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    Los cráneos decapitados de Chacalilla, Nayarit (900-1350 d.C.): análisis de colágeno residual para conocer el orden de su depósito funerario y sus implicaciones bioarqueológicas. 52. Arqueología

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    n el centro ceremonial del sitio arqueológico de Chacalilla, Nayarit (900-1350 d.C.), uno de los grandes centros de la tradición Aztatlán, se localizó la estructura del Subconjunto sur, vinculada al culto solar y al ciclo agrícola. En su parte central había diez cráneos —producto del sacrifiio por decapitación— de sujetos adultos de ambos sexos, todos ellos con modelado cefálico de tipo tabular erecta y algunos con limado dental. Para determinar si este ritual se efectuó de forma única, o si tuvo lugar a lo largo del tiempo, se utilizó el análisis de colágeno residual en el material óseo; dado que todos los cráneos compartieron la misma matriz de suelo, ello indica un ritmo de degradación similar en los componentes del hueso (colágeno e hidroxiapatita). El análisis de colágeno residual puede ser utilizado en un mismo contexto para dar un orden del depósito del material óseo en cuestión. Si la cantidad de colágeno residual en cada hueso es diferente, sugiere un momento de depósito distinto, pero de resultar igual indicaría lo contrario. El análisis de colágeno remanente en cada uno de los cráneos dio por resultado por lo menos cuatro momentos de depósito funerario. Por tanto, estos resultados apoyan la idea de que los cráneos fueron ofrenda y parte del ritual de petición para mantener la lluvia para la fertilidad de los campos de cultivo, el cual se llevó a cabo a lo largo de los años.Burr, D. B., C.B. Ruff y D.D. Thompson 1990. “Patterns of Skeletal Histological Change through Time: Comparison of an Archaic Native American Population with Modern Populations”. The Anatomical Record 226: 307-313.Child, A.M. 1995. “Towards an Understanding of the Microbial Decomposition of Archeological Bone in the Burial Environment”. 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    Simbolismo e identidad del cerro de la Estrella. 5 Segunda época Año 3 (2019) enero-junio. Rutas de Campo. Trabajo de Campo: Iztapalapa: memoria y cultura

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    Sin duda, el cerro de la Estrella fue y sigue siendo un lugar donde convergen el simbolismo y la identidad. Su importancia radica en su ubicación, en el manejo del paisaje con elementos cósmicos, donde la tierra, el agua, el fuego, el cielo, sus cuevas y oquedades han tenido un papel esencial para la construcción de diversos mitos, así como para la realización de ritos masivos como la ceremonia del Fuego Nuevo, la celebración de Semana Santa o el equinoccio de primavera, que lo han dotado de una singular importancia.Arroyo Mosqueda, Artemio (1991). La Fiesta al “Señor de la Cuevita” en el pueblo de Iztapalapa D.F. como ejemplo de expresión popular de la religión católica (Tesis de Licenciatura en Etnología). ENAH, México.Broda, Johanna (1991). “Cosmovisión y observación de la naturaleza: el ejemplo del culto de los cerros”. En J. Broda, S. Iwaniszewski y L. Maupomé (eds.). Arqueoastronomía y etnoastronomía en Mesoamérica (pp. 451-500). México: IIH-UNAM._____ (2002). “La fiesta azteca del Fuego Nuevo y el culto de las Pléyades”. En Huizachtepetl. Geografía sagrada de Iztapalapa (pp. 145-168). México: delegación de Iztapalapa.Broda, Johanna, S. Iwaniszewski y A. Montero (coords.) (2001). La montaña en el paisaje ritual. México: UNAM/ INAH/UAP.Camacho Ortega, Gustavo, José Navarro y Ricardo Castrejón (1997). Informe del estudio geotécnico de las cavidades detectadas en la colonia “12 de Diciembre” en el Cerro de la Estrella. México: Facultad de Ingeniería-UNAM.Hernández Granados, Gracia (1977). Estudio geográfico-histórico de Iztapalapa. México: Colegio de Geografía- FFYL-UNAM.Heyden, Doris (1991). “La matriz de la tierra”. En J. Broda, S. Iwaniszewski y L. Maupomé (eds.). Arqueoastronomía y etnoastronomía en Mesoamérica. México: IIH-UNAM.López Austin, Alfredo (1980). Cuerpo humano e ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas [2 vols.]. México: IIA-UNAM._____ (2001). “El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoamericana”. En J. Broda y F. Baez-Jorge (coords.). Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México (pp. 47-65). México: Biblioteca Mexicana/FCE.Montero García, Ismael Arturo (2002). “El sistema cavernario del Huizachtepetl”. En Huizachtepetl. Geografía sagrada de Iztapalapa (pp. 171-202). México: Delegación de Iztapalapa.Ramírez Acevedo, Gilberto (1984). Exploración del sitio arqueológico en la cima del cerro de la Estrella. México: INAH.Sahagún, fray Bernardino de (1956). Historia general de las cosas de Nueva España [numeración, anotaciones y apéndices de Ángel María Garibay K., 4 vols.]. México: Porrúa.Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (1983). Diagnóstico del Parque Nacional Cerro de la Estrella. México: Subsecretaría Forestal y de la Fauna/Pausa.Vargas Márquez, Fernando (1984). Parques nacionales de México y reservas equivalentes. Pasado, presente y futuro. México: IIE-UNAM [Grandes Problemas Nacionales, Bosques de México]

