53 research outputs found

    La encrucijada antillana

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    Si a Colón y su gente les hechizaron peculiaridades culturales de nativos antillanos, el asombro creció con el paso de las décadas, pues aquéllas permanecían y eran cada vez más singulares comparadas con las europeas a medida que seguía implantándose el capitalismo. Labat sostenía capaz no había en el orbe un pueblo más celoso de su libertad y resistiéndose de forma más contumaz a cualquier ataque

    Ya era hora de emprender la lucha para que en el ancho feudo de la violencia reinase algún día la justicia.

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    A pesar de la trascendencia de la ganadería llanera, nuestros conocimientos sobre la misma son bien rudimentarios y las primeras informaciones documentadas son tardías. Pero nuevas pesquisas proporcionan datos cada vez más antiguos confirmando algo totalmente plausible, el intento oligárquico de organizar una ganadería de rodeo y de imponer su orden debe ser tan antiguo como su consolidación en las sabanas, después que se las despejaran los misioneros, para comercializar los animales cimarrones. l También sabemos muy poco de cómo se organizaron estos ganaderos para defender sus intereses. Se han localizado algunas informaciones cuantitativas. Federico Brito Figueroa publicó una estadística de los 46 mayores ganaderos de los Llanos del Guárico, Apure y Cojedes, de 1700-1744, con nombres del propietario y del hato, superficie, número de reses, peones y similares y algunas observaciones complementarias. José Antonio de Armas Chitty aporta una lista de hasta 383 hatos del Guárico, de hacia 1765, con nombres y situación entre ríos por grandes grupos, si bien el mismo de Armas señala que teniendo en cuenta la cantidad, la mayoría de estos hatos no debían pasar de meras queseras en el mejor de los casos; el mismo autor proporciona otra lista de 31 grandes propietarios de hacia 1768 y una tercera de 33 de 1783, con el nombre del hato, el del propietario y la ubicación aproximada. Manuel Pinto C. reproduce un desigual censo por ju risdicciones de 1791.2 Yen el AG I de Sevi Ila se conserva un listado de dos años antes, 1789, en el que no figuran los nombres de los propietarios pero sí, con una precisión asombrosa, el número de cabezas de 863 hatos. En un expediente posterior, conservado en el mismo legajo, se dice que las cifras deberían, como mínimo, multiplicarse por dos

    Cimarrones, gauchos y cuatreros

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    Compartiendo el parecer de Joan-Lluís Marfany, <<lansa cionalidadess on siempre posteriores a los nacionalismos~e~l, caso de Argentina es tan sugerente como cualquiera. El más decidido y trabado rechazo al proyecto liberal, burgués, capitalista, excedentario o nacional fue protagonizado por rurales defendiendo una propuesta alternativa y el gaucho (confundido abusivamente con campesino) devino la bestia negra de los modernizadores durante casi todo el siglo 19. Satanización que culminó, mediada nuestra centuria, con Emilio A. Coni

    La memoria callada

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    Diría que frente a catástrofes de todo tipo que está padeciendo el mundo -enredos, falacias y fraudes de cualquier político, aberraciones y desatinos a nivel ecológico, sanitario o económico/social- crece el número de desencantados por embelecos, equívocos, manipulaciones, supercherías y yerros de vestales de la historia sagrada (en adelante HS). Citaré tres casos, un viejo proverbio chino dice, 'Cuando pienses que lo tienes muy claro, es que te falta información'; Frederic Paxson habla de ingeniería histórica y En els inicis de les desigualtats, exposición del Museu d'Arqueologia de Catalunya, duda que la expansión agraria fuera un progreso y deplora tanta secuela: poder y represión, violencia o guerras; y afirma 'La ideología sirve para regular, legitimar y mantener las relaciones sociales que se instauran con la revolución neolítica'. José Luis Sampedro, Los mongoles en Bagdad, sugiere diversas lecturas del pasado;' estimo imposible recuperarlo en su totalidad, pero si de olvidarlo, reinventarlo o recocinarlo se ocupa esta HS, mero discurso del poder, la memoria popular, al contrario, rememora, mejor o peor, el ayer

    Elegir lo posible y escoger lo mejor

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    Si demasiados historiadores escamotean o camuflan el pasado (se les contrata para esto) algunos creadores no tienen reparos en denuciar lo ocurrido. Así Günter Grass fue contundente sobre el V Centenario, «Se arrasaron razas, se destruyeron grandes culturas. Se asesinó, torturó y saqueó en nombre de Cristo ¿Qué es lo que hay que celebrar de eso?,.2 Cuando Colón, buscando llegar al Asia, tropezó con las Antillas se pasmó ante belleza del paisaje y calidad humana de sus moradores y sólo encontró una explicación, había dado con el Paraíso. Posteriormente, al decidir los agresores conquistar territorios y esclavizar aborígenes, se organizó una apocalíptica canallada, por el papel jugado por los canes como animales de guerra y verdugos.3 Para neutralizar sobrecogedoras protestas al saberse lo que se perpetraba (buena parte de las denuncias surgieron en Castilla) Corona, Iglesia o conquistadores encargaron panfletos, para enmascarar o tergiversar lo acontecido, base de una Leyenda apologética y legitimizadora (en adelante Lal). A finales del siglo 19, al conocerse atrocidades del ejército colonial en Cuba, resurgió la denuncia y muchos tendieron a compararlas. El desprestigio del gobierno español creció con campañas internacionales por el asesinato legal de Ferrer Guardia yen respuesta se desempolvó la Lal que poco después devino uno de los pilares ideológicos del fascismo español durante la guerra civil y la dictadura franquista. El discurso, apenas maquillado, se utilizó en los fastos del 92. Esta nueva entrega trata, precisamente, de la variante de la Lal elaborada por sacerdotes, jerarcas y la Comisión Episcopal española para el V Centenario (en adelante CE

