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Conciencia de enfermedad y funcionalidad en psicosis crónica
Título: Conciencia de enfermedad y funcionalidad en psicosis crónica. Introducción: cuando nos referimos a Trastorno Mental Grave (TMG) nos estamos refiriendo a un conjunto de diagnósticos clínicos que entran en el grupo de las psicosis (fundamentalmente Trastorno Esquizofrénico y Trastorno Bipolar), pero también otros diagnósticos relacionados. Jaspers define el “insight” en función de la observación clínica como la capacidad de juzgar el paciente lo que le está ocurriendo en el curso de la psicosis y las razones por las que le está ocurriendo. La “funcionalidad” se refiere a la capacidad de adaptación a las necesidades personales, familiares, sociales y laborales que posee un miembro adulto productivo y sin enfermedad. Algunos estudios han hallado que el funcionamiento social y el insight (conciencia de enfermedad) se encuentran asociados positivamente (Soskis y Bowers 1969, Lysker y Bell 1994, Peralta y Cuesta 1994). Objetivos e hipótesis: estudiar si existe relación entre el grado de insight y el funcionamiento psicosocial en un grupo de pacientes diagnosticados de Trastorno Mental Grave (TMG). A mayor conciencia de enfermedad global, de síntomas y de atribución, mayor funcionalidad en las cuatro áreas a estudio (autocuidado, actividades sociales habituales, relaciones sociales y comportamientos perturbadores). Material y métodos: estudio descriptivo transversal de 40 pacientes con diagnóstico de TMG, de entre 18 y 67 años, del Centro de Día de rehabilitación psico-social Romareda, Sector III, Zaragoza. Se les aplican dos escalas, PSP (Escala de funcionamiento social y personal) y SUMD (Escala de conciencia de enfermedad). Criterios de inclusión: pacientes diagnosticados de Trastorno Mental Grave: - Esquizofrenia (F20.x) - Trastorno esquizotípico (F21.x) - Trastorno esquizoafectivo (F25.x) - Otros trastornos psicóticos no orgánicos (F28.x) - Trastorno bipolar (F31.x.) Estabilidad de la enfermedad en un periodo mayor a 6 meses (definiendo como estabilidad el no ingreso en Unidades de Corta Estancia). Sin cambios en el tratamiento psicofarmacológico un periodo mayor a 3 meses. Las variables a medir son: sexo, edad, diagnóstico, edad de inicio de la enfermedad, tiempo de ingreso en el centro de día, tiempo de evolución de la enfermedad, última fecha de ingreso en UCE y última modificación del tratamiento psicofarmacológico. Resultados: la distribución por sexo de la muestra estudiada fue 35% de mujeres y 65% de varones. La edad media de la muestra fue de 42.1 años. F20.0, Esquizofrenia paranoide: 52.5%. En conjunto los resultados indican que tan solo existe una asociación estadísticamente significativa, entre el apartado primero de discapacidad (autocuidado) de la PSP y la Sumd global. Se halla una correlación menos intensa, entre PSP autocuidado y las subescalas de SUMD (conciencia de síntomas y atribución de ellos a la enfermedad). Es decir que a menor grado de conciencia de enfermedad, menor funcionalidad en este área. La falta de conciencia de enfermedad correlaciona con los aspectos del cuidado de uno mismo, mas que con las relaciones sociales o con las actividades. Hay que señalar la nula correlación de las conductas disruptivas que parece no tener mucho que ver con la conciencia de enfermedad. Discusión: los resultados nos indican que existe una correlación positiva entre carecer de conciencia de enfermedad, y tener un mal autocuidado. Podría considerarse que este resultado de correlación, entre el autocuidado y la SUMD global, es tautología. Es decir, que precisamente la PSP A (autocuidado), incluye la toma de medicación como un ítem; y esto es parte también de la conciencia global de la SUMD. Puede que la correlación se deba a un solapamiento de conceptos. Esperamos que esto sirva para diseñar otros estudios encaminados a dilucidar si mejorar la conciencia de enfermedad sería útil para mejorar autocuidados. La reconceptualización del trastorno mental grave debe conducir a plantear nuevos objetivos en el tratamiento de este difícil trastorno, entre los que se cuenta la recuperación de la funcionalidad
Comorbilidad de los trastornos de ansiedad con depresión en los mayores. Estudio comunitario en población de mayores de 55 años.
