18 research outputs found

    Intervención comunitaria en niños europeos: Estudio IDEFICS-IFAMILY

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    III Congreso de Alimentación, Nutrición y Dietética. Combinar la nutrición comunitaria y personalizada: nuevos retos

    Ingesta y estatus de vitamina b6, folato y vitamina b12 en adolescentes europeos: determinantes y consecuencias

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    La adolescencia es un período caracterizado por un aumento de las necesidades de nutrientes debido a un ritmo rápido de crecimiento y desarrollo. A ello se le suma el hecho de que sea un período en el que los adolescentes cambian sus hábitos alimentarios, encaminados a consumir alimentos de mayor densidad energética y menor densidad nutricional, a saltarse comidas, etc. Todo ello, hace que sea un periodo de vulnerabilidad a nivel nutricional, tal y como lo definió la red europea de Excelencia EURopean RECcomendations Aligned (EURRECA) en el año 2005, tras la llamada de la Comisión Europea para establecer una red que consiguiera estandarizar los requerimientos de los micronutrientes en Europa. En ese momento, los micronutrientes se priorizaron en base a la importancia de su implicación para la salud, de la cantidad de estudios recientes, y de la heterogeneidad de las actuales recomendaciones en Europa para los mismos. Entre los micronutrientes seleccionados para establecer unas nuevas recomendaciones en Europa en adolescentes, entre otras poblaciones vulnerables, se incluyeron el ácido fólico o folato y la vitamina B12. Nuestro grupo de Investigación Growth, Exercise, NUtrition and Development (GENUD), como participante de esta red, fue encargado de revisar sistemáticamente la bibliografía existente sobre vitamina B12 para poblaciones jóvenes, y la falta de estudios de calidad suficientes, no nos permitieron el establecimiento de unos nuevos valores recomendados. Por estas razones, se desarrolló esta línea de investigación, pudiendo analizar los datos del estudio Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence (HELENA) realizado con adolescentes europeos. Folato y vitamina B12, participan, junto con la vitamina B6, como coenzimas en el metabolismo de donantes de carbono (metilación), por lo que la deficiencia en una de ellas, puede provocar una alteración metabólica de la otra. La homocisteína (tHcy), es un aminoácido citotóxico no proteinogénico, resultante de esta ruta de la metilación. Su eliminación del organismo, puede llevarse a cabo mediante dos vías: su re-conversión a metionina, que necesita del folato y de la vitamina B12; también puede ser re-convertida en cisteína, usando la vitamina B6, piridoxina o piridoxal-fosfato (PLP) como cofactor. Por la importancia de este ciclo, se consideró también la posibilidad de incluir la vitamina B6, junto con el folato y la vitamina B12, en esta muestra de adolescentes europeos.El modelo DISH, que relaciona los alimentos, la nutrición y la salud, describe la relación entre los determinantes de los comportamientos alimentarios (D-determinants-), la ingesta de alimentos y nutrientes (I-intake-), el estado de los biomarcadores y su funcionalidad (S-status-) y los parámetros de salud relacionados (H-health-). Siguiendo este modelo, se establecieron los objetivos de la presente Tesis Doctoral; por una parte, centrados en estudiar los determinantes de la ingesta y estatus de las vitaminas B6, folato y B12; y por otra, en relacionar las ingestas y el estatus de las mismas, con otros indicadores de salud.Para la investigación, se consideraron los adolescentes participantes en el estudio HELENA, estudio transversal y multicéntrico en el que se reclutaron 3,528 adolescentes (47 % varones) de edades comprendidas entre los 12.5 y los 17.5 años, procedentes de 10 ciudades europeas: Dortmund (Alemania), Viena (Austria), Gante (Bélgica), Lille (Francia), Atenas y Heraklion (Grecia), Pécs (Hungría), Roma (Italia), Estocolmo (Suecia), y Zaragoza (España). En él se evaluó un compendio de parámetros relacionados con la nutrición y los estilos de vida. De entre estos parámetros, se usaron: el Indice de Masa Corporal (IMC), factores sociodemográficos (educación y ocupación de los padres, nacionalidad, composición del hogar y riqueza familiar medida con el family affluence scale-FAS-), actividad física medida con el cuestionario International Physical Activuty Questionnaire (IPAQ), ingesta de energía obtenida mediante dos recuerdos de 24 horas con el software HELENA-DIAT, ingesta y biomarcadores de las vitaminas B6 (PLP), folato (folato en plasma y en células rojas) y vitamina B12 (vitamina B12 en plasma y holotranscobalamina-HoloTC-), incluyendo también a la homocisteína.Entre los determinantes analizados, los marcadores del nivel socioeconómico familar de los adolescentes europeos, han mostrado serlo de la ingesta y los biomarcadores de folato y vitamina B12. No se encontraron asociaciones con la riqueza familiar, mientras que la educación y ocupación de los padres fueron los marcadores más consistentemente asociados con la ingesta y el estatus de las vitaminas analizadas.Las ingestas de vitamina B6, folato y B12 están asociadas con la ingesta de sus principales fuentes alimentarias, mientras que sus correspondientes biomarcadores, lo estuvieron más con la ingesta dietética global. La carne y los productos ricos en almidones determinaron, en mayor medida, la ingesta de vitamina B6, mientras que los cereales de desayuno y las margarinas y mantequillas determinaron su biomarcador PLP en chicas y chicos respectivamente; la ingesta de folato, estuvo determinada por la ingesta de frutas y verduras, mientras que los biomarcadores de folato, lo estuvieron más por los cereales de desayuno y las frutas en chicos y chicas, y también por margarinas y mantequillas en el caso de las chicas. Por último, la ingesta de vitamina B12, estuvo determinada por la ingesta de carne y lácteos, cuando sus biomarcadores lo estuvieron principalmente por los lácteos, para ambos sexos.Una vez analizados los grupos de alimentos de una manera individualizada, se agruparon constituyendo patrones dietéticos que lograban explicar el mayor porcentaje posible de las ingestas y concentraciones de biomarcadores de las vitaminas analizadas. Los patrones obtenidos (uno por cada vitamina y sexo), explicaron entre un 23.7% y un 34.2% de la variabilidad de la ingesta de las vitaminas, mientras para sus biomarcadores, el rango explicado fue más bajo, oscilando entre un 7.0 % y un 17.2 %.Se observaron asociaciones entre los biomarcadores de las vitaminas B6, folato y B12 y las concentraciones de ácidos grasos de cadena larga (AGCL), sobretodo con los de la serie ω3. Por el contrario, el índice pro-inflamatorio ω6/ω3, los niveles de grasas trans y la relación oléico/esteárico estuvieron negativamente asociados con los biomarcadores de estas vitaminas. Por otro lado, de entre las vitaminas B6, folato y B12, la vitamina B12 fue la más consistente y negativamente asociada con el IMC, IMG, y el índice de sensibilidad a la insulina (HOMA) en adolescentes europeos. Las diferencias halladas para la vitamina B12 en suero entre los grupos resultantes al combinar categorías de HOMA y de IMG, parecen no estar explicadas por las ingestas de vitamina B12, ya que no se observaron diferencias en la ingesta de B12 entre los grupos.En conclusión, el gradiente de salud en base al nivel socioeconómico, se confirma para las ingestas y los biomarcadores de folato y vitamina B12 en los adolescentes europeos. Además, las ingestas de las vitaminas B6, folato y B12, se ven determinadas por sus principales fuentes alimentarias, mientras que los biomarcadores de las mismas no lo están tanto, porque otros mecanismos pudieran estar implicados. Observando los grupos de alimentos determinantes de los niveles de biomarcadores de las vitaminas, se podría sugerir, que los adolescentes que ingieren alimentos de baja densidad nutricional, como por ejemplo los snacks, con una variedad de la dieta también baja, podrían ver comprometidos sus concentraciones de vitaminas B6, folato y B12, y ello, a su vez, influenciar otros indicadores para la salud como podrían serlo los ácidos grasos circulantes o la adiposidad y la resistencia a la insulina. Por lo tanto, mejorar la calidad de la dieta de los adolescentes, debe de ser una prioridad desde el punto de vista de las deficiencias vitamínicas para el grupo B, y consecuentemente, para disminuir el riesgo de enfermedades crónicas futuras.<br /

