5 research outputs found

    Findings of the 2013 National Food Hub Survey

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    Food hubs are businesses or organizations that actively manage the aggregation, distribution and marketing of source-identified food products. Food hubs also operate within their own expressed value sets, and these values guide any additional activities that a food hub may undertake. In theory, food hubs may serve to provide much-needed, size-appropriate infrastructure and marketing functions for local food produced by small and midsized producers. However, the impact of food hubs has only recently been studied, and there is a lack of aggregated information on many of the characteristics of active food hubs. The 2013 National Food Hub Survey was conducted to collect this information from a broad sample of food hubs. Findings from the survey showed that food hubs across the country are growing to broaden the distribution infrastructure for local food. From the survey, 62% of food hubs began operations within the last five years, 31% of food hubs had $1,000,000 or more in annual revenue and the majority of food hubs were supporting their businesses with little or no grant assistance -- including food hubs that identified as nonprofits. Financially, the most successful food hubs tended to be for-profit and cooperative in structure, in operation for more than 10 years and working with a relatively large number of producers. The values-based nature of food hubs makes it hard to judge many of them solely on their level of financial success. The survey also revealed a number of persistent challenges and barriers to growth that even the most financially successful food hubs faced. For example, many food hubs indicated their needs for assistance in managing growth and identifying appropriate staffing levels for their hubs. They also often pointed to their need for capital and other resources to increase their trucking and warehousing capacity

    Deep South Local and Regional Food Systems Resources for Farmers, Aggregators and Distributors

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    The demand for local food has been on the rise nationally, but the agricultural system of the Deep South region has left many farmers at a strategic disadvantage in terms of access to resources, information, financial investments, and markets. In Mississippi and Alabama, many farmers earn $10,000 or less annually in farm sales, while 12-14% of the population remains food insecure, and unemployment rates range from 7-10%. These communities have some of the highest rates (and in Mississippi, the highest rates) of obesity, diabetes, and other diet-related diseases in the United States.Between 2011 and 2014 the Wallace Center provided grants and technical assistance to the Deep South through its Increasing Farmer Success in Local Food Markets in the Deep South: Mississippi & Alabama project. This work is designed to strengthen the capacities of limited resource and historically disadvantaged farmers and farmer groups to meet the fresh produce supply needs of local/regional wholesale and institutional markets, institutions, and foodservice buyers; and facilitate farmers' success in accessing new markets by developing supply chain relationships. The project focuses on addressing barriers that these farmers face including access to information about production, aggregation, distribution, food safety, among other issues.This handbook is intended to serve as a resource guide for farmers, aggregators, and distributors of sustainable food to build or strengthen a values-based food supply chain for their products in the Deep South. To that end, it is a compilation of resources and tools related to farmer training; farm operations; financial management and business planning; market access; and business planning with a focus on Mississippi and Alabama. Anyone involved in local food production or sourcing is encouraged to utilize this handbook, and to share it with others that may also find it useful. Through this and other technical assistance efforts, the Wallace Center seeks to build capacity for sustainable food systems and healthy communities to thrive in the DeepSouth

