14 research outputs found

    Provincias de Catamarca y Salta

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    Fil: Seggiaro, Raúl E. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.Fil: Becchio, Raúl. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.Fil: Pereyra, Fernando X. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.Fil: Martínez, Liliana. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.La Hoja Antofalla se ubica entre las coordenadas 25° 00´ - 26° 00´ LS y 67° 30´ LO y el límite con Chile, en la Puna Austral, dentro de las provincias de Catamarca y Salta. La Puna es una altiplanicie con un nivel de base de 4000 m s.n.m., con serranías y aparatos volcánicos alineados en sentido norte sur que separan extensas depresiones, muchas de ellas ocupadas por salares. Las rocas más antiguas aflorantes en la Hoja son rocas metamórficas de mediano a alto grado del Neoproterozoico-Cámbrico, que están asociadas a granitoides ordovícicos en las áreas de Campo Negro, Archibarca, Cerro Plegado y Antofalla. Las unidades del Paleozoico inferior corresponden al Complejo Volcánico Sedimentario Cortaderas Chicas. Constituyen extensos afloramientos integrados por rocas pelíticas y areniscas con intercalaciones de vulcanitas ácidas y básicas e intrusivos graníticos. Todas las unidades presentan un metamorfismo de bajo grado. Estas unidades están deformadas con pliegues apretados y volcados que desarrollaron clivaje de plano axial y cabalgamientos con la vergencia dominante hacia el oeste. El Paleozoico superior está integrado por estratos rojos continentales de edad pérmica pertenecientes a la Formación Patquía - de La Cuesta (Grupo Paganzo). Durante el Pérmico-Triásico se registraron unidades volcánicas y pórfiros de la Formación La Tabla asociada a fallas extensionales en la sierra Quebrada Honda, el Granito León Muerto que intruye a rocas ordovícicas en el sudoeste de la Hoja y diques que intruyen a las sedimentitas pérmicas en el salar del Fraile. Los antedichos estratos del Paleozoico superior infrayacen en discordancia angular a la Formación Geste del Paleógeno, integrada por areniscas conglomerádicas rojizas. La actividad del arco magmático y el acortamiento controlaron la naturaleza de las unidades paleógenoneógenas y neógenas. Los depósitos sedimentarios de la Formación Vizcachera representan la evolución de una cuenca de antepaís, cuya secuencia se inicia con depósitos fluviales arenosos y sin participación volcánica, pasando a facies conglomerádicas con rodados de vulcanitas provenientes del arco volcánico e intercalaciones de ignimbritas en los niveles superiores. A partir del Mioceno inferior se desarrolló una intensa actividad magmática en el ámbito de la Hoja, representada por cuerpos subvolcánicos y estratovolcanes e ignimbritas ejemplificados en los complejos Cori, Cave, Quebrada del Agua y vulcanitas del Cerro León Muerto. La instalación del arco volcánico y la estructuración y elevación de la Puna está representada en la región por grandes estratovolcanes entre los que se destacan el Tebenquicho y el Antofalla. El volcán Archibarca emitió ignimbritas que se dispersaron radialmente y condicionaron el desarrollo de la cuenca evaporítica representada por la Formación Sijes en el salar del Río Grande. Durante el Pleistoceno, la actividad volcánica continuó con la emisión de basaltos a partir de centros monogénicos y fisurales desarrollados a lo largo de fracturas extensionales, entre los que se destaca el volcán Chascha. Los depósitos actuales, típicos de un ambiente desértico de condiciones extremas, están integrados por acumulaciones de depósitos aluviales, lacustres, coluviales y eólicos, que cubren gran parte del área relevada. La evolución estructural de la región muestra la participación de varios eventos de deformación superpuestos desde el Neoproterozoico. La sierra de Calalaste, junto a los afloramientos de basamento presentes al oeste del salar de Antofalla, podrían representar remanentes de una antigua faja plegada desarrollada durante el Paleozoico inferior. Las estructuras antiguas habrían controlado el desarrollo y la geometría de las cuencas y la vergencia de los cabalgamientos desde los inicios de la orogenia Andina. En el Paleozoico superior se desarrolló un evento tectónico extensional, cuya respuesta sedimentaria está reflejada en los depósitos pérmico-triásicos. En la sierra Quebrada Honda se observó la relación de una falla directa del Paleozoico superior parcialmente reactivada a inversa durante la tectónica Andina. Los esfuerzos compresivos andinos originaron un sistema de fajas plegadas representada en la Hoja por los cabalgamientos: de Calalaste, Antofalla y Cerro Plegado - Quebrada Honda. Además de los esfuerzos compresivos, al norte de las Salinas Grandes y en Los Colorados, en el extremo nordeste de la Hoja, se observaron fallas con desplazamientos dextrales que indican la presencia de una tectónica transcurrente durante el Neógeno. Los recursos minerales están representados por depósitos metalíferos de Ag-Pb-Zn-Cu y depósitos de minerales industriales como azufre, evaporitas actuales y fósiles y ónix