Objetivos: Demostrar la asociación entre los trastornos de ansiedad y los trastornos depresivos en la población mayor de 55 años y estudiar cómo afectan a dicha asociación variables sociodemográficas como la edad, el sexo, el estado civil, el nivel de estudios y la convivencia. Por otra parte, se pretenden estudiar diferencias en el rendimiento cognoscitivo y el consumo de benzodiazepinas entre los diferentes grupos diagnósticos estudiados. Métodos: Se estudió una muestra de 4.057 sujetos de la población general de mayores de 55 años, a los que se administró una completa entrevista para obtener, entre otros, los datos analizados en el presente Trabajo Fin de Grado, entre los que se incluyen diagnóstico de ansiedad y/o depresión, rendimiento cognoscitivo (obtenido a partir del MMSE) y frecuencia y años de consumo de benzodiazepinas. A partir de estos datos se estudió cómo cada una de las variables afectaba a la presencia de comorbilidad entre ansiedad y depresión. Resultados: Se obtuvieron resultados estadísticamente significativos que demostraron la asociación de sexo femenino, edad mayor de 65 años, sujetos que viven solos, sujetos viudos y los analfabetos con una mayor presencia de formas comórbidas de enfermedad. Los sujetos que presentaron la forma mixta de enfermedad tenían un peor rendimiento cognoscitivo y consumían a diario benzodiazepinas en mayor porporción que los que tenían solo uno de los trastornos. Conclusión: La ansiedad aparece estrechamente relacionada con la depresión en este grupo de edad, además la presencia conjunta de ambas resulta en un peor rendimiento cognoscitivo así como mayor frecuencia de consumo de benzodiazepinas. Dicha asociación se ve aumentada en las mujeres, los mayores de 65 años, los viudos, los analfabetos y los que viven solos
Depresión y demencia incidente: El efecto de las características de la depresión
INTRODUCCIÓN. La depresión geriátrica y la demencia suponen un importante problema de salud pública. Varios estudios en la bibliografia sugieren que la depresión puede ser un factor de riesgo de demencia, sin embargo los resultados hasta la fecha actual no son concluyentes. Los objetivos del presente trabajo fueron examinar, en una muestra representativa de población general >55 años: 1) el efecto de la depresión como factor de riesgo de demencia, y 2) el efecto de distintas características clínicas y evolutivas ce depresión sobre el riesgo de demencia METODOLOGÍA. Este trabajo se desarrolla en el contexto del Proyecto ZARADEMP, un estudio epidemiológico longitudinal llevado a cabo en Zaragoza (España). En el estudio de base se entrevistaron 4803 sujetos. Para los análisis de demencia incidente a lo largo de 5 años seguimiento, eliminamos los sujetos con síntomas deterioro cognoscitivo y/o demencia en el estudio de base, quedando nuestra muestra constituida por 3864 sujetos "libres de síntomas cognoscitivos". Para el diagnóstico de depresión en el estudio de base, utilizamos la entrevista clínica estandarizada Geriatric Mental State (GMS-AGECAT); el diagnóstico de demencia incidente y, separadamente, de demencia tipo Alzheimer (DTA), se llevó a cabo por un panel de psiquiatras expertos de acuerdo a criterios DSM-IV. Para los principales análisis estadísticos utilizamos Modelos de Regresión de Cox. RESULTADOS. En nuestro estudio, la depresión no es un factor de riesgo significativo de demencia global ni de DTA tras controlar por las distintas variables de confusión. Sin embargo, los sujetos con depresión subsindrómica tienen un riesgo de demencia global dos veces mayor y los sujetos con depresión mayor tienen un riesgo de DTA cuatro veces mayor, respecto a los sujetos no deprimidos. CONCLUSIONES. Nuestros resultados confirman el mal pronóstico asociado a la depresión subsindrómica referido en estudios previos, y subrayan la importancia de su estudio y diagnóstico. El principal hallazgo de este estudio es que la depresión mayor incrementa el riesgo de DTA. El reto para futuras investigaciones es averiguar si el tratamiento de la depresión mayor puede prevenir el desarrollo de DTA
Factores sociodemográficos de la depresión en pacientes con trastorno de conducta alimentaria
