Capacidad resolutiva de establecimientos de salud en la detección de la violencia de género

Con el objetivo de determinar los factores asociados a la capacidad resolutiva de establecimientos de salud en la detección de la violencia de género, se desarrolló un estudio descriptivo-transversal-correlacional. La muestra conformada por 256 prestadores de salud que laboran en dos hospitales y cinco centros de salud cabeceras de microrredes, fue determinada por la fórmula de proporciones para poblaciones finitas y seleccionadas por estratificación proporcional. Los instrumentos de recolección de datos fueron un cuestionario de características sociodemográficas, un test de conocimientos sobre las normas legales y protocolos en la prevención y atención de la violencia de género de Siendonés, la escala de actitud frente a la violencia de Chuquimajo (confiabilidad de 0,91 y 0,81, respectivamente) y una lista de cotejo que verifica el número de indicadores de capacidad resolutiva del establecimiento de salud. Los datos fueron procesados en el programa SPSS versión 23,0. Los resultados muestran el perfil de los prestadores de salud: edad promedio 38,1 ± 9,0 años, siendo en su mayoría adultos intermedios de sexo femenino, 43,0% son casados, con un tiempo laboral promedio de 9,68 ± 8 años. El nivel de conocimiento de los prestadores de salud fue alto y muy alto (39,8% y 15,6%, respectivamente), seguido de conocimiento medio (33,6%) y bajo (10,9%). El 83,6% de los prestadores tiene una actitud neutra frente a la violencia de género, y solo el 4,7% tiene una actitud favorable. El conocimiento sobre violencia de género correlacionó en forma positiva con la actitud del prestador para detectar violencia de género (p < 0,05). Amayor capacidad de detección de violencia física, mayor capacidad de detección de violencia sexual, mayor capacidad de referencia de casos de VG(p < 0,05).Amayor número de casos de VGreferidos por el prestador de salud, mayor conocimiento del protocolo y flujograma de atención (p < 0,05)

Prevalencia de bebedores de riesgo en estudiantes de Enfermería. Autoevaluación del consumo de alcohol como estrategia de educación para la salud

Introducción y objetivos. La mayor parte de los problemas relacionados con el alcohol aparecen en individuos con consumos perjudiciales, constituyendo el bebedor de riesgo una prioridad en el campo de las actividades preventivas. Según estudios previos, la proporción de bebedores de riesgo es elevada entre universitarios. En ciencias de la salud, especialmente en el campo de las actividades preventivas, es importante identificar precozmente el consumo excesivo de alcohol. La sencillez de las herramientas existentes para detectar al bebedor de riesgo permite una correcta asimilación desde las primeras etapas de la formación universitaria. Los objetivos han sido determinar la frecuencia de consumo de alcohol en estudiantes de enfermería y describir el patrón de comportamiento en relación con el consumo excesivo, así como determinar el nivel de conocimientos sobre actividades preventivas frente al consumo excesivo de alcohol y evaluar la adquisición de habilidades en el manejo de herramientas para la detección de bebedores de riesgo mediante la autoevaluación del consumo de alcohol. Metodología. Durante el curso académico 2012/2013 fueron evaluados 1.060 estudiantes de Grado en Enfermería, en los cuales se determinaron sus características sociodemográficas, estilo de vida y el nivel de conocimiento sobre el consumo excesivo de alcohol. Tras una intervención educativa en la que los estudiantes aprendieron a utilizar herramientas de screening mediante la autoevaluación del propio consumo (ISCA y AUDIT), se comprobó la adquisición de habilidades para la detección del bebedor de riesgo y de conocimientos sobre las actividades preventivas frente al alcohol. Resultados. Inicialmente el concepto de bebedor de riesgo únicamente era conocido por el 24,1% de los estudiantes y la manera de cuantificar el consumo de alcohol solo por el 3,1%. En la muestra, la prevalencia de bebedores de riesgo, según los limites señalados por la OMS, fue del 17,9% (IC 95%: 15,5¿20,3). La frecuencia de bebedores de riesgo fue significativamente superior en menores de 21 años (OR: 1,5), sujetos que viven fuera del núcleo familiar (OR: 1,8) y fumadores (OR: 2,9). Tras la intervención educativa, el 95,8% de los alumnos afirmaron comprender el concepto de bebedor de riesgo y el 92,5% la forma de cuantificar el consumo en UBEs/semana, siendo dichas proporciones significativamente superiores a las obtenidas inicialmente (p<0,001). Al evaluar la utilidad de la intervención, el 91,3% de los estudiantes opinaron favorablemente (el 67,7% calificaron la intervención como útil y el 23,6% como muy útil). Conclusión. Una proporción importante de los estudiantes muestran un consumo perjudicial de alcohol, sin existir diferencias en la proporción de bebedores de riesgo entre hombres y mujeres. La proporción es superior entre los más jóvenes, en fumadores y en los que residen fuera del núcleo familiar. Mediante una sencilla intervención educativa los estudiantes de enfermería pueden mejorar sus conocimientos y habilidades sobre la detección del bebedor de riesgo y la cuantificación del consumo de alcohol. Dichos conceptos permiten introducir satisfactoriamente al estudiante en el terreno de las actividades preventivas frente al alcohol durante su formación universitaria. A través de la evaluación del propio consumo, una considerable proporción de estudiantes son conscientes de que realizan un consumo excesivo de alcohol, lo cual podría contribuir a una mayor sensibilización hacia el problema en futuros profesionales sanitarios

