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Efficacy of proton pump inhibitor therapy for eosinophilic oesophagitis in 630 patients:results from the EoE connect registry
Background: Proton pump inhibitors (PPIs) are the most commonly used first-line therapy for patients with eosinophilic oesophagitis (EoE). However, many aspects related to PPIs in EoE are still unknown. Aims: To assess the effectiveness of PPI therapy for EoE in real-world practice. Methods: This cross-sectional study collected data on PPI efficacy from the multicentre EoE CONNECT database. Clinical remission was defined as a decrease of 6550% in dysphagia symptom score; histological remission was defined as a peak eosinophil count below 15 eosinophils per high-power field. Factors associated with effectiveness of PPI therapy were identified by binary logistic regression multivariate analyses. Results: Overall, 630 patients (76 children) received PPI as initial therapy (n\ua0=\ua0600) or after failure to respond to other therapies (n\ua0=\ua030). PPI therapy achieved eosinophil density below 15 eosinophils per high-power field in 48.8% and a decreased symptom score in 71.0% of patients. More EoE patients with an inflammatory rather than stricturing phenotype accomplished clinico-histological remission after PPI therapy (OR 3.7; 95% CI, 1.4-9.5); as well as those who prolonged treatment length from 8 to 12\ua0weeks (OR 2.7; 95% CI, 1.3-5.3). After achieving clinico-histological remission of EoE, PPI dosage reduction was effectively maintained in 69.9% of patients, but tended to be less effective among those with a stricturing phenotype. Conclusions: Inflammatory EoE phenotype and treatment duration up to 12\ua0weeks correlated with greater chance for inducing remission of EoE. A stricturing phenotype decreased response rates to PPI therapy both initially and in the long term
Los caballos sacrificados del yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz): un estudio multidisciplinar
Los primeros caballos domésticos aparecieron en las estepas euroasiáticas hace unos 5000 años. Desde entonces y a lo largo de la historia reciente de la humanidad, el caballo ha servido para multitud de tareas. Entender de qué manera las distintas sociedades sacaron provecho de este animal y de sus parientes más cercanos (asnos y sus híbridos, las mulas y burdéganos), permite conocer de manera directa el grado de complejidad tecnológica y social de esas sociedades concretas (Fages et al. 2019).
La Edad del Hierro fue una etapa de especial importancia en la península ibérica, debido a que las poblaciones autóctonas recibieron influencias de otros pueblos procedentes de distintas zonas del Mediterráneo y de la fachada atlántica de Europa. Además, para estas sociedades peninsulares, el caballo fue un animal singular que
fue utilizado para distintas finalidades: transporte, conflictos bélicos, como símbolo de poder y prestigio social y más esporádicamente, como fuente de alimento. De hecho, algunos autores han definido al caballo como el animal protagonista de la Edad del Hierro, debido a su presencia y sus implicaciones en la ritualidad de distintas zonas
del Mediterráneo antiguo, incluida la península ibérica. La importancia de este animal fue tal, que se ha propuesto al caballo como el mejor indicador para conocer la evolución de los cambios socioeconómicos ocurridos desde la Edad del Bronce hasta la época romana. Durante los últimos años, nuestro conocimiento sobre la Primera Edad del Hierro del valle medio del río Guadiana se ha visto incrementado gracias al estudio de su poblamiento y al hallazgo del yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz). El estado de conservación del edificio y los materiales
que lo acompañan permiten considerarlo uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de la Protohistoria mediterránea. Las razones son numerosas, pero se pueden resumir en tres conceptos principales: 1) la documentación de unas estructuras arquitectónicas inéditas para la época, 2) la recuperación de ricos materiales arqueológicos procedentes de diversas partes del Mediterráneo y 3) la presencia de un sacrifico numeroso de animales o hecatombe, relacionado claramente
con un acto de carácter ritual. Además, y para mayor espectacularidad de este hallazgo, la mayoría de estos animales son équidos. Este descubrimiento ha
supuesto un catalizador para que alrededor del Turuñuelo y de sus équidos sacrificados, se haya formado un equipo multidisciplinar de arqueólogos, arqueozoólogos, veterinarios y biólogos especialistas en ADN antiguo, con unos
objetivos concretos: reunir toda la información posible de estos équidos y con ella, conocer mejor a la sociedad tartésica que los sacrificó.Esta investigación se está desarrollando en el marco de los siguientes proyectos de la Comunidad Autónoma de Extremadura: 1. “Estudio de la hecatombe animal del yacimiento de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz). La gestión de la cabaña ganadera y sus implicaciones socioeconómicas y rituales en época tartésica”, IB10131 con Sebastián Celestino Pérez como Investigador Principal. 2. “Iberia a través de sus caballos: Estudio integral de la diversidad genética, enfermedades infecciosas y paleopatologías de los caballos extremeños de la Edad del Hierro”, IB18060 con Joaquín Jiménez Fragoso como Investigador Principal.Peer reviewe