25 research outputs found
El hepatocarcinoma
El hepatocarcinoma (HCC) es la sexta neoplasia más frecuente a nivel mundial, y una de las principales causas de muerte por cáncer. Además, en la mayoría de las ocasiones, asienta sobre una enfermedad hepática previa, y se conocen muchos de los factores de riesgo para desarrollarlo (hepatitis virales, cirrosis alcohólica, esteatohepatitis no alcohólica, entre otros). Su diagnóstico en población cirrótica se basa en pruebas de imagen no invasivas, siendo la ecografía la técnica inicial que se utiliza para su detección, por su bajo coste y accesibilidad
Malignant epithelioid hemangioendothelioma of the liver successfully treated with Sorafenib
Hepatic epithelioid hemangioendothelioma (HEH) is a rare disease of unknown etiology for which a standard systemic treatment has not been established. The common expression of vascular endothelial growth factor (VEGF) and its receptor in HEH provide a rationale for the reported use of antiangiogenic drugs, including bevacizumab, lenalidomide and thalidomide. We report a case of a young male patient with HEH who was treated with sorafenib for almost 2 years. Sorafenib was used instead of other VEGF inhibitors due to its convenient oral route, its dual antiangiogenic and antiproliferative activity, and its favorable safety profile. Sorafenib therapy resulted in durable stabilization with progressive calcification of liver tumors and minor but stable response of lung lesions
Hepatic encephalopathy after liver transplantation in a patient with a normally functioning graft: Treatment with embolization of portosystemic collaterals
Liver Transplantation in Patients with Hepatocellular Carcinoma Across Milan Criteria
Milan criteria are the most frequently used limits for liver transplantation (LT)
in patients with hepatocellular carcinoma (HCC), but our previous experience with
expanded criteria showed encouraging results. The aim of this study was to
investigate whether our expanded Clinica Universitaria de Navarra (CUN) criteria
(1 nodule up to 6 cm or 2-3 nodules up to 5 cm each) could be used to select
patients with HCC for LT. Eighty-five patients with HCC fulfilling CUN criteria
were included as candidates for LT. Survival of transplanted HCC patients was
compared with survival of patients without HCC (n = 180). After the exclusion of
2 patients with tumor seeding of the chest wall due to pre-LT tumor biopsy,
survival and recurrence rates were compared according to tumor staging.
Twenty-six out of 85 (30%) patients exceeded Milan criteria. Twelve patients had
tumor progression on the waiting list. Patients exceeding Milan criteria had a
higher dropout rate due to tumoral progression. One-, 3-, 5-, 7-, and 10-year
survival rates of the 73 transplanted HCC patients were 86%, 74%, 70%, 61%, and
50%, respectively. Survival of patients with HCC was significantly lower than
that of patients without HCC, but by multivariate analysis, HCC was not
associated with lower survival. Tumor recurrence and survival rates were similar
for patients fulfilling Milan and CUN criteria. Pathological staging showed 55
patients within Milan criteria, 7 patients exceeding them but within CUN
criteria, and 9 patients exceeding CUN criteria. Tumor recurrence rates were 2/55
(4%), 0/7 (0%), and 4/9 (44%) in each of these groups, respectively. In
conclusion, following CUN criteria could increase the number of HCC patients who
could benefit from LT, without worsening the results. Because of the short number
of patients in this series, these data need external validation
Risk factors of lung, head and neck, esophageal, and kidney and urinary tract carcinomas after liver transplantation: the effect of smoking withdrawal
Liver transplant recipients have an increased risk of malignancy. Smoking is