    ASOCIACION ENTRE ACTIVIDAD FISICA, CONDICION FISICA Y MASA MAGRA EN NIÑOS

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    La obesidad y el sobrepeso infantil unidos un patrón de vida sedentario de perfiles de baja actividad física, se han asociado como predicadores de riesgo cardiovascular e indicador de Salud en el adulto.El componente músculo esquelético constituye uno de los aspectos mayor relevancia metabólica en la salud, por ser el sustrato procesos que comunican órganos y regula el metabolismo de lípidos, carbohidratos y proteínas , procesos hormonales, fenómenos inflamatorios, capacidad oxidativa y el equilibrio del tejido graso.Existen estudios contradictorios sobre el efecto que tiene la actividad física y la condición física en niños sobre la composición corporal, es especial la masa libre de grasa.El objetivo de esta trabajo es valorar la asociación de la masa libre de grasa. medida mediante absorciometria dual de rayos x(DXA) y el área de sección transversal del músculo, medidas con tomografía periférica cuantitativa(pQCT) con la actividad física medida con acelerómetros y la condición física medida con la pruebe de fuerza prensil y el test de salto de longitud con los pies juntos, en un grupo de niños españoles participantes del estudio CALINA(Crecimiento y Alimentación durante la Lactancia y la primera Infancia en Niños Aragoneses).Se seleccionó una muestra de 279 niños del estudio CALINA cuyas edades se encontraban entre los 6 y 8 años, se evaluaron por nutricionistas, enfermeras y pediatras.Se les dio a las familias una explicación detallada del propósito de estudio y se solicitó aprobación a los padres o tutores, el estudio fue aprobado por el comité ético de investigación clínica de Aragón.Los análisis estadísticos se realizaron con el software SPSS, se revisó la distribución de las variables , mediante los test apropiados para cada distribución y se realizo un modelo de regresiones múltiples para estudiar las asociaciones entre todos los niveles de actividad Física y condición física con el área de sección transversal del músculo y la longitud de la tibia , tomando como variable de asociación el genero, se investigo la asociación entre los factores mediante pruebas de contraste de hipótesis, y se realizaron modelos de correlación y se complementó el análisis mediante gráficos.El estudio mostró una correlación positiva entre la masa magra y la fuerza muscular medida por el test de fuerza prensil, especialmente en los niños, no se encontró asociación. entre la condición física medida por el salto de longitud con los pies juntos con la masa magra. La actividad física, de todos los niveles de intensidad, no mostró correlación con la masa magra.Los niños mostraron niveles más altos de actividad física que las niños en todos los niveles de intensidad.Este hallazgo de la correlación de la masa libre de grasa con la condición física mediada por fuerza prensil podría ser de utilidad en salud publica pues la medición de la fuerza prensil permitiría correlacionar la masa libre de grasa , que serviría como factor predictor para la prevención de síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares y estados inflamatorios crónicos.La estrategia de la promoción de la actividad física para niños debe hacer mas hincapié en el fomento de actividades que estimulen la masa muscular ademas de las actividades aeróbicas.Se requieren estudios adicionales para precisar la influencia de la actividad física y la condición física sobre la masa libre de grasa.<br /

