La escuela que le apuesta al reconocimiento

Maestría en Educación y Desarrollo Humano, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.El presente texto busca reflexionar en torno a las experiencias de reconocimiento y menosprecio que viven los y las jóvenes en la escuela, teniendo en cuenta que es importante analizar las situaciones generadas y vividas por ellos y ellas en el espacio escolar. El interés por este tipo de experiencias, en particular, está asociado a los resultados arrojados por la investigación acerca de la interculturalidad en la escuela. Este trabajo pretende hacer un aporte para comprender lo que sucede en la escuela y para apostarle colectivamente a una escuela que estimule y promueva el reconocimiento para la construcción de la vida individual y social

La escuela intercultural

Artículo (Maestría en Educación y Desarrollo Humano). Universidad de Manizales. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. CINDE, 2011Este texto apunta a una reflexión sobre las dinámicas interculturales que se configuran en la escuela a partir de las interacciones comunicativas de las y los jóvenes, buscando resignificar la idea de la interculturalidad como principio pedagógico, que potencie el reconomiento, el respeto por la diferencia y el valor que el otro y la otra se merecen en los espacios vitales de la escuela, esto genera nuevas expectativas en el trabajo de los educadores, porque ayuda a comprender e interpretar actitudes y comportamientos de los y de las jóvenes que constantemente construyen y reconstruyen su identidad reconociendo su mundo y el de los demás

Los gestos y las palabras de la interculturalidad en la escuela, un estudio con jóvenes del grado noveno de la Institución Educativa República de Uruguay y del Municipio de Medellín

Maestría en Educación y Desarrollo Humano, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.Para la escuela no ha sido fácil reflexionar sobre la interculturalidad como fenómeno social y como experiencia educativa. Los enfoques predominantes sobre el tema han sido eminentemente étnicos y migratorios, y no se ha hecho una mención explícita a la interculturalidad como una experiencia permanente en la escuela que demanda atención desde la inclusión, el respeto, el reconocimiento y la acogida de la diferencia como posibilidad para la construcción de ambientes educativos democráticos, solidarios y dignificantes. Lo anterior cobra especial relevancia cuando se trata de pensar en las relaciones que los/as jóvenes establecen con los otros/as en estos escenarios de encuentros y desencuentros; es allí donde son interpelados desde la presencia, del cuerpo y del gesto de los otros/as. El encuentro/desencuentro con el otro, suele estar marcado por el rechazo, el estigma o el menosprecio frente a esa evidente diferencia de lo que el otro/otra es. Todo aquello que es diferente al yo, se convierte en una presencia intolerable y abominable con la que cuesta cohabitar el espacio escolar. No queda duda de que las diferencias ya no son sólo culturales en términos étnicos o lingüisticos, lo son con respecto a las formas de vestir, de hablar, de relacionarse y de hacer presencia en la escuela. Esas presencias diversas y plurales en la escuela muestran que no hay una única y veradera forma de ser, estar y habitar. Los/as jóvenes encarnan esa posibilidad, que se teje en permanente conflicto, de hacerse sujeto con otros y de hacerse sujeto rechazando a o en tensión con otros