14 research outputs found
Flora en playas y dunas costeras de México
Background and Aims: The first updated floristic checklist, supported with herbarium specimens, is presented for beaches and coastal sand dunes of Mexico.Methods: The analysis is based on the revision of 14 national and foreign herbaria. A 2 × 2 km grid was placed over a map of the coastal sand dunes of Mexico to reference the herbarium records, corresponding to the 2180 sites and 12,419 examples of plants documented. Indices of diversity, similarity, taxonomic diversity, and redundancy were calculated.Key results: The flora of the beaches and coastal sand dunes of Mexico consists of 153 families, 897 genera, and 2075 species of vascular plants. These represent 9.5% of the vascular flora of Mexico. The herbaria with high indices of redundancy (IR≥0.7) are the herbarium of the Universidad Nacional Autónoma de México (IR=0.9), the Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY, IR=0.8), the Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (HCIB), the Instituto de Ecología, A.C. (XAL) and the Natural Museum in San Diego (SD), each with an IR of 0.7. Five floristic regions are clearly recognized, which correspond to the seas of Mexico. The North Pacific has the highest taxonomic diversity and the South Pacific has the least. The Gulf of California, Gulf of Mexico and the Caribbean Sea have very similar taxonomic diversity. The species with the most recorded occurrences are Trianthema portulacastrum (165), Croton punctatus (107), Echites umbellatus (106) and Ipomoea pes-caprae (90). Considering the ecotonal nature of the ecosystem, most dune plants are shared with neighboring vegetation (forests, scrubs, wetlands, such as marshes or mangrove swamps).Conclusions: This first checklist of the flora of beaches and coastal dunes is the baseline for multiple future studies: floristic, biogeographic, and ecological. Moreover, this list will be important if used in environmental assessments and coastal zone plans.Antecedentes y Objetivos: Se presenta el primer listado florístico de las playas y dunas costeras de México, actualizado y respaldado por ejemplares de herbario.Métodos: Se revisaron 14 herbarios nacionales y extranjeros. Se sobrepuso una retícula de 2 × 2 km al mapa de la costa y de las dunas costeras de México para referir todos los registros que corresponden a 2180 sitios con 12,419 ejemplares de plantas. Se calcularon índices de diversidad, similitud, diversidad taxonómica y redundancia.Resultados clave: La flora registrada consta de 153 familias, 897 géneros y 2075 especies de plantas vasculares, las cuales representan 9.5% de la flora vascular de México. Las cinco colecciones con índices de redundancia altos IR≥0.7 son los herbarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (MEXU, IR=0.9), del Centro de Investigación Científicas de Yucatán (CICY, IR=0.8), y los del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (HCIB), el Instituto de Ecología, A.C. (XAL) y el del Museo de Historia Natural de San Diego (SD), cada uno con un IR de 0.7. Se reconocen cinco regiones florísticas que corresponden a los mares de México. El Pacífico Norte tiene mayor diversidad taxonómica y el Pacífico Sur menor diversidad taxonómica. El Golfo de California, Golfo de México y Mar Caribe tienen diversidades taxonómicas similares. Las especies con más registros son Trianthema portulacastrum (165), Croton punctatus (107), Echites umbelllatus (106) e Ipomoea pes-caprae (90). Por el carácter de ecotono de las dunas costeras, la mayoría de las especies se comparten con los tipos de vegetación vecinos (selvas, matorrales, y humedales como las marismas y manglares).Conclusiones: Esta primera lista de la flora en playas y dunas de México es la base para múltiples estudios florísticos regionales y locales, biogeográficos, y ecológicos; además, que será importante para su uso en temas de impacto ambiental y manejo costero
Apuestas de conservación en las costas de Chiapas y Oaxaca
Las costas de Chiapas y Oaxaca cuentan con una serie de rasgos que las distinguen tanto en lo geográfico y lo biológico como en lo social. Estos estados comparten sistemas de montañas muy cercanos a la costa (la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre de Chiapas), lo que origina planicies muy angostas y amplias lagunas que son sitios de refugio y reproducción para especies de plantas y animales marinos de gran valor económico. Además, en la parte oaxaqueña se encuentra el sistema arrecifal más importante del Pacífico sur mexicano, que es la puerta de entrada a México para la fauna coralina proveniente de Centroamérica
Vulnerability of human communities in Mexican mangrove ecosystems: an ecosystem-based adaptation approach
