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El impacto de las TIC en la configuración clásica del derecho. Especial referencia al principio de territorialidad
The multiplicity of legislative powers established by the end of the last century (with international and european law) reached its highest level of complexity with the massificaÂtion of the internet and the emergence of a new and necesÂsary self-regulatory framework, probably something similar to a new «legislator» or «legislative power» consisting of the giants of the network. Does this mean that the existence of this new branch of law is, above all, the disappearance of physical space, colliding directly with the traditional principle of territoriality that characterized law as we have known it.
Regarding the infinity of questions and issues, some legal and others which are very interesting indeed, have caused the arise of considerable concern. The main point is, first of all, to be aware of this new situation of «extraterritoriality», and thereafter meet the new legal or law effects of these new relationships. The debate on the need for international cyberlaw, or the immediate response to the new situations or amere confidence in this «self-regulated» system to some extent. It is an issue that can simply be raised and left open, although there is clearly a more judicious answer which can only a result of a clever combination of all solutions.
In fact this area is not going to be covered in just one project, so we have focused on the relationships of private law –extraÂcontractual and contractual–, and the impact of the problems related to intellectual property and criminal law. We try to prove that «ICT Law» is not a new area of law, but rather a new scenario where relations and legal effects are produced.La multiplicidad de poderes legislativos consolidada a finales del siglo pasado (con el derecho internacional y el europeo) alcanza su mayor grado de complejidad con la masificación de internet y el surgimiento de un probablemente necesario nuevo marco de autorregulación, algo similar a un nuevo «legislador» o poder legislativo, constituido por los gigantes de la red. La existencia de esta nueva rama del derecho (¿lo es?), pero por encima de todo la desaparición del espacio fÃsico, choca directamente con el clásico principio de territorialidad que caracterizaba al derecho tal y como lo hemos conocido. Al respecto surgen infinidad de preguntas y cuestiones, algunas jurÃdicamente muy interesantes y otras que ciertamente nos causan bastante preocupación. Lo principal es, ante todo, ser conscientes de esta nueva situación de «extraterritorialidad», y, a partir de ahÃ, resolver las nuevas relaciones jurÃdicas o con efectos de derecho que se produzcan. El debate sobre la necesidad de una international ciberlaw, o de la respuesta inmediata de cada Estado ante cada situación, o la mera confianza en este sistema hasta cierto punto «autorregulado», es una cuestión que podemos simplemente plantear y dejar abierta, si bien parece claro que la respuesta más atinada solo puede venir por una inteligente combinación de todas las soluciones. En realidad esta materia es inabordable en un solo estudio, por lo que en el presente nos hemos centrado en las relaciones de derecho privado –contractuales y extracontractuales– y el impacto de la problemática en relación con la propiedad intelectual y en el derecho penal. Trataremos de demostrar que el «derecho TIC» no es una nueva rama del derecho, sino más bien un nuevo escenario donde se producen relaciones y efectos jurÃdicos
El gobierno abierto como un nuevo hito en la evolución del Estado social y democrático de derecho
Open government constitutes the next stage in the evolution of the social and democratic state of law. It can be defined as a state based on transparency, as a mean to involve citizenship in participation and collaboration with public. Given that the City Hall is the closest administration to the citizen and allows the participation of the latest in public affairs, it seems the most appropriate level of government for the implementation of open government.At this moment, this participation is mainly done through information technology and communication, and this is a trend which tends to grow exponentially, so it is important to define the concept of open government for its present and future implementation, a task for us to deal with.Currently, the best examples and experiences of open government are in America, while in Spain heterogeneity and lack of conviction in these projects is observed. However, despite the situation, some initiatives that may well serve as a model to be followed by other territorial governments shall be highlighted. One of the difficulties we will encounter is the identification and implementation of the legal regime that open government and its pillars (transparency, participation and collaboration) is governed. Such regulation is contained in the pre-existing rules, starting with the European Treaties and the Constitution, with special references to the LOPD –analyze the problem «open data» versus «personal data»– but also new laws that seek to respond, usually with little delay and destination, the new sociotechnological reality. The Spanish Transparency Law is a good example of it. To adapt this policy to all the peculiarities of each level of government, public administrations have their regulatory powers, therefore local governments could lead to transparency and open data regulations or citizen participation. The process is complex as several legal, technological and social factors have to be taken into account. Once the open government form is implemented as a way of government, there will be no reversal in this evolutionary process of democracy, as citizens will not accept a democratic backsliding.Este trabajo ha obtenido el Accésit Premio Estudios Financieros 2014 en la modalidad de Derecho Constitucional y Administrativo.