    La arqueología en contextos forenses. 52. Arqueología

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    Si bien es cierto que en México existen pocos arqueólogos dedicados a la investigación forense, su participación es indispensable y de vital importancia durante el proceso de prospección, excavación y recuperación de indicios, ya que su conocimiento aplicado a esos contextos aportan resultados acertados y precisos, con el propósito de resolver casos con la mayor brevedad, certeza legal y académica. En el presente texto se aborda el papel de la arqueología en contextos forenses, su defiición, objetivos, métodos y técnicas, así como su aplicación en el caso de Rosendo Radilla Pacheco, en colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia con la Procuraduría General de la República.Aguilar Ruiz, M. O., J. N. Pérez y R. Olivares Alcalá. 2009. Investigación criminalística en hechos de tránsito terrestre (2a. edición). México, ubijosinacipe.Austin, R. 2010. Unmanned Aircraft Systems. uavs Design, Development and Deployement. Londres, John Wiley & Sons.Barba, Luis 1990. 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    Diario de Campo: Boletín Interno de los investigadores del área de Antropología. 83 (2006) abril. Diario de Campo

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    - Imágenes y música al unísono por Marina Alonso Balaños. - Los cargos religiosos entre los totonacos de Zozocolco de Hidalgo, Veracruz por Elizabeth Peralta González. - Paisaje, patrimonio y pobreza. Reinventando la Sierra Gorda queretana por Diego Prieto Hernández y David Alejandro Vázquez Estrada. - Integralidad: obstáculos,balbuceos y espejismos en Chimalacatlán, Morelos por Paul Herch Martínez. - Chalcatzingo: Crónica de la lucha por el patrimonio por Mario Córdova Tello, Ramón Lepez Vela. - Actualidades de la arqueología y la antropología física forense: un acercamiento intradisciplinario en México para el combate contra el crimen por Jorge Arturo Talavera González y Juan Martín Rojas Chávez. - Objetos de la princesa Carlota por María Hernández Ramírez. - El nuevo sentido nacional por Saúl Millán

    Iztapalapa: memoria y cultura. 5 Segunda época, Año 3 (2019) enero-junio. Rutas de Campo