Los manglares en buen estado de conservación reducen la vulnerabilidad a eventos extremos tales como el aumento del nivel del mar y huracanes. En México, algunas comunidades dependen de los servicios ambientales del manglar. En la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, la conectividad de los ecosistemas que conforman los humedales está disminuyendo a causa de los incendios y las actividades humanas. La degradación se agravó durante los efectos generados por los huracanes Paulina (1997) y Mitch (1998). El enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) fue utilizado para identificar los beneficios locales proporcionados por los manglares y el aumento de su capacidad de adaptación al cambio climático y considerando que si el manglar se encuentra en buen estado de conservación se mantendrán los servicios de los ecosistemas, incluyendo la protección contra huracanes y sus efectos. En este sentido, para la evaluación del estado de conservación y la estructura de la vegetación se monitorearon 7 transectos, donde se registraron: a) cambios en el tipo de vegetación (datos biológicos, fenológicos, altura de especies arbóreas y en los manglares la condición de las raíces aéreas), b) la representatividad de las especies locales para cada tipo de vegetación identificado (manglares, bosques tropicales de agua dulce, vegetación de dunas costeras, selva baja, arbustos espinosos y cultivos), c) la conectividad diferenciando la continuidad entre los diferentes tipos de vegetación costera o la ruptura de la continuidad por actividades antrópicas, d) el cambio en la cobertura de vegetación e) cambios en la integridad de la vegetación asociados a ecoturismo, asentamientos humanos, cultivos o, y f) la microtopografía de los transectos identificando la altura del escarpe de playa y la pendiente del transecto. Los transectos fueron colocados transversalmente a las islas de barrera, según los diferentes tipos de vegetación y usos de la tierra. Para evaluar la vulnerabilidad social local a climas extremos, se analizaron los cambios en la cobertura vegetal mediante técnicas de teledetección, estadísticas demográficas y se aplicaron entrevistas semi-estructuradas a los habitantes locales y las autoridades de Protección Civil. Los resultados indican que los ciclones tropicales en la region no son tan frecuentes (3 a 8 registrados en 67 años), por lo que solo el 8% de los encuestados percibieron los ciclones como peligro. Sin embargo, si perciben como amenazas al aumento en el nivel del mar, inundaciones y olas de calor..
¿Por qué conservar los humedales?
Algunas funciones de los humedales pueden ser sustituidas temporalmente por obras de ingeniería, como represas, escolleras o plantas de tratamiento de aguas, pero los humedales suelen hacerlo a un costo menor y con mejor calidad que cualquier solución técnica.Florecimiento de las civilizaciones Los humedales son ecosistemas tanto naturales como artificiales que se caracterizan por ser zonas de transición entre los sistemas acuáticos y terrestres; constituyen áreas de inundación temporal o permanente, tanto continentales como costeras-marinas, sujetas o no a la influencia de mareas. Cuando son naturales se encuentran en cualquier parte de las cuencas, sobre todo en aquellos sitios donde hay mayor posibilidad de acumulación de agua. De manera general, es posible clasificar a los humedales de este modo: ribereños, que son tierras constantemente inundadas por el desbordamiento de ríos, como los bosques inundados o llanuras; estuarios, donde los ríos desembocan en el mar y el agua constituye una mezcla entre dulce y salada, como los deltas y marismas; costeros-marinos, entre los que se encuentran los arrecifes de coral y los manglares; lacustres, son los terrenos siempre cubiertos por agua con poca circulación e incluyen fundamentalmente a las lagunas; palustres, cuerpos de agua permanentes o estacionales con poca profundidad, por ejemplo: pantanos y ciénagas. La importancia de los humedales ha variado con el tiempo, pero siempre han desempeñado un importante papel para la vida. Si nos remontamos hacia atrás en la línea del tiempo, en el periodo carbonífero –hace 350 millones de años– predominaban los ambientes pantanosos; en aquellos humedales se originaron las grandes reservas de combustibles fósiles de los que hoy dependemos: carbón, petróleo y gas. Además, son un reservorio de biodiversidad y la existencia de los seres humanos en la Tierra se ha vinculado con ellos. Sabemos que destacadas civilizaciones se han asentado y desarrollado a orillas de grandes ríos del mundo: el Tigris, el Éufrates, el Huang He, el Yang Tsê-Kiang, el Nilo, el Ganges y el Indo, entre otros; sin embargo, es más preciso decir que es a las orillas de los humedales de estos ríos donde las sociedades se han afincado. Mesoamérica no fue la excepción: la gran Tenochtitlan floreció en la zona lacustre del valle de México. Otros pueblos, como los tarascos, totonacas, olmecas