta hospitalaria. <br /

    Evaluación de la eficacia y seguridad de un protocolo de manejo de pacientes con diabetes descompensada por glucocorticoides durante la hospitalización

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    Introducción: En el medio intrahospitalario hay una muy elevada prevalencia de descompensaciones hiperglucémicas en pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus secundarias a tratamiento corticoideo. Sin embargo, no existen protocolos consensuados de manejo hospitalario de las descompensaciones hiperglucémicas inducidas por dosis farmacológicas de glucocorticoides (GC). El objetivo de la presente tesis fue evaluar la eficacia y seguridad de un protocolo de insulinización específico para corticoides (PC) frente a un protocolo general (PG) ya instaurado en el hospital en diabetes descompensada por GC (DDG).Materiales y métodos: Fue un estudio experimental con grupo control, no aleatorizado, en pacientes con diabetes descompensada por glucocorticoides ingresados en neumología. Se recogieron variables demográficas, antropométricas, analíticas y clínicas, y diariamente se recogieron datos de glucemias capilares basales, prepandriales y la realizada a las doce de la noche. Se compararon 2 protocolos (protocolo corticoides y protocolo general), ambos basados en terapia basal-bolo pero con diferentes dosis y distribución de insulina. Se evaluó la diferencia de glucemia media (GM) durante la hospitalización entre el protocolo corticoides y el protocolo general, así como el riesgo de presentar una glucemia media superior a 200 mg/dl, ajustado para potenciales factores de confusión (relacionados con el paciente y con la terapia de glucocorticoides empleada).Resultados: Se incluyeron 131 pacientes, 60 asignados al protocolo general y 71 al protocolo corticoides. Un 74% de los pacientes estaban ingresados por exacerbación de enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Hubo diferencia significativa en la dosis total de insulina entre el protocolo general y el protocolo corticoides (29,4 vs 57,4 unidades; pLa diferencia ajustada de glucemia media (PC-PG) fue de -14,8 (IC 95% de -26,2 a -3,3) mg/dl. Los pacientes del protocolo corticoides tuvieron menor riesgo ajustado de presentar una glucemia media superior a 200 mg/dl durante la hospitalización (OR=0,31; IC 95% 0,11-0,91; p=0,033). No hubo diferencias en el riesgo de hipoglucemia grave entre el protocolo general y el protocolo corticoides (0% vs 1,4%; p=0,36).Conclusiones: El protocolo estudiado ha demostrado reducir la glucemia media de pacientes con diabetes descompensada por glucocorticoides durante la hospitalización sin comprometer su seguridad en cuanto a hipoglucemias, complicaciones intrahospitalarias y mortalidad se refiere..<br /

    La retinopatía diabética como predictor de morbi-mortalidad cardiovascular en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en un área de 70.000 habitantes de nuestra comunidad

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    El elevado incremento en la morbi-mortalidad cardiovascular de los pacientes diabéticos, ha planteado la necesidad de búsqueda de marcadores de riesgo vascular. La presencia de retinopatía diabética podría ser un predictor independiente de riesgo de enfermedad cardiovascular. En una muestra de 463 pacientes con diabetes mellitus tipo 2 de nuestra comunidad autónoma hemos evaluado la relación entre la valoración inicial del fondo de ojo y la aparición de eventos cardiovasculares. Tras un seguimiento medio de 117 meses, hemos detectado: 1. Un incremento en la aparición de eventos cardiovasculares en los pacientes con retinopatía al inicio del estudio. 2. Tras el ajuste multivariante para varios factores de confusión, la presencia de retinopatía diabética (de base y proliferativa) continua siendo un predictor de eventos cardiovasculares. Otros predictores de enfermedad cardiovascular detectados en nuestra población son: la edad de los pacientes, el tiempo de evolución de la diabetes, el cociente colesterol/hdl, la presencia de macroangiopatía previa, y la enfermedad renal (microalbuminuria, macroalbuminuria y filtrado glomerular) Concluimos que la valoración del fondo de ojo debería incluirse en la estratificación del riesgo vascular de los pacientes diabéticos tipo 2

    Importancia de la hiperglucemia en el paciente hospitalizado y protocolización de su tratamiento en el ingreso