Introducción y antecedentes: Los TCA y la depresión aparecen con frecuencia de forma comórbida y suponen un problema de salud pública por el gran número de casos existentes. Los estudios destinados a investigar esta asociación cuentan con metodologías heterogéneas y existe una carencia de resultados unificados, tratamientos estandarizados y programas de prevención destinados a estas dos entidades. Objetivos: Estudiar el perfil clínico-epidemiológico de pacientes con TCA y depresión, investigando los factores que pueden influir en su aparición comórbida mediante la comparación de grupos. Con esto se pretenden identificar factores de riesgo para plantear estrategias terapéuticas y programas de prevención. Metodología: Se ha realizado un estudio restrospectivo de 75 pacientes (edades comprendidas entre 9 y 17 años), atendidos en la UTCA del HCULB de Zaragoza y un análisis descriptivo de los resultados obtenidos a través del cumplimiento de una batería de test (N=46): SPM, CEDI II, MACI, EPQ, BELL, STAIC, RSE, EAT-40, BITE, BSQ, CIMEC, ABOS y ADHDRS IV. Resultados: Encontramos diferencias significativas en la frecuencia de la depresión entre los grupos con y sin conductas purgativas (p=0.038) y con relaciones armónicas y disarmónicas familiares (p=0.012), [IC del 95%]. Conclusiones: Podemos considerar las conductas purgativas y la disarmonía familiar como factores de riesgo de desarrollar depresión, por lo que en nuestra práctica clínica diaria será adecuada su identificación temprana. Palabras clave: Trastornos de Conducta Alimentaria; Depresión; Anorexia Nerviosa; Bulimia Nerviosa; Perfil clínico-epidemiológico; Factores sociodemográficos; Suicidio; Cuidadores.<br /
Ansiedad como factor de riesgo de demencia global, enfermedad de Alzheimer y demencia vascular en ancianos que residen en la comunidad
La población mundial está envejeciendo rápidamente lo que conlleva el aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas entre las que se encuentra la demencia. Dado que en el momento actual no existe tratamiento curativo, la prevención parece la única arma eficaz para la disminución de la incidencia de la demencia y sus devastadoras consecuencias. Así, el estudio de los factores de riesgo modificables de la demencia adquiere una vital importancia. Dentro de los factores de riesgo modificables se han propuesto la depresión y la ansiedad. Los trastornos de ansiedad en las personas de edad de avanzada han recibido menor atención en la literatura científica, en comparación con otros grupos etarios, disponiendo de estudios epidemiológicos limitados. La relación entre la ansiedad y la demencia no ha sido dilucidada y su estudio constituye uno de los objetivos principales de la presente Tesis Doctoral. La presente Tesis Doctoral tuvo como objetivos principales la revisión de la bibliografía y la estimación de la prevalencia de ansiedad en personas mayores en España que residían en la comunidad y/o institucionalizadas en residencias, y evaluar si la ansiedad clínicamente significativa se asociaba a un mayor riesgo de demencia global, Enfermedad de Alzheimer y demencia vascular en una cohorte de personas mayores de 55 años con base comunitaria y un seguimiento medio de 4,5 años (estudio ZARADEMP). En relación a la metodología, en primer lugar, se llevó a cabo una revisión sistemática y meta-análisis de los estudios publicados acerca de la prevalencia de ansiedad en personas mayores en España. Posteriormente, se analizaron los datos procedentes a las tres primeras olas del Estudio ZARADEMP, incluyendo un total de 4803 individuos. Se identificaron un total de 746 sujetos como casos o subcasos de demencia que fueron excluidos, dejando una muestra 4057 sujetos para el seguimiento. Se utilizaron criterios GMS-AGECAT para diagnóstico de la ansiedad y se aplicaron criterios DSM-IV para diagnóstico de la demencia y sus subtipos. Se llevaron a cabo análisis de regresión multivariante (ajustes por múltiples variables de confusión, entre las que se incluía la depresión) teniendo en cuenta el riesgo competitivo de muerte, y en el caso de la demencia vascular, se estratificó por sexo con el objeto de valorar las diferencias de perfil de riesgo según éste. Del meta-análisis llevado a cabo