El gobierno abierto (open government) constituye la siguiente fase en la evolución del Estado social y democrático de derecho. Se puede definir como aquel que se basa en la transparencia como medio para involucrar a la ciudadanÃa en la participación y en la colaboración con lo público. Habida cuenta de que el ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano y cauce inmediato de participación de este en los asuntos públicos, parece el nivel de gobierno más idóneo para la implantación del gobierno abierto. En el presente momento esta participación se realiza principalmente a través de las tecnologÃas de la información y la comunicación (TIC), y esta es una tendencia que tiende a crecer de forma exponencial, por lo que es importante definir bien el concepto gobierno abierto de cara a su mejor implantación presente y futura, una tarea que nos corresponde abordar. En la actualidad, los mejores ejemplos y experiencias de gobierno abierto se encuentran en América, mientras que en España se observa heterogeneidad y falta de convicción en estos proyectos, si bien en el lado positivo destacamos algunas iniciativas que bien pueden servir de modelo a seguir por otros gobiernos territoriales. Una de las dificultades que vamos a encontrar es la identificación y aplicación del régimen jurÃdico por el que se rige el gobierno abierto y sus pilares (transparencia, participación y colaboración). Dicha regulación se encuentra en las normas preexistentes, comenzando por los tratados y la Constitución, con mención especial de la LOPD –se analiza la problemática «datos abiertos» versus «datos personales»–, pero también en las nuevas leyes que tratan de responder, normalmente con retraso y poco tino, a la nueva realidad sociotecnológica. La Ley española de Transparencia es buena muestra de ello. Para adaptar toda esta normativa a las peculiaridades de cada nivel de gobierno, las distintas administraciones públicas disponen de su potestad reglamentaria, que en los gobiernos locales podrÃa traducirse en ordenanzas de transparencia y datos abiertos, o de participación ciudadana. El proceso es complejo, ya que debe tener en cuenta factores legales, tecnológicos y sociales, pero imparable. Una vez se implante el gobierno abierto como forma de gobierno, no habrá marcha atrás en este proceso evolutivo de la democracia, ya que el ciudadano no aceptará un retroceso democrático
The impact of ICT in classic setting law. Special reference to the principle of territoriality
The multiplicity of legislative powers established by the end of the last century (with international and european law) reached its highest level of complexity with the massification of the internet and the emergence of a new and necessary self-regulatory framework, probably something similar to a new «legislator» or «legislative power» consisting of the giants of the network. Does this mean that the existence of this new branch of law is, above all, the disappearance of physical space, colliding directly with the traditional principle of territoriality that characterized law as we have known it.
Regarding the infinity of questions and issues, some legal and others which are very interesting indeed, have caused the arise of considerable concern. The main point is, first of all, to be aware of this new situation of «extraterritoriality», and thereafter meet the new legal or law effects of these new relationships. The debate on the need for international cyberlaw, or the immediate response to the new situations or amere confidence in this «self-regulated» system to some extent. It is an issue that can simply be raised and left open, although there is clearly a more judicious answer which can only a result of a clever combination of all solutions.
In fact this area is not going to be covered in just one project, so we have focused on the relationships of private law –extracontractual and contractual–, and the impact of the problems related to intellectual property and criminal law. We try to prove that «ICT Law» is not a new area of law, but rather a new scenario where relations and legal effects are produced