    Himnos y baladas

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    Sostengo que el sistema, ahora global, que padece la entera humanidad, me gusta llamarle excedentario, es, contra lo que autoproclama, falaz, injusto, punitivo, tiránico y, por añadidura, sin futuro. Y uno de sus muchos embelecos es el nacionalismo, superchería sosteniendo que todas las personas que viven en un mismo territorio tienen enemigos comunes y características culturales que les hermanan, superando incluso diferencias de clase. Cualquier nacionalismo es esperpéntico, excluyente, irracional y racista, hay abundante bibliografía desenmascarándolo, pero el catalán alcanza el cenit y tiene curiosas peculiaridades, ser muy tardío, no pretender la clase social que lo alumbró, la burguesía a principios del 20, conquistar, como las demás, el estado sino neutralizar un arraigado proletariado internacionalista y libertario con un proyecto arrebatador, trabado y alternativo o la incapacidad de la 'izquierda', tras la muerte de Franco, de echar por la borda la telaraña de enredos, mentiras y trampas que habían urdido intelectuales que mudaron, cómo no, de chaqueta cuantas veces hizo falta

    Nadie recordará nuestros nombres cuando hayamos muerto

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    A finales de enero si el Secretario de Estado, Colin Powell, escupió, en Davos y en plena euforia belicista, 'No tengo nada que disculpar por lo que USA ha hecho en el mundo', Israel lanzó la operación más sangrienta sobre Gaza desde que se inició la Intifada, dejó 13 muertos, algún crío, en respuesta al disparo de siete misiles artesanales que no provocaron daños ni víctimas.1 En días siguientes las infamias continuaron. Al iniciar la agresión a Bagdad, 20/03/03, el vicealmirante Timothy Keating, rango máximo de la fuerza aliada espetó 'Cuando todo esté terminado y hayamos reescrito la historia, porque eso es lo que vamos a hacer, vuestros nombres estarán escritos en oro

    Alucinaciones, artificios, engaños, fábulas y mitos

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    Elemento primordial e innegociable de la HS y nacionalista hispana es sacralizar su colonización, en especial de América, que frente a la ejecutada por otras metrópolis se caracterizaría por su cariz altruista, civilizador e incluso milagroso, pues sus conquistadores en lugar de asesinar, esclavizar, saquear y violar, cruzaron el océano para poblar y dar la cultura occidental y cristiana a pueblos atrasados, bárbaros y caníbales. Leyenda apologética y legitimadora (en adelante Lal) llamo a esta tajada de la HS y en esta entrega pormenorizaré dos peculiaridades: atributo exclusivo de historiadores, intelectuales y políticos e inmutable, no ha variado en los últimos 51 0 años, y la perpetran tanto quienes se llaman de derechas como de izquierdas, igual fascistas que progresista

    Sin domicilio fijo, senda segura, ni destino conocido. Los llaneros del Apure a finales del periodo colonial

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    Desde un punto de vista social la Capitanía General de Caracas no era una excepción dentro del panorama indiano a finales del período colonial, se daban opresiones, coerciones o injusticias similares a las que se daban en el resto de América y, lógicamente, las víctimas se rebeiaban a través de una insurgencia cada vez mayor a medida que la modernización, vinculada a la transición final del feudalismo al capitalismo, perjudicaba más a un número mayor de personas. Pero la futura Venezuela presentaba una notable peculiaridad: hacia el sur se extendía una enorme región, los Llanos, donde las características naturales y la relativa abundancia de cuadrúpedos facilitaban extraordinariamente la supervivencia de quienes intentaban huir del norte agricultor: esclavos que no querían serlo, indios o mulatos que no querían trabajar por salarios de hambre o un sinfín de personas de todas las etnias que huían porque la ley, como todas las leyes, les acosaba. Los llaneros, quienes residían en el Llano desde tiempo inmemorial o quienes allí habían buscado refugio, se vincularon para sobrevivir a la actividad más antigua del Continente, la caza y la recolección (y después de la invasión castellana a la caza de los cuadrúpedos introducidos por los europeos), mientras que los ganaderos, que se habían autoproclamado propietarios de la misma región, intentaban arraigar una actividad importada del viejo continente, la ganadería, a partir de los animales cimarrones; una ganadería, obviamente, frágil y portátil. Quienes se llamaban propietarios, de unos animales salvajes, se autoconcedían el derecho de acorralar y comercializar los animales que quisiesen o pudiesen. Naturalmente no trabajaban la tierra y las instalaciones eran mínimas (incluso podía no haberlas), lo único imprescindible eran unos cuantos peones para llevar a cabo el rodeo

    Cabello planchado, origen negado

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    La gente de Dominicana ha sido víctima, en los últimos 505 años, de cuatro canalladas, fue tan dantesca la violencia perpetrada por los agresores que las mujeres, desesperadas, acudieron al último recurso, negarse a parir y no reponer a los fallecidos, desapareciendo los nativos en pocas décadas; lo que motivó la segunda, llenar el vacío con esclavos africanos. Como detallaré la colonia devino otra cimarronera, conformada en esencia por africanos e hijos de la violencia sexual, y el blancaje gobernante ejecutó la tercera, negar la negritud; para ello puso en marcha la cuarta, forja del mito hispanico, grotesco embeleco culminado, 1992, con el Faro de Colón; idea original, 1852, de del Monte y Tejada autor, cómo no, del primer compendio de historia nacional. El faraónico monumento - costo y número de obreros muertos son secreto de estado celosamente guardado - es pura bravuconería, extravagancia u homenaje a la nada, desproporcionada y ciclópea cruz para albergar el sepulcro de Colón y un minimuseo de vaciedades
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