    Guía informativa del centro regional de distribución de productos alimentarios

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    El impulso para la creación de esta guía y el trabajo que refleja se originaron con el establecimiento de la iniciativa “Conozca a su Agricultor, Conozca sus Alimentos” (Know Your Farmer, Know Your Food, KYF2) del USDA. KYF2, puesta en marcha en 2009, tiene como objetivo fortalecer la conexión crítica entre agricultores y consumidores, así como respaldar los sistemas alimentarios locales y regionales. Como tal, está estrechamente relacionada con la misión más amplia del USDA que consiste en respaldar la agricultura, el desarrollo rural y la nutrición saludable. Si bien no existe oficina, personal ni presupuesto destinados a KYF2, la secretaria adjunta Kathleen Merrigan preside un grupo de trabajo de empleados del USDA que representan a cada agencia del Departamento, que tiene como objetivo derrumbar las estructuras burocráticas, desarrollar soluciones lógicas para las comunidades y los agricultores y fomentar nuevas asociaciones en el USDA y en todo el país. El grupo de trabajo de KYF2 reconoció anteriormente que uno de los desafíos recurrentes que enfrentan los productores es la falta de una infraestructura de distribución y de servicios que, si estuviera a su disposición, les permitiría aprovechar más la creciente demanda de productos alimentarios cultivados a nivel regional y local en los mercados de volúmenes más grandes (tales como tiendas de comestibles, restaurantes, escuelas, hospitales y universidades). Como respuesta a este desafío, KYF2 estableció un subcomité sobre centros regionales de distribución de productos alimentarios para examinar el papel de dichos centros en lo que respecta a facilitarles el acceso al mercado a los productores, así como su potencial para expandir la disponibilidad de productos alimentarios frescos y saludables en las comunidades, incluidas las comunidades menos favorecidas. A fin de atraer a un grupo diverso de inversionistas informados y motivados a este proyecto, el USDA se asoció con el Wallace Center1 de Winrock International para establecer la National Food Hub Collaboration en octubre de 2010. Junto con el USDA y el Wallace Center, los miembros fundadores de la Collaboration incluyen la National Good Food Network,2 la National Association of Produce Market Managers3 y la organización sin fines de lucro Proyecto para Espacios Públicos con sede en Nueva York.4 Desde su establecimiento, la National Food Hub Collaboration ha trabajado para identificar y describir a los centros regionales de distribución de productos alimentarios de todo el país, así como para recopilar y analizar datos sobre el alcance y la magnitud de las operaciones de los centros de distribución de productos alimentarios a fin de entender con mayor claridad su papel e impacto potenciales en el sistema alimentario de los EE. UU. y los desafíos e impedimentos constantes que enfrentan. La investigación realizada hasta la fecha incluyó la creación de una base de datos de las operaciones de los centros regionales de distribución de productos alimentarios (consulte el Apéndice 1); la creación de un grupo de enfoque con líderes clave en la industria del mercado mayorista; una encuesta nacional en línea a centros de distribución de productos alimentarios y mercados públicos; entrevistas telefónicas de seguimiento con una submuestra de los centros de distribución de productos alimentarios encuestados y, más recientemente, una encuesta en línea a mercados mayoristas para determinar la disponibilidad de infraestructura y servicios que podrían usar los centros (consulte el Apéndice 4 para conocer más antecedentes sobre los métodos y resultados de la investigación). Este documento es un resultado directo del trabajo de la Collaboration y de los logros obtenidos durante el último año. Mediante la compilación de información relevante y práctica, la Collaboration espera poder compartir las lecciones aprendidas, promover el éxito continuo de los centros de distribución de productos alimentarios activos e incentivar el desarrollo de nuevas operaciones de estos centros. El papel de los centros regionales de distribución de productos alimentarios Después de encuestar y entrevistar a muchos de los centros regionales de distribución de productos alimentarios de los Estados Unidos que actualmente están en funcionamiento, la Collaboration pudo hacerse una idea mucho más clara del papel que cumplen estos centros en nuestro sistema alimentario en evolución: z Los centros regionales de distribución de productos alimentarios aumentan el acceso al mercado para los productores locales y regionales: muchos agricultores y ganaderos, especialmente los más pequeños, se ven amenazados por la falta de una infraestructura de distribución y procesamiento de magnitud adecuada que les brindaría mayor acceso a los mercados minoristas, institucionales y comerciales de servicios alimentarios, donde la demanda de productos alimentarios locales y regionales sigue creciendo. Los centros de distribución de productos alimentarios ofrecen una combinación de servicios de producción, distribución y comercialización que les permite ingresar en mercados nuevos y adicionales a los que les sería imposible acceder por sí solos. Los centros regionales de distribución de productos alimentarios complementan y añaden un valor considerable al sistema de distribución de alimentos actual: para los compradores minoristas e institucionales que quieren comprar productos locales, los centros pueden reducir los costos de transacción al ofrecer un único punto de compra de suministros permanentes y confiables de productos de origen identificado de productores locales y regionales. Además, al cumplir con funciones de centralización de pequeñas granjas, estos centros pueden añadir un valor importante a los canales de distribución más tradicionales al asociarse con distribuidores de alimentos regionales (así como con sus clientes y socios de distribución nacional de alimentos), lo que les permitiría ofrecer una gama más amplia y diversa de productos locales o regionales que la que podrían ofrecer de otro modo. Los centros regionales de distribución de productos alimentarios tienen un importante impacto económico, social y medioambiental en sus comunidades: si bien muchos de estos centros son relativamente nuevos, poseen modelos comerciales innovadores que pueden resultar viables en términos financieros y hacer la diferencia en sus respectivas comunidades. En términos económicos, exhiben un volumen de ventas impresionante y ayudan a conservar y crear nuevos puestos de trabajo en el sector alimentario y agrícola. En términos sociales, los centros de distribución de productos alimentarios brindan un respaldo importante en lo que respecta a la producción, la comercialización y el desarrollo empresarial a los productores nuevos y existentes, con miras a la creación de la próxima generación de agricultores y ganaderos. Además, muchos centros realizan un esfuerzo conjunto para expandir su alcance de mercado en las áreas menos favorecidas que carecen de productos alimentarios frescos y saludables. En términos medioambientales, los centros de distribución de productos alimentarios ayudan a que los productores generen capacidad para desarrollar suministros más confiables de productos locales y regionales cultivados de manera sustentable y reducen el uso de energía y la generación de residuos en el proceso de distribución. z El éxito de los centros regionales de distribución de productos alimentarios está impulsado por el pensamiento emprendedor y prácticas comerciales responsables, junto con el deseo de generar un impacto social: los operadores de centros de distribución de productos alimentarios son empresarios expertos que identificaron un desafío (cómo satisfacer la demanda de los mercados minoristas e institucionales de abastecerse a partir de pequeños y medianos productores) y que, con gran destreza, han encontrado soluciones adecuadas para cada región que no solo dan resultados económicos positivos, sino que también brindan servicios valiosos a los productores y sus comunidades. Estos operadores representan una nueva clase de emprendedores del sector alimentario, que está demostrando cada vez más un modelo comercial sólido en términos financieros y que puede estar orientado al mercado y a una misión. El USDA y sus socios en la National Food Hub Collaboration reconocen de inmediato que, por sí solos, los centros regionales de distribución de productos alimentarios no podrán solucionar el sinnúmero de desafíos de distribución, sin mencionar los desafíos de producción y procesamiento, que obstaculizan la capacidad de los productores para aprovechar al máximo la creciente demanda de los consumidores de productos alimentarios cultivados a nivel local. Esta situación requerirá de una mayor colaboración con las industrias mayor colaboración con las industrias mayorista y de distribución de alimentos actuales (tales como agricultores transportistas, distribuidores de línea completa y especializados, mayoristas, corredores, mercados mayoristas de frutas y verduras y mercados terminales) para determinar de qué manera los centros de distribución de productos alimentarios pueden complementary añadir valor al ya crítico papel que estas operaciones cumplen en el traslado de los productos alimentarios a los mercados. La buena noticia es que esta colaboración ya está en proceso, a medida que los centros regionales se asocian con distribuidores de frutas y verduras para ofrecer servicios como coordinación y capacitación para productores, verificación de origen, centralización y comercialización que les brinden abs distribuidores y a sus clientes un mayor acceso a los productos locales y regionales. Además, dado que los centros de distribución de productos alimentarios están definidos, en gran medida, por un conjunto de prácticas comerciales y no por una estructura legal, varios distribuidores de frutas y verduras y mercados mayoristas modifican sus operaciones para satisfacer la demanda de productos locales y regionales de origen identificado de sus clientes, lo que hace que, básicamente, transformen sus empresas en centros regionales de distribución de productos alimentarios. Dentro del contexto de estos cambios en la formación de asociaciones estratégicas y la transformación de las prácticas comerciales es donde podrá presentarse y se presentará el mayor potencial para que los sistemas se transformen en economías alimentarias locales y regionales