que incluyó 9 estudios, se obtuvo una prevalencia global combinada de ansiedad del 11% (IC 95%: 6-18%). La prevalencia puntual, a los 12 meses y a lo largo de la vida, de los trastornos de ansiedad fue del 12, 6 y 19%, respectivamente. En comparación con los no casos de ansiedad, la tasa de incidencia de demencia global fue significativamente mayor entre los casos de ansiedad (IRR= 2,77; IC 95%: 1,27-6,04). La asociación se mantuvo significativa en el análisis multivariante (SHR=2,74; IC 95%: 1,18-6,35). En el caso específico de la Enfermedad de Alzheimer, el riesgo fue casi 4 veces superior para los casos de ansiedad que para los no casos cuando se controló por todos los potenciales factores de confusión (HR: 3,90; IC 95%: 1,59-9,60). En relación a la demencia vascular, al realizarse un análisis estratificado por sexo, los casos de ansiedad tuvieron un riesgo 2,6 veces mayor cuando se controlaron todos los potenciales factores de confusión, en el grupo de hombres. No se encontró asociación entre los casos de ansiedad y la incidencia de demencia para el estrato de mujeres. Así, los resultados obtenidos destacan la elevada prevalencia de los trastornos de ansiedad en personas mayores en nuestro medio y, apoyan la hipótesis de que la ansiedad clínicamente significativa se asocia con un mayor riesgo de demencia global, Enfermedad de Alzheimer y demencia vascular (esta última en el caso de los hombres). Pese a que las relaciones causales no se pueden establecer con certeza, nuestros hallazgos podrían sugerir estudios que evaluasen si un tratamiento efectivo de la ansiedad podría prevenir o retrasar el desarrollo de la demencia y específicamente sus subtipos más prevalentes: Enfermedad de Alzheimer y demencia vascular. El perfil de riesgo diferente en función del sexo en el caso de la demencia vascular podría tener implicaciones en la prevención de esta patología. <br /
La anhedonia como potencial factor de riesgo de demencia global y subtipos en una muestra comunitaria de personas mayores de 65 años
IntroducciónEl diagnóstico de demencia es eminentemente clínico por lo que precisamos encontrar factores de riesgo psicopatológicos en etapas preclínicas al establecimiento del deterioro cognoscitivo y del declive funcional sobre los que poder intervenir terapéuticamente a lo largo de la evolución longitudinal, y promover una estimulación suficiente en aras de reducir la probabilidad de desarrollo de demencia global y sus subtipos más frecuentes, y/o ralentizar el curso temporal mejorando la calidad de vida del sujeto y la de su entorno psicosocial.La anhedonia entendida desde la más amplia conceptualización como la alteración de la capacidad de disfrute, tanto anticipatoria como consumatoria, resulta fácilmente detectable en la clínica y es una variable que claramente se diferencia del proceso inherente de envejecimiento. Pese a que esta manifestación psicopatológica resulta nuclear para la configuración de un episodio depresivo mayor, no se ha estudiado de manera exhaustiva su asociación con el potencial riesgo de desarrollo de demencia global y los subtipos más frecuentes, controlando por la presencia de la condición clínica depresión.El objetivo general es aportar evidencia científica respecto a la relación entre el síntoma psicopatológico anhedonia y el riesgo de demencia global incidente, así como los subtipos más frecuentes, en una muestra comunitaria de personas de 65 o más años de la ciudad de Zaragoza, libres de deterioro cognoscitivo y controlando por la presencia de depresión. MetodologíaEn el marco del Proyecto ZARADEMP, diseñado para el estudio de la incidencia de demencias en el anciano y el estudio analítico de dichos casos incidentes, diseñamos un estudio analítico observacional de cohortes prospectivo para evaluar, en sujetos con anhedonia y sin esta manifestación clínica en el estudio de base, la incidencia de demencia y los subtipos más frecuentes a lo largo del periodo de seguimiento de 4.5 años. El análisis de supervivencia de Kaplan-Meier se utilizó para determinar el tiempo hasta la demencia global incidente, la Enfermedad de Alzheimer incidente y la demencia vascular incidente en función del síntoma anhedonia. Además, para