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    Entre los locos.

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    Albert Londres es un referente de primerísima importancia en la historia del reportaje. Muerto en 1932, su vida productiva transcurrió pues en los albores de ese género maravilloso que es el reportaje. A a fecha de su fallecimiento, en el incendio del barco que lo transportaba a Francia después de un extenso trabajo en China, había publicado 11 libros de reportajes y un incalculable número de artículos dispersos en muchos periódicos. Entre los locos fue publicado en 1925. Representa una prueba de la madurez productiva de Londres: sedimentada su técnica, madura su visión del mundo, purificada su ética, elaborado su estilo, configurado el perímetro de su autonomía. "Entre los locos" es un relato desgarrador acerca de las condiciones de vida de los locos en los asilos en la Francia de los años veinte del siglo pasado. ¿Por qué publicar hoy una traducción de un libro así, 87 años después de su aparición? Quizás un hecho bastaría para explicarlo: en los años 2003 y 2004, estudiantes de mi curso de escritura en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle, donde soy docente, escribieron una serie de reportajes sobre las condiciones de los locos en el Hospital Psiquiátrico "San Isidro" de Cali. Lo que ellos, tan sensibles, contaron fue estremecedor. Nadie más desprotegido que los locos, nadie más abusado que los alienados, nadie más desvalido que los enfermos mentales. Son seres despreciados y perdidos, abandonados e inermes. La relación con el personal tratante es desequilibrada, en particular con los médicos -quisiera creer que no todos-. Con los locos se hace lo que a la gente le venga en gana. Su pasado es inatrapable, su presente es una pesadilla, su futuro es inexistente. Son cosas estáticas que, en ocasiones, miran hacia una indescifrable turbulencia interior.Donde nadie quiso saber de mí -- El loco toca a mi puerta -- Un pabellón de exaltados -- Con estas damas -- La comida de las furias -- Una noche -- Los perseguidos -- Los señores del doctor dide -- El armario de cerebros -- Se han burlado del pinel -- Día de visita -- Cuatro damas elegantes -- Señorita suzanne -- La feria de la locura -- El proveedor de los grandes almacenes -- Los que han matado -- La señora gaston sale de paseo a la ciudad -- Los hermanos de la droga -- Isoard está curado -- ¡oh psiquiatría! -- Donde el señor psiquiatr

    China en ascuas : El peligro amarillo en marcha

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    Copia digital. España : Ministerio de Cultura y Deporte. Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria, 201

    El camino de Buenos Aires: (la trata de blancas)

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    Marca tip. na portAnteportadaAnte

    « La guerre » mystérieuse de l’opium

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    Paris, 1927 « Il y eut, jadis, en Chine, la guerre de l’opium. Elle se livra à coups de fusils et de canons. Un traité la termina. Du moins l’histoire parle ainsi. L’histoire se trompe. La guerre de l’opium n’a pas cessé. Elle continue sur le champ de bataille de Marseille. « Alors, un jour, je revêtis mon vieil uniforme de correspondant de guerre et je me rendis au grand quartier général des opérations. Il était place de la Joliette et s’appelait commissariat spécial du port. Le commissaire ..

    Marseille porte du Sud

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    Reportage en Afrique : Article corrigé paru dans Le Petit Parisien

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    25,7 × 20,8 cmLorsqu’il s’embarque fin 1927 pour l’Afrique- Occidentale française, Albert Londres a déjà séjourné à Dakar et écrit quelques articles corrosifs sur le milieu colonial de l’Afrique de l’Ouest. Cette fois-ci, le grand reporter reste quatre mois et envoie régulièrement des articles sur la construction du chemin de fer au Sénégal et au Congo à la rédaction du Petit Parisien , qui les publie en une. Révolté par l’exploitation et la mortalité massive des travailleurs africains sur ce chantier et dans les exploitations forestières, il relate son périple avec précision et violence. Il en tirera un livre, Terre d’ébène (1929), qui fera tant de bruit que les autorités de l’AOF se verront contraintes d’inviter la presse et les parlementaires pour revaloriser leur image
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