y mayas se establecieron en zonas aledañas a lagos, lagunas y estuarios en la zona costera, debido a que los humedales los proveían de bienes y servicios, como caza, pesca, agua para beber, tierras cultivables, pastoreo, vías de transporte. Estos cuerpos de agua incluso llegaron a formar un elemento central en la cosmovisión, mitología, arte y religión de las sociedades mesoamericanas. Beneficios directos e indirectos El vínculo humano con los humedales se debe a que figuran entre los ecosistemas más productivos de la Tierra. Sus características se pueden agrupar en componentes, funciones y propiedades. Los componentes son los rasgos bióticos y abióticos, como el suelo, el agua, las plantas y los animales. Las interacciones de estos componentes constituyen las funciones, entre ellas el ciclo de nutrientes, el intercambio de aguas superficiales y subterráneas, incluida la interacción con la atmósfera. Cada uno de los sistemas de humedales presenta una serie de propiedades que se integran por la diversidad de especies que allí se albergan. Los humedales son verdaderos guardianes de biodiversidad. Los pantanos, por ejemplo, suelen considerarse áreas insalubres por integrar materia en descomposición, pero realmente son una fuente de vida y su múltiple vegetación sostiene una gran cantidad de fauna: cocodrilos, numerosos insectos, roedores, ranas, sapos, serpientes, pejelagartos y otros peces, además de una notable variedad de aves, entre las que puede haber flamencos. Lo mismo ocurre con otros tipos de humedales. No por nada sustentan directamente a millones de personas y aportan bienes y servicios a su entorno. Los seres humanos cultivan sus suelos, cazan en ellos y pescan para consumo y comercialización; talan árboles para obtener madera de construcción y leña; obtienen diferentes componentes vegetales, como palmas, fibras y carrizos para elaborar productos medicinales, alimenticios y de diversa índole. En el ámbito paisajístico, estos ecosistemas significan áreas de interés para actividades recreativas, como la observación de la flora y fauna, la navegación y recorridos ecoturísticos. Asimismo, son espacios ideales para la realización de estudios científicos. Además de utilizar los humedales de forma directa, los seres humanos se benefician de sus funciones o servicios. Al paso por una llanura de inundación, el agua se almacena temporalmente, lo que reduce el caudal máximo de los ríos y retrasa el momento en que se alcanza ese nivel; esto favorece a las poblaciones ribereñas asentadas aguas abajo. Los humedales también reciclan el nitrógeno y mejoran la calidad del agua. Mientras, en la cuenca baja de los ríos, los manglares y otros ecosistemas protegen a las comunidades costeras del impacto de las tormentas tropicales y los huracanes, reduciendo la energía de las olas y la erosión marina. Quienes se benefician así están aprovechando las funciones de los humedales de forma indirecta. Estas funciones pueden ser sustituidas temporalmente por obras de ingeniería, como represas, escolleras o plantas de tratamiento de aguas, pero los humedales suelen hacerlo a un costo menor y con mejor calidad que cualquier solución técnica. Indispensables y vulnerables Los humedales son ecosistemas muy frágiles y vulnerables a las afectaciones provocadas por el cambio climático.1 Los pronósticos más comunes afirman que su cobertura tiende a reducirse a causa de la elevación del nivel del mar y también peligran frente a las grandes marejadas y ciclones, cuyo número e intensidad va en aumento por el calentamiento global. Paradójicamente, aunque son frágiles ante tales amenazas, juegan un papel clave, ya que son espacios cruciales para equilibrar otros ecosistemas y la vida de los seres humanos, como esbozamos ya al mencionar algunos de sus beneficios. Estas características (sistemas vulnerables e indispensables) los ubican entre los sistemas naturales cuyo estudio se ha vuelto imperativo. Se necesitan alternativas, como el manejo integral de cuencas y zona costera mediante el cambio del modelo productivo actual; estrategias de adaptación y mitigación al cambio climático en busca de un desarrollo sostenible de las comunidades, abarcando la valoración económica de los bienes y servicios ambientales de los humedales; estudios de riesgo y vulnerabilidad a nivel regional. Sin embargo, los cambios del uso del suelo, un mal manejo de los ríos, los eventos meteorológicos extremos, la introducción de contaminantes, las descargas urbanas, el impacto negativo de especies exóticas e invasoras, la expansión agropecuaria, los incendios forestales, la tala de los bosques y la intrusión salina, figuran entre los factores que más amenazan el estado natural de los humedales. Cabe mencionar que entre los más afectados se encuentran los dulceacuícolas, en los que la presión del recurso hídrico es cada vez más