    Características y estado nutricional de los pacientes intervenidos de fisura labiopalatina.

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    Las fisuras labiales y/o palatinas (FL/P) se clasifican entre las displasias craneofaciales, siendo anomalías del desarrollo ocasionadas por la falta de coalescencia y unión de los procesos que contribuyen a la formación del labio superior y el paladar. Son los defectos congénitos faciales más frecuentes y constituyen, tras las malformaciones de las extremidades, las siguientes más frecuentes y significativas. La FL/P produce, además del defecto estético, problemas en la alimentación y respiración, infecciones de oído e hipoacusia, patología del habla y alteraciones del desarrollo dentofacial. En niños con FL/P el estado nutricional, el desarrollo y/o el crecimiento se pueden ver afectados por las dificultades en la alimentación, debido principalmente a su anatomía y a las intervenciones quirúrgicas a las que deben someterse. Estos pacientes pueden necesitar inicialmente soporte y ayuda con la alimentación y, debido al riesgo nutricional, pueden presentar un crecimiento disminuido en sus primeros meses de vida. Sin embargo, a partir de los dos años de edad, el pronóstico nutricional y el crecimiento se equiparan en la mayoría de ellos al de sus coetáneos.Existen pocos estudios que analicen el crecimiento de los niños con mayor riesgo nutricional y las consecuencias a largo plazo en su estado nutricional y en la composición corporal, tanto por defecto como por exceso. Por ello, los objetivos generales de la presente tesis fueron, por un lado, analizar y describir las características de los niños intervenidos de FL/P en nuestro medio y, por otro, evaluar los efectos de los problemas de alimentación y nutrición sobre el estado nutricional y el crecimiento de dichos pacientes. Las características antropométricas y las trayectorias de crecimiento de los niños con FL/P se compararon con estándares internacionales y con una cohorte de niños coetáneos como grupo control.Se revisa la literatura existente sobre los problemas de alimentación de los niños nacidos con FL/P, las alteraciones nutricionales asociadas y la repercusión en su patrón de crecimiento. Estos pacientes pueden presentar un crecimiento disminuido en sus primeros meses de vida y, debido al riesgo nutricional, necesitan inicialmente soporte y ayuda con la alimentación. Sin embargo, a partir de los dos años de edad, el pronóstico nutricional y el crecimiento parece equipararse en la mayoría de ellos al de sus coetáneos. Se lleva a cabo una revisión sistemática sobre los parámetros de crecimiento y de composición corporal en niños con FL/P de 2 a 10 años, incluyendo estudios transversales y longitudinales de las bases de datos Pubmed y Scopus. Se seleccionaron finalmente 6 estudios (2 longitudinales y 4 transversales) con muestras muy heterogéneas. El peso y la altura se utilizaron como parámetros de crecimiento en 2 estudios; 2 estudios utilizaron el índice de masa corporal (IMC); y los otros 2, índices de estado nutricional a partir de medidas antropométricas. 3 de ellos encontraron diferencias de crecimiento entre los niños con FL/P y sus coetáneos, mientras que los otros 3 no. Los dos estudios longitudinales no mostraron diferencias significativas entre el IMC z-score o entre las curvas de crecimiento de los pacientes con FL/P y sus coetáneos. Cuando existían diferencias en el estado nutricional o en el crecimiento, los grupos más afectados fueron los menores de 5 años, los niños que asociaban síndromes y los niños adoptados con FL/P.Se realiza un estudio descriptivo retrospectivo de los pacientes fisurados intervenidos en nuestro centro durante el periodo 2012-2017, analizando las características de la muestra, el tipo de fisura presentada, la intervención realizada y las secuelas asociadas. Se estudiaron 132 pacientes, de los cuales 87 cumplían los criterios de inclusión. El 10,3% (N=9/87) eran fisuras labiales, el 35,6% (N=31/87) fisuras palatinas, y el 52,9% (N=46/87) fisuras labiopalatinas. Un 11,5% (N=10/87) asociaba algún síndrome o secuencia. El 59,8% (N=52/87) fueron intervenidos del primer tiempo quirúrgico; un 6,9% (N=6/87) del segundo; un 16,1% (N=14/87) de secuelas, y a un 17,2% (N=15/87) se les realizaron varias intervenciones. En un 20,5% (N=16) de las fisuras palatinas y labiopalatinas se necesitó realizar faringoplastia por incompetencia velofaríngea y un 26,9% (N=21) presentó fístula palatina. Un 21,8% (N=12) de las fisuras labiales y labiopalatinas fueron reintervenidas por secuelas labiales.Posteriormente, en un estudio longitudinal retrospectivo de los pacientes con FL/P de nuestra muestra nacidos entre 2009-2014 se analizan datos sobre sexo, fecha de nacimiento, tipo de fisura, fecha y tipo de intervención, técnica quirúrgica y secuelas, peso, longitud (talla) e IMC (peso/talla2) en las diferentes edades (0-6 años). Los valores de las puntuaciones Z antropométricas normalizadas por edad y sexo se calcularon mediante los estándares de la OMS. Una cohorte representativa de niños sanos de Aragón del estudio CALINA se utilizó como grupo control. 41 pacientes (21 varones, 20 mujeres) fueron finalmente incluidos: 9,75% con fisura labial (N=4/41), 41,46% con fisura palatina (N=17/41) y 48,78% con fisura labiopalatina (N=20/41). Las puntuaciones Z antropométricas más bajas se alcanzaron a los 3 meses de edad (44,44% y 50% tenían un peso y un IMC inferiores a -1 puntuación Z, respectivamente). El peso medio y las puntuaciones Z del IMC fueron significativamente inferiores en los pacientes con FL/P que en los controles a los 1, 3 y 6 meses de edad, recuperándose a partir de ese momento hasta el año de edad.Los resultados de esta Tesis Doctoral ponen de manifiesto que se necesitan análisis más amplios que valoren el crecimiento de los niños con FL/P, especialmente en aquellos con mayor riesgo nutricional, y las consecuencias a largo plazo en su estado nutricional y en los diferentes compartimentos corporales. No se puede confirmar que los niños con FL/P de 2 a 10 años, excluyendo aquellos con síndromes o pertenecientes a poblaciones vulnerables, tengan patrones de crecimiento significativamente diferentes o un peor estado nutricional que sus coetáneos. También se puede concluir que, en nuestro medio, la mayoría de los pacientes fisurados intervenidos presentan fisuras palatinas y labiopalatinas, suponiendo este último grupo la mitad del total. El momento de la intervención y la técnica empleada en nuestra serie se ajustan a lo propuesto en protocolos nacionales e internacionales. Finalmente, el mayor riesgo nutricional en los pacientes con FL/P ocurre a los 3-6 meses de edad, pero el estado nutricional y las trayectorias de crecimiento se recuperan a partir del año de edad. Sin embargo, la tasa de pacientes delgados entre los pacientes con FL/P es mayor durante la infancia en comparación con sus coetáneos sanos.<br /

