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COYUNTURA ECONÓMICA, año 4, núm. 9, mayo-agosto 2022
El incremento de la inflación actual, y la desaceleración económica heredada de la pandemia, generan preocupación entre la población, y el gobierno de México. La inflación se ha salido de la meta de 3 % (+/-1 %), desde finales de 2021, y sigue aumentando sin saber cuándo empezará a descender. Lo anterior ha tenido impactos negativos en la economía en general y en la población vulnerable y con menores ingresos en particular. A la par el aumento de las tasas de interés continua por parte del Banco de México para contener la inflación, y las previsiones de crecimiento van a la baja. Lo anterior deja clara la pertinencia y urgencia de analizar y realizar propuestas en torno a este tema, lo cual lo harán expertos en el tema en el presente boletín titulado “Desaceleración económica y elevada inflación en México en el entorno actual.
Efectos de la política fiscal procíclica en el crecimiento económico de México y América Latina
La política fiscal es un poderoso instrumento para el fomento del crecimiento económico, en este libro, se explora ampliamente por medio de diversos capítulos, cómo es posible utilizar esta herramienta para llevar a cabo dicho fin, pasando desde la relación existente entre el ciclo económico y la política fiscal, así como la utilización de la deuda soberana como mecanismo para la estabilidad financiera o económica
Propuestas alternativas al uso de la intervención esterilizada como instrumento de política monetaria en México
Los esquemas de metas de inflación (IT) en los países en desarrollo establecen un objetivo
primordial de estabilidad de precios, y excluyen otras metas importantes como la generación de
empleo, el aumento de la inversión o la tasa de crecimiento económico. Los supuestos en los que
se basa el enfoque de objetivos de inflación, argumentan que la única variable macroeconómica
que la banca central puede controlar a largo plazo es la tasa de inflación, y que una estabilidad de
precios es condición indispensable para alcanzar otras metas económicas (Mishkin, 2001;
Bernanke et al, 1999).
Así, la adopción de IT en las economías emergentes ha tenido como saldo una reducción del ritmo
de crecimiento económico y de generación empleos, lo que se ha traducido en la incapacidad de
este esquema de disminuir el índice de sacrificio que relaciona los costos del desempleo con el
combate a la inflación (Epstein y Yeldan, 2008). Adicionalmente, la política convencional de
incremento en las tasas de interés para contener la inflación ha conducido a distorsiones en la
distribución del ingreso y en la asignación de los recursos financieros, en perjuicio del capital
productivo y los salarios.
En este trabajo, se propone analizar un enfoque alternativo de política macroeconómica que tenga
como objetivo el cumplimiento de variables reales (empleo, crecimiento económico, tasa de
inversión, tipo de cambio real) que contribuyan de manera directa al bienestar económico de la
mayoría de los residentes de un país. Entre las ventajas del establecimiento de objetivos reales se
destaca el uso de variables económicas estrechamente relacionadas con el bienestar social; el
diseño de nuevos instrumentos de política monetaria o la reutilización de otros que fueron
tradicionales en décadas pasadas; y la adopción de objetivos de política monetaria acordes a las
necesidades propias de cada país.
Bajo este enfoque, la determinación de los objetivos reales debe considerar la selección de un
conjunto de instrumentos que permitan alcanzar la meta. Además, deberán reconocerse las
variables económicas – tasa de inflación, tipo de cambio nominal, saldo con el exterior – que serán
enfrentadas como limitantes. Lo anterior implica reconocer que el paradigma ortodoxo del uso de
un único instrumento de política monetaria, no es válido dentro del contexto de las economías
emergentes, dadas las deficiencias estructurales que dan origen a la inflación. Dentro del marco de
objetivos reales, la conducción de la política monetaria deberá complementarse con un conjunto
de políticas – industriales, crediticias, educativas, de inversión en ciencia y tecnología – cuyo
diseño y coordinación queda bajo la responsabilidad de otras instituciones gubernamentales, lo
cual conlleva toma de decisiones conjuntas y definición de poderes entre las diferentes
instituciones involucradas. En otras palabras, el establecimiento de un objetivo real implica un
cambio en la cultura tradicional de operación de la banca central que permita conciliar los
incentivos de los banqueros centrales con los objetivos de política pública