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    ¿Por qué no escuchan los presidentes?

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    Los depositarios del ejercicio del supremo poder ejecutivo de la Unión, nombre que confiere el artículo 80 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a los presidentes de la república, están obligados a escuchar al pueblo. Durante su campaña para ocupar tal cargo y mientras lo desempeñan se desgañitan para enarbolar el compromiso de hacerlo. Sin embargo, el pueblo se considera poco atendido aun expresándose a gritos. Un cúmulo exorbitante de tareas intrascendentes consumen un tiempo considerable de las actividades presidenciales, muchas destinadas a incrementar sus niveles de popularidad y a ¿cuidar su imagen¿. A la omnipresencia presidencial se suma también el cerco de colaboradores, familiares, amigos y poderosos. Por ende, hay descuido de tareas fundamentales para los habitantes del país. Desafortunadamente hasta ahora sólo cuando el pueblo se rebela se hace escuchar por los gobernantes. La eliminación de los factores silenciadores del pueblo permitirá escuchar su voz libre para asegurar su dignidad fundada en su mejoramiento económico, social y cultural

    Del Gobierno al Estado Abierto

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    Este libro es un referente obligado para los estudiosos de la Administración Pública porque se abordan diversos enfoques sobre el estudio del gobierno abierto (término popularizado en México como moda en el argot de los gobernantes y de la sociedad en genera, ya que brinda información teórica y práctica sobre el tema), el cual pasa al Estado abierto (comprende todos los elementos del Estado) para alcanzar sus objetivos.Los cambios gestados a nivel internacional después de la Segunda Guerra Mundial trajeron consigo nuevas formas de concebir los sistemas políticos en todo el orbe. Uno de ellos fue el de la transición que se dio de los sistemas autoritarios a los democráticos, en los que temas como legitimidad, transparencia, rendición de cuentas, gobernanza. Etc., cobraron relevancia. La presente obra se inserta en este nuevo contexto de gobernar, cuyo propósito es describir grosso modo cómo se ha venido construyendo un gobierno abierto en México, partiendo del año 2000, cuando se dio la alternancia política y se comenzó a hablar de transparencia en el país

    Municipalistas y municipalismo en México

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    El Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) contó con dos grandes municipalistas cuyo legado inspiró esta obra, así como la producción individual y colectiva de muchos nuevos municipalistas. Gustavo Martínez Cabañas, el segundo presidente del Consejo Directivo del INAP (1961-1967), consagró la etapa final de su brillante carrera al fortalecimiento municipal, de manera que puede atribuírsele la paternidad de esa función. En efecto, mientras Martínez Cabañas presidía el Instituto Internacional de Ciencias Administrativas (IIAS), siendo el primer latinoamericano que alcanzó tal distinción (1974-1977), su sentido emprendedor y cualidades conciliadoras lo llevaron a dirigir, simultáneamente, el programa de fortalecimiento municipal del Estado de Guerrero. Más tarde, en 1983, fundó el Centro de Estudios de Administración Municipal (CEDAM) del INAP, para reproducir hasta 1994 la experiencia de Guerrero en los estados de mayor apremio. Por su parte, en 1981 Raúl Olmedo Carranza fue designado por su clase política como coordinador de un estudio que definiera la alternativa al centralismo, al ser éste gremialmente reconocido en reuniones autocríticas. El desafío municipal, considerado el primer estudio basado en una encuesta municipal, propuso de manera decidida una construcción marxista-leninista: la organización comunitaria como base del desarrollo económico y del gobierno local. El desafío municipal proyectó a Olmedo hacia la fundación del Centro Nacional de Estudios Municipales (CNEM) de la Secretaría de Gobernación. Al frente del CNEM, Olmedo centró sus esfuerzos en dos grandes giras nacionales con propósitos específicos: 1) municipalizar la ingeniería: la obra pública con propósitos de desarrollo y de reorganización social, y 2) promover los Centros Estatales de Estudios Municipales y la difusión del conocimiento entre presidentes municipales. Sin embargo, Martínez Cabañas y Olmedo no han sido los únicos municipalistas ni el INAP la sede exclusiva de esa labor. Un extenso grupo de ciudadanos e instituciones mexicanas han mantenido un interés histórico y han desarrollado propuestas a favor del desempeño municipal. Algunos lo han hecho privilegiando la disciplina científica que cultivan, otros desde el movimiento político-social al que pertenecen. La divergencia es explicable en mérito de la complejidad del fenómeno municipalista, empero, el resultado ha sido una amplia obra que esperaba ser estudiada para justipreciar sus avances y extraer las asignaturas pendientes. El constante interés en la materia permite proyectarla como una de las vertientes más productivas de las ciencias sociales mexicanas. Los municipalistas constituyen un capital intelectual importante que, sumado al proyecto estatal, pueden reivindicar el funcionamiento del orden local de gobierno. En función de los antecedentes expuestos, en mayo de 2016 un grupo de asociados del INAP se reunieron en la sede principal de Cuajimalpa para plantearse como interrogante: ¿Quiénes han contribuido al estudio de los municipios en México y cómo su trabajo y visión han influido en los cambios experimentados por este espacio de gobierno? El desarrollo metodológico consecuente permitió alcanzar el objetivo general de esta obra: Definir quiénes son los municipalistas que han contribuido de manera más determinante al estudio de los municipios en México; mediante el análisis de su trabajo, sea intelectual o práctico, su desempeño en grupos de afinidad, así como su influencia en los cambios experimentados en los siglos XX y XXI; a fin de preservar contenidos y experiencias útiles para la agenda municipal, la academia, la formación de recursos humanos, así como para trazar escenarios tendenciales y estratégicos. El proyecto editorial derivado, en atención del referido desempeño municipalista por grupos de afinidad, se desarrolló en cinco secciones: 1) estudios jurídicos, coordinada por Alejandro Alejo Pompilio Aguilar Miranda; 2) estudios electorales, dirigida por Miguel Ángel de Guadalupe Sánchez Ramos; 3) la agenda de gobierno municipal, convocada por Ady P.Carrera Hernández y Joel Mendoza Ruiz; 4) asociativismo municipal, organizada por Karina Rebeca Ramírez González; y 5) la agenda para el fortalecimiento municipal, encomendada a Antonio Inoue Cervantes. Bajo distintas motivaciones y emotividades, ellos ofrecen este primer intento de catalogación de la obra municipalista mexicana. Con la salvedad de lo que cada capítulo alude, el INAP agradece a los municipalistas que permitieron entrevistas y hasta compartieron con los autores de esta obra su material impreso y gráfico. El libro pretende ser de utilidad a los estudiantes que se inician en la aventura municipalista, a efecto de que ya no empecen desde cero. También aspira a ser un referente importante para quienes toman decisiones, directa o indirectamente, respecto a la vida municipal: legisladores, titulares de los ejecutivos en los diferentes órdenes de gobierno, autoridades y funcionarios responsables de políticas de interés municipal, medios de comunicación y público interesado en este segmento de la vida pública
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