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    Nutrición y ejercicio: efectos en la composición corporal, condición física, capacidad funcional y calidad de vida de personas mayores Nutrition and exercise: effects on body composition, physical fitness, functional capacity, and quality of life in older adults

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    Los cambios asociados al envejecimiento pueden afectar a la condición física y la composición corporal e influyen negativamente en la capacidad funcional de la persona mayor. La actividad y el ejercicio físico, así como unos buenos hábitos de alimentación contribuyen a un envejecimiento saludable que ayudará a prevenir y revertir estos cambios negativos disminuyendo el riesgo de discapacidad y mejorando la calidad de vida en el adulto mayor. Los principales objetivos de esta tesis doctoral son: 1) Evaluar las asociaciones entre la condición física, actividad física y diferentes variables de salud ósea en personas mayores (artículo 1 y 2); 2) Estudiar los efectos de un programa de ejercicio multicomponente y 4 meses de desentrenamiento sobre la composición corporal y el estado nutricional de personas mayores con capacidad funcional limitada (artículos 3, 4 y 5); 3) Analizar la relación existente entre la ingesta y el estado nutricional, la capacidad funcional, y los efectos del entrenamiento (artículos 5 y 6); y 4) Evaluar como la relación entre la condición física, la composición corporal, el estado nutricional y el entrenamiento se asocia con la calidad de vida relacionada con la salud (artículo 7).La presente tesis doctoral está compuesta por 7 artículos. La muestra pertenece al proyecto EXERNET-Elder. Este proyecto consta de dos estudios, uno con una cohorte multicéntrica española de 3136 personas mayores de 65 años y el segundo, de intervención, en una muestra complementaria de 126 con capacidad funcional limitada. La intervención constaba de un programa de ejercicio multicomponente. Se evaluó la composición corporal mediante antropometría, impedancia bioeléctrica y tomografía axial computerizada periférica. La condición física se midió a través de una serie de pruebas validadas e incluidas en las baterías: «Senior Fitness Test» y «Eurofit». Se recogió información sobre los niveles de actividad física a partir de dispositivos de acelerometría. La ingesta alimentaria y otros datos relacionados con la salud se recogieron a partir de cuestionarios validados. Se usaron, entre ellos, un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos semicuantitativo, el cuestionario de Adherencia a la Dieta Mediterránea de 14 puntos y el «Mini Nutritional Assessment». Una buena condición física, así como los patrones de actividad física más activos, con mayores niveles de actividad moderada a vigorosa, contribuyen a mejores valores de hueso cortical. Además, a través de un programa de ejercicio multicomponente se consigue disminuir el deterioro asociado al envejecimiento de los niveles de este hueso cortical en personas mayores con capacidad funcional limitada. La adiposidad parece disminuir con este tipo de entrenamiento, mientras que no se observan mejoras en la masa muscular. Sin embargo, independientemente de haber entrenado o no, periodos de 4 meses de desentrenamiento empeoran la masa muscular y la adiposidad. Por otra parte, encontramos una prevalencia alta de personas en riego de malnutrición (36,5%) y este estado parece condicionar el efecto del ejercicio; de hecho, el entrenamiento resulta más efectivo en personas mayores que tienen un buen estado nutricional. También la capacidad funcional está muy relacionada con el estado nutricional de las personas mayores y se ve afectada por diferentes nutrientes implicados en el metabolismo muscular como la vitamina D, los ácidos grasos n-3 o las proteínas. Finalmente, se observa que el entrenamiento mejora la calidad de vida, pero vuelve a niveles basales cuando este se interrumpe. Mayores niveles de condición física y actividad física están asociados a una mejor salud ósea. El entrenamiento multicomponente parece ser efectivo para la mejora de la adiposidad y la calidad de vida de las personas mayores con capacidad funcional limitada. Sin embargo, no parece ser la mejor estrategia cuando el objetivo es mejorar la salud ósea y la masa muscular, o al menos se debe avanzar en la dosis óptima para cada objetivo. Tanto la alimentación como el estado nutricional parecen ser claves en los efectos que tiene el entrenamiento sobre la composición corporal. Los deterioros observados tras el desentrenamiento en las variables estudiadas alertan de que este tipo de intervenciones no deberían interrumpirse en esta población.<br /