Group cognitive-behavioral therapy for insomnia: a meta-analysis

Antecedentes: el insomnio es un trastorno de elevada prevalencia tanto entre la población general como en la práctica clínica. Aunque el tratamiento farmacológico para el insomnio es el más extendido, es el tratamiento psicológico el que mantiene sus efectos a lo largo del tiempo. El objetivo principal de este metaanálisis es evaluar la eficacia de la terapia cognitivo-conductual grupal para el tratamiento del insomnio. Método: búsqueda sistemática de ensayos clínicos de terapia cognitivoconductual para el insomnio en Pubmed, PsycINFO, PsycARTICLES, Scielo, WOK, Cochrane, Scopus y Embase. Se revisaron 153 artículos, de los que 9 cumplieron con los criterios de inclusión para formar parte del metaanálisis. En estos 9 estudios 699 personas completaron el post-test. Resultados: aparecen mejoras significativas con el tratamiento cognitivoconductual para el insomnio en las escalas Pittsburgh Sleep Quality Index e Insomnia Severity Index, en latencia del sueño, en tiempo despierto después de iniciar el sueño y en eficiencia del sueño. No aparecen mejoras significativas en el tiempo total de sueño. Conclusiones: los resultados de los estudios experimentales sobre terapia cognitivo-conductual para el tratamiento del insomnio sugieren que esta tiene un claro impacto positivo sobre los síntomas, evaluados tanto mediante escalas validadas como mediante diarios del sueño.Background: insomnia is a highly prevalent disorder in the general population and in clinical practice. Although pharmacological treatment is the most widespread choice, psychological treatment appears to have longer lasting effects. The main objective of this meta-analysis was to assess the cognitive-behavioural group therapy treatment for insomnia. Method: a systematic search for cognitive-behavioural therapy clinical trials in Pubmed, PsycINFO, PsycARTICLES, Scielo, WOK, Cochrane, Scopus and Embase. 153 articles were reviewed, of which 9 met inclusion criteria for the metaanalysis. Adding up the data from all 9 trials, a total of 699 people completed the post-test phase. Results: after finishing cognitive-behavioural therapy, significant improvements regarding insomnia were found according to the Pittsburgh Sleep Quality Index and Insomnia Severity Index, sleep latency, wake after sleep onset and sleep efficiency. There were no significant improvements in total sleep time. Conclusions: the results from experimental studies on cognitivebehavioural therapy as an insomnia treatment clearly suggest a positive impact on symptoms, as assessed using both validated scales and sleep diarie

Group cognitive-behavioral therapy for insomnia: a meta-analysis. [Terapia cognitivo-conductual grupal para el tratamiento del insomnio: metaanálisis]

Background: insomnia is a highly prevalent disorder in the general population and in clinical practice. Although pharmacological treatment is the most widespread choice, psychological treatment appears to have longer lasting effects. The main objective of this meta-analysis was to assess the cognitive-behavioural group therapy treatment for insomnia. Method: a systematic search for cognitive-behavioural therapy clinical trials in Pubmed, PsycINFO, PsycARTICLES, Scielo, WOK, Cochrane, Scopus and Embase. 153 articles were reviewed, of which 9 met inclusion criteria for the metaanalysis. Adding up the data from all 9 trials, a total of 699 people completed the post-test phase. Results: after finishing cognitive-behavioural therapy, significant improvements regarding insomnia were found according to the Pittsburgh Sleep Quality Index and Insomnia Severity Index, sleep latency, wake after sleep onset and sleep efficiency. There were no significant improvements in total sleep time. Conclusions: the results from experimental studies on cognitive-behavioural therapy as an insomnia treatment clearly suggest a positive impact on symptoms, as assessed using both validated scales and sleep diaries

