16 research outputs found

    Clonal chromosomal mosaicism and loss of chromosome Y in elderly men increase vulnerability for SARS-CoV-2

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    The pandemic caused by severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2, COVID-19) had an estimated overall case fatality ratio of 1.38% (pre-vaccination), being 53% higher in males and increasing exponentially with age. Among 9578 individuals diagnosed with COVID-19 in the SCOURGE study, we found 133 cases (1.42%) with detectable clonal mosaicism for chromosome alterations (mCA) and 226 males (5.08%) with acquired loss of chromosome Y (LOY). Individuals with clonal mosaic events (mCA and/or LOY) showed a 54% increase in the risk of COVID-19 lethality. LOY is associated with transcriptomic biomarkers of immune dysfunction, pro-coagulation activity and cardiovascular risk. Interferon-induced genes involved in the initial immune response to SARS-CoV-2 are also down-regulated in LOY. Thus, mCA and LOY underlie at least part of the sex-biased severity and mortality of COVID-19 in aging patients. Given its potential therapeutic and prognostic relevance, evaluation of clonal mosaicism should be implemented as biomarker of COVID-19 severity in elderly people. Among 9578 individuals diagnosed with COVID-19 in the SCOURGE study, individuals with clonal mosaic events (clonal mosaicism for chromosome alterations and/or loss of chromosome Y) showed an increased risk of COVID-19 lethality

    Minimal residual disease monitoring and immune profiling using second generation flow cytometry in elderly multiple myeloma

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    The value of minimal residual disease (MRD) in multiple myeloma (MM) has been more frequently investigated in transplant-eligible than elderly patients. Since an optimal balance between treatment efficacy and toxicity is of utmost importance in elderly MM, sensitive MRD monitoring might be particularly valuable in this patient population. Here, we used 2nd generation 8-color multiparameter-flow-cytometry (MFC) to monitor MRD in 162 transplant-ineligible MM patients enrolled in the PETHEMA/GEM2010MAS65 study, The transition from 1st to 2nd generation MFC resulted in increased sensitivity, and allowed to identify three patient groups according to MRD levels: MRD-negative (75-years (HR:4.8; P<.001), and those with high-risk cytogenetics (HR:12.6; P=.01). Using 2nd generation MFC, immune profiling concomitant to MRD monitoring also contributed to identify patients with poor, intermediate and favorable outcome (25%, 61% and 100% OS at 3-years; P=.01); the later patients being characterized by an increased compartment of mature B-cells. Our results show that similarly to transplant-candidates, MRD monitoring is one of the most relevant prognostic factors in elderly MM, irrespectively of patients’ age and cytogenetic risk

    Randomized clinical trials of dental bleaching – Compliance with the CONSORT Statement: a systematic review

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    VIII Encuentro de Docentes e Investigadores en Historia del Diseño, la Arquitectura y la Ciudad

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    Acta de congresoLa conmemoración de los cien años de la Reforma Universitaria de 1918 se presentó como una ocasión propicia para debatir el rol de la historia, la teoría y la crítica en la formación y en la práctica profesional de diseñadores, arquitectos y urbanistas. En ese marco el VIII Encuentro de Docentes e Investigadores en Historia del Diseño, la Arquitectura y la Ciudad constituyó un espacio de intercambio y reflexión cuya realización ha sido posible gracias a la colaboración entre Facultades de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba, contando además con la activa participación de mayoría de las Facultades, Centros e Institutos de Historia de la Arquitectura del país y la región. Orientado en su convocatoria tanto a docentes como a estudiantes de Arquitectura y Diseño Industrial de todos los niveles de la FAUD-UNC promovió el debate de ideas a partir de experiencias concretas en instancias tales como mesas temáticas de carácter interdisciplinario, que adoptaron la modalidad de presentación de ponencias, entre otras actividades. En el ámbito de VIII Encuentro, desarrollado en la sede Ciudad Universitaria de Córdoba, se desplegaron numerosas posiciones sobre la enseñanza, la investigación y la formación en historia, teoría y crítica del diseño, la arquitectura y la ciudad; sumándose el aporte realizado a través de sus respectivas conferencias de Ana Clarisa Agüero, Bibiana Cicutti, Fernando Aliata y Alberto Petrina. El conjunto de ponencias que se publican en este Repositorio de la UNC son el resultado de dos intensas jornadas de exposiciones, cuyos contenidos han posibilitado actualizar viejos dilemas y promover nuevos debates. El evento recibió el apoyo de las autoridades de la FAUD-UNC, en especial de la Secretaría de Investigación y de la Biblioteca de nuestra casa, como así también de la Facultad de Arquitectura de la UCC; va para todos ellos un especial agradecimiento

    Evaluación de enfermedad mínima residual en mieloma múltiple: nuevos algoritmos para la estratificación pronóstica de pacientes mediante citometría de flujo multiparamétrica

