The Monstrous ‘White Theory Boy’: Symbolic Capital, Pedagogy and the Politics of Knowledge

This article presents a critical uncovering of the continued dominance of whiteness and maleness in processes and practices of knowledge formation. Tracking the figure of the ‘white theory boy’ or ‘dead white man’ across experiential accounts of theory, scholarship on canonicity, and pedagogical strategies, the article demonstrates his enduring authority in theoretical knowledge making and dissemination. Where this article moves somewhere different is its suggestion that a space of sympathy be extended to this hegemonic figure. Though the dominance of the ‘white theory boy’ undoubtedly perpetuates inequalities throughout social theoretic thought, it is necessary to locate a new method of tackling such ingrained problems. Though extending sympathy to the ‘white theory boy’ is perhaps initially counter-intuitive, my suggestion is that he does not hold the sort of monolithic power we might first assume. Bringing an intersectional analysis of gender, class, ‘race’ and ethnicity to bear on this figure, creates a space in which a more critical and fine-grained account of the relationship between power, knowledge, and social status can be uncovered. It is through extending this space of sympathy and mutual cooperation to ‘white theory boys’ that the practical and conceptual machinations of their power are further revealed. From here a more thorough dismantling of this power becomes possible

Familia vs. sociedad [Reseña]

El texto de Michele Barret y Mary McIntosh, "Familia vs. Sociedad", se titula en inglés: "The anti social family". El título en inglés recoge de una manera más precisa la tesis central de las autoras, ya que hace referencia a cómo en la sociedad actual se reproduce una ideología idealizada de las relaciones familiares, al considerar que es en su seno donde se da la única posibilidad de satisfacción emocional, de amor, de solidaridad e incluso de formar nuevas generaciones. Mientras en las demás instituciones sociales solo es posible construir relaciones contractuales y de competencia. Se convierte a la familia en antisocial porque al enaltecer sus funciones, se desestimula la posibilidad de encontrar sentimientos de solidaridad y ayuda mutua en otras instancias de la vida social. Las autoras critican al Familismo como una ideología acerca de la Familia que exalta sus funciones y características, al considerarla como un lugar privilegiado, un nicho afectivo, el espacio privilegiado donde se desenvuelven relaciones solidaridad y la célula básica de la sociedad. Se señala a la familia como la única posibilidad que la humanidad tiene para socializar las nuevas generaciones y por ende como el grupo responsable del futuro y el dormitorio conyugal, el único lugar para la sexualidad y el desarrollo de la vida afectiva. Con esta exaltación de la familia, quienes no conviven como parejas con hijos son considerados patológicos o anormales