Alimentación saludable y autopercepción de salud

Objetivo: Determinar si en mayores de 50 años existe asociación entre el estado de salud percibido, una alimentación saludable y otros estilos de vida. Diseño: Estudio observacional transversal. Emplazamiento: Ocho zonas básicas de salud del área sanitaria de Albacete. Participantes: Un total de 781 sujetos, de 50 a 74 años, seleccionados mediante muestreo simple aleatorio. Mediciones principales: Variables: autopercepción de salud (cuestionario EuroQol-5D), hábitos alimentarios (cuestionario sobre frecuencia de consumo de alimentos), actividad física (cuestionario IPAQ), hábitos tóxicos, problemas de salud (clasificación internacional de atención primaria) y características sociodemográficas. Resultados: La edad media fue de 61,4 años (DE: 6,6) y la proporción de mujeres, del 60,1%. En una escala de 0-100 la puntuación media en el estado de salud percibido fue de 74,0 (DE: 15,2). Dicha puntuación presentó una débil correlación con el número de criterios de alimentación saludable (r = 0,078; p = 0,03). Se observó una tendencia lineal (p = 0,001) entre intensidad de ejercicio físico y mejor autopercepción de salud. En fumadores la puntuación fue inferior (DE: 70,9 ± 15,6 vs. DE: 74,9 ± 15,1; p = 0,004). Mediante regresión múltiple el número de criterios de alimentación saludable mantuvo una asociación con la puntuación en el estado de salud percibido (p = 0,04), una vez ajustado el modelo por características sociodemográficas, número de problemas de salud y hábitos tóxicos. Conclusiones: En mayores de 50 años el nivel de salud autopercibida se asocia al cumplimiento de los criterios de una alimentación saludable, lo cual es independiente de otros hábitos de salud y de las principales variables sociodemográficas

Reliability and Validity of the Treatment Satisfaction with Medicines Questionnaire (SATMED-Q) in Persons with Arterial Hypertension

Objective: To evaluate the reliability and validity of the Treatment Satisfaction with Medicines Questionnaire (SATMED-Q) in persons with arterial hypertension undergoing pharmacological treatment, along with its convergent validity with degree of control of blood pressure levels, therapeutic adherence, and tolerability of antihypertensive drugs. Methods: Observational cross-sectional study conducted on a sample of 484 persons. Treatment satisfaction was evaluated with the SATMED-Q, an instrument consisting of 17 items with six dimensions. Other variables were blood pressure, antihypertensive drugs, adverse effects, therapeutic adherence, and participants’ characteristics. Results: Cronbach’s alpha was 0.916. Factor analysis revealed six factors that could account for 89.97% of total variance. The test–retest reliability analysis yielded an intraclass correlation coefficient of 0.910 (95% CI = 0.806–0.959). In a possible range of 0 through 100 points, participant satisfaction with treatment ranged from 38.2 to 100 (mean 79.9 (SD = 12.9; 95% CI = 78.8–81.0); median 80.9). SATMED-Q scores were higher among persons who reported experiencing no adverse effects (82.5 ± 11.6 SD vs. 68.7 ± 11.9 SD; p &lt; 0.001). Satisfaction levels were significantly lower among subjects not complying with the treatment (73.2 ± 12.9 vs. 82.1 ± 12.1; p &lt; 0.001), and significantly higher among those presenting with controlled blood pressure levels (82.1 ± 12.1 SD vs. 77.5 ± 13.3 SD; p &lt; 0.001). Conclusions: The SATMED-Q showed high internal consistency and good stability in the reliability analysis. It is an appropriate instrument for evaluating satisfaction with antihypertensive treatment, both in routine clinical practice and in community pharmacy or clinical research settings

The attitudes of primary care providers towards screening for colorectal cancer

Background and objective: the scientific community supports the appropriateness of colorectal cancer screening, and there is consensus on the need to raise awareness about the significance of prevention among both health care professionals and the population. The goal was to record the attitude of primary care providers towards colorectal cancer screening, as well as the main barriers to both patient and provider participation. Methods: a cross-sectional, observational study was performed of 511 professionals in Albacete Health District. Variables included views on screening effectiveness and cost-effectiveness, acceptance by providers and patients, barriers to participation, frequency of prevention recommendations, and education needs. Results: most (76 %) considered screening was effective; 85 % said acceptance of fecal occult blood testing was intermediate or high, and 68.2 % this is also the case for colonoscopy when needed; 71.9 % would recommend screening should a population-based program be implemented (currently only 9.7 % recommends this). Correspondence analysis revealed that recommendation is more common when assigned populations are smaller. Conclusions: most providers consider screening is both effective and acceptable for patients. In today's situation, where screening is only performed in an opportunistic manner, the proportion of professionals who commonly recommend screening for the mid-risk population is low, especially when assigned populations are huge