determinar el riesgo de los sujetos con alteración de la capacidad hedónica (casos) comparados con aquellos sin anhedonia (no casos), en el desarrollo de las patologías descritas, se aplicaron modelos de regresión de riesgos proporcionales de Cox teniendo en cuenta la edad como escala de tiempo. De esta forma, construimos dos modelos en los que gradualmente controlamos por potenciales confusores y/o modificadores del efecto. ResultadosEn nuestra muestra inicial reclutamos a 4,803 sujetos, de los que excluimos a 746 al ser considerados como casos o subcasos de demencia y a 1,013 individuos por ser menores de 65 años, dado que estábamos interesados en la población psicogeriátrica cognitivamente intacta de la ciudad de Zaragoza. Así, de los 3,044 sujetos incluidos en el estudio de base, excluimos además a 214 participantes debido a no poder ser clasificados como “casos” o “no casos” de anhedonia. De los “no-casos” de anhedonia finales, el 6.7% de los participantes fueron “casos” de demencia global incidente, de los cuales el 63.6% eran casos de EA, el 19.1% eran casos de demencia vascular y el 17.3% otras demencias, frente al 93.3% de los sujetos restantes que se encontraban libres de demencia. Sin embargo, de los “casos” de anhedonia finales, el 18.6% fueron “casos” de demencia global incidente, lo que supone casi el triple de casos de demencia comparados con aquellos sin esta manifestación psicopatológica. De estos sujetos, el 63.6% fue clasificado como casos de EA y el 36.4% como “casos” de demencia vascular. Dicho de otro modo, la anhedonia estaba presente en el 9% de los sujetos clasificados como “casos” de demencia global incidente, en el 9% de los sujetos con EA y en el 16% de los individuos con demencia vascular.La presencia de la manifestación anhedonia, controlando por diversas características sociodemográficas (sexo, años de educación recibida y estado civil), multiplica significativamente por 2.4 tanto el riesgo de demencia global como el de EA, y por 7 el riesgo de demencia vascular, comparados con aquellos sujetos de las mismas condiciones que mantienen un adecuado tono hedónico. Al controlar además por el efecto de múltiples factores de riesgo vasculares conocidos (el índice de masa corporal, la historia de enfermedad vascular previa, la hipertensión y diabetes), la sintomatología depresiva, la alteración de la funcionalidad en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria y el estado cognoscitivo en el estudio de base, la presencia del síntoma anhedonia triplica el riesgo tanto de demencia global como de EA incidente y multiplica por 6 el riesgo de demencia vascular incidente, en comparación con aquellos sujetos de las mismas características que conservan su capacidad de disfrute. ConclusionesEn apoyo a la hipótesis inicial de partida, el presente estudio realizado con una muestra representativa de población mayor de 65 años de la ciudad de Zaragoza cognitivamente intacta ha permitido documentar que la presencia de la manifestación clínica anhedonia, controlando por la presencia de la condición clínica depresión, se puede considerar un potencial factor de riesgo de demencia global incidente, y específicamente de EA y de demencia vascular incidentes.La identificación de estos sujetos en riesgo de desarrollo de demencia global, de EA y de demencia vascular a través de la exploración rutinaria de su capacidad de disfrute, puede ser una herramienta clínica sencilla, útil y extrapolable a la práctica clínica diaria para su monitorización a lo largo del tiempo. Con ello, sería posible la elaboración de programas de intervención clínica que incluyeran la implementación y el despliegue de los recursos socio-sanitarios, farmacológicos, psicoeducativos y psicoterapéuticos apropiados a las circunstancias concretas de cada individuo en particular, con el objetivo de evitar la conversión hacia demencia o enlentecer su progresión inexorable en aras de mejorar su estado cognoscitivo, su funcionalidad diaria, su bienestar emocional, su calidad de vida, y la de su entorno sociofamiliar.<br /
Revisión sistemática sobre la efectividad de las estrategias y programas de prevención de la conducta suicida a nivel nacional e internacional.
