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Evaluación del Modelo de Elevación Digital oficial mexicano (Continuo De Elevación Mexicano, CEM 3.0) de INEGI - Evaluation of the official Mexican Digital Elevation Model (Mexican Elevation Continuum, CEM 3.0) from INEGI
Se realizó una evaluación del modelo de elevación digital (MED) oficial mexicano, también conocido como Continuo de Elevación Mexicano (CEM 3.0), del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI); a partir de datos de elevación LiDAR en tres zonas representativas de altitudes en México: 1) una zona agreste con pendientes pronunciadas y elevaciones altas; 2) una planicie costera con pendientes suaves y elevaciones muy bajas; y 3) una zona de transición con características intermedias. Para la zona agreste y de transición, los datos de ambos MED muestran una fuerte similitud. Sin embargo, en la planicie los errores son muy altos (decenas de veces el valor de la elevación), y no guardan una regresión lineal. Aparentemente, estos errores se deben a un procedimiento no documentado aplicado por el INEGI para el tratamiento de cuerpos de agua menores. Alrededor de estos cuerpos se han creado murallas de cientos de metros, quizás para forzar que la red de drenaje se dirija a cuerpos de agua mayores (a pesar que la práctica recomendada consta en que la red de drenaje cruce los cuerpos de agua). Por otra parte, debido a que el INEGI trunca decimales en el CEM 3.0, se crean extensas terrazas ficticias con la misma elevación, cuando en realidad, debería existir un suave declive. Por lo cual, la verdadera resolución del CEM 3.0 es mucho menor, a lo sugerido por INEGI (longitud de pixel = 15m). Desafortunadamente, los problemas descritos sugieren que el uso del CEM 3.0 no es recomendable, en especial con aplicaciones hidrológicas e hidráulicas
Tectonic Interpretation of Topographic Lineaments in the Seacoast Region of New Hampshire, U. S. A.
La identificación de lineamientos topográficos en modelos digitales de elevación, en sondeos batimétricos de alta resolución y en un mapa predictivo de la topografía del lecho rocoso, permite precisar las trazas de fallas asociadas al Sistema Norumbega, en la costa de New Hampshire. El análisis de polos simples de Euler sugiere que la formación del cauce de los ríos Cocheco y Piscataqua muy probablemente estuvo relacionada con los mecanismos de emplazamiento del Complejo Agamenticus del Mesozoico. Los análisis en perfiles topográficos, sondeos batimétricos, topografía del lecho rocoso y el análisis estructural de la deformación frágil confirman la presencia de un cuerpo plutónico sub-circular no expuesto. Finalmente, presentamos un modelo que explica, tentativamente, la evolución tectónica del estuario Great Bay.
doi: https://doi.org/10.22201/igeof.00167169p.2016.55.1.170
Características geológicas de los principales complejos ultramáficos-máficos reconocidos en México y posibles depósitos minerales asociados
El consenso de los principales complejos ultramáficos-máficos (UM-M) en diez estados de la República Mexicana (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Tamaulipas, Guanajuato, Guerrero, Estado de México, Puebla, Oaxaca y Chiapas) indica que su edad varía entre el Paleozoico y el Paleoceno, y que están asociados a diferentes contextos tectónicos, e. g. raíz de arco volcánico, ofiolita, cuenca oceánica, complejo de subducción y fragmento continental. La mayoría de los complejos UM-M ocurren en los terrenos tectonoestratigráficos Tahué y Náhuatl, y en menor proporción en los terrenos Cochimí, Yuma, Guachichil, Tepehuano, Mixteco, Cuicateco y Maya. Los complejos UM-M más antiguos son los de Cañón del Novillo en Tamaulipas, formado posiblemente en un complejo de subducción. El Fuerte, Agua Caliente y Mazatlán en Sinaloa asociados a cuencas oceánicas (?), y Tehuitzingo-Tecomatlán en Puebla, que corresponde a una ofiolita de tipo zona de suprasubducción. Existen complejos UM-M del Triásico Superior-Jurásico Medio (Isla de Cedros y península de Vizcaíno, e Islas Margarita y Magdalena en Baja California Sur) con afinidad ofiolítica en un complejo de subducción, mientras que los complejos del Cretácico Inferior (Alisitos y Culiacán en Sinaloa, San Juan de Otates en Guanajuato, y Palmar Chico-San Pedro Limón en el Estado de México), son los más característicos y están asociados a las raíces de un arco magmático. Los complejos más recientes son los de Ojos Negros en Baja California (Cretácico Superior-Paleoceno), que representa parte de la raíz plutónica del batolito californiano, y las peridotitas de flogopita con afinidad kimberlítica de San Javier en Sinaloa (Mesozoico superior-Terciario temprano), que están asociadas a un fragmento continental subyacente a un arco magmático. En cuanto a los complejos restantes: Bacubirito, en Sinaloa, está asociado a una ofiolita desmembrada desarrollada en una cuenca oceánica. Cuicatlán-Concepción Pápalo, en Oaxaca, representa posiblemente un arco magmático intracontinental de corta vida. Los complejos UM-M de Guerrero (Las Ollas, Camalotito, Loma Baya y El Tamarindo) se asocian a raíces de arco intraoceánico en un complejo de subducción. Finalmente, los pequeños cuerpos UM-M de Motozintla en Chiapas constituyen fragmentos de la raíz de un arco magmático alojados en una zona de cizalla. Estos complejos UM-M albergan mineralización no metálica desarrollada durante su alteración y/o metamorfismo (asbesto, talco y magnesita), y mineralización metálica producida mediante procesos magmáticos (cuerpos lenticulares alargados o pods de cromitita, diseminaciones de cobre, níquel y cobalto), y pueden contener asimismo trazas de minerales del grupo del platino