“Garantismo y eficiencia deben ser puestos en relación de adecuada proporcionalidad, por medio de una delicada elección de los fines a alcanzar y de una atenta valoración de los intereses a tutelar. Y lo que interesa realmente es que en esa difícil obra de ponderación sean los problemas de la justicia solucionados en un plano concerniente al interés humano objeto de los procedimientos: un proceso así a medida del hombre, puesto realmente al servicio de aquellos que piden justicia