    EFECTOS DEL ENTRENAMIENTO MULTICOMPONENTE “ELDERFIT” EN PERSONAS MAYORES CON SARCOPENIA

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    Introducción: La disminución de la capacidad funcional es común a la fragilidad y la sarcopenia. El ejercicio físico de tipo multicomponente parece ser un método eficaz en su mejora, pudiendo constituir una herramienta de prevención y tratamiento de ambas. Objetivo: Evaluar los cambios en la capacidad funcional, fragilidad y riesgo de sarcopenia en personas de al menos en riesgo de sarcopenia y sin sarcopenia mediante un programa de ejercicio multicomponente “ELDERFIT” en la población adulta mayor.Metodología: Un total de 92 adultos mayores (69 mujeres y 23 hombres) (80,6 6,2 años) participaron en este estudio. Se dividieron en grupo intervención (GI; n= 49) y grupo control (GC; n= 43) por conveniencia. El GI realizó un programa de entrenamiento físico multicomponente supervisado de 6 meses y 3 días a la semana, mientras que el GC continuó con sus actividades habituales y se realizaron 2 evaluaciones; una al inicio (pre) y otra tras los 6 meses de entrenamiento (post).Estadística: Tras analizar la normalidad (Saphiro-Wilk), se realizó un ANOVA de medidas repetidas para estudiar si había cambios significativos tras los seis meses de entrenamiento entre los grupos (GxT) y dentro de cada grupo.Resultados: Tras los 6 meses de entrenamiento el GI con riesgo de sarcopenia y sin sarcopenia mejoraron en las variables usadas en los criterios de sarcopenia, en handgrip y velocidad de la marcha (todas p0,05). En el GI hay un mayor número de personas que mejoran su estado de sarcopenia, siendo estas las personas que consiguen mejorar su masa muscular (todas pConclusiones: El programa de entrenamiento multicomponente de 6 meses parece mejorar las variables asociadas a la sarcopenia y fragilidad en adultos mayores y por tanto revertir el grado de sarcopenia. Se recomienda este tipo de entrenamiento para mejorar fuerza, velocidad de marcha y la capacidad funcional en esta población. <br /

    ¿Cumplir las recomendaciones de actividad física y comportamientos sedentarios está relacionado con una mejor alimentación en adolescentes Europeos? Datos del estudio HELENA

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    Uno de los principales problemas de salud pública es la elevada prevalencia de sobrepeso y obesidad especialmente en población infantil. Los estilos de vida adquiridos durante la infancia y adolescencia se trasladan a la vida adulta. Un desequilibrio en el balance energético está originado por una inadecuada ingesta alimentaria, o la combinación de baja actividad física (AF) y mayor tiempo dedicado a realizar actividades sedentarias (televisión, videoconsolas, etc.). El objetivo de este estudio es evaluar en función del grado de cumplimiento de las recomendaciones de AF y comportamientos sedentarios, el consumo de distintos grupos de alimentos. Los datos se han obtenido de una muestra de adolescentes procedentes del Estudio HELENA (HealthyLifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence), estudio transversal y multi-céntrico que se realizó en el año 2007 en 3528 adolescentes de 10 ciudades Europeas. Se han agrupado los adolescentes participantes en función del cumplimiento de las recomendaciones de AF y comportamientos sedentarios. Se ha realizado por género un análisis descriptivo, un análisis de covarianza (ANCOVA) y una regresión lineal. En ambos casos, el consumo de snacks salados es mayor en aquellos grupos que no cumplen ninguna de las recomendaciones. En los demás grupos de alimentos se han obtenido resultados diversos. Cumplir ambas recomendaciones en el caso de los chicos implica una mayor probabilidad de consumir leche, yogures, productos lácteos y agua. Los que no cumplen las recomendaciones tienden a consumir más bebidas y refrescos azucarados. En las chicas, aquellas que no cumplen las recomendaciones tienen una menor probabilidad de consumir fruta y verdura y mayor ingesta de grasas. Los adolescentes que cumplen con las recomendaciones están asociados con un consumo de alimentos más saludables. Sin embargo, deberían realizarse más estudios en los que se tuviera en cuenta todo el balance energético

    Evolución de la composición corporal en personas mayores no institucionalizadas tras 8 años de seguimiento. Efectos de la edad y los estilos de vida.