related to some of the most frequent causes of posttransplant malignancy. The
incidence and risk factors for the development of neoplasia related to smoking
(head and neck, lung, esophageal, and kidney and urinary tract carcinomas) were
studied in 339 liver transplant recipients. Risk factors for the development of
smoking-related neoplasia were also studied in 135 patients who had a history of
smoking so that it could be determined whether smoking withdrawal was associated
with a lower risk of malignancy. After a mean follow-up of 7.5 years, 26 patients
were diagnosed with 29 smoking-related malignancies. The 5- and 10-year actuarial
rates were 5% and 13%, respectively. In multivariate analysis, smoking and older
age were independently associated with a higher risk of malignancy. In the smoker
subgroup, the variables related to a higher risk of malignancy were active
smoking and older age. In conclusion, smoking withdrawal after liver
transplantation may have a protective effect against the development of
neoplasia
El hepatocarcinoma
El hepatocarcinoma (HCC) es la sexta neoplasia más frecuente a nivel mundial, y una de las principales causas de muerte por cáncer. Además, en la mayoría de las ocasiones, asienta sobre una enfermedad hepática previa, y se conocen muchos de los factores de riesgo para desarrollarlo (hepatitis virales, cirrosis alcohólica, esteatohepatitis no alcohólica, entre otros). Su diagnóstico en población cirrótica se basa en pruebas de imagen no invasivas, siendo la ecografía la técnica inicial que se utiliza para su detección, por su bajo coste y accesibilidad
Desarrollo de un modelo animal de atrofia-hipertrofia y daño hepático tras radioembolización lobar con YTRIO-90 en conejos
La radioembolización (RE), también conocida como radioterapia interna selectiva o SIRT
(“Selective Internal Radiation Therapy”), consiste en la administración intraarterial de
microesferas cargadas de isótopos radiactivos para el tratamiento locorregional de
tumores hepáticos primarios o secundarios de diversos orígenes [1,2].
El radioisótopo de uso más común es el Ytrio-90 (Y90), un emisor β de alta energía con
un periodo de semidesintegración de 64,1 horas y una escasa penetrancia en los tejidos
(2,5 mm de media), características que hacen que el efecto de la radiación emitida se
limite al entorno inmediato del vaso en el que queda embolizada cada esfera.
La aplicabilidad de esta terapia se fundamenta en la vascularización arterial de los
tumores hepáticos. Mientras que el parénquima hepático recibe la mayor parte del flujo
sanguíneo a través de la vena porta (80 %), los tumores hepáticos (primarios y
secundarios) se irrigan de manera preferente a través de la arteria hepática. Como
consecuencia de esta doble vascularización, la administración intraarterial de esferas
radiactivas permite alcanzar dosis elevadas de radiación en el tumor preservando el
hígado sano [3,4]. Además, la administración puede ser más o menos selectiva según la
ubicación del catéter. El tratamiento puede realizarse a través de la arteria hepática común
(tratamiento total/bilobar), arteria hepática derecha o izquierda (tratamiento lobar) o a
través de una rama segmentaria
Comparación de la supervivencia en pacientes con hepatocarcinoma e invasión portal tratados con radioembolización o sorafenib
El hepatocarcinoma (HCC) es una de las causas principales de cáncer siendo su incidencia cada vez mayor. La cirugía y el trasplante están reservadas para pacientes en estadios iniciales y las terapias loco-regionales, para estadios intermedios. En estadios más avanzados, el inhibidor de tirosin-kinasas (Sorafenib), prolonga moderadamente la supervivencia y es el tratamiento estándar de primera línea. Un gran número de pacientes son diagnosticados en estadios avanzados por lo que es necesario el desarrollo e innovación de nuevas líneas de tratamiento.