    Fluid intake habits of spanish children and adolescents: an update of the Liq.In7 survey

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    Insufficient and unhealthy total fluid intake (TFI), especially in early stages of life, may have negative health impact [1]. Understanding how fluid consumption may differ throughout the day or as a function of location could help drive policy initiatives to encourage healthier drinking habits, especially in young population groups, so this study assesses current patterns of fluid consumption in children and adolescents in Spain, including drinking occasions and locations and to compare TFI with the adequate intake of water from fluids recommended by the European Food Safety Authority (EFSA)..

    Growth trajectories in children with cleft lip and/or palate

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    Introduction: the nutritional status and growth of children with cleft lip and/or palate (CL/P) can be affected due to feeding difficulties caused by their anatomy and the surgical interventions. Objective: this retrospective longitudinal study aims to analyse the growth trajectories of a cohort of children with CL/P and compare them with a healthy representative cohort of children from Aragon (Spain). Methods: type of cleft, surgical technique and sequelae, and weight, length/height and body mass index (BMI) (weight/height2) at different ages (0-6 years) were recorded. Normalized age- and sex-specific anthropometric Z-scores values were calculated by World Health Organization (WHO) charts. Results: forty-one patients (21 male, 20 female) were finally included: 9.75 % cleft lip (n = 4/41), 41.46 % cleft palate (n = 17/41) and 48.78 % cleft lip and palate (n = 20/41). The worst nutritional status Z-scores were achieved at the age of three months (44.44 % and 50 % had a weight and a BMI lower than -1 Z-score, respectively). Mean weight and BMI Z-scores were both significantly lower than controls at one, three and six months of age, recovering from that moment until the age of one year. Conclusions: the highest nutritional risk in CL/P patients takes place at 3-6 months of age, but nutritional status and growth trajectories get recovered from one year of age compared to their counterparts. Nevertheless, the rate of thin subjects among CL/P patients is higher during childhood