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    La diabetes es una patología muy prevalente y su control en el medio hospitalario es complejo y no siempre se ajusta a las recomendaciones propuestas por las Sociedades Científicas. En nuestro trabajo hemos evidenciado que efectivamente el control glucémico de los pacientes hospitalizados es mejorable y que existen algunos factores identificables que predicen un peor control. En base a esos factores hemos elaborado un protocolo de manejo de esta situación en el medio hospitalario y tras implantarlo hemos detectado una mejoría significativa en algunos indicadores de proceso y de resultados en cuanto al control glucémico. Ha habido subgrupos especialmente beneficiados como el de pacientes que ingresan en situación de ayuno e el que el manejo al ingreso es más complicado. Además, hemos puesto de manifiesto la importancia desde el punto de vista pronóstico de la glucemia media pero también de otras medidas de control glucémico como la variabilidad glucémica a lo largo del ingreso y hemos evidenciado el poder predictor de la glucemia inicial del paciente hasta el punto de ser capaz de mejorar a diferentes escalas validadas en su capacidad predictora de mortalidad

    Descripción de las características y evaluación de factores predictivos de supervivencia en pacientes tratados con nutrición enteral mediante gastrostomía percutánea

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    La gastrostomía percutánea (GP) está considerada la vía de acceso de elección para aquellos pacientes que precisan nutrición enteral (NE) a largo plazo. Con los años, su seguridad y simplicidad ha permitido que su uso se esté incrementando en situaciones en las que se precisa una NE por un tiempo superior a 4-6 semanas. A la hora de valorar el soporte nutricional en un paciente, el estado del tracto gastrointestinal es el punto más importante que se debe considerar, de forma que si el paciente tuviese conservada la funcionalidad digestiva, se debería optar siempre por la NE antes que por la nutrición parenteral (NP). La ASPEN (American Society for Parenteral and Enteral Nutrition) recomienda que la NP se retrase si puede aportarse NE alternativa o si se espera que pueda reanudarse la vía oral en menos de siete días (1). La NE precoz mejora la recuperación después de la cirugía mayor y hay varias guías que la recomiendan para disminuir las infecciones postoperatorias y para acortar la estancia hospitalaria(2). En las últimas décadas, los avances tecnológicos han convertido la NE en el soporte nutricional artificial por excelencia, debido, entre otras causas, al desarrollo de nuevos materiales y procedimientos para acceder a distintos tramos del aparato gastrointestinal superior. La gastrostomía endoscópica percutanea (PEG) presenta una mortalidad relacionada con la técnica del 0,7%. Sin embargo la mortalidad a los 30 días de realizado el procedimiento es muy elevada, fluctuando entre un 8,2% y un 32,8%, probablemente en relación con que los pacientes con PEG presentan mayor comorbilidad asociada con la enfermedad subyacente(3,4). Por esta razón, se debe escoger cuidadosamente a los pacientes candidatos de PEG y excluir a aquellos que no van a poder beneficiarse de dicha técnica. Numerosos estudios han demostrado que, además de la edad, otros factores que incrementan la mortalidad de los pacientes son la hipoalbuminemia y las comorbilidades asociadas, entre las que destaca la demencia. Entre los trabajos más recientes destaca uno publicado en el 2011 donde se identifican la presencia de diabetes mellitus (DM), el índice de masa corporal (IMC) bajo y la edad avanzada como los factores más importantes de mortalidad precoz tras la realización de una GP (5). Objetivos: 1.Describir y analizar las características clínicas de los pacientes a los que se administra nutrición enteral domiciliaria (NED) a través de una sonda de gastrostomía percutánea (GP). 2.Describir la tasa de incidencia de mortalidad en pacientes con NED a través de GP. 3.Identificar los factores predictivos de mortalidad en pacientes con NED por GP. 4.Desarrollar un modelo predictivo de mortalidad con la finalidad de adecuar la indicación de esta técnica. 