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    Comparación de las proteínas de fase aguda expresadas en suero de ratón por infección de referencia con Brucella suis y una nueva cepa emergente aislada de ranas

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    La respuesta de fase aguda (RFA) comprende una serie de procesos fisiológicos y metabólicos que se inducen ante situaciones que representan una amenaza para el organismo (infecciones…) y que alteran los mecanismos homeostáticos, con el fin de que éste vuelva a la situación normal. Un aspecto peculiar de la RFA es el papel fundamental que tiene el hígado, en el que se producen múltiples cambios que tienen como consecuencia la modificación de los niveles de proteínas plasmáticas sintetizadas por él, conocidas como proteínas de fase aguda (PFA). La brucelosis es una zoonosis de amplia distribución en nuestro país que causa grandes pérdidas económicas en nuestra ganadería y que produce más de un millar de casos humanos anualmente. La gestión sanitaria de la brucelosis humana está directamente relacionada con la eliminación de la brucelosis animal, por lo que la investigación orientada al desarrollo de una mejor profilaxis animal está plenamente justificada. En los últimos años se han aislado nuevas especies de Brucella en distintos huéspedes de las que se desconoce su virulencia y capacidad de transmisión a los animales de interés económico y al hombre. Una de estas últimas cepas ha sido descrita como patógeno de la rana (Brucella spp. BR3). La hipótesis que se ha planteado en este trabajo es que “las PFA en ratón podrían servir para monitorizar la infección por Brucella y distinguir una infección crónica (propia de B. suis) de una infección moderada (propia de BR3)”. El objetivo principal de este trabajo ha sido determinar las PFA en ratón y su posible uso como biomarcadores de infección por B. suis y BR3. En este estudio se ha visto que la infección realizada con BR3 es crónica, al igual que la de la cepa de referencia B. suis, ya que los ratones no consiguen eliminar las bacterias en el periodo de tiempo estudiado (tres meses). El peso y las unidades formadoras de colonias (UFC) en hígado/bazo evidencian que la cepa B. suis es más virulenta. En ambas infecciones se ha observado un aumento significativo en las concentraciones séricas de la haptoglobina (Hp), la hemopexina (Hx), el amiloide A sérico (SAA), la cadena pesada 4 del inhibidor de la tripsina inter-α (ITIH4) y la α1-glicoproteína ácida (GPA) durante la RFA, siendo mucho menor para la cepa BR3; por ello, los valores de la concentración de estas PFA permiten distinguir el tipo de infección. La transferrina (Tf) sólo aumenta en la infección por B. suis. La apolipoproteína A1 (ApoA1), la proteína C reactiva (CRP) y el inhibidor de la α1-cisteína proteasa (ICP) no varían en ninguna de las dos infecciones, por lo que no pueden considerarse PFA en ratón. Se ha detectado la respuesta de inmunoglobulinas (Igs) totales y de IgG3 contra el lipopolisacárido (LPS) de B. abortus, principal antígeno común de las cepas lisas de Brucella, a partir del día 28 post-infección por B. suis

    Expresión diferencial de las Proteínas de fase aguda en ratón causada por infección crónica con Brucella suis e infección aguda por Brucella microti

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    La brucelosis es una zoonosis de amplia distribución en nuestro país, que causa unas grandes pérdidas económicas en nuestra ganadería y produce más de un millar de casos humanos anualmente. En los últimos años se han descrito nuevas especies de Brucella consideradas como patógenos emergentes. Es necesario definir su virulencia así como estudiar su posible utilización como cepa vacunal para la profilaxis de la brucelosis animal. Una de estas últimas cepas descubiertas es Brucella microti, que ha sido descrita como patógeno del topillo. En este estudio se ha mostrado como altamente virulenta en un modelo murino puesto a punto en el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) de Zaragoza. Se han realizado dos infecciones, comparando B. microti con la cepa de referencia B. suis. La mayor virulencia de B. microti produjo una infección aguda en ratón, a diferencia de la cepa de referencia B. suis, que provocó una infección crónica. La respuesta contra el lipopolisacárido bacteriano en la cepa de referencia (B. suis) apareció a los 28 días de infección. Con el objetivo de determinar si una infección por Brucella se puede monitorizar en suero y diferenciar entre una infección aguda (B. microti) y una infección crónica (B. suis) se han cuantificado nueve proteínas de fase aguda. Las proteínas de fase aguda aumentan o disminuyen en respuesta a un daño tisular o una infección que representan una amenaza para la integridad del organismo mediante alteraciones en los mecanismos homeostáticos, provocando una respuesta de fase aguda. Las diferencias en la virulencia se han reflejado en una respuesta diferente por parte del huésped. De las nueve proteínas cuantificadas, se han confirmado como proteínas de fase aguda cinco de ellas (haptoglobina, SAA, GPA, hemopexina e ITIH4). También se observó un aumento de la CRP e ICP en la infección por B. microti y un aumento de la transferrina en la infección por B. suis. La Apo A1 no varió en ninguna de las infecciones. Por todo ello es posible diferenciar una infección aguda (B. microti) de una infección crónica (B. suis) en estas condiciones experimentales
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