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    El envejecimiento trae consigo múltiples cambios, entre ellos la composición corporal sufre un deterioro que puede llevar al desarrollo de enfermedades como la obesidad, la sarcopenia o la osteoporosis. El objetivo de este estudio es ver cómo evoluciona la composición corporal de personas mayores que participan en actividades físicas organizadas y estudiar la relación que puede haber entre estos cambios, los distintos grupos de edad y los distintos estilos de vida. Para ello se evaluó en el año 2008 una muestra de 3136 personas, de las cuales en 2016 se volvió a evaluar la composición corporal de un total de 479 (110 hombres), que fueron incluidas en este trabajo. Se recogieron datos de masa grasa (MG), masa libre de grasa (MLG) y porcentaje de masa grasa (MG%) a partir de impedancia bioeléctrica. Con antropometría, se midieron los perímetros de cintura y cadera. Se evaluó además mediante cuestionarios la participación en actividad física, sedentarismo y adherencia a la dieta mediterránea. Todos los análisis se realizaron separados por sexo. Se llevó a cabo un análisis de varianza (ANOVA) de medidas repetidas para evaluar los cambios en la composición corporal, y se repitieron los análisis separados por grupos de edad con el fin de evaluar si había diferencias entre grupos. Mediante ANOVAs de un factor se analizó si existían diferencias entre los porcentajes de cambio de los grupos creados, en referencia a los estilos de vida. Los resultados mostraron una disminución en la altura, la MLG, y un aumento en el perímetro de cadera de ambos sexos (p0,05).En conclusión, la MLG se ve disminuida en ambos sexos a lo largo del envejecimiento. Las mujeres muestran un deterioro mayor en otras variables como el peso, la MG y el %MG. Además, los estilos de vida estudiados en este trabajo no influyen en estos cambios. Sería importante estudiar si estas pérdidas de MG en mujeres se deben a una desnutrición asociada a la edad o a una disminución de la obesidad. Futuros estudios deben ir destinados al diseño de estrategias para la mejora de la composición corporal y aumento de la calidad de vida de estos mayores.<br /

    Does nutritional status influence the effects of a multicomponent exercise programme on body composition and physical fitness in older adults with limited physical function?

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    Physical exercise effects and ageing on fitness may be influenced by nutritional status. This study investigates the effects of a 6-month multicomponent exercise training (MCT) on nutritional status and evaluates if this type of exercise could affect differently body composition and physical fitness depending on the nutritional status of older adults with decreased functional capacity. Ninety-three participants (80.4 ± 6.0 y) were divided into control (n = 45) and intervention (n = 48) groups. The intervention consisted of a 6-month multicomponent training. Comparisons between changes in body composition and fitness during the 6-months were performed between individuals at risk of malnutrition and those well-nourished, according to the Mini Nutritional Assessment. Model mixed-effect analyses were used to investigate differences after the 6 months of MCT between groups. Well-nourished participants compared with those at risk of malnutrition had higher: arm (13.4 ± 3.5 vs 14.3 ± 33.6 repetitions) and leg strength (9.0 ± 3.0 vs 11.1 ± 3.3 repetitions), maximum walking speed (31.6 ± 13.1 vs 23.7 ± 6.3s), agility (11.9 ± 5.8 vs 8.3 ± 2.1s), and aerobic capacity (31.6 ± 13.1 vs 23.7 ± 6.3 m), at baseline. After the training, those without risk of malnutrition in CON decreased their nutritional status (-1.7 + 0.7 points). Those well-nourished that performed the intervention decreased total fat mass (-1.0 ± 0.3 kg) and body fat percentage (-1.2 ± 0.4%). Both groups of training improved similarly in all tests, except for balance, in which the well-nourished showed improvements of 6.3 ± 1.9s. These results underline the usefulness of MCT in improving physical fitness regardless of nutritional status and preventing nutritional status detriment in well-nourished older adults, who are fitter and benefit more, in terms of body composition. Trial registration:ClinicalTrials.gov identifier: NCT03831841. Highlights Multicomponent exercise programme seems to be effective in delaying detriments in the nutritional status of well-nourished people. Well-nourished older people obtain more benefits in body composition from the multicomponent exercise than those at risk of malnutrition, decreasing adiposity. The positive effect of multicomponent exercise was observed in physical fitness independently of nutritional status

    Prevalence of Metabolic Syndrome and Association with Physical Activity and Frailty Status in Spanish Older Adults with Decreased Functional Capacity: A Cross-Sectional Study