La radioembolización (RE) con microesferas de Itrio90 ha mostrado en estudios retrospectivos tasas de respuesta elevadas y supervivencias prolongadas dentro de este subgrupo. En base a estos resultados, la RE se ha empleado en algunos centros como tratamiento estándar de primera línea, reservando Sorafenib para la progresión. Nuestra hipótesis principal es que la RE podría ser una opción de tratamiento con mayor supervivencia que el Sorafenib en pacientes con invasión portal. Para ello, se ha realizado un estudio multicéntrico retrospectivo en cuatro hospitales del norte de España, donde un centro utiliza RE como tratamiento de primera línea reservando Sorafenib en el momento de la progresión y en el resto se utiliza el Sorafenib. Se incluyeron 73 pacientes con HCC e invasión portal, 26 pacientes tratados con RE y 47 con Sorafenib. No había diferencias estadísticamente significativas relevantes entre ambos grupos. Después de una mediana de seguimiento de 6 meses (IQR 2-12,25), hubo 60 fallecimientos: 22 y 38 en los grupos de RE y Sorafenib con una supervivencia media de 6,7 meses (IC del 95%: 5,2-8,1 meses) en toda la cohorte. En el grupo de RE, la mediana fue de 8,8 meses (IC del 95%: 1,8-15,8) y 5,4 meses (IC del 95%: 2,7-8,1) en el grupo de Sorafenib, siendo estadísticamente significativo (P = 0,047). Se realizó una regresión de COX con las variables identificadas con capacidad pronóstica y ajustado por propensity score, siendo la RE un factor de buen pronóstico (HR 0,5 IC95% 0,3-0,8; p<0,05).
Asimismo, se amplió la base de datos para el análisis del patrón de progresión tras RE y su impacto en la supervivencia post-progresión (SPP). Seleccionamos los pacientes tratados con RE entre 1998 y 2015, excluyéndose los pacientes con nódulos ≤5 cm y BCLC-C por enfermedad a distancia. Se definieron los patrones de progresión en 4 grupos, crecimiento de lesiones diana (cLD, n= 18), crecimiento de lesiones no diana (cLnD, n=9), nuevas lesiones intra hepáticas (NIH, n=22) y nuevas lesiones extra hepáticas (NEH, n=27). La mediana de seguimiento tras progresión fue de 15,9 meses (IQR 7,3-33,6). La supervivencia post progresión por grupo fue de cLD 9,7 meses (IC95% 5,1-14,5), cLnD 14,1 meses (IC95% 12,1-16,1), NIH 5,1 meses (IC95% 1,5-8,6) y NEH 3,8 meses (IC95% 1,2-6,3) (p=0,62). Al agruparse los pacientes por crecimiento de lesiones existentes (12,5 meses -IC95% 7,3-17, 8-) frente a aparición de nuevas lesiones (4,2 meses -IC95% 2,1-6,3-), si había diferencias estadísticamente significativas (p=0,02). Por tanto, en una cohorte de pacientes con HCC avanzado por invasión portal, la RE en primera línea tuvo una mayor supervivencia comparado con Sorafenib y la aparición de nuevas lesiones es un factor independiente de mal pronóstico en pacientes sometidos a RE
Comparación de la supervivencia en pacientes con hepatocarcinoma e invasión portal tratados con radioembolización o sorafenib
El hepatocarcinoma (HCC) es una de las causas principales de cáncer siendo su incidencia cada vez mayor. La cirugía y el trasplante están reservadas para pacientes en estadios iniciales y las terapias loco-regionales, para estadios intermedios. En estadios más avanzados, el inhibidor de tirosin-kinasas (Sorafenib), prolonga moderadamente la supervivencia y es el tratamiento estándar de primera línea. Un gran número de pacientes son diagnosticados en estadios avanzados por lo que es necesario el desarrollo e innovación de nuevas líneas de tratamiento.