    Hoja Geológica 2366-III

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    Fil: Seggiaro, Raúl E. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.Fil: Becchio, Raúl. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.Fil: Bercheñi, Victor. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.Fil: Ramallo, L. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.Fil: Franchi, Mario. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.La Hoja 2366-II Susques se encuentra en el ámbito de la Provincia Geológica Puna Septentrional y abarca parte de las provincias de Jujuy y Salta. El clima es continental desértico y riguroso, con temperaturas de invierno inferiores a -20ºC y estación lluviosa de verano en los meses de enero y febrero. La estratigrafía está integrada por un basamento leptometamórfico del Precámbrico superiorCámbrico inferior correspondiente al Complejo Puncoviscana, aflorante en la sierra de Cobres y en el cerro Negro, al sureste de la Hoja. Estos son los registros de basamento más occidentales de la región. En la serranía de Cobres y en forma aislada, en la franja oriental de la Hoja se registran afloramientos de cuarcitas cámbricas del Grupo Mesón. Las rocas ordovícicas configuran el resto del sustrato de la región y están ampliamente distribuidas en toda la superficie de la Hoja. Estos depósitos están constituidos principalmente por psamitas y pelitas marinas de colores verdosos, con intercalaciones de piroclastitas ácidas y mantos lávicos básicos que integran tres asociaciones de unidades denominadas Complejo de plataforma de la Puna, Complejo volcánico - volcaniclástico de la Puna y Complejo turbidítico de la Puna. En las sierras de Tanque, Cobres, Queta y Quichagua afloran fajas de granitoides ordovícicos identificados como granodioritas Cobres, Tanque y Quepente, Complejo ígneo Santa Ana, granitos Churcal y Las Burras y Leucogranito Cerro Bayo. Estos intrusivos se asocian con eventos tectónicos extensionales ocurridos durante la Fase Tumbaya en el Tremadociano. A fines del Ordovícico, la Fase Oclóyica produjo esfuerzos compresivos que iniciaron el cierre de la cuenca. El testimonio de la tectónica compresiva oclóyica se encuentra en la presencia de pliegues con clivaje de plano axial que se diferencian nítidamente del estilo de deformación andino. Desde mediados del Mesozoico tuvo lugar en la región un vasto episodio magmático representado por los Granitoides Castro Tolay y la Granodiorita Puira (Jurásico), el Granito Tusaquillas (JurásicoCretácico) y en el Cretácico, la Diorita Taire y la Formación Rangel, constituida por rocas sieníticas y granitos alcalinos. En el Cretácico inferior a superior se depositaron sedimentos aluviales que gradan a psamíticos fluviales del Subgrupo Pirgua, sobre los que se apo yan discordantemente secuencias de calizas, pelitas y psamitas de las formaciones Lecho y Yacoraite, del Subgrupo Balbuena, del Cretácico superiorPaleoceno, atribuidas a un ambiente marino somero de baja salinidad. Afloran a lo largo de la sierra de Tanque y en su continuidad hacia el sur en el área de la quebrada de Lari, en la sierra de Cobres y en los alrededores de Catua. El Paleógeno está integrado por depósitos de areniscas y conglomerados del Subgrupo Santa Bárbara y de la Formación Casa Grande, aflorantes principalmente en los alrededores de Catua y a lo largo de la sierra de Tanque. Las secuencias neógenas consisten en sedimentitas rojas conglomerádicas fluviales en la base de la sucesión, que pasan en los niveles superiores a areniscas finas y pelitas que hacia el techo gradan a depósitos evaporíticos de ambientes lacustres con intercalaciones de lavas y piroclastos. El magmatismo terciario está representado por complejos volcánicos del Mioceno conformados por estratovolcanes dacítico-andesíticos y domos dacíticos a riodacíticos. Durante el Mioceno superior-Plioceno se formaron grandes mantos ignimbríticos y se emplazaron estratovolcanes y domos de composición ácida a intermedia, entre los que se destacan los provenientes de los complejos volcánicos Coranzulí y Jama, entre otros. El Cuaternario está representado por depósitos sedimentarios aterrazados, evaporíticos, aluviales, coluviales y eólicos. Localmente, durante el Pleistoceno inferior se desarrolló la fase final del complejo volcánico Tuzgle con la emisión de ignimbritas dacíticas. Las estructuras de la región fueron generadas por fases tectónicas superpuestas correspondientes a etapas compresivas y extensionales desde el Precámbrico superior hasta el presente. La tectónica Andina configuró una topografía de valles y sierras como producto del desarrollo de una faja plegada y fallada de piel gruesa, controlada parcialmente por las estructuras paleozoicas y por la inversión tectónica de fallas extensionales cretácicas. La fisiografía actual es el resultado del modelado del sustrato rocoso por acción gravitatoria, fluvial, eólica y de la meteorización. Entre las cadenas montañosas se conformaron valles paralelos donde se acumularon sedimentos y se formaron salares que constituyen los niveles de base locales. El relleno neógeno de las cuencas consiste en evaporitas y material clástico aluvial con depósitos tobáceos subordinados. Dentro de los recursos mineros se incluyen tanto depósitos con cierto significado económico, que fueron aprovechados en algún momento o que están a la fecha en actividad, como manifestaciones e indicios pequeños con escasos laboreos exploratorios. Entre las mineralizaciones metalíferas se distinguen los filones antimoníferos de las minas Cordillera y Cerro Lina, el depósito de hierro y cobre La Colorada (en la sierra de Cobres), las concentraciones de hierro cercanas al cerro Coquena (en Catua), las manifestaciones de cuarzo vetiforme con contenidos de oro Olaroz Chico, Lagunita y Pueblo Viejo, los conglomerados mineralizados con plata y cobre de la mina La Providencia, vetas con anomalías en Pb, Cu, Zn y Bi en el cerro Yungara, El Peladar y Santa Julia, las manifestaciones de torio y tierras raras del distrito Rangel, en la sierra de Cobres, y las concentraciones de wolframio de la sierra de Tusaquillas. En relación con los depósitos de minerales industriales, los boratos, junto con la sal común, revis ten particular importancia, porque son los únicos recursos que a la fecha generan actividad minera extractiva y por otra parte representan el mayor valor económico producido por la actividad minera, en este rubro, en las provincias de Salta y Jujuy. En cuanto a los boratos, se reconocen depósitos fósiles, originados en cuencas terciarias, tales como el yacimiento Loma Blanca, ubicado al norte de Susques y depósitos recientes vinculados con las cuencas salinas de Olaroz, Cauchari, Salinas Grandes, Guayatayoc y otras. Las concentraciones de cloruro de sodio en explotación pertenecen a la cuenca de Salinas Grandes. Entre los sitios de interés geológico se destacan la mina La Colorada, la falla de rift de la quebrada de Tanque, las discordancias Tilcara e Iruya y la ordovícico-cretácica de Catua, las secuencias ordovícicas situadas entre Salinas Grandes y Susques, el complejo piroclástico Susques, las eolianitas de Catua y las Salinas Grandes