demandante; esto se suma a los problemas de contaminación que provocan alteraciones y disminución de las poblaciones de organismos. Los humedales de zona costera también enfrentan graves amenazas, en especial por la deforestación y erosión de las cuencas altas y media e incluso por la extracción de los recursos energéticos (petróleo y gas). El desarrollo turístico y portuario también los afecta seriamente. Como ejemplo de la grave situación de los humedales, durante los últimos 35 años en la costa de Chiapas se han perdido unas 4,500 hectáreas de manglares y han desaparecido 9,800 hectáreas de humedales lacustres y palustres debido al cambio de uso de suelo para ganadería y el establecimiento de plantaciones de palma africana, caña de azúcar y plátano; también influye negativamente el azolvamiento producido por la rectificación de los ríos (obstrucción de la corriente), con lo que se produce un exceso de sedimento transportado por los ríos hacia las lagunas costeras. Los cambios en flujos de agua y sedimentos están provocando subsidencia o hundimientos en los sistemas humanos (poblados, plantaciones, potreros), incrementando el riesgo por inundación. Se requiere identificar las zonas potencialmente inundables para planificar en consonancia con la vocación del suelo y lograr la conservación de humedales. El sur-sureste mexicano La región frontera sur está conformada por los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Tabasco, y en ella destaca un contraste entre la riqueza de sus recursos naturales y la marginación de su población. La riqueza natural se puede atribuir en gran medida a que en la zona se ubica el 59.9% del trópico húmedo de nuestro país y su gradiente altitudinal va de 0 a 4,100 metros sobre el nivel del mar, lo cual implica una diversidad de climas y ecosistemas. En este sentido, representa un área de enorme importancia biológica: alberga 22% de las regiones terrestres prioritarias y 10% de las hidrológicas. Su cobertura vegetal abarca más de 3 millones de hectáreas y ahí se localizan casi todas las llamadas maderas preciosas. Junto con Oaxaca, Veracruz y Yucatán, los estados de la frontera sur conforman la región sur-sureste, así reconocida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Comparten muchas características, como la riqueza biológica y la diversidad cultural, y también afrontan una serie de problemáticas comunes: la acelerada pérdida de cobertura forestal, la expansión urbana o la pérdida y fragmentación de hábitats. A la par, se establecen sinergias con actividades antrópicas de importancia para el país, como son las relacionadas con el petróleo y otros recursos energéticos, hidroeléctricas, energía eólica, puertos, recursos forestales, pecuarios y pesqueros. Como parte de su gran biodiversidad, la región sur-sureste es una de las áreas de humedales más importantes del país, especialmente lacustres (lagunas) y palustres (pantanos y ciénagas). Podemos mencionar las zonas pantanosas y las planicies costeras de Veracruz, Tabasco, Campeche y Chiapas, y también las grandes extensiones de humedales que se han formado en la parte baja de los ríos más importantes, como en las cuencas del Papaloapan, Coatzacoalcos, Tonalá y Grijalva-Usumacinta. Conocer y conservar En El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) los humedales han sido un tema importante de estudio desde hace al menos 15 años. Las principales líneas de investigación desarrolladas se relacionan con inventarios florísticos y faunísticos; delimitación y delineación de humedales; modelación ecosistémica; restauración; ecología y manejo de los sistemas. A continuación mencionaremos algunos ejemplos de investigación que dan cuenta de la trascendencia del tema: En las costas de Chiapas y Oaxaca se ha realizado un inventario del estado que guardan los bosques de mangle y se ha cuantificado la pérdida de esta vegetación por diferentes actividades antrópicas y eventos naturales. Se ha encontrado que por deforestación, avance de las fronteras agropecuarias, azolvamientos y dragados han desaparecido unas 1,870 hectáreas de manglares y 2,950 héctareas en humedales costeros de agua dulce en los últimos 10 años. No todo se queda en cifras y datos negativos, pues resulta fundamental impulsar cambios y toma de conciencia, así que también se han restaurado y reforestado en Chiapas hasta 215 hectáreas de manglar afectadas por obras de dragados, con la participación de las comunidades. En el mismo sentido, actualmente se dispone de un mapa de las principales amenazas a los humedales de la Reserva la Encrucijada, en Chiapas, que podrán servir como base para propiciar acciones, ya sea desde las políticas públicas o en proyectos coordinados por la academia y la población local. En la zona de los Pantanos de Centla, en Tabasco, también se ha realizado trabajo destacado con las comunidades. A pesar