    Masa libre de grasa/masa magra en niños. Factores determinantes y consecuencias metabólicas

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    El tejido blando magro está constituido principalmente por masa muscular, componentes no adiposos de órganos internos y líquido extracelular. En los últimos años, se ha considerado que el tejido blando magro juega un papel esencial en el mantenimiento del crecimiento, el desarrollo normal, y el metabolismo sistémico de la glucosa en niños. También se ha asociado con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la salud ósea (densidad ósea y estructura mineral en ambos sexos durante la infancia) y el desarrollo cognitivo entre otros. A la fecha, estudios sobre niños y adolescentes con baja masa magra han mostrado un mayor riesgo cardiometabólico, relacionado con un mayor perímetro de cintura, presión arterial, triglicéridos y valores de colesterol total/colesterol de lipoproteínas de alta densidad. Otros estudios han demostrado un mayor riesgo de síndrome metabólico. Además, la literatura reveló que quienes presentan un fenotipo que combina baja masa magra y obesidad, definida como un exceso de tejido adiposo, tienen un perfil de riesgo cardiometabólico más desfavorable. Por tanto, niveles bajos de masa magra en niños y adolescentes pueden representar un problema de salud pública y una carga sobre el sistema de salud para futuras etapas de la vida.Actualmente, se acepta que varios factores pueden influir en el desarrollo del tejido blando magro /masa muscular a lo largo de la vida, incluida la programación fetal, el estado nutricional temprano, la edad, el sexo, el efecto de las hormonas, la dieta o la actividad física.La presente tesis doctoral tiene como objetivo principal dilucidar la posible relación entre los estilos de vida y la condición física y la masa libre de grasa/tejido blando magro en escolares; así como, su relación con el síndrome metabólico.Para lograr estos objetivos, se consideraron los datos del estudio Crecimiento y Alimentación durante la Lactancia y la Primera Infancia en Niños Aragoneses, el estudio CALINA, basado en una cohorte de niños de Aragón seguidos desde el nacimiento hasta los 6-8 años.El tamaño de la muestra total al comienzo del estudio CALINA fue de 1602 niños. Se recopiló información desde atención primaria a los 15 días del nacimiento sobre origen de los padres y estado nutricional, antecedentes gestacionales (tabaquismo materno, diabetes, ganancia de peso, edad gestacional), peso al nacer, alimentación temprana y aumento rápido de peso. A los 6-8 años se evaluó la ingesta a través de un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos. Por su parte la masa libre de grasa, tejido blando magro, área de sección transversal del musculo, actividad física y fuerza de las extremidades se evaluaron mediante análisis de bioimpedancia, absorciometría fotónica dual de rayos X, tomografía axial computarizada cuantitativa periférica, acelerómetria y fuerza de presión manual/salto horizontal, respectivamente. El tamaño de la muestra utilizada en los diferentes artículos varió de 279 a 416 niños, según el número de participantes con información completa disponible en cada caso en función de las variables de estudio.Los resultados de este trabajo identificaron valores más bajos de masa libre de grasa/ tejido blando magro (%) en niños y adolescentes con resistencia a la insulina/tolerancia a la glucosa/síndrome metabólico y valores elevados de masa libre de grasa/ tejido blando magro cuando estos se expresan en kg. Asimismo, nuestros resultados mostraron correlaciones positivas estadísticamente significativas entre el área de la sección transversal del músculo de la parte inferior de la pierna izquierda medido mediante tomografía axial computarizada periférica, con el tejido blando magro total, el tejido blando magro de la pierna izquierda y el tejido blando magro de la parte inferior de la pierna izquierda mediadas por absorciometría fotónica dual de Rayos X. Las curvas características del operador del receptor (ROC) demostraron que el área de la sección transversal del músculo de la parte inferior de la pierna izquierda, puede ser una herramienta útil para predecir bajo tejido blando magro en niños.Por otro lado, teniendo en cuenta que los primeros años de vida son claves en el desarrollo de la composición corporal y por tanto del tejido blando magro, la presente tesis doctoral observo asociaciones positivas en niñas entre el tabaquismo materno durante el embarazo, edad gestacional y peso al nacer con la masa libre de grasa / tejido blando magro. Mientras que, en niños el índice de masa corporal materno y el aumento rápido de peso infantil se asociaron positivamente con la masa libre de grasa; además el índice de masa corporal paterno y el peso al nacer, con el tejido blando magro. En lo referente a la fuerza de las extremidades, el peso al nacer se asoció positivamente con la fuerza de presión manual en ambos sexos; mientras que el índice de masa corporal materno en niñas y el aumento rápido de peso infantil en niños se asociaron negativamente con el salto horizontal.Finalmente, al evaluar las asociaciones entre la actividad y la condición física con el tejido blando magro, la presente tesis doctoral observo que la actividad física total y la actividad física intensa se asociaron con el tejido blando magro en niñas. En niños, la actividad física total, ligera, intensa y moderada + intensa se asociaron con el tejido blando magro; y la actividad física total se asoció con la masa libre de grasa. La fuerza de prensión manual no medio la relación entre la actividad física total y el tejido blando magro. Además, se encontraron asociaciones positivas entre la fuerza de presión manual y el tejido blando magro, la masa libre de grasa y el área de la sección transversal