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    - Iztapalapa, un pueblo originario de la Ciudad de México por Rosa María Garza Marcué y Karla Peniche Romero. - Ceremonia para la vida: vida para la ceremonia por Rosa María Garza Marcué. - Iztapalapa y su paisaje a través del tiempo por Teresa Rojas Rabiela. - Iztapalapa. Corporación religiosa de un pueblo chinampero (1971-1972) por Carlos García Mora. - Descubrimiento y conservación del basamento del templo del Fuego Nuevo por Raúl Martín Arana Álvarez. - Villa Estrella, un sitio arqueológico olvidado en el cerro de la Estrella por Susana Victoria Gurrola Briones. - El Santuario, sitio arqueológico en el cerro de la Estrella, Iztapalapa por Juana Moreno Hernández. - Simbolismo e identidad del cerro de la Estrella por Teresa Eleazar Serrano Espinosa y Jorge Arturo Talavera González. - Ceremonias, fiestas y rituales que se realizan en el cerro de la Estrella, Iztapalapa por Josefina del Carmen Chacón Guerrero. - A la sombra del Gólgota: continuidades y discontinuidades en las observancias rituales en el cerro de la Estrella por Christophe Helmke,Ismael Arturo Montero García. - La cruz del papa Juan Pablo II en el predio de La Pasión del cerro de la Estrella, alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México por Jorge de León Rivera. - Semana Santa y su simbología por Sonia Iglesias y Cabrera. - Representación e imagen: Semana Santa en Iztapalapa por Juan Carlos Valdez Marín. - La procesión y el discurso: Semana Santa en Iztapalapa por Francisco Alatriste Torres. - Los insólitos caminos de la tradición: Semana Santa en Iztapalapa por Mariángela Rodríguez. - El Señor de la Cuevita fundacional, pieza clave que propició el origen histórico y simbólico de la representación de Semana Santa en Iztapalapa por Naín Alejandro Ruiz Jaramillo. - La representación de la Pasión y muerte de Cristo en los ocho barrios de Iztapalapa por Beatriz Ramírez González. - Bibliografía sobre Iztapalapa por Karla Peniche Romero.El número especial de Rutas de Campo dedicado a Iztapalapa que presentamos en esta ocasión, esta dirigido en primer lugar a los pobladores de esa región, de modo que con esta publicación cumplimos con la obligación de resaltar la importancia histórica y cultural de Iztapalapa en la cuenca de México, y a la vez devolvemos a sus habitantes —nuestros primeros interlocutores— los resultados de las investigaciones que antropólogos, historiadores y arqueólogos hemos obtenido a lo largo de varios años de exploración en el seno de la comunidad iztapalapense. Iztapalapa —antigua península de la cuenca de México—, bañada en su lado norte por el lago de Texcoco y en su lado sur por el lago de Chalco, forma parte de la Ciudad de México sin renunciar a su identidad y cultura de raíces mesoamericanas

    Diario de Campo: Boletín Interno de los investigadores del área de Antropología. 95 (2007) diciembre. Diario de Campo

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    - David Maawad ensayo fotográfico: La minería en México por Antonio Saborit. - Los trabajadores mineros mexicanos y la persistencia de la identidad clasista por Nicolás Cárdenas García. - Conflicto social en el marco del desarrollo turístico de una comunidad maya de Yucatán. El caso yaxuná por Lourdes Rejón Patrón. - Del trueno a las cenizas. Reporte etnográfico en torno a la catástrofe acaecida en el templo pame de Nuestra Señora de la Asunción Santa María Acapulco, San Luis Potosí por Alejandro Vázquez Estrada, Mirza Mendoza Rico e Imelda Aguirre Mendoza. - Texcoco y la noción de persona por Jaime Enrique Carreón Flores. - Estar desnutrido en Hueyapan, Morelos. Representaciones diferenciales de los padres con respecto a sus hijos porAlfredo Paulo Maya. - El papel de la Antropología Forense en la investigación de asesinos seriales por Jorge Arturo Talavera González e Israel David Lara Barajas. - Los baños de Moctezuma en Chapultepec por Guadalupe Espinosa. - Etnocriollismo y eurocentismo en la historiografía argentina por Carlos Mariano Tur Donatti. - La noción de autenticidad y sus diversas repercusiones en la conservación del patrimonio cultural de México por Renata Schneider G.- El "proyecto Tarasco" cardenista: implicaciones actuales por Carlos García Mora. - La salud pública como suprema ley. Un manifiesto por la salud de los mexicanos por Paul Hersch Martínez y Jesús Armando Haro Encinas. - Suplemento 45. Historias del subsuelo. Seis siglos de minería en México

