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Las mujeres, la cárcel y el sexo…: ¿Cómo viven su sexualidad las mujeres privadas de libertad?
¿Qué sabemos de la sexualidad de la mujer recluida en prisión? Es tema importante porque la sexualidad nos define en el mundo y ante los demás y es derecho inalienable de los seres humanos. No es éste un tema en el que reflexionemos de manera constante o prioritaria; damos por hecho que las mujeres encarceladas viven su sexualidad como están acostumbradas a hacerlo y que sus relaciones coitales son con los varones elegidos para ello. Sabemos que en las prisiones masculinas la sexualidad de los reclusos no es problema puesto que ellos tienen libre acceso a este derecho. Las mujeres no. Las mujeres no pueden tener las relaciones coitales que deseen por varias razones, la más poderosa, la posibilidad del embarazo que, en una prisión, suele ser un problema grave. Los mundos amurallados como son las prisiones tienen sus propias reglas y la vida sufre cambios notables en su interior. ¿Es la convivencia entre ellas y la imposibilidad de tener la coitalidad a la que están acostumbradas lo que induce sus relaciones sexuales con otras mujeres
La madre homicida y el mito del instinto materno
¿Por qué algunas mujeres matan a sus hijos? Si consideramos lo que la sociedad hegemónica establece: la mujer es un ser para los demás, es un ser nutricio cuya función se cumple sólo en el servicio que ofrezca a esos demás con los que vive. La mujer es madre por naturaleza, por antonomasia, la mujer quiere tener hijos porque sólo de esta manera siente que está completa, porque la maternidad es lo que le da sentido a su vida. La mujer es y se sabe cuerpo. Entonces ¿qué es lo que lleva a estas madres a matar a sus hijos? El discurso de cinco mujeres que compurgan su condena en las penitenciarías de Sonora es analizado en este escrito. Contrariamente a esta idea de la mujer, creemos ver que la madre homicida no sólo no se define a sí misma como madre, sino más bien como sujeto con planes muy claros en los que lo prioritario es la conservación de sus posesiones, o la búsqueda de aquello que se ha propuesto como esencial para su vida, donde la identidad de madre y los hijos no figuran, aunque sí una actitud utilitaria de su feminidad. La mujer busca situarse como individuo con vida e identidad propia, ya no es un ser para los otros, ahora comienza a ser para sí misma
Violar: ¿frontera del erotismo masculino?
It is important to identify and understand
how to build and express masculinity
and violence trigger factors in response
to potential threats, real or perceived. To
understand the violence we analyze power
and its distribution, that is: the power relationship
between those involved and in
the case of violence against women, the
abuse of power. To analyze violence we
must understand the use that people
make of power. Th e violent man wants
control, seeks control, domination and
subordination of the other. We believe
that dominion is an act of appropriation
by the possession of the other, an action
which keeps the other in a state of submission
and dependence. Violence seeks
therefore deconstruct subjectivity of the
other. Extreme violence would be rape,
murder, the climax of the power to destroy
the other.Es importante identifi car y entender cómo
se construye y expresa la masculinidad
y los factores detonantes de violencia
como reacción a posibles amenazas, reales
o supuestas. Para comprender la violencia
analizamos el poder y su distribución, esto
es: la relación de poder entre los implicados
y en el caso de la violencia hacia las
mujeres, el abuso del poder. Para analizar
la violencia necesitamos comprender el
uso que las personas hacen del poder. El
varón violento quiere el control, busca el
control, el dominio y la subordinación
del otro. Creemos que el dominio es una
acción de apropiación mediante la posesión
del otro, una acción que mantiene al
otro en un estado de sumisión y dependencia.
La violencia busca, por lo tanto,
desestructurar la subjetividad de ese otro.
La violencia extrema serÃa la violación, el
homicidio, el clÃmax del poder al someter
y destruir a ese otro