5. Evaluar el potencial impacto del procedimiento sobre la mejora de la supervivencia mediante la mejoría de los parámetros de desnutrición del enfermo. Material y Métodos: Estudio de cohortes, de carácter longitudinal retrospectivo, con vertientes descriptiva y analítica. Se plantea la recogida de información mediante la revisión de los protocolos realizados por la Unidad de Nutrición a los pacientes portadores de una GP para NED. Dichos protocolos contemplan, en el seguimiento de los pacientes, la realización de una determinación bioquímica semanal y la monitorizaron de las medidas higiénicas del soporte nutricional, siguiendo las indicaciones de las guías clínicas de la ASPEN. Se considera población objeto del estudio a los hombres y mujeres, sin límite de edad, adscritos a la zona de salud del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza ingresados en este Hospital para la realización de un gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) o radiológica (GRP) para NED, entre el 1 de enero del 2009 y el 30 de junio del 2011 seguidos por el Servicio de Nutrición de dicho centro. Se excluyeron aquellos pacientes que habían precisado ingreso en UCI, o aquellos a los que se realiza una yeyunostomia o gastrostomía quirúrgica. En el estudio analítico se evalúa la importancia pronóstica sobre el riesgo de fallecimiento del paciente de las variables recogidas en la fase anterior. Para ello se realizan modelos de regresión de Cox multivariante con finalidad predictiva. Mediante dichos modelos es posible calcular la supervivencia prevista para un paciente determinado antes de la colocación de la GP en dependencia de sus características iniciales. Conclusiones: 1. La causa principal de indicación de gastrostomía percutánea para nutrición enteral son las enfermedades neurológicas degenerativas (35%) seguidas de la neoplasias (30%). 2. El 58 % de los pacientes presenta algún tipo de complicación, la complicación más frecuente en nuestra serie fue el estreñimiento 25% seguido de la infección periostomal (8%). Sólo uno de nuestros pacientes presentó una complicación relacionada con la técnica de colocación de la gastrostomía. 3. La mortalidad de los pacientes portadores de GP para NED es alta, de un 6,84% mensual, siendo especialmente elevada el primer mes (19,8%). Por ello es importante identificar aquellos pacientes que se van a beneficiar más de dicha técnica. 4. La mejor variable predictiva de mortalidad fue el ICh >3; el resto de variables predictoras en nuestro estudio fueron, por orden de importancia, la edad, la presencia de DM , la albumina < 3g/ dl y la Hb < 12 g/ dl. 5. Es posible inferir la supervivencia de los pacientes con GP a partir de las variables anteriormente mencionadas mediante un modelo predictivo de supervivencia. 6. la presencia de hipoalbuminemia prácticamente duplica el riesgo de mortalidad. Un tratamiento nutricional adecuado podría ser eficaz para reducir la elevada mortalidad en estos pacientes, con un NNT de 4,9 durante un año para prevenir una muerte, si se consiguiese elevar la albúmina por encima de 3 gr/dl. Bibliografía: 1.ASPEN Board of Directors. Guidelines for use of parenteral and enteral nutrition in adult and paediatric patients. JPEN. 2002(suppl); 26: 1SA-138 SA. 2.Weimann A, Braga M, Harsanyi L, et al. ESPEN guidelines on enteral nutrition: surgery including organ transplantation. Clin Nut 2006; 25:224-244. 3.Vanek VW. Ins and outs of enteral acces. Part 2: long term acces-enteral:esophagostomy and gastrostomy. Nutr Clin Pract 2003; 18.50-74. 4.Mitchell SL, Tetroe JM. Survival after percutaneous endoscopic gastrostomy placement in older patients. J Gerontol. 2000; 55:735-9. 5.Yurdagul Zolp MD, Jurgen Maiss, Peter Konturek, Chiristina Rabe, Eckhart G. Hahn, Dieter Schawab. Predictive Factors of mortality after PEG insertion: Guidance for Clinical Practice. JPEN J Parent Enteral Nutr. 2011;35.50-55. 6.William H Hall, Ramanathan ramachandran, Samir Narayan, Ashesh B Jani and srinivasan Vijayamukar. An electronic application for rapidly calculating Charlson comorbility score cancer 2004; 4:94

