2 research outputs found

    AVANCES EN EL TRATAMIENTO DE LA ESTENOSIS CONGÉNITA HIPERTRÓFICA DEL PÍLORO

    Get PDF
    La estenosis congénita hipertrófica del píloro (ECHP) constituye una de las causas más frecuentes de cirugía en los lactantes menores de 6 meses. Es la causa más habitual de obstrucción del conducto pilórico en ese grupo etario y afecta a niños en todo el mundo. Actualmente, se desconoce la etiología específica, aunque existen algunas hipótesis que buscan explicar su origen.  Diversos estudios señalan que esta enfermedad ocurre con más frecuencia en el primer hijo (primogénito), sobre todo si existen antecedentes familiares. Tiene una prevalencia entre 1 y 4 por cada 1 000 nacidos vivos. Los síntomas se inician entre la 2ª y la 4ª semana de edad.  El síntoma característico es la aparición de vómitos sin bilis, en proyectiles abundantes y repetidos, pospandriales precoces y de color blanco, que pueden desencadenar deshidratación, alteraciones metabólicas e hidroelectrolíticas. Los pacientes presentan avidez por los alimentos, pueden tener pérdida de peso y grados variables de desnutrición.  Están descritos estudios radiológicos simples y contrastados como muy útiles, pero la ecografía es actualmente el Gold Standard para confirmar el diagnóstico.  Se realizó una búsqueda bibliográfica electrónica a partir de los buscadores médicos Bireme, Pubmed, Google Académico, Scielo, LILACs y Medline. Se consultó bibliografía médica clásica sobre el tema, con las palabras claves: estenosis, píloro, vómito, lactantes, cirugía. Se llegó a la conclusión que el tratamiento de elección para esta enfermedad y casi único hoy en día es el quirúrgico, aunque nuevos estudios presentan prometedores resultados. &nbsp

    POSIBILIDADES DIAGNÓSTICAS Y TERAPÉUTICAS EN EL TERATOMA SACROCOCCÍGEO

    Get PDF
    El teratoma sacrococcígeo es la neoplasia congénita más frecuentemente diagnosticada intraútero. Constituye unas de las indicaciones de cirugía fetal y neonatal. Se origina a partir de  células pluripotenciales localizadas en el nódulo de Hensen. Puede aparecer en cualquier localización de la línea media desde el polo cefálico al caudal, pero su localización más frecuente es en el cóccix, con posibilidad de extensión a cavidad pélvica/abdominal y desarrollo externo.  Este tipo de tumor tiene  una incidencia de 1/40.000 recién nacidos. El 80% aparece en fetos femeninos y en el caso del teratoma maligno es semejante en ambos sexos. Histológicamente, se clasifica en teratomas maduros, inmaduros y malignos.  En la actualidad, es posible realizar el diagnóstico prenatal mediante la realización de la ecografía obstétrica a la gestante. Este medio diagnóstico, es de gran utilidad, inocuo para el bebé ya que no emite radiaciones, permite obtener imágenes bien definidas para una mejor evaluación y seguimiento de cada paciente en particular, así como establecer el pronóstico en estos casos.  El control prenatal debe planificar la cirugía neonatal o fetal en caso necesario. El manejo quirúrgico del teratoma sacro-coccígeo incluye la resección para evitar ulceración, hemorragia y reducir el riesgo de malignizarse en el caso de los benignos. El cóccix se debe resecar para evitar la recurrencia. La escisión completa de los tumores benignos es suficiente para la curación. Generalmente la cirugía logra  buen resultado cosmético y funcional. El teratoma maligno requiere adyuvancia quimioterapéutica, con lo que se logra una supervivencia de 60-90% a cinco años.  El teratoma sacrococcígeo se asocia con una elevada morbilidad y mortalidad debido a complicaciones obstétricas y neonatales. &nbsp
    corecore