    Arqueología. Segunda Época. 52. Arqueología

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    Como se está haciendo costumbre, en este número se incluyen textos de temática variable, que abordan diversos tópicos antropológicos en varias regiones de nuestro país; artículos cuyo contenido será de gran interés para la antropología. En primer término se presenta un novedoso estudio de Virginia Arieta Baizabal y Ann Cyphers, “Etnografía, demografía y arqueología olmeca en San Lorenzo Tenochtitlán”, cuya finalidad consiste en obtener coeficientes confiables que permitan estimar la población prehispánica del sitio arqueológico. Con tal propósito, las autoras realizaron un estudio de la densidad poblacional del asentamiento actual de Tenochtitlán, Veracruz, población cercana al sitio olmeca de San Lorenzo. Los resultados de esa investigación pudieron aplicarse a los datos de patrón de asentamiento de San Lorenzo y así conocer de cierta manera “la distribución poblacional del asentamiento (arqueológico) en su totalidad y explorar su ocupación interna”. También se obtuvo información relacionada con la población asentada en el sitio arqueológico. Luego de un análisis exhaustivo de la densidad poblacional en diversas áreas del asentamiento arqueológico —en el cual se aprovechó la analogía etnográfica con el actual poblado de Tenochtitlán, así como los diversos cálculos poblacionales realizados para el asentamiento arqueológico de San Lorenzo, las autoras consideran “factible que la población de San Lorenzo” habría podido situarse “entre 9 000 y 10 000 habitantes durante su apogeo […]”. “Cementerio C-20. Dinámica de un asentamiento olmeca en la región de la Chontalpa, Tabasco”, es el título de la colaboración entregada por Miguel Guevara Chumacero, quien ofrece las evidencias más tempranas de asentamientos que contienen “arquitectura pública” en esta región de la Chontalpa, Tabasco. Tal situación tuvo lugar, según el autor, hacia la fase Palacios regional (1150-950 a.C.). Víctor Hugo Valdovinos Pérez y Cristina García Moreno son los autores de “Sobre cantos de río: la industria lítica en el Valle de Ónovas, sureste de Sonora”, interesante estudio en el cual se da a conocer una industria lítica que aprovechó los cantos rodados entre las poblaciones asentadas en la margen derecha del río Yaqui, entre 800 y 1400 d.n.e. Se trata de una industria lítica que explota al máximo la presencia de esos cantos rodados tanto para elaborar artefactos formales como para utilizarlos de manera directa. En el texto de Gustavo Sandoval, “La presencia teotihuacana en San Antonio Acoculco”, se anota que hacia la región norte de Tula, Hidalgo, entre los asentamientos del Clásico destacan los de Chingú, El Tesoro y Acoculco, pues comparten muchos elementos culturales presentes en Teotihuacán, entre ellos la cerámica —tanto local como la de procedencia zapoteca—. El autor ofrece un panorama general de los trabajos de exploración realizados en San Antonio Acoculco, así como un análisis de la colección de cerámica de dicho asentamiento; destaca que la presencia teotihuacana sirve para conocer la temporalidad de este sitio arqueológico. “Las mujeres de Teotihuacán: prestigio, poder e