La radioembolización (RE) con microesferas de Itrio90 ha mostrado en estudios retrospectivos tasas de respuesta elevadas y supervivencias prolongadas dentro de este subgrupo. En base a estos resultados, la RE se ha empleado en algunos centros como tratamiento estándar de primera línea, reservando Sorafenib para la progresión. Nuestra hipótesis principal es que la RE podría ser una opción de tratamiento con mayor supervivencia que el Sorafenib en pacientes con invasión portal. Para ello, se ha realizado un estudio multicéntrico retrospectivo en cuatro hospitales del norte de España, donde un centro utiliza RE como tratamiento de primera línea reservando Sorafenib en el momento de la progresión y en el resto se utiliza el Sorafenib. Se incluyeron 73 pacientes con HCC e invasión portal, 26 pacientes tratados con RE y 47 con Sorafenib. No había diferencias estadísticamente significativas relevantes entre ambos grupos. Después de una mediana de seguimiento de 6 meses (IQR 2-12,25), hubo 60 fallecimientos: 22 y 38 en los grupos de RE y Sorafenib con una supervivencia media de 6,7 meses (IC del 95%: 5,2-8,1 meses) en toda la cohorte. En el grupo de RE, la mediana fue de 8,8 meses (IC del 95%: 1,8-15,8) y 5,4 meses (IC del 95%: 2,7-8,1) en el grupo de Sorafenib, siendo estadísticamente significativo (P = 0,047). Se realizó una regresión de COX con las variables identificadas con capacidad pronóstica y ajustado por propensity score, siendo la RE un factor de buen pronóstico (HR 0,5 IC95% 0,3-0,8; p<0,05).
Asimismo, se amplió la base de datos para el análisis del patrón de progresión tras RE y su impacto en la supervivencia post-progresión (SPP). Seleccionamos los pacientes tratados con RE entre 1998 y 2015, excluyéndose los pacientes con nódulos ≤5 cm y BCLC-C por enfermedad a distancia. Se definieron los patrones de progresión en 4 grupos, crecimiento de lesiones diana (cLD, n= 18), crecimiento de lesiones no diana (cLnD, n=9), nuevas lesiones intra hepáticas (NIH, n=22) y nuevas lesiones extra hepáticas (NEH, n=27). La mediana de seguimiento tras progresión fue de 15,9 meses (IQR 7,3-33,6). La supervivencia post progresión por grupo fue de cLD 9,7 meses (IC95% 5,1-14,5), cLnD 14,1 meses (IC95% 12,1-16,1), NIH 5,1 meses (IC95% 1,5-8,6) y NEH 3,8 meses (IC95% 1,2-6,3) (p=0,62). Al agruparse los pacientes por crecimiento de lesiones existentes (12,5 meses -IC95% 7,3-17, 8-) frente a aparición de nuevas lesiones (4,2 meses -IC95% 2,1-6,3-), si había diferencias estadísticamente significativas (p=0,02). Por tanto, en una cohorte de pacientes con HCC avanzado por invasión portal, la RE en primera línea tuvo una mayor supervivencia comparado con Sorafenib y la aparición de nuevas lesiones es un factor independiente de mal pronóstico en pacientes sometidos a RE
Desarrollo de un modelo animal de atrofia-hipertrofia y daño hepático tras radioembolización lobar con YTRIO-90 en conejos
La radioembolización (RE), también conocida como radioterapia interna selectiva o SIRT
(“Selective Internal Radiation Therapy”), consiste en la administración intraarterial de
microesferas cargadas de isótopos radiactivos para el tratamiento locorregional de
tumores hepáticos primarios o secundarios de diversos orígenes [1,2].
El radioisótopo de uso más común es el Ytrio-90 (Y90), un emisor β de alta energía con
un periodo de semidesintegración de 64,1 horas y una escasa penetrancia en los tejidos
(2,5 mm de media), características que hacen que el efecto de la radiación emitida se
limite al entorno inmediato del vaso en el que queda embolizada cada esfera.
La aplicabilidad de esta terapia se fundamenta en la vascularización arterial de los
tumores hepáticos. Mientras que el parénquima hepático recibe la mayor parte del flujo
sanguíneo a través de la vena porta (80 %), los tumores hepáticos (primarios y
secundarios) se irrigan de manera preferente a través de la arteria hepática. Como
consecuencia de esta doble vascularización, la administración intraarterial de esferas
radiactivas permite alcanzar dosis elevadas de radiación en el tumor preservando el
hígado sano [3,4]. Además, la administración puede ser más o menos selectiva según la
ubicación del catéter. El tratamiento puede realizarse a través de la arteria hepática común
(tratamiento total/bilobar), arteria hepática derecha o izquierda (tratamiento lobar) o a
través de una rama segmentaria