    Regional Food Hub Resource Guide

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    A recurring challenge faced by farmers is the lack of distribution infrastructure and services to allow them to take greater advantage of the growing demand for locally and regionally grown food. Regional food hubs have emerged as one effective way to overcome these infrastructural and market barriers. By offering a combination of production, aggregation, distribution, and marketing services, food hubs make it possible for producers to gain entry into new and additional markets that would be difficult or impossible to access on their own. This guide gives readers a greater understanding of what regional food hubs are, their impacts, strategies to assist their success and growth, and direction on where to find financial resources to support them. The target audiences for this guide are food entrepreneurs and their supporters who are interested in starting food hubs, and operators of food hubs who are interested in expanding. This guide will also help philanthropic foundations, public agencies, lending institutions, and economic development organizations understand the nature, function, and operating models of food hubs, helping them to engage hubs in their areas. A variety of funding options is available from both Federal and non-Federal sources to finance different stages of food hub development, from business planning and technical assistance to working capital and physical infrastructure improvements. This guide will help food hub operators and supporters better understand and navigate through the variety of financial and human resources available to them

    Food Value Chains: Creating Shared Value To Enhance Marketing Success

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    A new model of organization is beginning to pop up in the agribusiness sector that seeks to merge social mission objectives with core business operating principles. Known as food value chains, these business arrangements are distinguished by their commitment to transparency, collaborative business planning and exchange of market intelligence and business knowhow among chain partners, and their interest in developing business strategies and solutions that yield tangible benefits to each participant in the system. External factors that have contributed to the rise of food value chain enterprises in recent years include the growing segmentation of the consumer market, escalating demand for specialized, highly differentiated food products—even at higher price points—and the increasing appeal of food items that are produced in accordance with desired social or environmental welfare standards. The advent of low-cost communications technology has made possible new collaborative approaches to business management and oversight that operate according to a set of shared operational and ethical principles, founded on the idea of maintaining steady and open communication among all chain partners. As suppliers of highly differentiated—and highly sought after—food products, producers in food value chains typically have the opportunity to exert significant influence in price negotiations with buyers and retain a greater share of retail food spending than their counterparts in conventional supply chains. They also benefit from ongoing exposure to information about consumer purchasing habits and preferences from their downstream supply-chain partners. Meanwhile, aggregators and receivers in food value chains benefit from the provision of specialized products that can command higher prices in the marketplace and reduce their risk exposure through advance planning and price negotiations. The collaborative partnerships also provide natural opportunities to build on previous business successes by exploring and successfully executing innovative product launches and marketing strategies and evaluating opportunities for waste reduction and improvements in efficiency. This document is designed to provide guidance on how food value chains are initiated and structured, how they function, and the benefits they provide to participants, with the intent of encouraging their adoption where the opportunities for successful collaboration exist among organizations with compatible principles and complementary areas of expertise. It addresses which characteristics are desirable—and not—when seeking appropriate value-chain partners, and provides examples of how participation in a food value chain can be advantageous to all members. Special attention is devoted to exploring how values-based operating principles are defined and maintained in a food value chain and how these values are successfully communicated to buyers and to the public. The document also addresses the issue of shared leadership and succession-planning strategies within value-chain partnerships
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