incertidumbre” es un texto de Jaime Delgado Rubio en el cual se analiza un hallazgo de figurillas de cerámica —de mujeres, niños, “matronas y emblemas de serpientes”— en torno a una “madre” que tiene a un niño recién nacido sobre sus piernas. El autor plantea la capacidad de las mujeres para “ostentar” símbolos de linaje, transferir los bienes materiales y simbólicos a sus descendientes y participar en rituales de investidura del poder, ubicándolas en posiciones clave de la estructura social de la fase Miccaotli (150-250 d.n.e). Norma Valentín, Gilberto Pérez R. y Edsel R. Robles Martínez presentan su “Análisis de los restos faunísticos como parte de la industria ósea del sitio arqueológico Cantona, Puebla”, en el cual se discute sobre 68 restos óseos con alteraciones culturales. De ellos, en 46 se logró la identificación taxonómica y anatómica; se les clasificó tipológicamente y se observó la técnica de manufactura. Durante los trabajos de exploración arqueológica en Cantona se han registrado más de 600 artefactos elaborados en restos óseos, y la gran aportación de Norma Valentín y colaboradores consiste en haber identificado el género y especie de los restos óseos sobre los que se elaboraron dichos artefactos —esto incluye un fragmento de pata de puma cuya base aún se encontró articulada. Lourdes R. Couoh Hernández y Jorge Arturo Talavera González colaboran con un texto sobre “Los cráneos decapitados de Chacalilla, Nayarit (900-1350 d.C.): análisis de colágeno residual para conocer el orden de su depósito funerario y sus implicaciones bioarqueológicas. Se estudian diez cráneos, cinco masculinos y cinco femeninos —con deformación craneal tabular erecta y algunos con limado de dientes— provenientes de la parte central de una estructura arquitectónica del Subconjunto sur de Chacalilla, el cual se vincula al culto solar y al ciclo agrícola. El propósito era el de saber si se trata de una sola ceremonia o si la deposición de los cráneos se dio en varias ocasiones. Fue necesario analizar el colágeno residual de cada cráneo para establecer el o los momentos del depósito funerario, y para los autores los “resultados apoyan la idea de que los cráneos fueron ofrenda y parte del ritual de petición de lluvia para la fertilidad de los campos de cultivo”, el cual se llevó a cabo a lo largo de los años. A continuación viene “La arqueología en contextos forenses”, contribución de Jorge Arturo Talavera González, Silvia Teresa Díaz de la Cruz y Martha Patricia Valadez Sanabria. Ellos abordan la importancia de la participación de arqueólogos en el proceso de prospección, excavación y recuperación de documentación en contextos forenses. En este capítulo se comentan algunos trabajos de  investigación arqueológica en el contexto forense: su definición, objetivos, métodos y técnicas. Se especifica su aplicación en el caso de Rosendo Radilla Pacheco, cuyos análisis fueron realizados de manera conjunta por el inah y la Procuraduría General de la República. Erik Chiquito Cortés es autor de “El camino serpenteante del Fuerte de Loreto, Puebla”, un texto de arqueología histórica derivado de los trabajos arqueológicos llevados a cabo en 2012, como parte del “megaproyecto