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Biodiversidad de la cuenca del Orinoco. Bases científicas para la identificación de áreas prioritarias para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad
28388Bogotá, ColombiaInstituto de Investigacio?n de Recursos Biolo?gicos Alexander von Humboldt; WWF Colombia; Fundacio?n Omacha; Fundacio?n La Salle de Ciencias Naturales; Instituto de Estudios de la Orinoquia (Universidad Nacional de Colombia
Peces de la estrella fluvial inírida: ríos Guaviare, Inírida, Atabapo y Orinoco (Orinoquía colombiana)
Datos provenientes de literatura, complementados con muestreos realizados en febrero de 2008 en la estrella fluvial de Inírida (confluencia entre los ríos Guaviare, Inírida, Atabapo y Orinoco), registran una riqueza de 470 especies agrupadas 224 géneros, 40 familias y diez órdenes, la mayor riqueza conocida para toda la Orinoquia. Los órdenes con el mayor número de especies son Characiformes (237 sp.), Siluriformes (136 sp.), Perciformes (60 sp.) y Gymnotiformes (19 sp.); los restantes seis órdenes tienen de una a siete especies. Al nivel de familia, Characidae posee el mayor número de especies (141 sp.), seguida de Cichlidae (55 sp.), Loricariidae (39 sp.), Pimelodidae (23 sp.) y Anostomidae (21 sp.); las restantes 35 familias tienen de una a 18 especies. Los datos registran cuatro especies por primera vez en la cuenca Orinoco y 19 nuevas especies para Colombia. La riqueza registrada para cada río fue, 280 para el río Inírida, 238 para el Atabapo, 224 para el Guaviare y 82 para el Orinoco. Se destaca el valor pesquero de la estrella fluvial, pues 335 especies tienen valor ornamental y 132 valor alimentario.Artículo revisado por pare
Humedales de la Orinoquia (Colombia-Venezuela)
La conservación de la inmensa diversidad biológica de la cuenca del Orinoco depende
de nuestra voluntad y del conocimiento que tengamos de sus ecosistemas acuáticos, hasta hoy apenas descritos, siendo como son, abundantes y variados a lo largo del gradiente altitudinal. Ambientes temporales y permanentes; de aguas quietas, corrientes o torrentosas; blancas, claras o negras; naturales, creados o muy transformados por el hombre, conforman un mosaico heterogéneo que da vida a las alturas paramunas y a las cimas de los tepuyes, a los piedemontes, los Llanos, la Guayana y finalmente al Delta,
en la unión salobre del río Orinoco con el océano Atlántico.
Para el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
la Orinoquia representa un área prioritaria y de especial interés en sus metas de investigación. Los talleres binacionales 2009-2011, auspiciaron la colaboración
entre ambos países y dieron origen a proyectos como el que hoy presentamos. Un libro que reúne años de trabajo y observación en los humedales de esta cuenca, gracias al aporte de investigadores de Venezuela y Colombia cuyos datos, apuntes y análisis han servido para la identificación y descripción de las grandes regiones del Orinoco, su vegetación acuática y la tipología de sus aguas. Este nuevo volumen de la Serie de Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales, identifica y homologa decenas de ambientes acuáticos o humedales que serán a partir de esta síntesis un valioso punto de referencia, que contribuirá sin duda alguna, al proceso de delimitación de los humedales continentales de Colombia.Bogotá, D. C., ColombiaInstituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humbold
Volumen II, Tomo I. Catálogo de la biodiversidad para las regiones Andina, Pacífica y piedemonte amazónico, nivel regional
Bogotá, D. C.Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humbold
IV. Biodiversidad del río Bita, Vichada, Colombia
Dentro del proyecto “Desarrollo de un marco conceptual, metodológico y operativo para el establecimiento de una figura innovadora de Río Protegido en el río Bita/Departamento del Vichada”, suscrito entre la Gobernación del Vichada y el Instituto Alexander von Humboldt (IAvH), se llevó a cabo un estudio entre la Fundación Omacha y el IAvH que incluyó una evaluación biológica rápida realizada en aguas bajas y altas, en cuatro ventanas de trabajo: Anakay, Mi Familia, La Florida y Rampa Vieja, ubicadas en la parte media y alta del Bita, con representatividad en los municipios de La Primavera y Puerto Carreño. En conjunto, las cuatro ventanas de trabajo cubrieron un tramo de aproximadamente 200 km lineales del río. La selección de estas áreas tuvo en cuenta varios criterios:
1-.Que incluyera una muestra representativa de ecosistemas terrestres y acuáticos.
2-. Que fueran representativos de la cuenca alta y media del río.
3-. Accesibilidad.
4-. Parches anchos de bosque de galería.
El equipo de profesionales e investigadores locales incluyó 51 personas, que evaluaron la flora, esponjas, macroinvertebrados acuáticos, escarabajos coprófagos,
crustáceos decápodos, peces, herpetofauna, aves y mamíferos. El trabajo de campo se realizó en dos períodos climáticos contrastantes: el primero entre el 13 y el 24 de
febrero de 2016 (época seca), y el segundo del 26 de mayo al 5 de junio del 2016 (época de lluvias). En ambos muestreos se coordinó la logística previamente, y el ingreso de los investigadores se hizo por vía terrestre. Las embarcaciones y la instalación de los campamentos se hicieron con un equipo de avanzada.Bogotá, D. C
Voces de la gestión territorial. Estrategias complementarias para la conservación de la biodiversidad en Colombia
Colombia es un país con una alta riqueza biológica y cultural, tan diverso en su territorio como en las estrategias de conservación que en él se implementan. Sin embargo, muchas de estas estrategias no se han dado a conocer lo suficiente, lo que hace difícil su articulación a los procesos de gestión y ordenamiento del territorio. Existen algunos avances en su identificación como los ejercicios
que se han realizado en los sistemas regionales de áreas protegidas para recopilar la información sobre estrategias complementarias de conservación en sus jurisdicciones, la articulación que realizan organizaciones privadas para identificar las iniciativas de conservación voluntaria por parte de la sociedad civil y el trabajo realizado por comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes para visibilizar sus áreas de conservación.