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    Vivimos en una época de notable progreso en el mieloma múltiple (MM) con la aprobación de un emergente conjunto de fármacos con nuevos mecanismos de acción que están demostrando ser de gran eficacia, con una supervivencia significativamente más prolongada de los pacientes, que ha permitido el diseño de estrategias de tratamiento más complejas y largas, y ha evidenciado la necesidad de disponer nuevos subrogados de supervivencia para agilizar la aprobación de nuevos fármacos. En los últimos años, la evaluación de enfermedad mínima residual (EMR) se ha postulado como uno de los factores pronósticos más potentes para supervivencia. De forma paralela, a mayor eficacia de los nuevos fármacos también surgió la necesidad de desarrollar técnicas de detección de EMR más sensibles. Así, la citometría de flujo multiparamétrica (CFM) ha evolucionado, desde una CFM de 4 colores de primera generación hasta la más reciente NGF, pasando por la CFM de 8 colores de segunda generación, que sigue siendo ampliamente utilizada hoy en día en numerosos laboratorios. Aunque se presuponía una mejoría en la sensibilidad con la CFM de segunda generación comparado con la de primera, aún no había sido determinado, ni su posible significado clínico. Al aplicar el límite de detección alcanzado en la CFM de primera generación (10-4), más del 30% de los pacientes con EMR positiva detectable mediante CFM de segunda generación eran clasificados erróneamente como EMR negativa. Además, la CFM de segunda generación tenía mayor precisión (96%) en la identificación de células plasmáticas (CPs) patológicas frente a la de primera (84%). Observamos que la evaluación de EMR con CFM de segunda generación es clínicamente relevante, ya que la detección de EMR con una sensibilidad mayor que 10-4 permite identificar un grupo de pacientes, con EMR positiva en niveles entre 10-4 y 10-5, con menor supervivencia que los pacientes con EMR negativa o inferior a 10-5, y similar a la de los pacientes con EMR positiva igual o superior a 10-4. En pacientes candidatos a trasplante el valor pronóstico de la monitorización de EMR ha sido demostrado de forma contundente, pero los estudios realizados en pacientes no candidatos a trasplante, en los cuales es de mayor importancia conseguir un balance entre la eficacia y la toxicidad en el tratamiento, han sido menos numerosos y el significado de la EMR en éstos era todavía incierta. Estudiamos el valor de la monitorización de EMR en pacientes mayores de 65 años, y observamos que aquellos con EMR negativa tuvieron un tiempo hasta la progresión (TTP) significativamente más prolongado comparado con pacientes con EMR positiva. Por lo tanto, la monitorización de EMR en pacientes mayores también es informativa y nos lleva a plantear que la eliminación de EMR podría ser considerada como una finalidad clínica en pacientes mayores. Como consecuencia del desarrollo de técnicas de detección de EMR más sensibles, el número de casos con EMR positiva se ha mantenido estable pese a la mayor eficacia de los tratamientos actuales. Aunque, los pacientes con EMR negativa alcanzan una mayor supervivencia comparado con los que tienen EMR positiva, también entre los pacientes con EMR positiva se han observado grupos de pacientes con distinto pronóstico. Con estas premisas, buscamos biomarcadores capaces de identificar, entre pacientes con EMR positiva, distintos grupos en función del riesgo de recaída y fallecimiento. La monitorización de EMR mediante CFM permite a la vez la caracterización fenotípica de las CPs clonales y la caracterización del perfil inmune. De esta forma, por un lado, descubrimos que los pacientes con EMR positiva con perfil fenotípico CD38low CD81+ CD117- tenían un riesgo significativamente mayor de progresión o fallecimiento, y que los pacientes con un perfil inmune singular tras tratamiento, caracterizado por una regeneración de linfocitos B maduros más prominente, experimentaban una supervivencia prolongada a pesar de tener EMR positiva

    Minimal residual disease monitoring and immune profiling using second generation flow cytometry in elderly multiple myeloma

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    The value of minimal residual disease (MRD) in multiple myeloma (MM) has been more frequently investigated in transplant-eligible than elderly patients. Since an optimal balance between treatment efficacy and toxicity is of utmost importance in elderly MM, sensitive MRD monitoring might be particularly valuable in this patient population. Here, we used 2nd generation 8-color multiparameter-flow-cytometry (MFC) to monitor MRD in 162 transplant-ineligible MM patients enrolled in the PETHEMA/GEM2010MAS65 study, The transition from 1st to 2nd generation MFC resulted in increased sensitivity, and allowed to identify three patient groups according to MRD levels: MRD-negative (75-years (HR:4.8; P<.001), and those with high-risk cytogenetics (HR:12.6; P=.01). Using 2nd generation MFC, immune profiling concomitant to MRD monitoring also contributed to identify patients with poor, intermediate and favorable outcome (25%, 61% and 100% OS at 3-years; P=.01); the later patients being characterized by an increased compartment of mature B-cells. Our results show that similarly to transplant-candidates, MRD monitoring is one of the most relevant prognostic factors in elderly MM, irrespectively of patients’ age and cytogenetic risk
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