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    Metabolic syndrome (MetS) is a cluster of medical conditions associated with several health disorders. MetS and frailty can be related to prolonged physical deconditioning. There is a need to know whether there is concordance between the different ways of diagnosing it and to know their prevalence in Spanish older adults. Thus, the aims of this study were to describe the prevalence of MetS; to analyse the concordance between different definitions to diagnose MetS; and to study the associations between MetS, frailty status, and physical activity (PA) in older adults with decreased functional capacity. This report is a cross-sectional study involving 110 Spanish older adults of ages ≥65 years with decreased functional capacity. Clinical criteria to diagnose MetS was defined by different expert groups. Anthropometric measurements, blood biochemical analysis, frailty status, functional capacity, and PA were assessed. The Kappa statistic was used to determine the agreement between the five MetS definitions used. Student’s t-test and the Pearson chi-square test were used to examine differences between sex, frailty, and PA groups. The sex-adjusted prevalence of MetS assessed by the National Cholesterol Education Program—Third Adult Treatment Panel was 39.4% in men and 32.5% in women. The International Diabetes Federation and the Harmonized definitions had the best agreement (k = 1.000). The highest odds ratios (ORs) of cardiometabolic risk factors to develop MetS were elevated triglycerides (37.5) and reduced high-density lipoprotein cholesterol (27.3). Central obesity and hypertension prevalence were significantly higher in the non-active group (70.7% and 26.8%, respectively), compared to the active group (50.0% and 7.7%, respectively). Moreover, the active group (OR = 0.85, 95% CI = 0.35, 2.04) and active women group (OR = 0.77, 95% CI = 0.27, 2.20) appeared to show a lower risk of developing this syndrome. MetS is highly prevalent in this sample and changes according to the definition used. It seems that sex and frailty do not influence the development of MetS. However, PA appears to decrease central obesity, hypertension, and the risk of developing MetS

    Effects of Multicomponent Training Followed by a Detraining Period on Frailty Level and Functional Capacity of Older Adults with or at Risk of Frailty: Results of 10-Month Quasi-Experimental Study

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    This study aimed: To analyze the effects of 6-month multicomponent training (MCT) and 4-month detraining on functional capacity and frailty among older adults with/at risk of frailty and to analyze the influence of frailty status on training and detraining adaptations. A total of 106 older adults (80.5 ± 6.0 years) were divided into a control (CON) or training group (TRAIN). The TRAIN performed a 6-month MCT (Eelder-fit), while CON continued their usual lifestyle. Functional capacity was assessed by the Short Physical Performance Battery (SPPB), while frailty was evaluated through Fried (FP) and the short version of the Frailty Trait Scale (FTS-5). Linear mixed models were performed to analyze group effects and to compare differences in changes within and between groups. TRAIN showed improvements in SPPB (3.2 ± 2.4), FP (−0.7 ± 1.3), and FTS-5 (−5.9 ± 5.8), whereas CON improved in SPPB (0.7 ± 2.9) and deteriorated in FTS-5 (2.8 ± 7.6) (all p &lt; 0.05). Group effects favorable to TRAIN were found for all scales during this period (all p &lt; 0.05). After detraining, TRAIN worsened in SPPB (−1.2 ± 2.7) and FTS-5 (4.1 ± 6.1) (both p &lt; 0.05). No relevant differences were observed, accounting for frailty status between TRAIN subgroups. Eelder-fit improved the functional capacity and frailty of this population, whereas 4-months of detraining caused a drop of these variables except in FP

    Effects of a multicomponent exercise program, a detraining period and dietary intake prediction of body composition of frail and pre-frail older adults from the exernet elder 3.0 study