Este libro, por lo tanto, tiene como objetivo visibilizar experiencias de conservación y gestión de la biodiversidad, diferentes a las áreas protegidas, teniendo en cuenta que el Convenio de Diversidad Biológica a través de la Meta Aichi 11 introduce el concepto
de otras medidas efectivas de conservación basadas en áreas (OMEC) o áreas conservadas como instrumentos para lograr sistemas de conservación más completos, representativos y efectivamente gestionados (UNEP CDB, 2010). Esperamos sea un aporte para llenar un vacío de conocimiento acerca de dichas estrategias, mostrando sus principales características, los diferentes
tipos de gobernanza con los que cuentan, sus mecanismos de implementación, fortalezas y debilidades, aprendizajes y cómo estos pueden ser aplicados a la gestión de la biodiversidad en el territorio.Servicios ecosistémicosGobernanzaManejo de territoriosDeforestación de bosquesPérdida y degradaciónEcosistemasComunidades localesConservación de la biodiversida
Biodiversidad 2017. Estado y tendencias de la biodiversidad continental de Colombia
En la cuarta versión del Reporte, que corresponde al año 2017, es una obligación preguntarnos cuál ha sido y es el papel de esta publicación y si ha abarcado la diversidad de formas y conceptos que definen el estado y el futuro de la biodiversidad colombiana. Las temáticas que constituyen la columna vertebral de cada uno de los reportes
anuales responden a temas de pertinencia, nivel de incidencia y actualidad desde cada uno de los diferentes niveles de organización de la biodiversidad y buscan responder las siguientes preguntas fundamentales:
1) ¿Cómo se encuentra la biodiversidad del país? 2)¿Qué factores, en dónde y en qué medida está siendo afectada? 3)¿Cuáles son las iniciativas que desde la sociedad civil o a nivel de políticas públicas buscan evitar esa pérdida? 4)¿Cuáles son las grandes oportunidades para mejorar su gestión y manejo? Si bien evaluar la incidencia que puede tener el Reporte sobre acciones de gestión no es tarea fácil, se debe reconocer la buena acogida que han tenido los textos, las ilustraciones y la cifras entre los distintos tipos de lectores y el papel fundamental que ha jugado el Reporte en comunicar información de altísima calidad sobre la biodiversidad colombiana en diferentes
momentos coyunturales. En ese sentido esta publicación es cada vez más una herramienta de consulta y referencia que está abierta al público tanto en formato impreso como digital, y de la misma manera busca fortalecerse
para continuar brindando información relevante para la toma de decisiones en materia ambiental.BogotáSubdirección de Investigacione
Small babies, big risks : global estimates of prevalence and mortality for vulnerable newborns to accelerate change and improve counting
Small newborns are vulnerable to mortality and lifelong loss of human capital. Measures of vulnerability previously focused on liveborn low-birthweight (LBW) babies, yet LBW reduction targets are off-track. There are two pathways to LBW, preterm birth and fetal growth restriction (FGR), with the FGR pathway resulting in the baby being small for gestational age (SGA). Data on LBW babies are available from 158 (81%) of 194 WHO member states and the occupied Palestinian territory, including east Jerusalem, with 113 (58%) having national administrative data, whereas data on preterm births are available from 103 (53%) of 195 countries and areas, with only 64 (33%) providing national administrative data. National administrative data on SGA are available for only eight countries. Global estimates for 2020 suggest 13·4 million livebirths were preterm, with rates over the past decade remaining static, and 23·4 million were SGA. In this Series paper, we estimated prevalence in 2020 for three mutually exclusive types of small vulnerable newborns (SVNs; preterm non-SGA, term SGA, and preterm SGA) using individual-level data (2010–20) from 23 national datasets (∼110 million livebirths) and 31 studies in 18 countries (∼0·4 million livebirths). We found 11·9 million (50% credible interval [Crl] 9·1–12·2 million; 8·8%, 50% Crl 6·8–9·0%) of global livebirths were preterm non-SGA, 21·9 million (50% Crl 20·1–25·5 million; 16·3%, 14·9–18·9%) were term SGA, and 1·5 million (50% Crl 1·2–4·2 million; 1·1%, 50% Crl 0·9–3·1%) were preterm SGA. Over half (55·3%) of the 2·4 million neonatal deaths worldwide in 2020 were attributed to one of the SVN types, of which 73·4% were preterm and the remainder were term SGA. Analyses from 12 of the 23 countries with national data (0·6 million stillbirths at ≥22 weeks gestation) showed around 74% of stillbirths were preterm, including 16·0% preterm SGA and approximately one-fifth of term stillbirths were SGA. There are an estimated 1·9 million stillbirths per year associated with similar vulnerability pathways; hence integrating stillbirths to burden assessments and relevant indicators is crucial. Data can be improved by counting, weighing, and assessing the gestational age of every newborn, whether liveborn or stillborn, and classifying small newborns by the three vulnerability types. The use of these more specific types could accelerate prevention and help target care for the most vulnerable babies