    Fenotipo de ·Cintura Hipertrigliceridémica" en población con Enfermedad Renal Crónica y su relación con el desarrollo y progresión de enfermedad ateroesclerótica y eventos cardiovasculares

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    INTRODUCCIÓNLa mortalidad cardiovascular es la causa principal de mortalidad en la Enfermedad Renal Crónica (ERC), siendo el riesgo de la misma superior al de la progresión hacia ERC avanzada dependiente de técnicas depurativas. Sin embargo, en esta población no es de utilidad el empleo de instrumentos clásicos de cribado del riesgo cardiovascular. En los últimos años, ha surgido una corriente investigadora centrada en la búsqueda de herramientas que puedan ser de ayuda, como la búsqueda de nuevos biomarcadores o pruebas de imagen que permitan detectar la presencia de ateromatosis en estadios subclínicos. La presencia de placa de ateroma detectada mediante ultrasonografía o un índice tobillo-brazo patológico, parecen ser marcadores de fiabilidad para la predicción del riesgo cardiovascular (RCV), si bien, ambas pruebas requieren una equipación tecnológica no siempre disponible en el día a día de la consulta de Nefrología o de Atención Primaria. El Fenotipo de Cintura Hipertrigliceridémica (FCH) es una herramienta fácilmente accesible que ha mostrado utilidad en población general para la predicción del RCV. En la ERC, la presencia de este fenotipo se ha relacionado con un aumento del Grosor Íntima-Media Carotideo (GIMc).OBJETIVOLos objetivos principales de este estudio han sido redefinir el FCH en una cohorte con ERC (desde categorías precoces hasta formas avanzadas) a partir de su relación con la presencia de Enfermedad Ateroesclerótica (EA) en estadios subclínicos y, analizar la magnitud del RCV que confiere.METODOLOGIAHemos realizado este estudio sobre la cohorte del estudio NEFRONA, con la inclusión de un total de 2767 individuos. Utilizamos dos métodos estadísticos para la determinación de los puntos de corte, uno orientado a los datos (análisis de quintiles) y otro orientado a los resultados (Índice de Youden). Como variable resultado, consideramos el marcador subrogado de RCV: EA basal moderada-severa, definido por la presencia de placa de ateroma (valorando 10 territorios vasculares diferentes) o un ITB isquémico (RESULTADOSLos puntos de corte que definen el FCH en la población con ERC han sido Triglicéridos séricos superiores a 146 mg/dl y cintura superior a 102 cm en varones y 94 cm en mujeres. La prevalencia del mismo en la población con ERC ha sido del 22.4% (16.2% en grupo control). No hemos observado cambios estadísticamente significativos en la prevalencia según la categoría G, a diferencia de lo que se observa en las variables índice de Masa Corporal (IMC) o cintura. Sin embargo, la prevalencia aumentó con la edad (hasta los 63-68 años, posteriormente decae). Dentro del grupo con ERC, los individuos con FCH han presentado peor perfil de RCV: mayor edad, IMC, presión arterial sistólica, presión de pulso, colesterol total, colesterol no HDL, índice aterogénico, apoproteína B, glucosa, índice HOMA-IR, cociente albúmina/creatinina en orina (ACR), ácido úrico y proteína C reactiva ultrasensible (PCRus) y menores niveles de HDLc y vitamina 25OHD3. Hemos identificado una asociación independiente entre la presencia del FCH específico con la presencia de EA moderada-severa basal (OR 1.61; IC95%: 1.12-2.32; p= 0.011). En relación con el efecto del fenotipo sobre la progresión de la EA, nuestros resultados han mostrado la presencia de interacción entre el mismo y los niveles de fósforo o la edad. La influencia de estas interacciones dependió a su vez de la categoría G de ERC. Así, el FCH en categorías G1-3b se comportó como un factor de riesgo para la progresión de la EA, pero solamente en individuos con Fósforo 56 años (OR= 0.42, IC95% 0.23 – 0.76; p= 0.004), mientras que, en Hemodiálisis, influyó en todo el grupo, sin presencia de ninguna interacción (OR= 0.34, IC95% 0.13 – 0.88; p= 0.027). En relación con el desarrollo de un EoMCV en 4 años, el FCH de nuevo ha mostrado una interacción con los niveles de fósforo, asociándose a un incremento del riesgo únicamente en individuos con fósforo CONCLUSIONESLa presencia de niveles de triglicéridos > 146 mg/dl junto a una cintura >102 cm en varones y 94 cm en mujeres, definen un fenotipo asociado a un incremento del RCV en la población con ERC. Su prevalencia es significativa, sin modificarse entre las distintas categorías G de ERC. Se asocia a una disregulación del metabolismo lipídico, un aumento de la resistencia a la insulina, un estado proinflamatorio y en la misma línea que señalan trabajos experimentales recientes, también parece estar asociado a una disregulación del metabolismo óseo-mineral. Su diagnóstico resulta útil para identificar a un grupo de individuos con una EA subclínica en estadios moderados-severos, en riesgo de progresión y de desarrollo de un evento o muerte CV, sin implicar un importante costo sanitario. Nuestros resultados muestran una mejora en la discriminación del riesgo cardiovascular de este fenotipo cuando lo comparamos con el síndrome metabólico. Ante los resultados observados, sería interesante promover nuevos estudios acerca del impacto de medidas dirigidas a realizar un abordaje integral de todas las alteraciones asociadas al FCH; así como a profundizar en el conocimiento del papel de la grasa visceral en la regulación del metabolismo óseo-mineral en la ERC y por supuesto, a ampliar su estudio hacia la población en diálisis peritoneal o trasplantada renal.<br /
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