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    The aging of humans is associated with body composition and function deterioration creating a burden on an individual level, but also on a societal one, resulting in an economic burden that is socially unsustainable. This study aimed to evaluate changes in body composition after a 6-month MCT (multicomponent training) and a 4-month detraining period, and to examine the possible influence of energy and macronutrient intake in these changes in frail and pre-frail older adults. A total of 43 participants from the training group (TRAIN) and 28 controls (CON) completed the study protocol. Body weight, body mass index (BMI), waist and hip circumferences, fat mass, fat free mass and fat mass percentage were recorded, with a bio-electrical impedance analyzer, at baseline, after 6 months and four months after finishing the MCT. A food frequency questionnaire was used to estimate energy intake. Mixed effect models did not show differences between groups. CON showed increases in hip circumference and waist (3.20 ± 1.41 and 3.06 ± 1.66 cm, respectively) during the first 6 months. TRAIN showed decreases in BMI (−0.29 ± 0.14), fat mass (−0.86 ± 0.38 kg), body fat percentage (−0.98 ± 0.36%) and increases in waist circumference (3.20 ± 1.41). After detraining, TRAIN group showed increases in fat mas (1.07 ± 0.30 kg), body fat percentage (1.43 ± 0.31%) and waist (3.92 ± 1.38 cm), and decreases in fat free mass (−0.90 ± 0.30 kg). CON group only showed an increase in body fat (1.32 ± 0.47%). Energy intake was negatively associated with hip circumference in the first six months and fat mass during detraining in CON. Energy intake showed positive associations with fat mass in TRAIN during detraining. Only carbohydrates were negatively related to detraining changes in fat free mass and BMI in CON. In conclusion, the MCT reduces adiposity of frail and pre-frail older people, leading to a maintenance of fat free mass. In addition, these interventions should not be stopped in this population in order to improve health sustainability

    Role of Dietary Intake and Serum 25(OH)D on the Effects of a Multicomponent Exercise Program on Bone Mass and Structure of Frail and Pre-Frail Older Adults

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    The multicomponent training (MCT) effect on bone health in frail and pre-frail elders, which is influenced by dietary intake, is still unknown. The objective of this non-randomized intervention trial was to assess the effects of a 6-month MCT on bone structure in frail and pre-frail elders, and to analyse the influence of dietary intake and serum vitamin D (25(OH)D) in these changes. Thirty MCT (TRAIN) and sixteen controls (CON), frail and pre-frail completed the information required for this study. Peripheral quantitative computed tomography measurements were taken at 4% and 38% of the tibia length and dietary intake was registered. The 25(OH)D values were obtained from blood samples. Analyses of covariance (ANCOVA) for repeated measures showed significant decreases for CON in total bone mineral content at 38% of tibia length. One factor ANOVAs showed smaller decreases in bone mineral density and cortical thickness percentage of change in TRAIN compared to CON. Linear regression analyses were performed to study the influence of nutrients and 25(OH)D on bone changes. Alcohol showed a negative influence on fracture index changes, while polyunsaturated fatty acid and vitamin A showed a positive association with some bone variables. The 25(OH)D only affected positively the cortical bone mineral density. In conclusion, our MCT seems to slow down some of the bone detriments associated with ageing in frail and pre-frail older adults, with alcohol showing a negative effect on the bone and apparent limited effect of nutrients and serum 25(OH)D on training related changes

    Associations between Daily Movement Distribution, Bone Structure, Falls, and Fractures in Older Adults: A Compositional Data Analysis Study

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    [EN] With aging, bone density is reduced, increasing the risk of suffering osteoporosis and fractures. Increasing physical activity (PA) may have preventive effects. However, until now, no studies have considered movement behaviors with compositional data or its association to bone mass and structure measured by peripheral computed tomography (pQCT). Thus, the aim of our study was to investigate these associations and to describe movement behavior distribution in older adults with previous falls and fractures and other related risk parameters, taking into account many nutritional and metabolic confounders. In the current study, 70 participants above 65 years old (51 females) from the city of Zaragoza were evaluated for the EXERNET-Elder 3.0 project. Bone mass and structure were assessed with pQCT, and PA patterns were objectively measured by accelerometry. Prevalence of fear of falling, risk of falling, and history of falls and fractures were asked through the questionnaire. Analyses were performed using a compositional data approach. Whole-movement distribution patterns were associated with cortical thickness. In regard to other movement behaviors, moderate-to-vigorous PA (MVPA) showed positive association with cortical thickness and total true bone mineral density (BMD) at 38% (all p < 0.05). In addition, less light PA (LPA) and MVPA were observed in those participants with previous fractures and fear of falling, whereas those at risk of falling and those with previous falls showed higher levels of PA. Our results showed positive associations between higher levels of MVPA and volumetric bone. The different movement patterns observed in the groups with a history of having suffered falls or fractures and other risk outcomes suggest that different exercise interventions should be designed in these populations in order to improve bone and prevent the risk of osteoporosis and subsequent fractures.S
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