sesquicentenario”. Se analiza el diseño y función de dicho fuerte, sobre todo de su sistema defensivo y el camino serpenteante. Para ello se estudiaron tanto documentos históricos como la información arqueológica recuperada directamente en campo, lo cual redunda en un mejor entendimiento de ese inmueble durante el siglo xix. “Drones, fotogrametría y arqueología en México. Principios y ejemplos”, es la aportación de Cuauhtémoc Domínguez Pérez, Javier Martínez González, Laura Castañeda Cerecero y Alberto Mena Cruz, investigadores del inah. Entre las nuevas tecnologías para investigación arqueológica destacan los drones —aparatos utilizados para toma de fotografías aéreas y con ello lograr imágenes texturizadas, ortofotos, planos topográficos y modelos digitales de elevación—. Al no disponer de documentos “que muestren sus fundamentos, forma de manipularlos y utilidad”, los autores presentan su propio escrito, sustentado en una extensa práctica y con ejemplos de diferente naturaleza, con el cual tratan de observar los alcances y limitaciones de los drones. Al final se incluye un listado, a manera de protocolo básico, para llevar a cabo las diversas misiones o vuelos. Para concluir con la parte de ensayos se incluye un texto sobre “El Registro Público del Patrimonio Cultural en el inah”, firmado por Silvia Mesa, Ileana Echauri y Wanda Hernández. Las autoras exponen los fundamentos académicos y jurídicos en que se basa el Sistema Único de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos; explican las características tecnológicas de ese sistema, así como sus funcionalidades y virtudes; también reflexionan en torno al impacto positivo —en cuanto a las prácticas tradicionales de control y resguardo del patrimonio— de implantar dicho sistema. En la sección de Archivo Técnico, Raúl Barrera Rodríguez comparte sus comentarios acerca de la inspección realizada por Jorge R. Acosta en relación con las exploraciones de Eulalia Guzmán en la iglesia de Santa María de la Asunción, bajo cuyo altar mayor fueron localizados los supuestos restos de Cuauhtémoc. Se presenta el informe de Acosta y los comentarios de Raúl Barrera, quien considera irrelevante que en ese sito hayan sido enterrados o no los restos del tlatoani mexica, “[…] lo trascendental es cómo una comunidad de la sierra norte de Guerrero retoma la imagen simbólica de un personaje indígena para convertirlo en centro de identidad y de cohesión social […]”. En el apartado de Reseña, Blas Castellón Huerta comenta el libro Archaeology of Salt. Approaching an Invisible Past, editado por Robin Brigand y Olivier Weller. La obra reúne doce textos distribuidos en cuatro partes, todos relacionados con el estudio de la sal; la temática abarca el proceso de producción de la sal en diferentes partes del mundo y en diferentes periodos, desde el sexto milenio antes de nuestra era hasta nuestros días. Se reseña una obra muy interesante, que concentra los trabajos arqueológicos más recientes relacionados con la producción de sal. Se reitera la invitación a colaborar en la revista Arqueología, enviando sus textos a la sede de nuestra publicación, apegados —por supuesto— a los requisitos señalados en la Invitación a los colaboradores.</p