    Strontium (Sr), neodymium (Nd) and lead (Pb) isotope values from suspended and riverbed sediments of the Plata River and from two marine sediment cores in the western subtropical South Atlantic

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    Sediments transported in rivers reflect the geology of the catchment area and its radiogenic isotopic composition. These isotopic signatures are not significantly altered by weathering, transport or deposition and hence can document variations in sediment supply. Here we present strontium (Sr), neodymium (Nd) and lead (Pb) isotope values from suspended and riverbed sediments of the Plata River drainage basin, the second largest on the South American continent, and from two marine sediment cores collected off the mouth of the Plata River in the western subtropical South Atlantic. Our modern riverine data suggest that the basin has three main sediment source areas, namely the upper Paraná River, the Uruguay River and the Andean draining rivers. Sediments from the Andean draining rivers (Salado and Bermejo Rivers) have the most radiogenic Pb (i.e. >18.5 for 206Pb/204Pb) and Sr (average of 0.726 ± 0.031; 2SD) isotopic signatures, and least radiogenic εNd values (average of -10.5 ± 3.1; 2SD). The upper Paraná and Uruguay Rivers have less radiogenic Pb (i.e. <18.5 for 206Pb/204Pb) and Sr (average of 0.715 ± 0.003; 2SD) isotopic signatures. While the upper Paraná River has average εNd values of -7.8 ± 1.1 (2SD), the Uruguay River has average εNd values of -5.9 ± 0.2 (2SD). The modern isotopic signature at the mouth of the Plata River is largely dominated by the Andean draining rivers. To reconstruct changes in sediment supply to the western subtropical South Atlantic, we used this new riverine dataset together with literature values from the Argentine continental margin to interpret the data from two marine sediment cores. The downcore records cover the last ~ 30 kyr and show two short-lived excursions (i.e. Heinrich Stadial 1 and the Younger Dryas) and two long-term trends (i.e. late Pleistocene (i.e. ~29 to 11 cal ka BP for Sr and ~29 to 25 cal ka BP for Nd), and early and mid-Holocene). We suggest that the short-lived excursions result from increased precipitation in the headlands of the Andean draining rivers during Heinrich Stadial 1 and the Younger Dryas. The late Pleistocene long-term change showed an increase in the contribution of material from the Plata River drainage basin in relation to material from the Argentine continental margin most probably due to low sea-level. The early and mid-Holocene long-term trend showed the opposite change in sediment input and was related to decreased precipitation over most of the Plata River drainage basin