del impacto de la industria petrolera, de las descargas urbanas y del cambio de uso de suelo para agricultura y ganadería extensiva, la pesca sigue siendo la actividad principal. Algunas organizaciones de pescadores trabajan con planeación adecuada para conservar el entorno, mientras que otras explotan los recursos sin considerar que pueden acabar con ellos, así que se han realizado varios talleres para ofrecer mejores fórmulas de manejo de las pesquerías. Por otra parte, en una década de monitoreo en los humedales del sur del Golfo de México se ha realizado gran parte del inventario de la fauna acuática. Se han colectado un total de 145,789 organismos de 38 familias de moluscos; 9,945 crustáceos correspondientes a 23 familias y 25 especies; 936 ejemplares de 63 familias de insectos. Los datos son la base para más estudios. Otra línea de investigación se relaciona con la distribución de especies invasoras, aquellas que provienen de otros lugares geográficos y causan alteraciones en el nuevo ecosistema. En los humedales de Tabasco se están estudiando dos especies de moluscos gasterópodos Melanoides tuberculata y Tarebia granifera, así como el pez armado Pterygoplichthys pardalis. La problemática generada por estas especies invasoras es aún desconocida; sin embargo su abundancia ha ido en aumento y afecta la estructura trófica de los humedales (cadena alimenticia), por lo que es necesario realizar evaluaciones integrales y cuantificar el impacto. Como se puede apreciar, los valores y funciones que ofrecen los humedales son indispensables para la vida. No obstante, existe una falta de conciencia ambiental en diferentes ámbitos de la sociedad: sector comunitario, empresarial, científico y gubernamental, y las actividades humanas están llevando estos ecosistemas al colapso. Aún es tiempo de actuar en conjunto para conservarlos. Cristian Tovilla-Hernández ([email protected]) y Dulce Infante Mata ([email protected]) son investigadores del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad, ECOSUR Tapachula. Everardo Barba Macías ([email protected]) y Manuel Mendoza-Carranza ([email protected]) son investigadores del mismo departamento, ECOSUR Villahermosa. 1 Más información sobre el cambio climático y las lagunas costeras (un tipo de humedal) en “Las lagunas costeras tropicales ante el cambio climático”, Alejandro Espinoza-Tenorio y Everardo Barba Macías, Ecofronteras 49, p. 10-13 (revistas.ecosur.mx/ecofronteras). Ecofronteras, 2016, vol.20, núm. 56, pp. 16-20, ISSN 2007-4549. Licencia CC (no comercial, no obras derivadas); notificar reproducciones a [email protected]
Identificación y selección de árboles plus de Primavera (Roseodendron donell-smithii Miranda syn Tabebuia donell-smithii Rose) y Roble (Tabebeuia rosea Bertol) en el Soconusco, Chiapas, México.
Objective: Identify and select primavera plus trees (Roseodendron donell-smithiiMiranda syn Tabebuia donell-smithii Rose) and roble (Tabebeuia rosea Bertol) inSoconusco, Chiapas, Mexico.Design/methodology/approach: Methods were applied to qualify morphometricmarkers such as height, normal diameter, total height and free stem height as mainindicators. With selection intensities to identify future genetic gains, 155 candidate treesand 18 plus trees from Tabebuia donnell-smithii and 140 candidate trees and 16 plustrees from T. rosea were identified.Results: The 34 plus trees showed superior characteristics in quality and volume, sothey were grouped in List A, which is the population that is recommended for immediateuse as Forest Germplasm Producing Units of known origin and provenance. Thesetrees are part of the base population for the improvement program in the Soconusco
region (Chiapas, Mexico). The 295 candidate trees maintain at least one superiorcharacter (volume or quality) can be considered in the improvement population, beinglocated in List B.Limitations on study/implications: This work allows defining the commercialpopulation for immediate use and the base population for improvement. Candidateindividuals with potential to be incorporated into future controlled crossing programswere also identified. The procedure allows generating records of the population massand accreditation of the plus tree phenotype.Findings/conclusions: This work allows defining the commercial population forimmediate use and the base population for improvement. Candidate individuals withpotential to be incorporated into future controlled crossing programs were alsoidentified. The procedure allows generating records of the population mass andaccreditation of the plus tree phenotype.Objetivo: Identificar y seleccionar árboles plus de Primavera (Roseodendron donell-smithii Miranda syn Tabebuia donell-smithii Rose) y Roble (Tabebeuia rosea Bertol) en el Soconusco, Chiapas, México.Diseño/metodología/aproximación: Se aplicaron métodos para calificar