El suicidio es uno de los mayores problemas de Salud Pública en la actualidad y el incremento de sus tasas a nivel mundial ha puesto en evidencia la necesidad de revisar sus mecanismos de prevención. El objetivo principal del presente trabajo fue revisar los estudios originales publicados sobre la efectividad de las estrategias y programas actuales de prevención de la conducta suicida. Mediante la metodología PICO, elaboramos nuestra pregunta de investigación: ¿Qué efectividad han demostrado las estrategias y programas de prevención de la conducta suicida a nivel nacional e internacional?. Se realizó una revisión sistemática de tipo exploratoria en las bases de datos Pubmed, The Cochrane Library y Scopus. Los resultados se presentaron mediante tablas resumen y se analizaron aquéllos más relevantes. Se analizaron un total de veinte estudios originales de alta y media evidencia. Las categorías que demostraron ser más efectivas en la prevención de la conducta suicida fueron: técnicas psicoterapéuticas, restricción del acceso a medios de suicidio, instalación de barreras físicas de prevención del suicidio y programas comunitarios que combinaron varias estrategias. Los planes de seguimiento de cada intervención y sus ámbitos de aplicación fueron muy variados y dependieron del tipo de medida preventiva analizada y de la población a la que iban dirigidas. En nuestra revisión discutimos sobre la efectividad de una gran heterogeneidad de medidas preventivas, así como de sus planes de seguimiento y ámbitos de aplicación. La gran diversidad de estrategias y programas de prevención de la conducta suicida actuales, así como de sus diferentes metodologías y los distintos ámbitos donde se llevan a cabo, limita las conclusiones de nuestra revisión, aunque creemos que arrojamos luz sobre algunas características que podrían contribuir a la planificación de métodos eficaces para reducir este grave problema de salud pública
Aspectos nutricionales y su relación con salud mental en población infanto-juvenil española
Introducción: Los trastornos mentales en edad infanto-juvenil presentan una prevalencia de 15-25%. La infancia y la adolescencia suponen etapas de gran vulnerabilidad en el desarrollo neurológico, tanto a nivel anatómico como funcional. Se ha evidenciado la influencia de una serie de factores neuroquímicos y ambientales sobre el desarrollo cerebral, entre los que la nutrición ocupa un lugar primordial. Así mismo, en la última década, diversos autores han observado una asociación entre la nutrición durante la infancia y el desarrollo de algunos trastornos relacionados con la salud mental. Objetivos: El objetivo principal del presente estudio es valorar la presencia de asociación entre los hábitos dietéticos y la salud mental en población infanto-juvenil. Material y métodos: Se ha desarrollado un estudio de corte transversal a partir de los datos recogidos en la Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE) 2017. Resultados y conclusiones: Se observan mejores puntuaciones en el Cuestionario de Calidad de Vida abreviado KIDSCREEN-10 y en las diferentes subescalas del Cuestionario de Cualidades y Dificultades SDQ conforme aumenta el consumo de fruta y en el consumo habitual de pescado frente al consumo infrecuente (<br /
Direct infussion Electrospray Mass Spectrometry as a new non-invasive tool for serum metabolomics in induced-stress subjects
Background and Objectives: Nanotechnology is becoming a tool for the study of changes in the metabolome of patients in different states of disease. Analytical techniques such as Electrospray Mass Spectrometry, allow to find biomarkers by determi- nation of metabolites. Nowadays, there is not an objective analytical approach for diagno- sis of stress. Thus, the objectives of this pilot work are:
– Describing the development of a fast, direct and non-invasive analytical protocol, ap- plied for the first time, to study the metabolomic profile of patient s different states through a disease.
– Testing the protocol in a pilot sample with non-stressed and stress-induced subjects.
Methods: High resolution direct infusion electrospray mass spectrometry has been used to analyse the metabolome of blood samples (0.3 ml) from six subject s.
Results: Data prove a clear discrimination between non-stressed and stressed states in the metabolome. Data showed different predominant metabolites in both states. Results allow objective characterization of the state of the patient.
Conclusions: Although this is a pilot study, the method was successful in discriminating different metabolites in non-stressed and stress-induced subjects
Acute stress state classification based on electrodermal activity modeling
Acute stress is a physiological condition that may induce several neural dysfunctions with a significant impact on life quality. Accordingly, it would be important to monitor stress in everyday life unobtrusively and inexpensively. In this paper, we presented a new methodological pipeline to recognize acute stress conditions using electrodermal activity (EDA) exclusively. Particularly, we combined a rigorous and robust model (cvxEDA) for EDA processing and decomposition, with an algorithm based on a support vector machine to classify the stress state at a single- subject level. Indeed, our method, based on a single sensor, is robust to noise, applies a rigorous phasic decomposition, and implements an unbiased multiclass classification. To this end, we analyzed the EDA of 65 volunteers subjected to different acute stress stimuli induced by a modified version of the Trier Social Stress Test. Our results show that stress is successfully detected with an average accuracy of 94.62%. Besides, we proposed a further 4-class pattern recognition system able to distinguish between non-stress condition and three different stressful stimuli achieving an average accuracy as high as 75.00%. These results, obtained under controlled conditions, are the first step towards applications in ecological scenarios
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