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    Screening of substance use and mental health problems among Spanish medical students: A multicenter study

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    Background: This study aimed to determine the prevalence of substance consumption and mental health problems among Spanish medical students, and their association with sociodemographic factors. Methods: A multicentre cross-sectional study was conducted. Self-reported data on sociodemographic and clinical characteristics were collected, including BDI-II, PHQ-9, brief STAI, and single-item academic burnout (IUBA). Results: Overall, 1265 students (74.2% female) completed the survey. Of them, 37.4% scored positive for depressive symptoms, as measured by the BDI-II, and more than half (53%) by the PHQ-9. Suicidal ideation was reported by about 12% whilst high levels of state and trait anxiety were informed by 28.8% and 29.4% of the students. The prevalence of burnout was 40.2%. Female and pre-clinical students reported significantly (p < 0.01) higher rates of depressive, anxiety, and burnout symptoms. Alcohol, energy drinks, and tobacco were the most frequently used substances. Total scores of self-reported mental health problems negatively correlated (p < 0.001) with objective academic results and positively correlated (p < 0.02) with the number of substances consumed in the last 30 days. Limitations: Research-based on self-reported data could favour information bias due to the social desirability effect and memory error. Conclusions: A high prevalence of substance consumption and several mental health problems was found among medical students, especially females. The relevant influence of academic-related factors on students' well-being may be a call for medical schools to implement initiatives aimed to improve students' ability to detect, address, and seek help for their mental health issues

    Cuando diagnosticamos al cuidador. Síndrome de Munchausen por poderes

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    El síndrome de Munchausen Por Poderes (SMPP) clasificado en el DSM-5 dentro de la categoría de trastornos por síntomas somáticos y trastornos relacionados1, se conoce como Trastorno facticio aplicado a otro. Como peculiaridad, en esta entidad, diagnosticamos al cuidador y no al paciente por el que a priori solicitan asistencia médica. Se trata de un cuidador (generalmente la madre), que causa, de forma intencionada, daño a otra persona (generalmente hijo/a), con el objetivo de recibir atención positiva, a través de un hijo enfermo.  Es importante recalcar que la finalidad no es económica sino la de adoptar el papel de “cuidador”. Constituye una forma grave de abuso y se asocia a una alta tasa de consultas médicas, hospitalizaciones, reincidencia, morbilidad y en ocasiones mortalidad2,3. Se trata de una entidad infradiagnosticada como apuntan varios estudios4 y los más de 400 trabajos publicados sobre el tema. Pese a ser un síndrome ampliamente descrito en la literatura pediátrica, no podemos dejar de considerar a los adultos con alguna minusvalía como potenciales víctimas de un cuidador Munchausen, como en el caso que nos ocupa. Es importante conocer esta entidad, a fin de incluirla en el diagnóstico diferencial, especialmente, en aquellos pacientes en los que se plantee un caso inusual o de evolución tórpida, tal y como se describe en este caso clínico. En esta entidad, será la sospecha clínica la que llevará a plantear este diagnóstico y su confirmación no está exenta de dificultades. Un diagnóstico de SMPP, a menudo pasa por coacciones y manipulaciones por parte del abusador hacia el personal sanitario7,8, las implicaciones ético-legales con las que deberemos trabajar9 y las características del propio sistema sanitario, en el que el déficit de interconexión, favorece el libre deambular de estos cuidadores. Como todo abuso, el SMPP previsiblemente tendrá unas secuelas sobre la víctima que los padece5,6 y como más adelante veremos puede llegar a tener implicaciones intergeneracionales. Nuestra obligación como proveedores de salud reside en detectar el abuso y salvaguardar el bienestar del paciente. Especialmente en estos casos en los que la víctima está en condición de vulnerabilidad física o  psíquica

    Abordaje del trastorno bipolar durante la gestación: a propósito de un caso

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    El trastorno bipolar es un trastorno mental grave y recurrente de carácter crónico que se caracteriza por oscilaciones del estado de ánimo con fases de manía, hipomanía o mixtas alternadas con episodios  depresivos. La prevalencia a lo largo de la vida se estima entre el 1 y 3%, siendo la edad media de debut entre los 18 y 20 años. Los factores estresantes psicosociales influyen en el comienzo y en las posteriores recidivas dentro de un modelo de vulnerabilidad genética. Entre los acontecimientos vitales que pueden influir  notablemente en el curso de la enfermedad se sitúan el embarazo y el parto. Son periodos de vulnerabilidad en los que puede acontecer un empeoramiento de los síntomas o incluso una recaída a pesar de existir una buena adherencia terapéutica. El riesgo de recurrencias se incrementa cuando los psicofármacos se retiran bruscamente. De hecho, hasta un 81-85’5% de gestantes con trastorno bipolar tienen el riesgo de recaer si dejan de tomar estabilizantes del ánimo. La exposición al litio durante el primer trimestre se ha relacionado con malformaciones cardíacas en el feto, especialmente la anomalía de Ebstein. El ácido valproico y la carbamazepina aumentan el riesgo de defectos en el tubo neural. En cambio, la lamotrigina en monoterapia ha demostrado menor riesgo de malformaciones que otros anticonvulsivantes. Por todo ello, es fundamental valorar el riesgo-beneficio del uso de psicofármacos, siendo necesario el conocimiento de su uso y elaborar un plan de tratamiento individualizado en cada caso

    Intento de suicidio en anciano con síndrome confusional

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    El suicidio es la complicación más grave de la enfermedad mental. Supone uno de los problemas de mayor impacto en la salud pública. A día de hoy persiste una infranotificación de los casos que dificulta conocer la magnitud real. La conducta suicida previa es el mayor factor de riesgo de repetición del intento y de suicidio consumado posterior. Dependiendo de la franja de edad pueden existir diferencias en el comportamiento suicida. Es ampliamente descrito el envejecimiento progresivo de la población.. Así, los ancianos se caracterizan por realizar escasos intentos de suicidio pero destacan por emplear metodología violenta como el ahorcamiento, la precipitación, la venosección profunda, etc. logrando así una mayor letalidad somática del intento. Los antecedentes psiquiátricos se asocian frecuentemente con la conducta suicida, sobre todo la depresión. La enfermedad crónica también se asocia con la ideación suicida y el suicidio consumado. El síndrome confusional agudo también es una entidad de riesgo al presentar una alteración del nivel de consciencia, afectación global de las acciones ejecutivas, distorsión de la percepción y un estado fluctuante de agitación psicomotora al estar el paciente confuso, sin claridad perceptiva, lo cual hace que se desoriente viviendo borrosamente la realidad objetiva. El entorno sociofamiliar y los grupos de apoyo son de alta relevancia ya que podrán ser factores protectores o factores de riesgo. En la evaluación del riesgo suicida en el anciano es preciso realizar una anamnesis completa, una exploración psicopatológica y una valoración de la comorbilidad médica y de la red sociofamiliar del paciente
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