    . 37. Arqueología

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    Reciban nuevamente un cordial saludo del equipo de la revista Arqueología. En esta ocasión nuestros colaboradores han puesto en la mesa una serie de trabajos interesantes que dan cuenta de la variedad de temas y derroteros de la investigación arqueológica en México. Los trabajos, cada vez menos dependientes del manejo descriptivo de materiales arqueológicos, sobre todo los cerámicos, incursionan en aspectos bioculturales, innovaciones técnicas y, felizmente, en analogías etnográficas. Siguiendo el orden acostumbrado, la primera aportación es un trabajo pionero de Grave Tirado, el cual, como producto de las primeras investigaciones arqueológicas sistemáticas en la zona serrana del sur de Sinaloa, ofrece información novedosa sobre sitios y materiales hasta ahora no descritos, así como su ya acostumbrada interlocución con la información etnohistórica. La presencia de juegos de pelota, que ya había sido notada por otros investigadores de la sierra, la gráfica rupestre y los materiales, nos guía por esa —hasta ahora poco trabajada— “tradición serrana” que alguna vez intentó definir Beatriz Braniff. También del Occidente, pero de amplia temporalidad, tenemos la contribución ofrecida por Gómez Valdéz y sus asociados, donde se refuerza una visión integrativa-evolutiva de la población mesoamericana a través de un análisis estadístico y comparativo de la variabilidad de su morfología dental con otras poblaciones de la Mesoamérica nuclear. La conclusión a la que llegan es que el aislamiento genético de los periodos tempranos se convierte en una continuidad genética ya en las fases tardías. El siguiente trabajo, de VanDerwarker y Jaime-Riverón, está centrado en el análisis de los restos botánicos de los sitios formativos de La Joya y Bezoapan, en la zona de Los Tuxtlas, para establecer una cronología de los cambios en la proporción de productos agrícolas y de la silvicultura. Con base en el modelo de agricultura tropical de Killion y Peters, discuten también la relación de las prácticas de explotación del medio con las áreas de habitación. Aun cuando este artículo ya había sido publicado en inglés, consideramos que su inclusión en nuestra revista puede promover discusiones provechosas. En relación con el área maya, cuyos investigadores son siempre tan productivos, tenemos varias aportaciones. En la primera de ellas, y con datos de su participación en la investigación en el sitio de Chunchukmil, en Yucatán, Woynar construye una propuesta sobre organización y estructura espacial a través del análisis de las implicaciones sociales de las 666 vías de comunicación —tanto internas como externas—, y corresponde al Clásico el nivel más alto de cohesión y planificación. A su vez, Ortega Palma realiza un estudio bioantropológico comparativo sobre dos series de restos óseos procedentes, respectivamente, de la isla de Jaina para el Clásico tardío y de la ciudad de Campeche para la época colonial. El propósito del autor es comparar condiciones de salud y alimentación a partir de los agentes que influyeron en dichas variables en función de factores geográficos, sociales, económicos y culturales. A continuación presentamos un texto de corte técnico y orientado a la detección de sitios para ayudar en el trabajo de prospección en zonas de selva tropical —lo que queda de ellas —; así, la contribución de López García y Argote Espino, aboga por utilizar imagenes remotas de alta definición y sistemas de procesamiento digital para el reconocimiento de sitios con arquitectura monumental en áreas donde el desarrollo de selvas altas impide el uso de la foto aérea convencional. Asimismo, contamos también con varios artículos acerca del Altiplano. Nalda nos proporciona información de un horno prehispánico para quemar cal localizado en el sitio Hacienda de Calderón, Morelos. Después de presentar los datos de campo, el investigador establece una serie de parámetros de observación etnográfica que le permiten ampliar la discusión e interpretación del elemento arqueológico, cuya cronología establece como posterior al año 750 d.C. En la misma región, pero entrando de lleno en el Epliclásico, González Crespo y sus colaboradores presentan una amplia discusión sobre la cronología de Xochicalco, con base en una recapitulación de sus componentes arquitectónicos y asociándolos a las etapas constructivas del sitio en función de los sistemas constructivos, cerámica y fechas disponibles de C14. Su conclusión es que el sitio corresponde enteramente al Epiclásico. Seguimos con el Posclásico en Cholula y presentamos la propuesta interpretativa de Araceli Rojas sobre iconografía solar en la cerámica policroma tipo códice. Su análisis la lleva a ligar su uso al contexto ritual, pero también a su función simbólica de prestigio entre las elites mesoamericanas, sin excluir la posibilidad que se trate de vajilla de servicio. Finalmente, nos complace compartir con ustedes el trabajo que el joven equipo de Spores nos ofrece sobre el sitio de Yucundaa, Teposcolula, Oaxaca. Una rica exposición de datos, su discusión y propuestas sobre este asentamiento y sus transformaciones del Posclásico tardío a la Colonia. El diálogo constructivo entre fuente y arqueología permite acercarse al momento de transformación y resistencia que implica la Colonia temprana, desde la perspectiva del pueblo indígena y no sólo desde los elementos arquitectónicos coloniales religiosos. No menos interesantes resultarán nuestras otras secciones —noticias, reseñas, archivo técnico e In memoriam—, cuyos variados contenidos les invitamos a descubrir. No queda sino reiterar el llamado —la provocación— a demostrar nuestra productividad y calidad académica mediante la discusión pública de las propuestas, aportaciones y críticas emanadas de nuestro diario ejercicio profesional</p
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