del músculo tanto en niñas como en niños.Las principales limitaciones de los resultados incluidos en la presente tesis doctoral fueron:1. En lo concerniente a la revisión sistemática y metaanálisis, la principal limitación vino dada por los diferentes términos encontrados en la literatura para definir tanto la masa libre de grasa y el tejido blando magro como la resistencia a la insulina, tolerancia a la glucosa y síndrome metabólico. Además, la escasez de publicaciones en población pediátrica; así como, la heterogeneidad de la población de las investigaciones, metodologías para determinar la composición corporal y la unidad utilizada para expresar la masa libre de grasa/tejido blando magro (kg y %). Todo ello supuso un importante desafío a la hora de sacar conclusiones.2. Nuestra población de estudio era una cohorte de niños de 6 a 8 años de la región de Aragón en España. Por lo tanto, los resultados pueden no ser extrapolables a otras poblaciones. Además, las asociaciones observadas no pueden ser interpretadas como relaciones causales al tratarse de asociaciones encontradas en datos transversales (a pesar de tratarse de un estudio longitudinal).3. Otra limitación es la confianza en las medidas auto informadas por parte de los padres, como el peso y la estatura de los padres, el tabaquismo durante el embarazo y el nivel educativo.4. Es posible que algunas asociaciones no alcanzaran significación estadística, quizás debido al tamaño de muestra relativamente pequeño. Sin embargo, nuestra muestra fue más grande que la de algunos estudios con los que contrastamos nuestros resultados.No obstante, este estudio también tiene importantes fortalezas:1. Hasta la fecha, este estudio incluye la primera revisión sistemática y metaanálisis que examina las diferencias en la masa libre de grasa/tejido blando magro según la presencia de resistencia a la insulina/tolerancia a la glucosa /síndrome metabólico en niños y adolescentes.2. Es la primera investigación que explora el poder predictivo del área de la sección transversal del músculo de la parte inferior de la pierna izquierda medido por tomografía axial computarizada periférica, como indicador de bajos niveles de tejido blando magro en una muestra significativa de niños sanos, utilizando medidas objetivas de composición corporal. 3. El tejido blando magro y la masa libre de grasa se midieron utilizando dos técnicas diferentes, absorciometría fotónica dual de Rayos X y análisis de impedancia bioeléctrica; el primero, un método robusto aceptado como el estándar de oro y el segundo, un método accesible para evaluar al público en general. Mientras que el área de la sección transversal del músculo se midió utilizando tomografía axial computarizada periférica, un método de menor costo, previamente validado contra absorciometría fotónica dual de Rayos X en esta población. 4. Las mediciones de absorciometría fotónica dual de Rayos X y tomografía axial computarizada periférica y los respectivos análisis de las imágenes fueron realizados por investigadores entrenados en cada una de las técnicas. 5. La masa libre de grasa, el tejido blando magro y el área de la sección transversal del músculo se ajustaron para la estatura de los participantes, permitiendo la construcción de índices como el índice de masa libre de grasa, índice de tejido blando magro total e índice del área de la sección transversal del músculo.6. Hasta donde sabemos, es la primera investigación que explora los factores de la vida temprana y su efecto como predictor de la masa libre de grasa /tejido blando magro usando una cohorte española, seguida durante seis a ocho años.7. Otra fortaleza es la recopilación prospectiva de datos sobre una amplia gama de factores de riesgo que se extienden desde el embarazo hasta la infancia y su ajuste a diferentes factores de confusión.8. El uso de acelerómetros para la evaluación objetiva de la actividad física, así como la utilización de diferentes pruebas para evaluar la fuerza muscular (fuerza de prensión manual y salto horizontal), controlando por varios factores de confusión, incluidos el sexo, la edad, el peso al nacer, el índice de calidad de la dieta y el nivel educativo de los padres.9. Por ultimo, parece ser este el primer estudio que evalúa la fuerza de prensión manual como potencial mediador de la relación entre la actividad física y el tejido blando magro en niños y niñas.En conclusión, factores prenatales y posnatales, así como la actividad física total y la fuerza de presión manual se asociaron positivamente con la masa libre de grasa / tejido blando magro en niños y niñas de 6 a 8 años. Adicionalmente, valores bajos de masa libre de grasa / tejido blando magro en niños y adolescentes, pueden predisponer a efectos futuros como alteraciones en el metabolismo de la glucosa. Por consiguiente, los profesionales sanitarios, los responsables de las políticas públicas en salud y la sociedad en general, deberán prestar más atención en el futuro a aquellos factores prenatales/posnatales y de la infancia que favorecen el desarrollo de la masa libre de grasa / tejido blando magro. En consecuencia, se deberá reforzar la importancia de optimizar la salud maternoinfantil durante los “primeros 1000 días”, así como, promover prácticas de alimentación saludable, actividad física regular y la reducción del sedentarismo, teniendo cuenta que la infancia es un momento crucial para establecer comportamientos positivos. Además, debemos asegurar la detección temprana de niños con bajos niveles de masa libre de grasa / tejido blando magro a partir de la utilización de las diferentes técnicas disponibles en la actualidad, acorde al contexto y los recursos disponibles; para finalmente, poner en marcha intervenciones eficientes que normalicen la masa libre de grasa / tejido blando magro en nuestros niños a riesgo.<br /