Attitudes towards Tattoos among Spanish Health Science Students

(1) Background: The aim is to ascertain health science students&rsquo; attitudes towards tattoos and their association with healthy lifestyles and socio-demographic variables. (2) Methods: Descriptive study conducted on pharmacy, medical and nursing students (n = 423). To ascertain attitudes towards tattoos, we used the Attitudes Towards Tattoos Scale. Other variables were physical activity, healthy diet, harmful habits and socio-demographic variables. (3) Results: A total of 12.6% (95% CI 9.1&ndash;16.2) of students reported having a tattoo; 58.9% did not regard tattoos as a health risk. In terms of attitudes, the mean score in the range of 7&ndash;35 (7&mdash;most unfavourable to 35&mdash;most favourable) was 22.6 (SD 5.2; 95% CI: 22.0&ndash;23.2). Scores were higher (p &lt; 0.05) among women (23.1; SD: 5.3), persons aged &lt;20 years (23.6; SD: 5.0) and smokers (23.9; SD: 4.6). Attitudes were found to be more favourable (p &lt; 0.05) in nursing students than in pharmacy or medical students. No relationship was observed with physical activity, healthy diet or drug use. (4) Conclusions: The attitude to tattoos is most favourable among women, persons aged under 20 years and nursing students. In terms of health habits, attitudes are more favourable among smokers, regardless of their level of physical activity, compliance with healthy eating guidelines or consumption of alcohol or other drugs

Effectiveness of three interventions to improve participation in colorectal cancer screening

Background and objective: Participation in colorectal cancer (CRC) screening varies widely among different countries and different socio-demographic groups. Our objective was to assess the effectiveness of three primary-care interventions to increase CRC screening participation among persons over the age of 50 years and to identify the health and socio-demographic-related factors that determine greater participation. Methods: We conducted a randomized experimental study with only one post-test control group. A total of 1,690 subjects were randomly distributed into four groups: written briefing; telephone briefing; an invitation to attend a group meeting; and no briefing. Subjects were evaluated 2 years post-intervention, with the outcome variable being participation in CRC screening. Results: A total of 1,129 subjects were interviewed. Within the groups, homogeneity was tested in terms of socio-demographic characteristics and health-related variables. The proportion of subjects who participated in screening was: 15.4% in the written information group (95% confidence interval [CI]: 11.2-19.7); 28.8% in the telephone information group (95% CI: 23.6-33.9); 8.1% in the face-to-face information group (95% CI: 4.5-11.7); and 5.9% in the control group (95% CI: 2.9-9.0), with this difference proving statistically significant (p < 0.001). Logistic regression showed that only interventions based on written or telephone briefing were effective. Apart from type of intervention, number of reported health problems and place of residence remained in the regression model. Conclusions: Both written and telephone information can serve to improve participation in CRC screening. This preventive activity could be optimized by means of simple interventions coming within the scope of primary health-care professionals

Evaluation of Intranasal Midazolam for Pediatric Sedation during the Suturing of Traumatic Lacerations: A Systematic Review

Objective: The objective of this study was to evaluate the efficacy and safety of intranasal midazolam as part of a paediatric sedation and analgesic procedure during the suturing of traumatic lacerations in paediatric emergency departments. Methodology: A systematic review of clinical trials was completed in July 2021. The databases consulted were PUBMED, SCOPUS, WEB OF SCIENCE, NICE and Virtual Health Library. Eligibility criteria: randomised and nonrandomised clinical trials. Two independent, blinded reviewers performed the selection and data extraction. The participants were 746 children, of whom, 377 received intranasal midazolam. All of the children were admitted to an emergency department for traumatic lacerations that required suturing. The quality of the articles was evaluated with the Jadad scale. This systematic review was conducted according to the PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) guidelines. Results: Nine studies were included in the review. The intranasal administration of midazolam in healthy children produces anxiolysis and minimal/moderate sedation without serious side effects. Although there are combinations of parenteral drugs that produce deeper sedation, they also have greater adverse effects. No significant differences in the initiation of sedation and the suture procedure were found between the intranasal route and the parenteral route. Conclusions: The use of intranasal midazolam in healthy children produces sufficiently intense and long-lasting sedation to allow for the suturing of traumatic lacerations that do not present other complications; therefore, this drug can be used effectively in paediatric emergency departments