    Li content and Li-Sr-Nd isotope composition of salar deposits from southern Puna salars (Argentina)

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    The Central Andes of South America hosts the largest known lithium (Li) anomalies in a restricted area, but the primary lithium sources of the salar deposits and the mobilization process of lithium are still a matter of speculation. Chemical weathering at or near the surface and leaching in hydrothermal systems of the active magmatic arc are considered as the two main mechanisms of Li extraction from the source rock. The lithium and strontium isotope composition of typical salar deposits offer insights into the processes on how Li brine deposits in Andean evaporites are formed. To further the understanding of the different processes of Li mobilization (weathering and/or hydrothermal leaching) and accumulation that play an important role in the salars of the southern Puna in north-western Argentina, we study the Centenario, Ratones and Diablillos salars, the smallest salars that are among the world-class brine deposits in the Central Andes Li-rich salars. We use Sr isotopes (87Sr/86Sr) for source tracing and Li contents and Li isotopes (δ7Li) to constrain Li mobilization from source to deposition. Nd isotope compositions (143Nd/144Nd) were also determined in clastic sediment samples from salar to provide additional constrains to the rock sources. The studied materials include surface catchment and salar surface samples from the three studied closed basins (rocks, freshwater, brines, salts, travertine, siliciclastic sediments) and core samples (siliciclastic sediments and rocks) and fluid (brines) samples to a depth of 250 m, obtained from Salar de Diablillos (southern Puna in north-western Argentina)

    Li content and Li and Sr isotopic compositions of deep brines from wells DRC-01 and DDD-02, and core samples (sediments, and basement rocks) from core DDD-07 - Salar de Diablillos, Argentina

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    Sr isotopes (87Sr/86Sr), Li contents and Li isotopes (δ7Li) were determined in drill core samples (sediments and rocks) and fluid (brine) samples to a depth of 250 m, obtained from Salar de Diablillos (southern Puna in north-western Argentina). For clastic sediment samples, Nd isotope compositions (143Nd/144Nd) were also determined. The Central Andes of South America hosts the largest known lithium (Li) anomalies in a restricted area, but the primary lithium sources of the salar deposits and the mobilization process of lithium are still a matter of speculation. Chemical weathering at or near the surface and leaching in hydrothermal systems of the active magmatic arc are considered as the two main mechanisms of Li extraction from the source rock. The lithium, strontium and neodimium isotope composition of typical salar deposits offer insights into the processes on how Li brine deposits in Andean evaporites are formed

    Li, δ7Li, 87Sr/86S and 143Nd/144Nd of surface samples from Salares Diablillos, Ratones and Centenario

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    The Central Andes of South America hosts the largest known lithium (Li) anomalies in a restricted area, but the primary lithium sources of the salar deposits and the mobilization process of lithium are still a matter of speculation. Chemical weathering at or near the surface and leaching in hydrothermal systems of the active magmatic arc are considered as the two main mechanisms of Li extraction from the source rock. The lithium and strontium isotope composition of typical salar deposits offer insights into the processes on how Li brine deposits in Andean evaporites are formed. To further the understanding of the different processes of Li mobilisation (weathering and/or hydrothermal leaching) and accumulation that play an important role in the salars of the southern Puna in north-western Argentina, we study the Centenario, Ratones and Diablillos salars, the smallest salars that are among the world-class brine deposits in the Central Andes Li-rich salars. We use Sr isotopes (87Sr/86Sr) for source tracing and Li contents and Li isotopes (δ7Li) to constrain Li mobilization from source to deposition. Nd isotope compositions (143Nd/144Nd) were also determined in clastic sediment samples from salar to provide additional constrains to the rock sources. The studied materials include catchment and basin surface samples from the three studied closed basins
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