marcadores morfométricos como altura, diámetro normal, altura total y altura de fuste libre como indicadores principales. Con intensidades de selección para identificar ganancias genéticas futuras, se lograron identificar 155 árboles candidatos y 18 árboles plus de Tabebuia donnell-smithii y 140 árboles candidatos y 16 árboles plus de T. rosea.Resultados: Los 34 árboles plus mostraron características superiores en calidad y volumen, por lo que fueron agrupados en una Lista A que es la población que se recomienda para uso inmediato como Unidades Productoras de Germoplasma Forestal con origen y procedencia conocidos. Estos árboles forman parte de la población base para el programa de mejoramiento en la región Soconusco (Chiapas, México). Los 295 árboles candidatos mantienen al menos un caracter superior (volumen o calidad)pueden ser considerados en la población de mejora ubicándose en una Lista B.Hallazgos/conclusiones: Este trabajo permite definir la población comercial de uso inmediato y la población base de mejoramiento. También se identificaron individuos candidatos con potencial para ser incorporados a los programas de cruzas controladas en un futuro. El procedimiento permite generar registros de la masa poblacional y acreditación del fenotipo del árbol plus
What Do Environmental Flows Mean for Long-Term Freshwater Ecosystems’ Protection?: Assessment of the Mexican Water Reserves for the Environment Program
Almost a decade ago, the Mexican government targeted to establish environmental water reserves (EWR)—a volume of water allocated for ecological protection based on the Environmental Flow Mexican Norm (eflows, NMX-AA-159-SCFI-2012, ratified in 2017)—in strategic low-pressured for water use and high conservation importance river basins throughout the country. To date, 12 EWRs have been declared for up to 50 years, which encompass 295 river basins and ~55% of the national mean annual runoff (MAR). In this article, we conducted a quality evaluation of the EWRs established. First, the EWR level was analyzed against the MAR and according to wider hydrological conditions. The EWR fulfillment was evaluated by comparing the volumes enacted against the theoretical (Norm implementation). Our findings revealed that independently of individual and regional water use and conservation merits context, ~75% of the EWRs met theoretical volumes at least at an acceptable level, of which medians ranged from 24% to 73% MAR (natural parametrization and A–D environmental objectives). These outcomes prove the usefulness and consistency of the Mexican strategic hierarchical approach for eflow assessments. We aim for them to be considered as the baseline for future on-site eflow implementation and environmental water policy assessments, to show the nationwide potential benefits for protecting free-flowing rivers and to encourage a regional escalation of the strategy
Correction: Salinas-Rodríguez et al. What Do Environmental Flows Mean for Long-Term Freshwater Ecosystems’ Protection? Assessment of the Mexican Water Reserves for the Environment Program. Sustainability 2021, 13, 1240
The authors would like to make the following corrections to the published paper [...
What Do Environmental Flows Mean for Long-Term Freshwater Ecosystems’ Protection?: Assessment of the Mexican Water Reserves for the Environment Program
Almost a decade ago, the Mexican government targeted to establish environmental water reserves (EWR)—a volume of water allocated for ecological protection based on the Environmental Flow Mexican Norm (eflows, NMX-AA-159-SCFI-2012, ratified in 2017)—in strategic low-pressured for water use and high conservation importance river basins throughout the country. To date, 12 EWRs have been declared for up to 50 years, which encompass 295 river basins and ~55% of the national mean annual runoff (MAR). In this article, we conducted a quality evaluation of the EWRs established. First, the EWR level was analyzed against the MAR and according to wider hydrological conditions. The EWR fulfillment was evaluated by comparing the volumes enacted against the theoretical (Norm implementation). Our findings revealed that independently of individual and regional water use and conservation merits context, ~75% of the EWRs met theoretical volumes at least at an acceptable level, of which medians ranged from 24% to 73% MAR (natural parametrization and A–D environmental objectives). These outcomes prove the usefulness and consistency of the Mexican strategic hierarchical approach for eflow assessments. We aim for them to be considered as the baseline for future on-site eflow implementation and environmental water policy assessments, to show the nationwide potential benefits for protecting free-flowing rivers and to encourage a regional escalation of the strategy.Corrigendum DOI: 10.3390/su13126652Water Resource