    Beneficios de la actividad física sobre la composición corporal de escolares aragoneses.

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    La actividad física (AF) ha demostrado tener múltiples beneficios sobre la composición corporal y la prevención de enfermedades que clásicamente se habían considerado propias del adulto. Entre ellas encontramos la disminución la adiposidad y con ello la disminución del riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, hígado graso y dislipemia. La actividad física, especialmente aquella de mayor intensidad, ha demostrado disminuir el riesgo cardiovascular en la infancia. Otros beneficios son la mejora de la capacidad aeróbica, de la fuerza muscular, de la capacidad cognitiva y del rendimiento escolar.Debido a todos estos beneficios, en 2010, la OMS propuso la recomendación sobre actividad física para la edad escolar (5-17 años) que consistía en realizar mínimo una hora de actividad física moderada-vigorosa (AFMV) al día. Posteriormente, otros países como Canadá y Estados Unidos objetivaron que los beneficios anteriormente descritos aumentaban si, además de cumplir con la recomendación de AF, se disminuían las conductas sedentarias y se respetaba un mínimo de horas de sueño nocturno al día. Es por ello que, en 2020, la OMS amplió sus recomendaciones no sólo a una hora de AFMV sino también a la realización de actividad física vigorosa (AFV) tres días por semana y la limitación del sedentarismo. En la actualidad, a pesar de que se ha constatado que todas estas medidas son beneficiosas, todavía existe controversia sobre el número de horas e intensidad de AF y el límite de tiempo de sedentarismo óptimos para mejorar la composición corporal en la infancia. Pese a estas recomendaciones y la amplia bibliografía que existe al respecto, los niveles de AF y de sedentarismo siguen siendo alarmantes en nuestro medio y en el resto del mundo. Tan sólo un 31% de los niños y un 15% de las niñas españolas de entre 3 y 14 años cumplen con la recomendación de realizar una hora al día o más de AFMV. Estas cifras varían según la población estudiada, pero todos los estudios, concluyen que una amplia mayoría de los niños incumplen las recomendaciones de AF de la OMS.Existen pocos estudios en nuestro entorno que analicen la composición corporal y la AF con métodos objetivos. Esto es, la composición corporal mediante absorciometría dual de rayos X (DXA), el método de elección; y la AF mediante acelerometría y no con cuestionarios que han demostrado una subjetividad importante. Por ello, el objetivo general de la Tesis fue analizar el efecto de la actividad física sobre la composición corporal (adiposidad y salud ósea) en niños en edad escolar y, como objetivos específicos, analizar los demás hábitos de vida saludables y estudiar la influencia del cumplimiento de las recomendaciones internacionales sobre el compartimento graso. Para ello, se estudió la cohorte de 308 niños y niñas de 7 años seguidos desde el nacimiento que forman parte del proyecto CALINA. Este proyecto longitudinal incluye una amplia lista de variables perinatales, sociodemográficas y de crecimiento con las que se han podido ajustar los análisis estadísticos eliminando así la influencia de aquellas que fueran factores de confusión. Los resultados de esta tesis se agrupan en varios artículos de investigación.En el primer artículo, se analizó la influencia de la AFMV sobre el compartimento graso cuando los niños tenían 7 años. Se valoró la composición corporal en el laboratorio del grupo GENUD (Universidad de Zaragoza) mediante DXA, determinando las siguientes variables: Índice de masa grasa (IMG), Índice libre de masa grasa (ILMG), porcentaje de grasa y adiposidad abdominal. También se llevaron a cabo cuestionarios sobre hábitos dietéticos (FFQ) y sobre tiempo de uso de pantallas. Por último, se solicitó a los participantes que portaran un acelerómetro en la cadera durante una semana para conocer así de manera objetiva los niveles y duración de actividad física que realizaron. Tras la recogida de datos, se llevó a cabo un análisis estadístico descriptivo para conocer la composición corporal de los niños activos y de los inactivos, según criterios de la OMS. Posteriormente se realizaron regresiones lineales para analizar la asociación entre la AF y las distintas variables de adiposidad analizadas en tres modelos ajustados por las distintas variables sociodemográficas y de hábitos. Por último, se realizó un análisis de covarianza, ANCOVA, de los grupos activo e inactivo respecto a las variables de composición corporal. Los resultados obtenidos en este artículo fueron los siguientes: el porcentaje de niños que cumplieron la recomendación de AFMV de la OMS fue superior al de niñas. Tanto en niños como en niñas se demostró una asociación negativa entre los minutos de AFMV realizados por día y la grasa corporal y abdominal. Tras ajustar por las variables de hábitos (pantallas y alimentación), se demostró que en los niños y niñas que cumplían con la recomendación de tiempo diario de AFMV de la OMS, la adiposidad