20 research outputs found

    HLA Types and Immune Reaction

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    Los antígenos leucocitarios (HLA) están vinculados por genes altamente polimórficos, con el complejo mayor de histocompatibilidad localizando en el brazo corto del cromosoma 6. Dos contingentes distintos del gen del HLA se heredan de los padres en forma mendeliana y que se expresan codominantemente para producir dos sets de antígenos de HLA: A, B-C, DR y DQ, así como los fenotipos complementarios. El tipo de HLA y los haplotipos son útiles para la identificación individual y/o grupos genéticos en los seres humanos. Otra importante función de la diversidad del HLA es el reconocimiento inmunológico de los antígenos propios o ajenos. Los autoantígenos originados en células autólogas y los antígenos de origen exógenos son procesados en proteosomas para degradarlos a fragmentos peptídicos los que encajan especialmente de acuerdo a la particular configuración de las moléculas de HLA. Los complejos HLA peptídicos son reconocidos por un repertorio de linfocitos T o B que expresan una respuesta inmune específica. Las células T y B que reconocen antígenos autólogos son naturalmente destruidas, mientras que aquellas células expuestas a los antígenos exógenos sobreviven largamente y producen una respuesta amnéstica contra los mismos antígenos. Algunas células T pueden sobrevivir más de 30 años. Así, la memoria inmune a las células T o B es útil para la búsqueda de antiguas epidemias de enfermedades infecciosas sobrepasada por los distintos grupos étnicos. En ese sentido el estudio de HLA entre los andinos, así como los antecedentes que se refieren a su susceptibilidad por las infecciones por HTLV 1 son semejantes a las que expresan los japoneses del sur

    HLA Types and Immune Reaction

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    Los antígenos leucocitarios (HLA) están vinculados por genes altamente polimórficos, con el complejo mayor de histocompatibilidad localizando en el brazo corto del cromosoma 6. Dos contingentes distintos del gen del HLA se heredan de los padres en forma mendeliana y que se expresan codominantemente para producir dos sets de antígenos de HLA: A, B-C, DR y DQ, así como los fenotipos complementarios. El tipo de HLA y los haplotipos son útiles para la identificación individual y/o grupos genéticos en los seres humanos. Otra importante función de la diversidad del HLA es el reconocimiento inmunológico de los antígenos propios o ajenos. Los autoantígenos originados en células autólogas y los antígenos de origen exógenos son procesados en proteosomas para degradarlos a fragmentos peptídicos los que encajan especialmente de acuerdo a la particular configuración de las moléculas de HLA. Los complejos HLA peptídicos son reconocidos por un repertorio de linfocitos T o B que expresan una respuesta inmune específica. Las células T y B que reconocen antígenos autólogos son naturalmente destruidas, mientras que aquellas células expuestas a los antígenos exógenos sobreviven largamente y producen una respuesta amnéstica contra los mismos antígenos. Algunas células T pueden sobrevivir más de 30 años. Así, la memoria inmune a las células T o B es útil para la búsqueda de antiguas epidemias de enfermedades infecciosas sobrepasada por los distintos grupos étnicos. En ese sentido el estudio de HLA entre los andinos, así como los antecedentes que se refieren a su susceptibilidad por las infecciones por HTLV 1 son semejantes a las que expresan los japoneses del sur

    Ancient HTLV-I provirus DNA in Andean mummies

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    El virus humano de las leucemias T tipo 1 (HTLVI) es prevalente en todo el mundo tanto en la población indígena de Sudamérica, como Asia (Japón), la cuenca del Caribe, y el centro-este de Africa. Existen dos linajes mayores de HTLV-I: uno asiático, mongoloide y otro africano, negroide. Con el propósito de investigar el origen del HTLV-I prevalente entre los andinos se buscó aislar el provirus HTLV-I del ADN de los restos de médula ósea preservados en cuerpos humanos, de culturas preincaicas, conservados en el museo arqueológico «R.P. G. Le Paige», Universidad Católica del Norte, de San Pedro de Atacama. Luego fue comparado con el provirus de HTLV-I encontrado en los actuales habitantes de la zona, que fue obtenida de los linfocitos circulantes y también con el provirus de los japoneses. La secuencia nucleotídica de los clones de ADN revela que el ADN antiguo de los cuerpos prehispánicos muestra los 159 bp de px del HTLV-I y 2os 110 bp de la Beta-globulina y los 267 bp del HLA DQB 1-0502, mostrando muy pequeñas variaciones al compararlo con la secuencia del ADN contemporáneo aislado de japoneses y chilenos portadores de HTLV-I.Estos resultados sugieren que los ancestros de los habitantes prehispánicos de los andes pudieron haber emigrado desde el continente asiático, para instalarse en el norte de Chile y que fueron infectados con HTLV-I hace más de 1.000 años

    Ancient HTLV-I provirus DNA in Andean mummies

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    El virus humano de las leucemias T tipo 1 (HTLVI) es prevalente en todo el mundo tanto en la población indígena de Sudamérica, como Asia (Japón), la cuenca del Caribe, y el centro-este de Africa. Existen dos linajes mayores de HTLV-I: uno asiático, mongoloide y otro africano, negroide. Con el propósito de investigar el origen del HTLV-I prevalente entre los andinos se buscó aislar el provirus HTLV-I del ADN de los restos de médula ósea preservados en cuerpos humanos, de culturas preincaicas, conservados en el museo arqueológico «R.P. G. Le Paige», Universidad Católica del Norte, de San Pedro de Atacama. Luego fue comparado con el provirus de HTLV-I encontrado en los actuales habitantes de la zona, que fue obtenida de los linfocitos circulantes y también con el provirus de los japoneses. La secuencia nucleotídica de los clones de ADN revela que el ADN antiguo de los cuerpos prehispánicos muestra los 159 bp de px del HTLV-I y 2os 110 bp de la Beta-globulina y los 267 bp del HLA DQB 1-0502, mostrando muy pequeñas variaciones al compararlo con la secuencia del ADN contemporáneo aislado de japoneses y chilenos portadores de HTLV-I.Estos resultados sugieren que los ancestros de los habitantes prehispánicos de los andes pudieron haber emigrado desde el continente asiático, para instalarse en el norte de Chile y que fueron infectados con HTLV-I hace más de 1.000 años

    The presence of ancient human T-cell lymphotropic virus type I provirus DNA in an Andean mummy

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    The worldwide geographic and ethnic clustering of patients with diseases related to human T-cell lymphotropic virus type I (HTLV-1) may be explained by the natural history of HTLV-I infection. The genetic characteristics of indigenous people in the Andes are similar to those of the Japanese, and HTLV-I is generally detected in both groups. To clarify the common origin of HTLV-I in Asia and the Andes, we analyzed HTLV-I provirus DNA from Andean mummies about 1,500 years old. Two of 104 mummy bone marrow specimens yielded a band of human β-globin gene DNA 110 base pairs in length, and one of these two produced bands of HTLV-I-pX (open reading frame encoding p40(x), p27(x)) and HTLV-I-LTR (long terminal repeat) gene DNA 159 base pairs and 157 base pairs in length, respectively. The nucleotide sequences of ancient HTLV-I-pX and HTLV-I-LTR clones isolated from mummy bone marrow were similar to those in contemporary Andeans and Japanese, although there was microheterogeneity in the sequence
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