fue menor que en los que no la cumplían.En el segundo artículo, se analizó el compartimento óseo en relación con la AF en la misma cohorte, en este caso de 287 niños de 7 años. La metodología empleada fue similar salvo por el uso del pQCT (Peripheral quantitative computed tomography) para el estudio del compartimento óseo. Este método ha demostrado una sensibilidad mayor que el DXA para la valoración del hueso ya que tiene en cuenta, no sólo su composición si no también su geometría. El estudio pQCT se llevó a cabo sobre la tibia izquierda siguiendo los estándares utilizados en estudios similares. Las variables obtenidas fueron: densidad mineral ósea (DMO) mediante DXA y, el resto, contenido mineral óseo (CMO), espesor cortical, área ósea y resistencia ósea mediante pQCT. Los resultados aportaron que los niños tienen una mayor densidad mineral ósea y contenido mineral óseo que las niñas. Los niños y niñas que cumplían la recomendación de tiempo diario de AFMV, poseían un mayor contenido mineral óseo a nivel trabecular. Los niños tuvieron una asociación positiva entre el tiempo de AFMV y el CMO trabecular mientras que en las niñas la presentaron con el CMO cortical.En el tercer artículo se estudió el grado de cumplimiento de las nuevas recomendaciones de actividad física de la OMS (2020) y de la guía de actividad física canadiense (2016), así como su relación con el compartimento graso. Estas recomendaciones añaden, a la clásica de realización de una hora o más de AFMV para la edad pediátrica, otras como la realización de AFV tres días por semana, limitación del sedentarismo, limitación del uso de pantallas a un máximo de dos horas al día y alcanzar un mínimo de nueve horas al día de sueño nocturno. Las variables de actividad física fueron analizadas mediante acelerometría, las de hábitos de sueño nocturno y sedentarismo mediante cuestionario y las variables de compartimento graso mediante DXA. Se llevó a cabo un análisis descriptivo y analítico de la composición corporal, hábitos (dieta, sueño y uso de pantallas), grado de cumplimiento de las recomendaciones y su asociación con la adiposidad separados por sexo. Los principales resultados de este estudio mostraron que casi la totalidad de los niños y niñas cumplieron con el tiempo de sueño nocturno recomendado y el 60% cumplió la limitación de uso de pantallas. El cumplimiento de todas las recomendaciones se confirmó en el 40,3% de los niños y el 31,8% de las niñas. Los niños y niñas que cumplieron todas las recomendaciones, mostraron menor porcentaje de grasa que aquellos que cumplieron sólo alguna. Como conclusión, las nuevas recomendaciones de la OMS y de la guía Canadian-24h-movement, que añaden recomendaciones relacionadas con el sedentarismo, parecen más apropiadas para conseguir un beneficio sobre el compartimento adiposo en niños y niñas en edad escolar.Los tres artículos incluidos en esta Tesis ponen de manifiesto la importancia de la actividad física en la infancia. Se puede concluir que la AF, en concreto el cumplimiento de las recomendaciones internacionales, disminuye el compartimento graso y aumenta el óseo, aspectos que tienen relevancia en la prevención de enfermedades en la edad adulta. Tanto el grado de cumplimiento de las recomendaciones internacionales para la actividad física como los beneficios sobre la composición corporal difieren entre los niños y las niñas de nuestro estudio, mostrando que los niños son más activos y consiguen una mejora global más evidente en la composición corporal.<br /

    Early Nutrition and Later Excess Adiposity during Childhood: A Narrative Review

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    Background: Studies on childhood obesity mainly focus on the genetic component and on the lifestyle that may be associated with the development of obesity. However, the study of perinatal factors in their programming effect toward future obesity in children or adults is somewhat more recent, and there are still mechanisms to be disentangled. Summary: In this narrative review, a comprehensive route based on the influence of some early factors in life in the contribution to later obesity development is presented. Maternal pre-pregnancy BMI and gestational weight gain have been pointed out as independent determinants of infant later adiposity. Lifestyle interventions could have an impact on pregnant mothers through epigenetic mechanisms capable of redirecting the genetic expression of their children toward a future healthy weight and body composition and dietary-related microbiome modifications in mothers and newborns might also be related. After birth, infant feeding during the first months of life is directly associated with its body composition and nutritional status. From this point of view, all the expert committees in the world are committed to promote exclusive breastfeeding up to 6 months of age and to continue at least until the first year of life together with complementary feeding based on healthy dietary patterns such as Mediterranean Diet
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